Él, mi padre (Capítulo 27)
Cuando te quedas solo en casa….
Capítulo 27
Solo en casa
Para el día lunes, todo fue dentro de lo común, sin embargo al llegar la tarde, papá no me traía buenas noticias de su trabajo. A penas regresa papá me dice: “amor, debo viajar hoy en la noche por el trabajo y debo estar a lo menos 4 días allá” yo lo miro apenado y lo abrazo. “No puedes negarte? No quiero que te vayas”. Papá me aprieta fuerte y responde: “no bebé, tengo que resolver un caso presencial, iré con dos abogados más, pero volveré apenas me desocupe.”, yo lo beso con ternura. Papá agrega: “cuídese y no se porte mal sin yo saberlo”. Yo lo miro con picardía: “obvio que no, y también corre para ti”. Ambos nos reímos con complicidad. Papá arregla sus cosas porque se debe ir esa misma noche. Cuando termina su maleta, se me acerca y me agarra, me lleva contra la pared y dice: “para que no me extrañes tanto” con calentura en su voz y actuar. Me saca el pantalón y el se baja el suyo. Ya tenía tremenda erección. Se pone saliva en sus dedos y me la pasa por el culo. Me levanta con los brazos y me ensarta en su pija. Me embiste con su verga adentro como si no hubiese mañana. Yo estoy gimiendo fuerte mientras le agarro el cuello y papá me tiene acorralado, era una follada bestial, pero me encantaba, papá me encendía un fuego en mi interior que no se apagaba con nada. Que rica es la verga de papá. Que rico folla este hombre… era lo único que podía pensar. En plena follada se escucha una bocina de auto afuera y empieza a sonar su teléfono. Papá se detiene de forma abrupta y dice: “llegaron por mi”, me baja y se arregla el pantalón. Contesta el teléfono y mientras hace eso yo le busco la verga y me la meto a la boca. Papá dice: “ya salgo, dame un minuto” y corta. Me agarra la cabeza empieza con su vaivén muy rápido hasta ahogarme con la verga. Acaba dentro de mi boca y yo me trago todo. Me levanto y nos abrazamos. “Te amo y te extrañaré”, papá responde: “también te amo y también te extrañaré”, me agarra el culo y agrega: “y también extrañaré este culito”. Me da un palmazo en una nalga, un último beso apasionado y cruza la puerta.
El día siguiente estoy todo el día solo, extrañando a papá y su pasión. Me escribía por el teléfono siempre y en la noche me llamaba. Yo durante el día iba al gimnasio y disfrutaba el verano. Ese día decidí hacer una pequeña junta con amigos y conocidos. Entre esos le digo a Marcos que invite personas. Le escribo a papá diciendo que voy a hacer algo en casa, que vendrán amigos. Papá no se opone y solo me pide que cuide la casa y que no haga maldades. Con su aprobación ya tenía todo organizado. Al día siguiente llegan los invitados en la tarde para usar la piscina. Casi todos eran cercanos a mi edad. Había alcohol, comida, música y baile. Ya era de noche y seguíamos disfrutando con todos. Marcos había llevado un amigo “especial” que podía sentir su deseo sexual entre ellos. También había invitado a un amigo de él de 20 años, bastante guapo y muy sexy con el que hablé mucho rato. En la conversación me pregunta: “tienes novio?” Y yo respondo con seguridad: “si, tengo el mejor novio” y le sonrío. Él me sonríe y dice: “que suerte la de tu novio”. Yo le coqueteo, y él me coquetea de vuelta, sin ninguna vergüenza me decía cosas que me gustaban.
La música está fuerte en el patio y se podía escuchar por todos lados. Las personas ya estaba ebrias y todos disfrutando la fiesta. Pero ya se hacía tarde y había mucho ruido para los vecinos. Marcos lo veo subir al segundo piso con su pretendiente y no lo vi más. Las personas seguían en el patio ya ebrias, gritando y bailando. Yo estaba en el sofá de la sala con el tipo que me coqueteaba. Se me acerca mucho y me da un beso. Yo no lo evité, le respondí el beso y lo empiezo a tocar. Sentía ganas de follar, pero quería la verga de papá. Era lo único que pensaba. Lo empiezo a tocar y ya sentía como la calentura se apoderaba de mi cuerpo. En eso veo luces de policía afuera de la casa. Yo me paro y veo como un policía viene a la puerta, abro y el policía me dice: “Buenas noches, soy Cristian, vengo por una llamada que recibí de un vecino por la fiesta”. Yo avergonzado le digo que terminará. El policía entra a la casa y empieza a pedir que todos salgan. Apago la música y veo como mis invitados salen, casi todos ebrios y gritando, veo al policía con cara de enojo. No alcancé a despedirme de nadie. Cuando todos salen, el policía me dice que tendrá que tomar datos. Ingresa a casa nuevamente con un formulario y en eso se escuchan golpes en la pared y gemidos que provenían del segundo piso. Recordé que estaba Marcos con su pretendiente, le estaban dando duro a la follada. Yo me sonrojo y solo le digo: “lo siento”. El policía me mira con enojo y dice: “si son invitados más vale que salgan ahora mismo”. Yo me levanto y subo rápido las escaleras. Abro la puerta y veo a Marcos encima de su pretendiente recibiendo pija. Le digo: “Marcos ándate que está la policía”. Marcos se para y lo veo con su erección. El pretendiente también se para y agarra su ropa, aprovecho de mirar su verga aún erecta, ambos se visten y me dice: “perdón amigo, te ayudamos con el policía para que no tengas problemas?” Yo respondo: “yo lo soluciono pero váyanse rápido”. Estoy nervioso, ansioso, me sentía avergonzado. Los tres bajamos y Marcos con su pretendiente salen sin antes decir: “buenas noches, perdón” y cierran la puerta.
Yo me quedé en casa con el policía mientras su auto estaba afuera con las luces encendidas. Tenía miedo de meterme en un lío, y que papá se enterara. El policía me pide sentar y empieza a llenar el formulario. No sabía que vendría después…
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