De camino a ser cagado
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por flashy.
Ya he dicho alguna vez que buena parte de mis juegos sexuales y fetichistas los hago con mi amiga, la vieja negra. Ahora está retirada pero fue puta muchos años. Cuando yo la conocí, de hecho, lo era, pero prolongamos nuestra amistad más allá. Ahora podríamos decir que somos amantes discontinuos porque no solo nos vemos para follar aunque la llamo cada vez que me apetece sexo extremo o simplemente, un polvo y que me cuente batallitas de los muchos burdeles en que ha estado. Ella ha hecho casi de todo, el casi lo dice ella. Empezó siendo una chica joven y como dice ella, cuando eres vieja los hombres te piden guarradas. Yo le dije que era ella la que se anunciaba como negra madurita que hará todo lo que le pidas, pero claro, mi amor, es que ese es mi negocio. Y nos reimos.
Ella me inició en el copro, ya lo conté en su día
Esa fue la primera vez. Ahora, cuando nos vemos, a veces lo hacemos. Pero un día muy especial fue en el verano pasado. Un domingo en el que estaba solo pues mi mujer había salido de viaje. Nos citamos para tomar el aperitivo y comer. Recuerdo que debíamos hacer una pareja un tanto estrafalaria por el centro de Madrid. Yo, con una camiseta de la selección española de fútbol. Ella, una señora más que cincuentona, negra como el carbón, con una especie de sombrerito de pescador de flores y blusa amarilla sin mangas. No es gorda, pero sí robusta. Tomamos unos vinos en el centro, y luego unas cañitas. Y a cosa de las tres, tras charlar y reirnos, entramos a comer a una taberna típica.
Estamos estudiando la carta y en un momento se me acerca y me dice en voz baja "oye… me puse cachonda" y yo sonrío y le digo "podemos ir luego a mi casa. Y follar toda la tarde". Me mira sonriente y me dice. "Ay amor, qué bueno…". Comemos y bebemos, vino, una botella, y tras las cañas previas ibamos algo amodorrados por la calle al salir. Hacía calor. Me toma de la mano y se acerca. Caminamos un poco… Y en un momento me dice al oído: "oye… tengo caca. Quiero cagar" "¿Ahora?" "Luego, a tí… Para que goces. Vamos a tu casa. Y te cago" Huelga decir lo cachondo que me puse. Porque además ella se me pegaba de forma que podía ver sus tetas por el escote de la blusa. Miedo me dio que se despelotase en la calle.
Tomamos el camino de mi casa. Me "voy a tratarte de puta. Y yo voy a hablar como una puta. Cuando no nos oiga nadie". Yo no digo nada. Al rato nos cruzamos con grupo de turistas con cámaras, chicos y chicas jóvenes. Pasan y me dice "a tí te gustan las viejas, ya lo sé. A mi estas chicas, que están tiernitas. Me gusta comerles las tetitas". Yo, algo confuso, sigo sin decir nada y me dice "en las casas yo lo hacía con las jovencitas. Les decía "ven con la vieja cariño", y las quitaba el sostén y las chupaba".
Seguimos andando. Llegamos a una calle pequeña, solitaria. Ella se para ante un escaparate. Yo también. Mira a los lados y cuando ve que no hay nadie suena un pedo agudo y prolongado. "ji ji ji ji" Seguimos andando "uuuuu se me llena el vientre. Como vas a gozar, puta". Y luego "para ser buena puta hay que mover el culo. Anda a ver como lo mueves". Me adelanto y luego se me pone a mi altura. "No lo haces muy bien. Tengo un día que trae a un negro que conozco para que te folle el culo. A mi no me la ha metido nunca. Le veo la polla y me asusto". Segumos andando. En otra calle sonó otro pedo. Corto y sonoro. "Venga, puta, deprisa, que tengo ganas de cagar y tú de correrte".
Llegamos a mi casa. Hacía fresquito. Trato de desnudarla en el salón pero me dice "desnudate tú", Nos quitamos la ropa. Ella se sienta en un sofá, frente a la tele. Y la pone. Me dice. "Ponte tú ahí. Tocate si quieres pero no te corras". Ella estaba en pelotas, claro Es una mujer robusta pero no gorda. Abría las piernas y a veces se tocaba y abanicaba el coño. En un momento se recuesta un poco más y me dice "ven y comemelo". Me bajo al suelo y se lo empiezo a comer hasta que se corre. Al cabo de un poco sube los pies al sofa, se recuesta y saca el culo."Abreme el culo y besalo, puta". Empiezo y me dice "con lengua". Le meto la lengua todo lo que puedo. Cuando la saco para respirar me dice. "espera"… y viene otro pedo. Este silencioso, pero ya con olor acre y profundo… "ya viene… No te corras". Baja las piernas, nos quedamos unos minutos. Ella parece adormilada.
Al cabo me dice "Traeme una silla". Traigo la silla, me dice "ponla ahí". La pongo en el centro del salón y ella se sienta, de frente al respaldo y dejando el culo fuera. "Tumbate puta. Voy a cagar". Me tumbo, poniendo el vientre bajo su culo.. Y empezó a cagar. Un pedazo grande, y luego otro, y otro…de color marrón oscuro, salian de su negro y redondo culo para caer sobre mi cuerpo. Y pesaban. Y todo acompañado de gases. El olor era también muy pesado… Al cabo, se dio la vuelta, se sentó y me miró "Estoy vacía, puta ¿Te ha gustado?" Le dije que si, ella se levantó y entró al interior de la casa. Al cabo me levanté también. Cogí los pedazos con las manos y los llevé al retrete. Me duché y a la salida me la encontré en la cama, desnuda y abierta. Me dice "ya te he dado gusto, puta. Follame tú ahora".
Y follamos, hasta que a la mañana siguiente nos despertamos…
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