DE COMO FUI INICIADA COMO PUTITA TRAV POR EL CURA

Decidí volver a leer este relato que siempre produce en mí una cachondez porque revivo los recuerdos de lo ocurrido en mi infancia con el cura que me inició en los placeres de la carne. .

Decidí volver a leer este relato que siempre produce en mí una cachondez porque revivo los recuerdos de lo ocurrido en mi infancia con el cura que me inició en los placeres de la carne. 

 -Padre Sernino, toma mi culo. Soba mis nalgas. Abreme el hoyito. Quiero ser tu mujer, tu patita. No me dejes caliente. Sueño todas las noches con tu pico abriendo mi culito. El dolor es muy fuerte. Lloro, pero ahogo el llanto porque sé que me darás un placer más grande que el dolor: el ser tuya para siempre. Tú serás el primero que me abra las carnes vírgenes y me preñarás con tu leche de macho sin hembra. Ya dejarás de ser el que todas las noches se masturba con la mano que  ha tocado mis nalgas. Blancas, suaves, tibias y calientes de deseo de ser penetradas, violadas, abiertas. Ansiosas de sentir tu verga caliente irrumpiendo mi bastión inmaculado que quiere dejar de serlo.

• Ayer se lo contaba a un amigo y al despertarme recordé algo que había pasado por alto: ¿cómo el cura se calentó conmigo y me llevó a su pieza, me sentó en sus rodillas y empezó a acariciarme las nalgas? Siempre había atribuido a mi potito nalgón que se asomaba por el lado del pantalón y en cierta medida a que yo le provocaba sin querer queriendo. Caí en la cuenta que para hacer la primera comunión debimos confesarnos y mi confesión giró en torno a la masturbación en la que me introducía objetos en el ano… 
• Confiesa, hijo mío, tus pecados.
• Y mis pecados eran los episodios masturbatorios que incluían tocarme el ano, meterme uno o dos dedos o usar objetos de todo tipos para satisfacer ese deseo que me producía placer anal . El origen fue los frecuentes enemas que me daba mi madre por el estreñimiento. Me metía la cánula lubricada y luego un par de litros de agua tibia que debía expulsar junto con las heces. Después me quedaba la costumbre de meterme la cánula y después cualquier objeto que me produjera esa sensación. Esa afición me ha acompañado toda la vida y ese juego lo realizo diariamente. El cura me había obligado a describirle con lujo de detalles ese ‘pecado’ y luego me había absuelto y entregado la penitencia . Por supuesto, esa confesión se repitió varias veces… 
• El cura siempre supo de mi afición y yo se lo di en bandeja. El resto es historia conocida. Por eso el cura sabía que yo llegaría hasta el final…deseado también por mi…

• Aún sabiendo fue gradualmente llevando todo al punto de que soñaba con ese momento. Me excitaba pensar y mis masturbaciones anales incluían fantasías en las que el cura me follaba.
• …

Hoy estuve de nuevo en la ducha recordando al cura que usó mi cuerpo por primera vez…

 – ¿qué hace, padre? 

Siento su mano recorrer mis nalgas de una manera que me acelera el corazón. De verdad no solo intuyo su objetivo sino que deseo que avance.

• Nada, es solo que me nace acariciarte. Es cariño.

De verdad es cariñoso conmigo. Me aprieto junto a su pecho mientras sus brazos me rodean y sus manos descienden a la altura de mi potito que es apretujado con fuerza.

• Ah sí, me gusta sentirme acariciado.Aunque lo cierto es que mis deseos son mucho más fuertes y pecaminosos.
• Déjame que te muestre lo mucho que te estimo. Sus manos ahora se meten dentro de mi pantalón y calzoncillo y mi carne se estremece al sentir sus manos avanzar hacia mi hoyito palpitante.
• Espera y sentirás algo muy especial. Sus dedos empiezan a separar las nalgasque se cierran inconscientemente.
• No temas y suéltate. No aprietes… Me hace inspirar y expirar repetidas veces. Siento que he dominado mi sobresalto y puedo esperar lo que viene.
• Ahora cierra los ojos y respira y no sueltes el aire.
• No contesto. Siento una estocada y me ha ensartado un dedo y lo mueve en el interior de mi sorprendido ano. Otro dedo y ahora los abre y cierra…
• Ya estás listo para mostrarte mi cariño.

ME ESTA CULIANDO Y EL DOLOR INICIAL ES MUY FUERTE, PERO ES LO QUE HE QUERIDO…

Es lo que he estado deseando desde que sentí por primera vez su verga dura a través de la sotana cuando se allegó a mí. Hubiera querido en ese momento restregar mi poto contra ese mástil de carne deseosa de romper mi esfínter e ingresar como tromba a mi interior….

–Padre Sernino, toma mi culo. Soba mis nalgas. Abreme el hoyito. Quiero ser tu mujer, tu patita. No me dejes caliente. Sueño todas las noches con tu pico abriendo mi culito. El dolor es muy fuerte. Lloro, pero ahogo el llanto porque sé que me darás un placer más grande que el dolor: el ser tuya para siempre. Tú serás el primero que me abra las carnes vírgenes y me preñarás con tu leche de macho sin hembra. Ya dejarás de ser el que todas las noches se masturba con la mano que  ha tocado mis nalgas. Blancas, suaves, tibias y calientes de deseo de ser penetradas, violadas, abiertas. Ansiosas de sentir tu verga caliente irrumpiendo mi bastión inmaculado que quiere dejar de serlo.

Hoy he recordado todo eso y nuevamente siento como tus manos recorrían mi cuerpo de afeminado mariconcito que tú habías convertido en putita y que ahora se da al que le pida el culo.

No puedo dejar de excitarme con tu recuerdo. En las vergas de las decenas de machos a los que les he dado el privilegio de culiarme siento tu pene duro, grueso y venoso que irrumpe para hacerme sentir la fémina que siempre quiero ser cuando un varón me recuerda lo puta que soy y como debo ser para recibir eso que quieren: descargar su pesada carga de leche grumosa en mis entrañas que reciben anhelantes y ávidas los cuajarones de semen para luego expulsarlos chorreando por mis putas piernas.

Soy ahora, Juana, la loca por el chuto, por ser culiada, una y otra vez. Por el  que quiera hundirme su mástil de carne en mi pozo sediento de lujuria. Soy maricona desde siempre y el cura solo hizo lo que tenía que hacer. Satisfacer su instinto de macho cabrío en las carnes del putito de turno…

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Contesto siempre, amores.