Dog tail 2
Antón, con una cola de perro clavada en su ano, se folla intensamente a dos quinceañeros a los que viola por sorpresa.
Y fue a la vuelta de la esquina cuando anton vio a dos chavales de 15 años en plan amigos. No se lo pensó dos veces y se cogió al rubio de rizos del brazo y le clavó su pene de un golpe.
El chaval, que estaba hablando con su amigo, se quejó al ser follado, pero no le dio tiempo a reaccionar. Tenía un pollón en su ano. El amigo, de pelo lacio, quedó estupefacto, petrificado, mientras Antón, el chico de 17 años con una cola de perro de goma saliendo de su ano, se follaba a su amigo. Paralizado por lo que estaba pasando delante de sus ojos solo pudo contemplar las caras de placer que ahora ponía Timmy.
-Ven aquí pequeña zorra -Anton agarraba a Timmy del pelo rizoso para que no se escapara.
El chaval sabía que tenía que dejarse follar por un mayor… pero le había pillado tan de sorpresa y le dolía la brusca penetración, que su primer instinto fue escapar del dolor. Lo cual excitó más a Antón que lo folló con más violencia hasta que se corrió dentro del chaval en un orgasmo acrecentado por el huevo de metal del tail que invadía su culo y rozaba su próstata cada vez que penetraba al escuálido rubio de rizos.
La corrida que preñó a Timmy fue abundante. Antón le dejó su pene clavado unos instantes hasta que hubo acabado… Se la sacó de golpe y agarró al otro chaval, que seguía paralizado con su pollón quinceañero tieso al presenciar cómo su amigo Timmy estaba siendo follado por aquel chico dos años mayor, con una cola de perro saliendo de su ano, que se balanceaba cada vez que envestía a su amiguito.
Eddie, el amigo de Timmy pollón para su edad, sabía a lo que se atenía, y se dejó hacer. Aunque fuera activo con Timmy los chavales de mas edad eran superiores y sabían que les debían respeto.y tenían que dejarse hacer.
El pene, medio tieso, de Eddie manó precum que caía al suelo mientras Antón lo taladraba con si tiesa polla delante de su amigo Timmy, que tenía el culo lleno de semen del mayor y quedó, como su amigo antes, petrificado por lo rápido que había pasado todo.
Antón no tardó en correrse de lo excitado que estaba y del roce del huevo de metal de 9 centímetros que aseguraba la cola de perro dentro de su ano, en un segundo orgasmo rápido, intento y bastante abundante tras hacerse corrido hacía unos minutos en el culo del otro chaval.
-Buah ¡¡qué polvazo! exclamó
la cola de perro parece que lograba que el que la llevase se excitase (al rozar su próstata) y tuviese rápidos e intensos orgasmos… por eso muchos chicos de la isla se metían a sí mismo este consolador.
fin
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