Dilatacion
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Juan era un hombre apacible. Mantenia una relacion cordial con sus compañeros de trabajo y con sus amigos. Era el tipico personaje gris, que no destacaba ni por bueno ni por malo. De lunes a viernes iba a trabajar, realizaba sus tareas con esmero pero sin iniciativa y volvia a casa sin tomar copas con nadie, sin dejarse llevar por ninguna distraccion.
Su mujer, Esperanza, era una mujer normalita . Bastante agraciada para su edad, cariñosa y perfecta esposa, inteligente y alegre. No habian podido tener hijos y ese "problema" no habia enturbiado su relacion ni habia disminuido su amor mutuo. Se dedicaba con meticulosidad a las tareas del hogar y a cuidar de su marido. Era la tipica ama de casa gris, que salia de casa solo a hacer sus compras diarias y volvia a casa alegre para continuar sus labores.
Pero eran felices, porque ellos sabian que eran una cosa que les llenaba de orgullo y que, aunque no era de publico conocimiento, les hacia diferentes de los demas. Eran unos artistas de la dilatacion.
Cuando se casaron y fueron a su viaje de bodas, (nada de relaciones prematrimoniales) en el juego erotico Juan habia penetrado a Esperanza con dos dedos. Y descubrio lo que el definia para si como su vocacion. La dilatacion del coño y el culo de su mujer. Esperanza se corrio en ese primer acto inmediatamente con una fuerza y unos espasmos que, incluso, asustaron a Juan en ese momento. En medio de ese orgasmo Juan metio el tercero, el cuarto y hasta el quinto dedos en el agujero de Esperanza. Cuando llego a meter la mano, Esperanza se desmayo de placer.
Esperanza, al reponerse, le dijo que le habia sentido enormemente y que la vision de su marido metiendole la mano en el coño la habia llevado hasta ese gigantesco orgasmo. Que follar estaba bien , pero la mano…….. era otro cantar.
Juan, que en las primeras veces tenia miedo de hacerle daño, se dio cuenta que la naturaleza habia dotado a Esperanza de un coño tremendamente elastico que le permitia engullir casi cualquier cosa . Y un dia, tras hablarlo, decidieron que ese seria su objetivo. Que el coño de Esperanza engullera cualquier cosa que se propusieran.
Con el culo fue mas dificil, y aunque las manos de Juan, por separado y juntas habian llegado a penetrarlo con el paso de los años, establecieron que el record maximo recomendable habria de ser una botella de vino, por la parte ancha naturalmente.
Y se pusieron a la tarea con dedicacion. Esperanza se compraba unas bragas grandes y fuertes, aunque de tela suave que le permitieran retener en su coño los objetos que Juan le insertaba y llevarlos constantemente. Primero velas de cera, con un record de diez. Cuando las diez velas se salian casi solas, cuando ella estaba de pie, iniciaron el recorrido de las frutas y verduras. Pepinos, calabacines, zanahorias, nabos,entraban en el cono de Esperanza y se quedaban en el durante dias.
Juan llevaba una tabla donde, de forma metodica, apuntaba la dilatacion que iban obteniendo. Naturalmente, nada mas llegar a casa y antes de hacer cualquier otra cosa, montaba a Esperanza en un arnes que habian fijado en el techo de la habitacion y con el coño a rebosar y antes de medirla, la masturbaba con un vibrador aleman muy potente que habian pedido por catalogo hacia años. Esperanza siempre se desmayaba de placer. El aprovechaba ese momento de desmayo para sacar lo que tuviera en el coño, medirla con un compas medidor que se habian hecho fabricar, masturbarse dentro de su coño abierto con el aparatejo e introducirla los nuevos objetos. Todo lo grababa en un video que, una vez despierta Esperanza, veian ambos masturbandose el uno al otro.
La polla y los testiculos de Juan se perdian dentro del enorme coño de su esposa desde su segundo año de casado y, por desgracia, follar ya no daba placer a su mujer, pero ella desde ese momento no lo reclamo, ya que se encontraba totalmente satisfecha con sus progresos, que eran orgasmos gigantescos cada vez.
Dormian desde hacia tiempo el uno con la cabeza en los pies del otro. Esa postura le permitia a Juan añadir a los objetos del coño de su mujer una mano y penetrarle el culo con la otra mientras descansaban.
Un dia, Esperanza sorprendio a Juan enseñandole un cono de señalizacion de trafico que habia cogido de una obra de asfaltado cercana. Lo lavo esmeradamente y, tras dejarlo totalmente reluciente le corto la punta de forma que su abertura fuera de quince centimetros. A partir de ese momento y con un taburete de patas regulables con un agujero en el centro , ella misma se sentaba sobre el con el cono en su raja, viendo la tele, cosiendo o simplemente hablando con Juan de los acontecimientos del dia. A medida que la dilatacion era conseguida , el cono era recortado, con lo que la dilatacion seguia en aumento. Ademas el cono permitia a Juan , estando Esperanza acostada con el coño lleno, masturbarla en el punto G directamente mientras ella le mamaba hasta hacerle correr.
Y pasaron los años . La felicidad de ambos les llevo en volandas hasta su quince aniversario. Juan regalo a Esperanza un juego nuevo de Consoladores de quince centimetros de diametro que compro por Internet. Esperanza le dijo que su regalo se lo haria el fin de semana siguiente, que tuviera paciencia , que le gustaria.
El sabado siguiente Esperanza vendo los ojos de su marido y le sujeto en una silla. Juan noto como ella le ponia en la boca un aparato que le permitia respirar comodamente y como enfundaba todo su cuerpo exceptuando su polla en un traje de latex que reajustaba bien pero que no le apretaba. Espero.
Oyo la voz de Esperanza, contandole lo que hacia. Le conto que estaba poniendo la camara de video para grabar y que se relajara, que le queria y que le iba a dar el
mejor regalo de su vida, que tuviera paciencia y que no se asustara. Se dejo trasladar a la cama y noto que la almohada era mas dura y mas alta de lo normal. Luego noto que su esposa le acariciaba la cara, la frente, la nuca y luego sintio algo caliente que le envolvia y que su mujer le estaba metiendo por la cabeza despacio y con mucho esfuerzo a juzgar por los gemidos de Esperanza . Cuando tenia toda su cabeza hasta el cuello introducida en esa especie de bolsa noto que su mujer tomaba su polla entre sus manos y se la metia en la boca, empezando a mamarle. Ambos se corrieron, placidamente el, con unos espasmos terribles ella. Luego Esperanza se desmayo.
Paso el tiempo. Noto que esperanza volvia en si y que le quitaba de la cabeza el aditamento que le habia puesto con el mismo esfuerzo y los mismos gemidos. Le desenfundo del traje de latex , le quito la venda y, mirandole a los ojos le dijo:
Felicidades amor mio. Te quiero.
Luego se levanto como siempre hacia, dio a la tecla del video y se dispuso a mamarle otra vez.
La imagen de la tele dejo a Juan de piedra. Su mujer se sentaba sobre sus hombros y, trabajosamente y milimetro a milimetro se metia su cabeza en el coño resoplando, con lagrimas en los ojos por el enorme esfuerzo y dilatacion monstruosa. Luego, como una contorsionista, cogia su polla y le mamaba hasta que se corria en su boca, tragandose su semen mezclado con sus propias lagrimas de dolor.
Un volcan de semen se projecto en la garganta de Esperanza ,que aun asi siguio mamandole. Juan sintio una explosion de luces en su cabeza y una especie de mareo sordo. Y se desmallo.
Autor: Anonimo
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