DIALOGOS CALIENTES. SEXO CACHONDO ENTRE PARIENTES-5
EL VERANO SIGUIENTE Con verdadera ansiedad me subí al autobús que me llevaría a la casa de mis abuelos, después de recorrer varios kilómetros en el tren desde un pueblo del norte hasta aquel punto intermedio en que debía retomar el viaje y cambiar de medio de locomoción..
EL VERANO SIGUIENTE
Con verdadera ansiedad me subí al autobús que me llevaría a la casa de mis abuelos, después de recorrer varios kilómetros en el tren desde un pueblo del norte hasta aquel punto intermedio en que debía retomar el viaje y cambiar de medio de locomoción.
Mientras miraba por la ventana del vehículo, recordaba como en una de esas películas XXX de porno gay, como se habían desarrollado esos encuentros furtivos en distintos lugares en que nos solazábamos culiándonos unas veces como activos otras como pasivos, pero en todas esas veces sentíamos el placer de someter o ser sometido por el otro.
Carlitos ya no era el muchachito flaquito y esmirriado de nalguitas apretadas a quien le quité el virgo con jabón y fuerza en el baño de la casa patronal. Esa vez estaba muy caliente porque solo se sentaba en mi pene duro y se paraba dejándome con las ganas de poseer ese ano rosadito y apretado. Por fin lo tuve a mi merced y no pude evitar cogerlo con fuerza y me pico se hundió a hasta los huevos y chocó mi cuerpo con blancas nalgas…
Aún retumba en mis oídos el grito desgarrador que emitió y que me congeló hasta las ganas de seguir culiándomelo.
Ahora era un muchacho que había desarrollado un cuerpo musculoso y aunque esbelto se veía fuerte. El corazón me dio un vuelco y sentí ardor en mi zona genital centrada en cierta inquietud anal.
Si bien me gusta penetrar culitos ya sea femeniles o masculinos, el placer que experimento cuando una verga se adentra en mi conducto anal y cepilla sus paredes con movimientos impetuosos y formidables. Creo que el que se ha visto boca abajo entregando su poto sabrá a lo que me refiero.
Sí, estaba caliente y deseaba estar con Carlos y ofrecerle mi culo apuntando hacia él.
Un flashback necesario: después de que ensarté a Carlitos de esa manera tan poco sutil, él no quería cederme su poto, así que decidí convencerlo de que ese dolor que sintió era solo por ser la primera vez (aunque pudo ser menos doloroso, pero mi calentura pudo más) porque después se iría atenuando hasta quedar solo placer. Y qué placer añadiría yo, no hay otro que haya experimentado con más ganas y que haya recibido más sensaciones voluptuosas, que el ser enculado. Eso se lo daba firmado. Su esfínter se soltaría para recibir chuto con mucha ansiedad y placer.
Así que me puse en posición de entrega con pantalones y bragas abajo. El se acercó tímidamente al principio, pero lo cogí por el pene y constaté que se ponía duro y lo guié a la entrada de mi culo que ya estaba dilatado solo por el deseo de lo que vendría.
Y ahora que lo veía alto y fuerte, sentí deseos de mamarle esa verga que ya había tenido en mi interior y que esperaba tener nuevamente en todo lugar y en todas las circunstancias posibles.
´Hola, Carlos.
-Hola, primo.
-¿Viniste solo?
-Sí, los demás están ocupados.
-Ah que bueno, así podemos conversar más tranquilos.
¡Conversar! Jajaja. Eso era lo que menos quería. Solo deseaba estar de nuevo en esa posición en quele di mi culo por primera vez.
Fuimos a retirar el equipaje, Cuando siento un roce extraño muy suave y luego firme. Era la mano que buscaba mi culo y de inmediato el deseo más apremiante me llevó a estremecerme,
-Estás muy tenso, primo.
.es que hace mucho que vengo esperando este encuentro.
-Démonos prisa. Ahora no hay nadie en la casona.
Subimos al automóvil y mientras conducía, deslicé mi mano y le saqué la verga que estaba dura y húmeda.
Me agaché y la introduje toda en mi boca.
Los siguientes días fueron sensacionales y fui hembra de mi primo en todos los lugares en que recordábamos que habíamos tenido encuentros en ese verano en que descubrimos lo rico que es culiar entre varones, sin otra preocupación que deleitarse mutuamente.
En la próxima entrega relataré cada una de aquellas escenas en que uno, abierto, recibía y el otro daba verga, mientras transcurrían los días de ese bendito verano.
CONTINUARÁ
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