Él, mi padre (Capítulo 11)
De mirón….
Capítulo 11
Uno más uno: tres
Marcos mira a Javier sin entender y dice: “que es?”. Javier no dice nada pero apunta con su cabeza. Miro hacia el pasillo y veo que viene papá solo en ropa interior con su verga a punto de romper el bóxer. Marcos lo mira pero queda inmóvil. Papá se acerca a Marcos y se baja su ropa interior, dejando salir esa vergota, el agarra la cabeza a Marcos y se la mete en la boca. Empieza a meter y sacar rápidamente mientras Javier ve lo que pasa. Javier le agarra el culo a Marcos con sus dos manos, se pone de pie y se lo empieza a meter por detrás. Marcos estaba sintiendo todo ese placer con ambas vergas, una en su boca y la otra en su culo.
Marcos se mueve y saca la pija de papá de su boca y se da vuelta, se afirma al sofá y deja que papá se la meta. Mientras eso ocurría, Javier se acerca a la boca de Marcos y le mete la pija hasta la garganta, veo que Marcos está ahogado y veo su cara de dolor por tener a mi papá atrás dándole verga de forma muy violenta. Mi papá hace movimientos rápidos mientras agarra los hombros de Marcos. Javier se sienta en el sofá y llama a Marcos. Él se saca la verga de papá del culo y se sienta encima de Javier entrando con facilidad y empezando a saltar sobre esa pija de nuevo. Papá los mira un rato mientras se masturba hasta que decide unirse. Agarra el culo de Marcos mientras tiene la verga de Javier dentro y apunta su fierro todo erecto al ano que ya tenía la otra verga dentro. Papá empieza a forzar la entrada de su pija agarrando a Marcos de la cintura. Los dos se quedan quietos mientras papá está en el forcejeo. Cuando logra entrar, miro a Marcos y está con cara de mucho dolor pero se notaba que estaba disfrutando esa penetración. Ambos empiezan a embestir a Marcos mientras el recibe ambas vergas. Los tres están gimiendo y sintiendo el placer. Marcos dice en voz alta: “voy a acabar!” Y los machos empiezan a embestir rápidamente a mi pobre compañero. Veo que salta semen por el abdomen de Javier. Javier se queda quieto con cara de haber acabado y papá aprieta su culo y con sus dos brazos aprieta la cintura de Marcos hacia el. Escucho un suspiro fuerte. Papá saca su verga que aún estaba erecta del ano de Marcos y luego sale la de Javier. Desde donde yo estaba mirando se podía ver el ano dilatado de Marcos saliendo leche porque ya estaba bien preñado. Papá agarra su boxer y se va la habitación sin decir nada.
Marcos se levanta con sus piernas débiles por tal cogida y le dice a Javier: “vamos a acostarnos?” A lo que Javier le dice: “ve tú, yo dormiré aquí en el sofá”.
Yo vuelvo rápidamente a la escalera que me dejo bajar al patio y subo para entrar por mi ventana. Me acuesto y me hago una paja nuevamente.
A la mañana siguiente me levanto y bajo. Ahí estaba papá con Javier desayunando. Yo me uno al comedor y papá dice: “cómo dormiste hijo? Porque anoche no te podías ni el cuerpo”. “Bien, espero no haberme perdido de mucho” respondí. Ambos sonrieron. Javier se levanta de la mesa y menciona que se debe ir. Yo lo acompaño a la puerta para despedirlo y cuando sale me susurra: “espero sea para la próxima, culito rico”. Yo lo miré y dije: “espero así sea”. El me tira un beso al aire y se va.
Cuando entro, veo a Marcos bajar. “Cómo estás”, pregunto. Marcos dice: “siento cómo si me hubiesen atropellado dos camiones” y se ríe. Papá no dice nada.
Marcos también toma sus cosas y se va. Papá lo despide muy normal y nos quedamos solos.
El día lunes en mi ocio, recordé la tarjeta que me había entregado ese hombre en el spa. Voy a buscarla y pensé: “quiero un poco de acción”.
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