Dmarat y Amaia se divierten: "Dos manos son mejor que una"
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por dmarat.
Estamos en una casa, tú te estás secando en la habitación después de bañarte cuando te das cuenta que te estoy espiando.
Me invitas a entrar y dejas caer la toalla para que te vea completamente desnuda con algunos sectores de tu cuerpo con gotitas de agua.
Con una sonrisa cómplice te pones en cuatro patas sobre la cama mostrandome tu culo, entregándomelo sin dudarlo.
-Abrite ese culo, invítame a entrar -te digo.
Con tus manos te abres las nalgas y yo entierro la cara en ese culo divino primero dándole un beso y luego metiendole la lengua hasta donde puedo saboreándote como loco.
Excitada y caliente te sigues abriendo las nalgas para que siga metiéndome en lo más profundo de tí.
Dejo de lamerte y te entierro un dedo bien en el culo, entra sin ningún problema, te lo doy de lamer para que sientas el mismo banquete que me acabo de dar.
Con tu dedo lleno de saliva voy a lubricarte la vagina pero ya está lo suficientemente húmeda, es entonces cuando te meto mi verga y comenzamos a coger, yo desde atrás tomándote de las caderas haciendo fuerza para que sea bien duro y tú en cuatro patas como la perra que sos.
Si bien cada embestida es lenta por cada choque de caderas te hago ver las estrellas a tal punto que no puedes mantenerte en cuatro patas y caes rendida sobre la cama solamente con el culo para arriba, yo te sigo dando aumentando la velocidad.
Saco mi verga y te acabo en las nalgas, sientes mi semen caliente y viscoso chorrearte por las nalgas hasta las piernas.
Crees que todo terminó cuando comienzo a masturbarte, así que te quedas como estás.
Yo opto por meterte un dedo lo cual es fácil porque tus fluidos hicieron su trabajo humedeciéndote toda.
El segundo tampoco es un problema.
El tercero cuesta un poco pero lo deseas.
Sigo estimulando tu vagina haciendo que esta se abra más y a penas preparo el cuarto dedo ya empujas el culo hacia atrás para introducirlo tú misma.
Acomodo el pulgar y te quedas inmóvil esperando que yo haga fuerza hacia adelante para finalmente tener mi mano entera dentro de tu vagina, gimes como una marrana de placer.
Muevo mis dedos dentro cerrando y abriendo el puño sintiendo tus jugos resbalar entre mis dedos.
Tú estás en el cielo del placer y la morbosidasd cuando de pronto sientes otro dedo más, así es, estoy jugando con mi otra mano.
Tu mente quiere decirme que no, pero tu morbo se lo impide.
Quieres intentarlo, no importa lo que pase nuestras mentes podridas se juntan traicionándose entre ellas para lograr nuestro cometido.
Entre gemidos me pides el séptimo dedo, tan caliente estás que no se te entiende, de tu boca cae un hilo de saliva, te duele y te calienta a la vez.
El octavo duele, pero es un dolor rico y para el noveno utilizo mi saliva para que entre despacio sin que te duela.
Me queda el pulgar y con él la segunda mano, tú lo sabes y quieres tomarte el tiempo para preparar la vagina.
El décimo dedo cuesta pero tu corazón se estremece mientras los labios de tu vagina sienten la rugosidad, finalmente cede y yo junto las manos dentro tuyo y la muevo despacio para no lastimarte.
Finalmente lo conseguimos, te miras al espejo del costado y te ves en cuatro patas y con dos mis manos en tu vagina.
Te ves como los vídeos porno que acostumbrás a ver en soledad pero esta vez la actriz porno eres tú, te calienta verte así y eso hace que muevas tu culo hacia atrás buscando satisfacerte más.
Lentamente te mueves hacia adelante hasta sacar mis manos de dentro tuyo, me tomas de los hombros y me empujas hacia atrás, caigo boca arriba en la cama y te subes al revés arriba mio haciendo un sesenta y nueve resfregandome tu culo y tu vagina sobre mi cara como agradecimiento por haberte hecho gozar como nunca.
Me masturbas rápidamente con tus manos y cuando sientes que ya estoy por acabar sigues masturbándome con tus labios sin tocarme la verga sólo son tus labios subiendo y bajando.
Acabo en tu boca, saboreas toda la leche en tu boca hasta que la tragas y caes rendida sin separar tu húmeda vagina de mi cara dejando que me la coma todo el tiempo que quiera como premio a una de las cogidas más morbosas que tuvimos.
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