Él, mi padre (Capítulo 17)
En completa confianza….
Capítulo 17
Los elogios
Llega la noche y estábamos jugando videojuegos juntos. Papá siempre ha compartido conmigo, nos gusta ver películas, videojuegos, incluso a veces ejercitamos juntos. Para cuando terminamos, papá me dice que es tarde, y pregunta si quiero hacer algo más. Le digo: “papá, vamos a la piscina ahora?” el me mira y dice: “pero es tarde hijo, es de noche”. Yo me levanto del sofá y le digo: “mejor aún”. Papá sonríe y me dice que vaya por un traje de baño. Voy a mi habitación y me pongo uno color azul. Bajo y salgo al patio. Dejo una luz muy tenue prendida y me meto a la piscina. Papá sale al rato y cuando cruza la puerta lo veo en esa sunga blanca que le marcan todos sus atributos. Lo miro detenidamente mientras se acerca y sentía que aún no podía creer que ese hombre me estaba haciendo suyo, mi padre era mi amante. Veo cómo se mete al agua que la siente algo fría. Se acerca a mi en el agua y me abraza. “Está un poco fría”, dice. “No exageres, además podemos abrigarnos juntos” respondo. Papá me mira, me agarra de la cintura y me aprieta fuerte con un abrazo y se queda en esa posición un buen momento. Le empiezo a hacer cariño en el pelo corto de su cabeza, cómo estaba a la altura de su oído aprovecho de decirle cosas: “Te quiero confesar algo. La sunga que llevas puesta es mi favorita. Te marca todo y te hace lucir muy bien. Te ves exquisito”. Papá se ríe bajo y luego me dice: “También te confesaré algo. Me encanta cuando se te ve el culito marcado, en traje de baño sobre todo. Eres exquisito” y debajo del agua me agarra las nalgas fuertes y las aprieta con fuerza. Sigo con el juego y digo: “Me encanta cada vez que andas marcando tu verga. Me encanta tu cuerpo. Me encanta tu culo. Me encanta tu verga gruesa.” Papá sigue: “Me encanta tu cuerpo completo. Me encanta que me mires con deseo. Me encanta tu culito durito y redondito. Me encanta que seas tan caliente como yo”. Ambos reímos bajo.
Papá me empieza a besar apasionadamente. Lo alejo y lo empiezo a observar. Le toco la barba. Le toco sus hombros. Papá me mira y me empieza a acercar con sus manos en mi cintura aún más. “Siento algo duro allá abajo” digo. Papá se muerde el labio y luego dice: “Tu me haces esto”. Me acerca a la orilla mientras me besa y frota su bulto contra el mío, ambos estando con una gran erección. Papá empieza a respirar fuerte. Veo que se saca su sunga blanca y me la muestra sobre el agua, me la tira con delicadeza y yo la agarro y me la llevo a la boca. “Que exquisito te ves haciendo eso” dice con voz cachonda. Se acerca, me agarra las piernas, toma mi sunga y la saca. Tira ambas hacia afuera de la piscina. Papá se sienta en un peldaño bajo el agua quedando su pecho fuera del agua. Me acerca y me dice: “siéntate encima mío”. Me siento con mis piernas sobre sus muslos. Papá empieza a meter su verga en mi culo bajo el agua. “Papá, nos puede ver algún vecino curioso” le digo. “Lo sé, pero eso me prende. Quiero culearte” me dice. Me abre las nalgas con sus manos y mete su verga super dura. Sale un “ayyyy” de mi boca. El la tapa. Ya no sentía nada de pudor estando en el patio y empiezo a dar sentones. Ambos empezamos a gemir. Con los sentones, el agua se empieza a mover y a hacer olas que hacen ruido. Ambos estábamos disfrutando la follada que no nos importaba. Papá pone sus manos bajo mis piernas y se levanta del agua conmigo encima, sin sacar esa verga que me tenía loco. Salimos del agua y me lleva al césped. Ahí en el suelo sigue cogiéndome. Papá me tiene con las piernas abiertas y él enterrándome su mástil. Yo
Me pongo a gemir fuerte y acabo. Papá acaba adentro mío. Nos besamos. Nos levantamos del suelo, apagamos todo y nos vamos a la ducha para luego acostarnos a dormir, abrazados el uno al otro.
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