DIALOGOS CALIENTES. SEXO CACHONDO ENTRE PARIENTES-3
Nunca he estado tan caliente como cuando seduje a mi primito Carlos para comerle el culito y después cuando lo insté a que me culiara…. EL SEXO ENTRE PARIENTES ES MAS CALIENTE. Nunca he estado más caliente que cuando seduje a mi primito Carlos para gozar ese culito rosadito y apretado. entre sus nal.
Nunca he estado tan caliente como cuando seduje a mi primito Carlos para comerle el culito y después cuando lo insté a que me culiara….
EL SEXO ENTRE PARIENTES ES MAS CALIENTE.
Nunca he estado más caliente que cuando seduje a mi primito Carlos para gozar ese culito rosadito y apretado. entre sus nalguitas blancas. Y ahora debo convencerlo de que él a su vez pruebe mi culo y me haga su perra… Sentir esa cachondez de estar con los pantalones abajo, los cachetes abiertos por mis manos ansiosas y mi culo palpitando de deseo carnal esperando que se decida a hundirme su verga erecta y húmeda en el agujero negro de mi poto. No era virgen y ya sabía cómo se dilata cuando se aproxima el momento de la penetración.
Tercera estación: Sodomía
En la estación anterior, la lujuria desatada me llevó a someter a mi primo a una penetración dura y sin contemplaciones. Si bien es cierto que después del dolor que le hizo proferir alaridos ahogados por mi mano, hubo un momento en que los gemidos se volvieron suspiros y quejidos que denotan la llegada al placer que los adictos al sexo anal conocemos muy bien. Después del dolor, se goza sintiendo al invasor que se ha acomodado en las paredes del recto y traspasado los umbrales y se ha abierto con el secreto o a veces abierto deseo de recibirlo en todo su esplendor y anchura. Al momento de la eyaculación el pico alcanza esa dimensión…
Diálogo
-Carlitos…
-¿Qué?
-¿Te duele el culito todavía? Había estado muy adolorido y le costaba defecar. De paso no me dejaba limpiarle el ano.
-Un poco no más.
-¿Quieres que te aplique un remedio?
-No, porque me vas a culiar de nuevo y me dolió mucho.
-Pero no fue solo dolor, porque después hasta suspirabas. ¿Dime que no? Al final sentiste rico.
-Ah, bueno, pero me dolió mucho porque fuiste muy bruto…
-Es que la primera vez, siempre es así. Pero ya está abierto tu culito y ahora ya nunca màs te va a doler.
-No te creo.
-Mira, te propongo algo.
-¿A ver qué cosa?
– Te muestro que yo no siento ya ningún dolor cuando me culean. Por el contrario, siento rico. Desde que la cabeza entra hasta cuando me llenan de leche…
-¿Cómo es eso. Te llenan de leche?
-Sí. Eso es lo más rico porque se pone más suavecito y delicioso.
-Pero, tú no me echaste lechita…
-No, porque estabas muy enojado y no te habías relajado.
-Sí porque fuiste muy bruto…
– Quieres metérmelo tú ahora…
-No sé…
-Ven, vamos a la pieza del fondo y ahí me culeas…
Lo cogí de la mano y lo llevé hasta la pieza que ocupaba un turista, pero que a esa hora no estaría.
Llegamos y cerré la puerta con pestillo.
-Saquémonos los pantalones.
Carlitos se bajó el pantalón y procedí a manipular sus testículos. Su pene cubierto a medias el prepucio, me lo llevé a la boca y empecé a mamarlo. Lo sacaba de mi boca y lo lamía desde la base hasta la punta. Una vez que estuvo duro, me di vuelta y le enseñé mi culo desnudo. Abrí mis nalgas y esperé a que se acercara. Mi corazón latía fuertemente. Iba completar la seducción con esa entrega para allanarme el camino de hacer de mi primito un socio del morbo compartido. Tenía en mente realizar muchas fantasías…
Carlitos un poco indeciso al principio alcanzó a tocar mis nalgas con su pene, cuando unos golpes en la puerta y los gritos de la sirvienta nos congelaron:
-¿Quién está ahí? Ya salgan de ahí o los voy a acusar con la señora…
Tomé a mi primo de la mano y nos metimos debajo de la cama. Por suerte a Carlitos no se le había bajado su pico con el susto, así que me puse en cucharita y logré que me lo metiera.
-No digas nada. Déjame a mì…
Empecé a mover el culo y a apretar y soltar el esfínter.
-Mételo y sácalo.
Carlitos obedeció y me agarró de las caderas para darse impulso en cada arremetida.
-Ay, Carlitos, qué rico está tu pico. Dámelo con fuerza. Hazme tu perra. Este culo será tuyo para siempre. Cada vez que quieras culiar lo podrás tener…
Mi primo junto con los movimientos cada vez más fuertes, respiraba agitadamente.
-Ay,ay. Me voy a mear…
-No, sigue, sigue. Vas a acabar…
Cuando lo sacó, pude constatar que había logrado su primera eyaculación en mi culo.
(CONTINUARÁ)
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Buen relato