El ginecólogo de la familia.
Ser el ginecólogo de la familia te puede traer muchos beneficios y muchos placeres. (Relato largo).
Después de muchos años de estudios por fin había podido poner mi propia clínica de ginecología y obstetricia. No era por ser ególatra o algo parecido, pero al haber estudia bastante me podía considerar como de los mejores de mi ciudad, a tal punto que muchas pacientes venían de otras ciudades y o estados para tomar cita conmigo, esto me llevo a tener un sin fin de pacientes y tener buenas ganancias. Conforme le invertía mas en mi clínica, podía cobrar aun mas caras mis consultas y ganar aun mas, obviamente esto seria uno de los puntos principales por los cuales inicio mi aventura con dos familiares míos.
Al ser de los mejores ginecólogos, varias de mis familiares eran pacientes mías, desde tías, primas o amigas de la familia, al principio me resultaba algo extraño ser el ginecólogo de casi todas las mujeres de la familia, pues prácticamente le había visto las tetas y la vagina a todas las mujeres de mi familia, si bien yo era muy profesional para mi trabajo, había cierto morbo el verlas y o tocarlas, en especial con dos tías, una era lejana por lo que no me causaba tanto problema el verla desnuda, el problema era con la segunda. Erika, era el nombre de la hermana de mi madre, cerca de sus 40 años era un mujer muy hermosa y con una figura digna de envidiar, ya que hacia bastante ejercicio y se cuidaba mucho. Siempre que ella agendaba una cita conmigo me ponía alegre pues podía gozar de una buena vista al verle esas tetas perfectas, no eran ni muy grandes ni tampoco chicas, eran las perfectas para mi, firmes a pesar de sus casi 40.
Un día como cualquier otro, mi secretaria me marcaba las mujeres que me faltaban por atender el día de hoy, al ver la lista me di cuenta de que era mi tía Erika, rápidamente sonreí pues ella era la ultima de la lista, lo que significaba que me podía tardar todo lo que fuese necesario y así gozar mas de tenderla. Decidido atendí todas las citas lo mas rápido y mejor posible, hasta que era turno de ella.
Me encontraba sentado en mi escritorio acomodando los expedientes de las pacientes del día, al escuchar que la puerta se abrió gire mi cabeza para ver como entraba esa hermosa mujer, llevaba una minifalda algo pegada a sus piernas y una blusa con un escote que dejaba ver al menos el 60% de su busto, ella aprovechaba que en ese momento era soltera para vestirse de esa forma y provocar a los hombres que la miraban, y vaya que si lo lograba pues me quedaba viendo su cuerpo de pies a cabeza, un cuerpo que en la próxima media hora lo vería desnudo.
-Hola tía, buenas tardes, como se encuentra? que la trae por acá?- La salude cordialmente mientras ella tomaba asiento frente a mi.
-Hola Alejandro, yo me encuentro de maravilla, me alegra haber alcanzado cita, siempre tienes muchas pacientes- Al terminar la frase ella cruzo la pierna sobre la otra haciendo que su minifalda se recorriera un poco hacia atrás.
-Ya sabe como es esto tía, tanto estudio ha rendido frutos, pero dígame en que puedo ayudarla?-
-Pues veras, últimamente eh estado pensando en operarme para evitar tener hijos, si bien no tengo pareja, no me llama la atención tener hijos-
La verdad su respuesta no me sorprendía, pues ella era la tía buena onda que le regalaba de todo a sus sobrinos, le encantaban los niños mas no cuidarlos, ella siempre fue alguien libre de compromiso alguno y solo se enfocaba en ella, a si que comprendía el por que se quería operar.
-Bueno tía, la operación es posible, aunque viendo que aun es joven, seri un cambio hormonal muy brusco para usted, pero si eso es lo que desea, voy a examinarla a la perfección para que no tenga problema alguno al esterilizarse-
Me levante y acomode la mesa de exploración donde se colocaban las pacientes, puse las mantas desechables que siempre usaba con pacientes diferentes y le di una bata de algodón para que pasara al baño se quitara la ropa y se la colocara para el examen de exploración. Una vez ella se levanto y entro al baño, yo trate de respirar con la intención de relajarme pues sabia que estas citas medicas de mi tía me traían problemas. Debido a que desde que era niño-adolescentes veía a mi tía con otros ojos, siempre me resulto muy atractiva y sexy, sobre todo en esa época cuando las hormonas de uno están a tope, sumándole el hecho de que ella siempre usaba ropa algo reveladoras, era un goce cuando iba a casa a visitarnos, a veces llegaba a fantasear con ella cuando me masturbaba o incluso tenia sueños eróticos con ella como protagonista.
El sonido de la puerta abriéndose me hiso voltear a verla, algo que me pareció extraño es que ella se había acomodado la bata de tal forma que su figura se marcara debajo de esta, algo totalmente innecesario para el examen que le realizaría, ignorando lo que ella también trataba de hacer, y eso era provocarme.
Segundos después ella se sentó de lado en la mesa de exploración y espero mis instrucciones.
-Bueno tía, ya sabe, lo de rutina, acuéstese boca arriba y ponga sus pies en los soportes a cada lado de la mesa, súbase un poco la bata y abrase un poco de piernas-
Al darle las indicaciones yo me arrime la mesita móvil con todos mis instrumentos necesarios para la exploración, me puse unos guantes desechables de látex y abrí una bolsa esterilizada donde venia un espéculo desechable (herramienta que se inserta en la vagina), me puse lubricante en los guantes y me gire hacia al frente, vaya vista que tenia, mi tía estaba abierta de piernas a pocos centímetros de mi, podía ver con toda perfección su vagina, y como estaba semi afeitada pues se notaban sus vellos púbicos cortos formando un casi perfecto triangulo, tome un gran respiro de aire para controlarme y continuar de la mejor forma el examen.
-Empezare introduciendo dos dedos con lubricante- siempre me gustaba decirles a mis pacientes cada paso que haría.
-Ok Alex, tomate tu tiempo- Ella se veía totalmente relajada.
Me puse mas lubricante en el dedo indice y el de en medio, me acerque mas y lleve mi mano a escasos centímetros de su vagina, frote levemente sus labios vaginales mayores para así introducir ambos dedos con lubricante, al estar adentro de ella me cerciore bien de que todas sus paredes vaginales estuvieran bien lubricadas para evitar que sintiera alguna incomodidad al insertarle el especulo. Un vez bien lubricada, saque mis dedos tome el especulo de plástico para así continuar con la revisión de rutina.
-Es normal que esa cosa este mas fría de lo normal?- Se refería al lubricante.
-Aveces uno esta mas sensible que otros días por lo que se puede sentir mas caliente o frio-
Le conteste para después acomodarme bien entre sus piernas y con sumo cuidado introduje ambas puntas del especulo en su canal vagina, con sumo cuidado lo fui metiendo cada vez mas hasta llegar a su cérvix. Algo que me causo un escalofrío fue escuchar un leve gemido que ella lanzo al llegar hasta al fondo, volví a tomar aire y me concentre, sujete adecuadamente el instrumento y jale de esa especie de gatillo para abrir ambas puntas con la intención de ver a la perfección su canal vaginal. Vaya fuerza de voluntad que tuve que reunir pues el solo verla así, me daban ganas de meter mi verga en lugar tan cálido. Dejando de lado lo morboso seguí con el examen observando bien sus paredes vaginales y su cérvix, parecía todo normal, continúe con tomar un hisopo alargado para recolectar muestras de su mucosa, retire el hisopo y lo puse en un contenedor de muestras para mandarlo al laboratorio.
-Todo se ve excelente tía, no se ve señales de alguna enfermedad de transmisión sexual ni quistes, ya puede bajar sus pies de los soportes- me hice hacia atrás y me quite los guantes.
-Perfecto, me da gusto saber que todo esta en orden- Se acomodo la bata y se sentó de lado en la mesa.
-Ahora vamos con lo siguiente, debo de palpar sus pechos par ver si tampoco hay bultos, por favor parece frente al espejo y bajase un poco la bata-
Ella obedeció y se levanto de la silla exploradora para si dirigirse al espejo que estaba a pocos metros de ahí, al llegar se desabrocho la parte de arriba de la bata y la dejo caer, dejando as a la vista esos hermosos y perfectos pechos que fueron participe de mis fantasías de adolescente, parecían unos pechos operados pero eran completamente naturales. Cuanto hubiera dado por haberlos podido tocar en ese momento, afortunadamente ahora podía hacerlo y gozarlo en secreto. Me acerque por atrás de ella y los admire una vez mas por el espejo, de reojo pude notar como mi tía se me quedaba mirando fijamente como si quisiera decirme algo.
-Lo que hare ser palpar al rededor de la base de sus pechos para sentir sus mamas y ver si no tiene bultos, de ahí iré mas arriba hasta llegar a su pezones, voy a tocar con algo de fuerza, pues así podre sentir si algo no esta bien- Nuevamente le explique todo el procedimiento
-Claro, no hay problema doctor- Dijo para después lanzar una leve sonrisa sin que yo me diera cuenta.
Mire una ultima vez esos pezones medio rosados cafés, para así pasar mis manos por debajo de sus brazos y aterrizar mis palmas en ambos pechos, tocaba la base de estos con algo de fuerza, exploraba cada centímetro de sus glándulas mamarias de forma profesional, esperaba algún quejido por parte de ella pero solo notaba sus leves respiraciones como si quisiera evitar soltar gemidos, era tan delicioso tener esas tetas entre mis manos si quisiera en ese momento podía tomarlas de forma perversa y lujuriosa pero no quería tener problemas con mis tía, así seguí tentando sus pechos hasta que llego a la zona de las areolas y pezones, apreté levemente estos, para mi fortuna pude escuchar el dulce gemido de mi tía salir de su boca, de no ser por que me controle, una enorme erección se hubiera marcado en mis pantalones.
Minutos después logre terminar con el examen de sus pechos sin problema alguno, por lo que le ayude a subirse la bata y abrocharla bien para que no se le cayera.
-Tía, todo a la perfección, su revisión de rutina esta excelente, solo le daré una orden de exámenes que se debe hacer para checar sus niveles hormonales y si todo sale bien en esos, podremos proceder con la operación para que ya no tenga hijos, ya puede ir a vestirse-
-Excelente! espero todo siga igual de bien, con permiso- Dijo para así entrar al baño una vez mas y vestirse en privado.
Lance un gran suspiro de alivio en cuanto ella entro al baño pues la «tortura» había terminado, no se que habría hecho si ese examen se extendiera por mas minutos. Mientras ella se vestía yo hice la orden de todos los análisis que se debía hacer para proceder con la operación, me pareció un poco extraño que haya tardado tanto, por lo que pensé que había usado el retrete, a los minutos ella salio y se sentó en frente de mi escritorio con una leve sonrisa picara sin imaginar que ella se había masturbado ahí adentro en el baño.
-Bueno tía… aquí tiene la hoja con la orden de exámenes, se los hace lo mas pronto posible, pues tardan como una semana en estar listos, en cuanto los tenga le habla a mi secretaria para agendarle cita lo mas pronto, así que por el momento es todo- saque una hoja de recibo para anotar los datos debidos y se la di -Esta hoja se la da a la secretaria para que le cobre
-Muchísimas gracias Alex, es tan agradable ver el como eres de los mejores en tu campo-
Sonreí por ese alago, me levante para despedirme de ella, por su parte recibí un beso en la mejilla y una sonrisa, ta,bien le sonreí y me acerque a la puerta para abrirla, ella solo siguió caminando cotoneando sus caderas con malicia pues sabia que yo la veía al irse. Una vez terminado con la cita, me dispuse a arreglar el consultorio e irme a descansar sin imaginar lo que me esperaba con la cita del día siguiente.
A la mañana siguiente, el día empezó normal, citas cortas, citas largas, todo iba bien hasta que mi secretaria me paso la lista de las ultimas cinco pacientes del día junto a sus expedientes, lance un enorme suspiro de frustración al ver el nombre de la ultima paciente, pues era mi tía Sandra, odiaba que hiciera citas en mi consultorio pues era la típica tía que se aprovechaba que era familiar para conseguir descuentos, o aplazar sus pagos, incluso hubo la ocasión que tardo cerca de medio año en pagarme una consulta, por lo que trate de mentalizarme para atenderla pues no quería ser grosero y decirle que no le iba a atender.
Pasando las horas y las consultas por fin fue el turno de mi otra tía, escuche que la puerta se abría y al alzar la mirada note como mi tía Sandra entraba por ahí. Sandra era una mujer que al igual que mi tía Erika estaba rozando los 40 años, tenia el pelo color castaño y lacio, un ojos color cafés profundos y con un cuerpo un tanto descuidado, ella de joven era delgada y con un cuerpo que atraía a cualquier hombre, pero a diferencia de Erika, mi tía Sandra se había casado desde los 20 años con mi actual tío Sergio, después de tener a su segundo hijo se ligo las trompas de falopio para ya no tener mas descendencia y desde ese entonces se descuido con la cuestión alimenticia, pues paso de ser delgada a pesar diez o incluso quince kilos extra, que si bien no se veía mal, no era nada que ver con su antiguo cuerpo, Sandra era prima de mi madre, o sea la hija de la hermana de mi abuela.
-Hola tía, mucho gusto puede tomar asiento- Le apunte a las sillas enfrente de mi escritorio.
-Hola sobrinito, me alegro que ya sea mi turno, no podía esperar mas- Ella rápido se sentó en una de las sillas
-Y dígame tía, que la trae por acá esta vez?- Dije mientras veía su expediente notando que la ultima vez no había nada raro
-Oh veras… aunque no lo parezca, fui con un nutriólogo para iniciar una nueva dieta, pero el me dijo que para darme una mejor atención debía hacerme unos análisis hormonales pues no quería recetarme alguna dieta y que me hiciera daño-
-Pero tía, esos exámenes se los puede hacer en cualquier laboratorio y…- no termine mi frase pues me interrumpió
-Si lo se Alex, pero es solo que quería ver si me podías ayudar y hacerme una orden para que me hagan esos estudios con descuento, así como le has hecho anteriormente-
Me quede con la boca abierta pues eso ya era bastante abuso de su parte pues estaba seguro que no me pagaría hasta mucho después, por lo que me arme de valor para negarle esos descuentos.
-Sabes que tía, es suficiente, siempre he sido buena onda haciéndoles descuentos y aplazamientos de pago a mis familiares y amigos, pero lo que usted hace es abuso, eh tenido consideración con usted y hay veces que ni termina de pagarme completo, debe entender que necesito el dinero para mejorar mi clínica- dije de forma firme.
Ella se quedo pasmada por como le conteste, pues siempre era alguien tranquilo o que accedía a peticiones con facilidad pero ya era suficiente de tanto abuso por su parte, lo que no me imaginaba es lo que haría para convencerme.
-Oh… de verdad lamento las molestias que te eh causado sobrino mio, te prometo que ya jamas te causare este tipo de problemas, pero debes entender que con mis consultas con el nutriólogo y todo el alimento que debo consumir, mis bolsillos están casi vacíos, es por eso que venia a pedirte ese favor- Se notaba bastante desesperada.
-Lo siento ti, de verdad quisiera ayudarla, pero nada me asegura que esta vez me vaya a pagar- Me sentía mal por negarle mi ayuda pero era la única forma en la que entendería.
-Por favor Alex… tu tío no creo que quiera prestarme ese dinero pues… el dice que es tirarlo a la basura al querer hacer dieta, debe haber una forma en la que… podamos llegar a un acuerdo- Esto ultimo lo dijo en un tono un tanto sugerente.
-Por favor no insista tía, no quiero ser grosero con usted-
Ella se levanto de la silla creyendo que se iría pues se acerco a la puerta, vaya sorpresa me lleve al ver que cerro con llave y se acerco de nuevo pero esta vez fue a mi lado del escritorio para así sentarse en mi piernas, con esta acción me tomo desprevenido pues podía ver su escote y sus grandes tetas, me puse algo nervioso por lo que hiso, y también me dejo sin hablar.
-Vamos sobrinito… debe haber algo que yo pueda hacer para que tu me ayudes- Puso su dedo en mi mentón y subió a mis labios -Se que no has tenido pareja en varios años, y debes tener ciertas necesidades, yo podría ayudarte con ellas-
Estaba congelado por lo que me sugería, si bien había fantaseado muchas veces con mi tía Erika, jamas se me había cruzado por la mente ver a mi tía Sandra de esa forma sexual. Ella no espero a mi después pues se arrodillo frente a mi y comenzó a desabrochar mi cinto junto a mis pantalones, justo reaccione y la empuje levemente hacia atrás.
-Ey! espere que esta haciendo?-
Si hubiese sido por mi aceptaría esa oferta que ella me hacia, pero no quería tener problemas con mi tío Sergio pues el era alguien de carácter un poco fuerte.
-Solo déjate llevar Alex, olvídate que soy tu tía y… disfruta-
Sandra se volvió a abalanzar hacia mi para así quitarme el pantalón por completo al igual que los boxers, estaba completamente rojo pues mi pene estaba a la vista de ella, quise volver a empujarla pero a la vez dejarla seguir.
-No siga tía… que hay del tío Sergio?- preguntaba con la esperanza de que recapacitara
-El no tiene por que enterarse, no me quiso dar dinero para esto, bueno, tengo que conseguir ese descuento por mis métodos-
Apenas dijo eso metió su cabeza entre mis piernas y sin siquiera tener mi pene erecto, ella lo metió en su boca, y era inútil protestar y tampoco quería usar la fuerza pues la verdad ella tenia razón y llevaba varios meses sin sexo, por lo que mande al carajo todo y deje que esto continuara, estaba dispuesto disfrutar. Ella continuo chupando y lamiendo mi verga en lo que esta se hacia cada vez mas grande debido a la excitación y el estimulo, ella podía sentir como se hacia mas grande en su boca.
-Mmmm que deliciosa verga tienes sobrinito, y vaya que es de buen tamaño- Tomo aire para decírmelo y prosiguió con esa mamada.
Vaya suerte tenia mi tío Sergio, pues las mamadas que daba mi tía Sandra eran de otro nivel, solo escuchaba el como chupaba, sentía como movía su cabeza de adelante hacia atrás, era tan placentero como ella metía toda mi verga hasta lo mas profundo de su garganta sin siquiera inmutarse.
-Carajo… tía, como es que hace esto tan bien…- La tome de la nuca para ayudarle con el movimiento.
Toda mi verga estaba llena de su saliva, y esto lo note cuando se separo para tomar mas aire, hilos de saliva conectaban sus labios a la punta de mi glande, era tan excitante verla hacia abajo; apenas tomo aire volvió a su trabajo oral, solo que esta vez se encargo de lamer la punta de mi verga como si fuese una paleta y quisiera llegar el centro de la misma, esto era increíble, no quería que terminara. Una vez me dejo bien mamado mi pene ella se levanto, comenzó a quitarse la ropa, se bajo el vestido al igual que su brasier dejando a la vista sus grandes tetas, con una sonrisa camino hacia la mesa de exploración mientras meneaba la cadera y se quitaba el resto de la ropa, una vez sentada en la mesa me hiso un gesto con el dedo de que me acerca, rápidamente me pare de mi silla y fui a con ella mientras me quitaba la ropa tal cual ella hiso.
-Vamos a lo mejor Alexito- dijo de forma lujuriosa mientras se acostaba en la mesa y levantaba sus pies para ponerlos en las bases de cada lado de la mesa, una vez arriba se abrió de piernas para mi.
Gozaba cada segundo al ver su cuerpo desnudo sobre esa mesa, si bien su figura no era la mas atrayente para ciertos hombres por sus kilitos extra, para mi era muy atractiva, pues siempre decía que había mas de donde agarrar, al pararme frente a ella comencé a frotar el tronco de mi verga por entre sus ya húmedos labios vaginales, no iba a ser necesario usar lubricante, segundos después de frotarme contra ella, coloque la punta en su entrada, y lentamente le hundí mi verga en su interior.
-Ahhhhh joder Alex, si que la tienes grande- Dijo mi tía entre gemidos de placer
Agradecía que mi consultorio estaba bien hecho y que los sonidos de adentro no salieran en absoluto. En ese momento estaba en la gloria, si bien había fantaseado con cogerme a pacientes en esta mesa cuando recién abrí mi consultorio, ahora lo estaba haciendo, pero era diferente, mucho mas morboso y algo que no me creía, pues toda mi verga estaba adentro de la vagina de una de mis tía, era oficial, me estaba cogiendo a mi tía Sandra.
Empece con mis movimientos de cadera de adelante hacia atrás mientras me sujetaba de las piernas de mi tía, era increíble el como seguía tan apretada incluso después de tener a sus dos hijos por parto natural. Iba a disfrutar de ella como nunca, por lo que seguí penetrándola.
-Sabes Alex, desde adolescente tu me parecías muy apuesto, debo confesar que siempre fantaseaba con algo así y joder… ahora tengo tu verga ensartándome aahhhh- Lanzaba varios gemidos que me excitaban mas y mas.
No podía negar que me estaba poniendo mas excitado el escuchar eso, pues ahora entendía como cuando era adolescente a veces ella era muy cariñosa conmigo.
-Pues disfrute lo mas que pueda tía que no parare hasta que este satisfecho- Sujete con ms fuerza su piernas para así cogérmela con mas dureza
-Ahhhh si así mero, me llega hasta el fondo, sígueme cogiendo con fuerza-
Así continúe varios minutos sin cansancio, podía sentir como se ponía cada vez mas caliente y mojada facilitando la penetración, con forme la embestía podía ver sus tetas moviéndose de un lado a otro al ritmo de mis empujes. Sin poder resistirme me agache para así mamar de uno de sus pechos, sus pezones eran algo cafés por lo que me imagine comiendo un chocolate, los lamia en círculos y le daba una que otra mordida ligera. Estaba tan concentrado en comerme uno de sus pechos que no vi cuando mi tía bajo los pies de esos soportes de la mesa para así rodearme la cintura con sus piernas, una vez rodeada mi cintura me jalo hacia ella con la intensión de que se la metiera hasta el fondo nuevamente.
-Carajo Alex… no llevamos tanto tiempo cogiendo y ya me tienes cerca de mi limite, que gran diferencia a con tu tío que tarda horas en ponerme así- Todas esas palabras hacia que el momento se volviera mas erótico y morboso.
Por mi parte yo estaba concentrando en no llegar a mi limite tan pronto pues quería hacer disfrutar como se debe a mi tía Sandra, no todos los días uno tiene la oportunidad de cogerse a su propia tía. Con forme la seguía penetrando con mas velocidad, ella lanzaba gemidos cada vez mas sonoros, mi pelvis chocaba contra la suya haciendo que el típico sonido de plausos envolviera mi consultorio. Así era hasta que después de aproximadamente veinte minutos en los que la penetraba sin parar, sentía que llegaba a mi limite.
-Ahhhh… tía estoy cerca, sera mejor que se la saque- le decía aunque yo sabia que ella ya estaba operada para no tener hijos.
-Ni se te ocurra sacarla, no sabes lo mucho que había fantaseado con esto, aaaaahhhh… ahora se un buen sobrinito y lléname por completo- Decía entre gemidos y temblores de excitación.
Apenas me dijo esas palabras sonreí de oreja a oreja, la sujete de las caderas para así embestirla con fuerza preparándome para cumplir con su petición y venirme adentro. Cada vez que mi punta llegaba al tope, ella lanzaba un gemido, así fue hasta que sentí como un chorro de fluidos salia disparado de su vagina empapando todo mi abdomen, vaya squirt había tenido, jamas había presenciado uno de esa manera ni siquiera con mis anteriores parejas. Viendo como tenia espasmos supe que ella había llegado a su orgasmo, no la hice esperar mas y así empece a eyacular todo lo que tenia en su interior. Una vez más, no podía creer lo que estaba pasando, estaba disparando chorros calientes de mi semen en el interior de la vagina de una de mis tías, que de no ser por que ella estaba operada quizás en eso momento la pude haber embarazado.
Estaba quieto de pie recuperando el aliento, no me separaba de ella, pues por petición suya aun tenia mi pene adentro de ella, ya que según ella quería que todo mi semen quedara adentro de ella sin excepción.
-Ah carajo… quien la viera tía, me pregunto que diría mi tío Sergio si viera esto, ser cogida por su sobrino y dejarla llena de leche- Dije entre risas
-Oh no digas eso alexito, tenle mas respeto tu tío- Se notaba el sarcasmo en lo que dijo. -Me pregunto si se dará cuenta que voy bien llenita cuando llegue a casa.
Cada frase que ella decía hacia que el morbo aumentase, pues prácticamente estaba diciendo que no se sacaría mi leche en lo que restaba del día. Después de varios minutos en los que recuperamos el aliento, por fin se la saque, ella de inmediato elevo las caderas para que nada se le saliera, y me pidió que le pasara sus bragas lo mas rápido que pudiera, al dárselas ella se las puso y por fin se puso de pie.
-Listo, si se me sale algo mínimo se quedara en mi ropa interior- lanzo otra carcajada
Yo solo pude sonreír al escuchar sus ocurrencias. Ya ambos vestidos, ella se acomodo su cabello y yo procedí a hacerle ese descuento que tanto me pidió, hasta eso la jugada le resulto aun mejor pues esos estudios correrían por mi cuenta.
-Ay alexito, de saber que tendría estos beneficios, hubiera dejado queme cogieras desde hace tiempo-
Solo negué con la cabeza par así despedirme de ella y acompañarla hasta la salida y lo ultimo que vi fue como se acerco a mi secretaria para agendar los análisis que se haría ya con mi descuento especial.
Vaya final de día había tenido, había sacado el estrés de varias semanas y meses debido a tanto trabajo, estaba pensando seriamente en atender mas seguido a mi tía Sandra, y darle ese generoso descuento de cada cita que tuviese conmigo, el resto de la noche me la pase fantaseando y pensando en todo lo que podría hacer con ella siempre y cundo aceptara.
Pasando los días, llego la siguiente semana, estaba cansado de tanto trabajo, si bien ya tenia una buena posición económica, el trabajo no me dejaba disfrutar como se debía ese dinero. Pero no todo era estrés laboral, ese final de semana estaba mejorando pues sabia que mi tía Erika tendría nuevamente un cita conmigo, y el día llego, como siempre, me gustaba dejar a mis familiares o amigas hasta el final pues así les podía dedicar mas tiempo en su atención. La puerta se abrió y esa hermosa mujer cruzo el marco de la puerta para así sentarse con las piernas cruzadas frente a mi escritorio.
-Mucho gusto tía Erika, por lo visto ya están los resultados de los análisis que le mande a hacerse- No podía evitar ver sus piernas torneadas, ese vestido que ni siquiera llegaba a la mitad de sus piernas dejando mucho a la imaginación y a la vista.
-De verdad te agradezco que seas tan atento conmigo Alex, no se como pagarte- Sentía su mirada penetrante sobre mi.
-No hay nada que agradecer tía- Abrí su expediente en mi computadora y comencé a revisar los resultados de sus análisis, todo se veía perfectamente, incluso aun mejor que una señora de 40 años promedio -Buenas noticias tía, esta en los mejores rangos de cada análisis que le hicieron, podre realizar la operación que usted desea con la mayor seguridad posible, y lo mas pronto que se pueda-
Se podía notar una autentica sonrisa de felicidad pero había algo mas en su mirada, esa mirada que no era normal en ella y que ahora se centraba en mi.
-Excelente, me alegro que todo este en orden, pero aprovechando que ando por aquí, fájate que los últimos días eh sentido bastante comezón por adentro de la vagina, y podría jurar que al explorarme sentí un bolitas por dentro-
Eso me preocupo bastante por lo que le dije que fuera al baño a desvestirse y ponerse la bata, mientras que yo arreglaba los instrumentos para hacerle un chequeo medico. Lo que me dejo congelado fue lo que hiso, pues en vez de ir al baño a ponerse una bata, ella simplemente se acerco a la mesa de exploración y ahí al lado se quito el vestido junto a su ropa interior, lo dejo en el piso y se subió a la mesa.
-Eh… tía usted debía ir por una bata y…-
-Oh vamos no te preocupes así es mas rápido, ya nos tenemos confianza no? digo ya me has visto desnuda varias veces- Dijo sin preocupación alguna para si acomodarse sobre la mesa adecuadamente.
La verdad yo ni siquiera proteste pues como siempre era un gozo ver todo su cuerpo sexy. Proseguí de forma normal y de rutina, me puse guantes, los llene de lubricante y así comencé a meter los dos dedos de mi mano en su vagina para lubricarla y sentir esas «bolitas» que ella creyó sentir.
-Bueno tía, usted me va diciendo donde es que le arde y donde cree que sintió esas protuberancias-
-La comezón la siento por todas las paredes y las bolitas en la parte de arriba apuntando a la pelvis- me contesto sin despegar la mirada en mi
Seguí explorando su cavidad vaginal tratando de encontrar esas bolitas que me decía, o alguna parte irritada, pero no encontraba nada.
-Tía estas segura de que sentiste bolitas? o algo parecido? la verdad es que no siento nada fuera de lo normal-
-Si si, te aseguro que ahí están, podías presionar un poco mas fuerte- Estas peticiones se ponían cada vez mas extrañas pero las continuaba
Frotaba con un poco mas de fuerza su interior, presionaba hacia arriba con mis dedos apuntando a su pelvis, podía notar como su respiración se volvía un poco mas acelerada al usar mas fuerza, sabia perfectamente que estaba frotando su punto g, uno de los mas sensibles y erógenos en una mujer, proseguí «explorando» solo que esta vez ya disfrutaba el tener mis dedos en su interior. Ni ella ni yo decíamos palabra alguna, prácticamente había pasado de revisarla profesionalmente a masturbarla, pues se notaba que trataba de reprimir sus gemidos, así dure varios minutos mas masajeando su interior hasta que ella dijo algo que me dejo helado.
-Y dime sobrinito, también me harás un descuento como a mi prima Sandra?-
Rápidamente saque mi mano de su interior, me separe unos centímetros y alce la mirada para ver a mi tía, podía notar esa mirada lujuriosa enfocarse en mi por completo. No sabia que decir, pues era mas que obvio que mi tía Sandra le conto a Erika lo que habíamos hecho la semana pasada en este consultorio.
-Tía, no se a que se a que se refiere, yo…- Empece a retroceder poco a poco hasta que vi como ella se levanto de la mesa, se acerco a mi mientras movía sus caderas a propósito.
-No tienes por que ponerte nervioso Alex, y no le reclames a Sandra, ella y yo nos contamos casi todo, cuando me conto todo eso no podía creer que lo que decía, que mi querido sobrino Alex fuse así de… vigoroso-
Apenas me dio tiempo de reaccionar cuando s me acerco y me planto un beso de lengua, yo gustoso de recibirlo no la separe ni me hice para atrás, ella mi guiño el ojo y regreso a la mesa de exploración para acomodarse nuevamente con las piernas abiertas.
-Esperas alguna invitación?- apenas dijo eso comencé a quitarme la ropa lo mas rápido que pude, mientras me la quitaba fui a mi escritorio y de un cajón saque un paquete de condones, apenas lo podía abrir pues estaba nervioso y con las manos temblorosas, no podía creer lo que estaba sucediendo, me acerque a la mesa para así ponerme el condón, justo cuando estaba desenvolviendo el condón en mi pene, mi tía me tomo la mano y la alejo evitando que m lo pusiera.
-Eso no hará falta Alexito- Me guiño el ojo, para después tomar mis dos manos y posarlas en sus pechos -Se que ya me has tocado las tetas muchas veces, ahora puedes tocarlas como te plazcan-
Y así fue, apenas mis manos tocaron sus tetas comencé a amasarlas levemente disfrutando de su suavidad y firmeza.
-Te gustan no es así? se notaba como me las veías cuando me examinabas- Solo se reía pues yo parecía hipnotizado jugando con ambos pechos que desde niño quise tocarlos de esta forma lujuriosa.
Seguía gozando se sus pechos hasta que sentí como mi tía se estiro un poco para con su mano tomar mi verga y frotarla de adelante hacia atrás.
-Mmmm Sandra tenia razón, tiene un buen tamaño querido, ya no puedo esperar mas, tómame-
Cumpliendo con su petición, deje de jugar con sus pechos para pararme derecho, con un mano tome mas lubricante para así embarrarlo en mi punta y entre sus labios vaginales, con mi otra mano tome mi pene y frote la punta entre sus labios esparciendo el lubricante, acomode la punta en su entrada y sin poder esperar mas empuje hacia adelante. Vaya delicia sentí, ese coño con el que tanto había fantaseado, ahora apretaba toda mi verga, se notaba que mi tía no había tenido ningún hijo, y a diferencia de lo que pensaba tampoco había tenido tantas parejas sexuales.
-Ahhhh dios, Sandra tenia razón, tener tu verga adentro se siente tan bien- Me alagaba lo que decía y a la vez me excitaba poniéndome mas duro. -Vamos Alexito, di algo, no solo me cojas-
-Ahhh… lo siento tía es solo que, había fantaseado con esto desde hace mucho, y se siente aun mejor de lo que creí- le fui honesto con lo de las fantasías.
-Fantasías? desde cuando, desde que me viste desnuda por primera vez?- Refiriéndose a cuando vino por primera vez a consulta.
-No… desde como los diez años- Eso si me puso algo nervioso confesar.
-Aww ternurita, desde esa edad ya me querías coger?- dijo sin tacto alguno -De haber sabido te hubiera dejado disfrutar de mi cuerpo desde es momento, y sabes, desde siempre tu me parecías muy atractivo, pero anda lindo, ya pudiste metérmela, hazlo con mas fuerza-
El escuchar como me hablaba y como también me confeso eso me resultaba muy excitante, me prendía mas y mas por lo que la tome de las caderas y comencé a penetrarla con mas fuerza, disfrutaba de cada centímetro de su interior, y sobre todo disfrutaba de sus gemidos que soltaba a cada penetrada que le daba. Lo que hacia esto aun mejor es que no me había dejado usar condón, así que podía sentir por completo su caliente interior. Con forme se hacia esto mas erótico, masajeaba su clítoris con uno de mis dedos, sabia perfectamente dar estos masajes para causarle el máximo placer a una mujer.
-Ahhhh si, sigue así Alex, lo haces muy bien, nadie me había cogido de esta forma- Ella temblaba al mismo tiempo que su interior se mojo mas, había tenido un pequeño orgasmo por como sus paredes me apretaron.
-Esta tan buena tía, que no se si pueda durar mucho así- A pesar de sentir su orgasmo no paraba de cogerla, al igual que a mi tía Sandra, me agache para devorar sus pechos y morder sus pezones rosados, había caído por completo al placer ojala haberlo disfrutado antes, pero a partir de ahora no dudaría en gozar cada segundo.
Así duramos cerca de media hora cogiendo y usando diferentes poses, la había tenido de perrito como por quince minutos pro a ella no le gustaba demasiado, la tomaba con la pierna levantada, etc. Pero al final volvimos a la misma pose con la que empezamos ya que me dijo que así se sentía mas dominada por mi y que le causaba morbo que me fijara tanto en sus pechos.
-Ya casi Alex, ya puedo sentir como llego a otro orgasmo, no pres y has que me chorree aaaahhh- Podía sentir como volvía a temblar, y después de unas cuantas penetradas mas, al igual que mi tía Sandra, un chorro salio de su interior empapando mi abdomen de sus fluidos. -Ahhhh joder no sabes como me encanta chorrearme de esta forma-
-Yo ya casi llego a mi limite tía, es mejor que la saque- Esta vez si no llevaba condón y mi tía aun podía embarazarse a diferencia de Sandra.
-Si me la sacas lo vas a lamentar- También me rodeo con sus piernas para evitar que se la sacara. -Vamos Alexito no tengas miedo-
A decir verdad me molestaba un poco que la familia me dijera Alexito, por por alguna razón no me molestaba que mis tías Sandra y Erika me dijeran así, es mas, me excitaba de cierta forma, como si se lo dijeran a mi yo niño-adolescente. Pero dejando eso de fura me encontraba ya sin poder aguantar mas por lo que hice un esfuerzo mas para darle unas cuantas estocadas.
-Ahhhh tía ya no puedo mas!-
-Ahhhhh vamos hazlo adentro!- Parecía loca por querer recibir mis descargas.
Ya sin poder aguantar mas sentí como ella se volvía a chorrear en mi abdomen, su orgasmo llego al mismo tiempo que el mio, al sentir como su interior me apretó se la metí hasta el fondo y así empece a eyacular. Por fin había podido cumplir mi sueño de adolescente muchos años después, estaba soltando todo mi semen en lo mas profundo de la vagina de mi tía Erika.
-Joder que rico, mi niño se esta corriendo en mi interior aahhh- Me excito tanto ese comentario pero antes de poder hacer algo ella me jalo para abrazarme y besarme, acto seguido me susurro al odio. -Espero con ansias operarme para que me dejes llena con mas frecuencia, no sabes también todo el tiempo que espere para poder coger contigo-
-Oh tía, créame que también espere por mucho tiempo esto-
Ella solo río a lo bajo para así quedarnos pegados unos cuantos minutos descansando. Una vez recuperamos el aliento ella se vistió y se fue con prisa pues vaya que si duramos mucho tiempo nuestro encuentro, la acompañe a la salida de la clínica y en cuanto se fue escuche a mi secretaria hablar por detrás de mi.
-Vaya doctor Alex, no sabia que a usted le gustaba practicar el incesto, la próxima vez avíseme cundo su tía Erika o Sandra vendrán a consulta, así puedo venir preparada con unos audífonos- Ella tomo sus cosas y se fue pues había terminado su turno
Solo reí pues creí que ella no había escuchado nada de lo sucedido con mis dos tías, afortunadamente ella seria cómplice de mis futuras visitas sexuales de pacientes.
-Hasta mañana Fernanda- Le Dije para así regresar a mi consultorio y arreglar todo para irme y cerrar la clínica sin imaginar lo que depararía el siguiente año
Nota del autor:
Gracias por leer este relato algo largo, espero les haya gustado, prometo trabajar para que la siguiente parte sea aun mas disfrutable.
Excelente relato. Felicitaciones. Espero más.