Él, mi padre (Capítulo 29)
Cuando papá vuelve cargado….
Capítulo 29
El retorno de papá
Antes de dormir, revise que tenía unos mensajes de papá y una llamada perdida de él, así que lo llamé temprano en la mañana. Papá me contesta algo preocupado y me pregunta si me había pasado algo. Yo le indiqué que la fiesta había terminado tarde pero que nada malo había pasado. Papá ahí lo sentí más tranquilo. Me cuenta que va a volver al día siguiente para que lo espere. Le digo: “te extraño mucho y quiero que estés aquí”, con voz nostálgica. Papá me responde: “yo igual amor, quiero tenerte cerca, te he extrañado mucho”. Papá era muy tierno cuando quería serlo, dentro de toda esa máquina sexual que era, también era muy protector.
Yo hago mis cosas durante el día y al llegar la noche papá me escribe al teléfono: “nos vemos pronto, te llevo un regalito”. Yo solo quería ver a papá de vuelta en casa y no aguantaba las ganas de besarlo. Me voy a la cama, pero antes decido ponerme un jockstrap negro para esperarlo, no sabía en realidad a qué hora llegaría. Me acuesto y me quedo dormido. Durante la noche, estando en nuestra cama, despierto porque siento que alguien se sienta a mi lado, abro los ojos y era él, mi padre. Papá me empieza a acariciar el pelo y puedo sentir su perfume. Siento sus manos suaves acariciando mi cabeza. Papá se acerca y me da un beso corto y muy tierno en la boca, “hola amor” dice. “Al fin llegaste, te extrañaba mucho” respondo con voz baja y medio dormido. Me siento en la cama y le doy un abrazo. Noto que estaba con un traje formal, “por qué tan elegante?” Pregunto. Papá ríe bajo y dice: “tuvimos una reunión con el cliente y nos invitó a cenar, cuando terminó nos fuimos directo al aeropuerto para viajar de retorno”. Me encanta cuando papá anda de traje, lo hace ver tan imponente, tan varonil, tan sexy que me dan ganas de comerlo. Me acerco a su boca y nos besamos apasionadamente. Fue un beso largo, lleno de amor, le toco su cara con su barba siempre ordenada y el me dice: “te extrañaba tanto, no sabes cuánto”, yo respondo: “también yo, te necesitaba aquí conmigo”.
Papá baja su mano a mi cintura y baja la sábana que me cubre y ve que estoy en el jockstrap, me toca una nalga y dice: “que rico cómo me esperabas”, yo sonrío y le digo: “sé que te gusta este, solo para ti”. Nos damos un beso efusivo y yo me levanto de la cama. Prendo la luz de la mesa de noche y lo veo ahí, en su traje, me siento en sus muslos y le digo: “antes de dormir tenemos algo pendiente”. Papá me agarra de la cintura y me aprieta contra el. Le saco la corbata y empiezo a desabrochar su camisa, luego le saco el cinturón y ya podía ver su bulto que estaba esperando ser sacado. Papá se pone de pie y yo sigo sentado en la cama. Veo cómo se marca su erección y empiezo a sobarlo con mi mano. Desabrocho su pantalón y queda solo en boxer, papá me sonríe y dice: ”alguien te extrañaba también”. Agarro su verga y la meto en mi boca con su ropa interior puesta. Papá cierra los ojos y apunta su cabeza hacia el cielo. Me levanto y tiro a papá a la cama. Me subo encima de él y empiezo a frotar mi culo contra su paquete. Su pija ya no aguantaba más y decido bajar y sacarla de su jaula. Ahí estaba, esa verga tan grande y ancha que tiene, marcando sus venas, llena de precum y se la empiezo a mamar. Papá estaba vuelto loco con mis habilidades para chupar verga. Papá me agarra la cara con ambas manos y empieza a embestir mi boca fuertemente, yo me ahogaba y hacía arcadas con tal trozo. Papá se levanta y me tira de espalda a la cama, levanta mis piernas y empieza a lamer todo mi culo. Su lengua sentía que quería entrar a lo más profundo de mi ano. Yo estaba gimiendo y sentía que reventaba mi verga. Baja mis piernas y me saca de un tirón el jockstrap, mi verga queda expuesta y el la agarra y empieza a hacerme una mamada con experticia. Papá lo chupaba tan rico, podía sentir cómo su lengua pasaba por todo mi pene erecto. Papá saca mi verga de su boca y sube, me levanta una pierna y se acuesta sobre mi, me dice al oído muy cachondo: “amor, vengo cargadito así que prepare su culito tan rico”. Siento cómo su verga está cómo un fierro y la soba contra mi. “Amor, dame con todo, rómpeme”. Papá no lo pensó ni un segundo y mete su verga fuerte dentro mío. Grité muy fuerte de deseo. Papá sintió mi grito y fue cómo activar su modo animal y empieza a darme verga cómo si el mundo se fuese a acabar. Podía sentir cómo cada centímetro rozaba las paredes de mi ano, estaba tan entregado a esa verga tan grande que disfrutaba cada embestida. Gritábamos de placer ambos al estar entregados. Papá me empieza a besar mientras está embistiéndome, yo agarro su espalda y empiezo a arañarlo mientras siento cómo me folla con locura. Sus embestidas son cada vez más rápido y yo sigo gritando de placer hasta que siento cómo su verga se hace más gruesa y papá gime largo y fuerte mientras siento cómo mi pija explota de placer chorreando mi leche entre nosotros y papá me está llenando el culo. Siento lo tibio de su líquido en mi. Papá me vuelve a besar apasionadamente y dice: “que rico, amor, pero aún tengo las bolas llenitas”. Yo lo miro y bajo mi mano para agarrar esas bolas con vellos tan deliciosas. Papá se para y veo su cuerpo todo sudado. Yo me paro con el, pongo mis brazos en su cuello y le digo: “quiero más, dame más por favor”. Papá me tira a la cama quedando el de pie y levanta mis piernas entrelazándolas con su cintura. Agarra su verga aún dura y la vuelve a meter rápido. Yo pego otro grito de placer y el pone sus manos una en mi cintura y la otra en mi cuello apretándolo. Me da muchas embestidas y siento cómo el está cegado por ese animal interno que tiene. Siento cómo su mano aprieta mi cuello y yo agarró su brazo para afirmarme de tal follada que me estaba dando. Papá saca su pija rápidamente y se sienta en la cama. “Ven”, dice. Yo me siento sobre el y meto su verga dentro mío. Empiezo a darle sentones mientras el me me agarra del pelo fuerte y con la otra mano me darme nalgadas que me hacen sentir placer. Me da varias nalgadas tan ricas y me tiene agarrando con fuerza del pelo. No tengo forma de salir de ahí. Estamos un buen rato dando sentones a su pija hasta que grita fuerte y siento chorros de leche entrando a mi culo nuevamente. Me tiro encima de él y le digo en el oído: “no quiero parar, estoy muy caliente”. Papá cuando le digo cosas es cómo activar su modo salvaje e inmediatamente le levanta conmigo encima y me agarra de las piernas, me levanta y me tira contra la pared, “vengo tan caliente de todos estos días así que tengo para rato” y me sonríe, me besa apasionadamente en el aire y me vuelve a dar pija. Se podía escuchar los gemidos, las nalgadas, las cachetadas que mi culo daba contra sus muslos. Papá estaba vuelto loco culeandome y no quería que terminara esa noche. Follamos tanto que empezó a aclarar, ya estaba amaneciendo y nosotros seguíamos follando cómo animales en celo. Papá me acabó unas cinco veces dentro y yo la misma cantidad sin tocar una vez mi verga. Satisfice toda esa calentura que tenía guardada al igual que el. Nos quedamos dormidos pero papá debía trabajar al día siguiente aunque lo único que nos importó fue satisfacer nuestra calentura.
Al día siguiente, papá debía ir a trabajar. Siento cómo suena la alarma y papá se prepara para ir al trabajo con mucha cara sueño. Yo lo miro con mis ojos entreabierto y veo cómo se va a la ducha. Puedo ver cuando sale todo húmedo su torso. Se comienza a vestir y cuando ya está listo se acerca a mi y me da un beso. Yo sigo durmiendo hasta el medio día.
A la hora de almuerzo, papá me manda un mensaje indicando que llegará tarde porque le agendaron unas reuniones, así que no me espere para comer. Yo continué mi día haciendo mi rutina.
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