Él, mi padre (Capitulo 9)
Novena toma de la historia.
Capítulo 9
La previa
Al pasar la semana empecé a reflexionar sobre todo lo que pasaba. Ver a mi papá culear a mi amigo y a ese masajista me hacía sentir muchas cosas. Una parte de mi deseaba en lo más profundo que mi padre me follara, pero otra parte disfrutaba demasiado verlo follar, masturbarse y observarlo desde lo lejos. Deben ser fetiches, según lo que indagué. Cómo había invitado a Marcos y sabía que a él le calentaba papá, quería ver una escena ahí que se pudiera dar.
El jueves le cuento a papá que Marcos vendrá a casa mañana y mi padre dice: “genial, así paso a comprar cosas para que disfrutemos el día y la noche así que dile a tu amigo que venga con cambio de ropa”. Ya sabía que papá tenía un plan en mente.
Marcos llega temprano ese día y papá aún no llegaba a casa. Conversamos un rato y me dice: “nos meteremos a la piscina, cierto?” A lo que me levanto y le digo: “vamos ahora”. Nos vamos a cambiar y Marcos se pone su traje de baño ajustado y deja marcar un culo redondo y un cuerpo bastante bien cuidado, yo sentía que estaba más tonificado que él y que mi bulto era más grande gracias a los genes de mi padre. Ambos nos metemos a la piscina y en eso de 15 minutos escucho un grito: “Llegué”. Yo me acerco a la orilla y veo a papá salir en su traje de trabajo, una camisa y un pantalón que lo hacían ver muy apetitoso. Nos saluda y dice: “traje compañía”. Aparece en la puerta Javier, su amigo del trabajo. Alto, de la misma forma vestida que mi padre, marcando sus grandes piernas, su paquete, su todo. Javier me sonríe y luego ve a Marcos y dice: “hola pequeños”. Miro a Marcos y estaba paralizado con tanta belleza de hombres. nos quedamos dentro de la piscina y ellos ingresan a casa. Al rato aparecen en traje de baño ambos marcando tremendos paquetes pero se lanzan a la piscina de inmediato. Papá se nos acerca y dice: “trajimos para la cena y después queremos beber algo para que nos acompañen. Empecé a armar un plan en mi cabeza para poder ver acción hoy.
Pasó la tarde y todo muy tranquilo, Marcos
hablaba bastante con todos al igual que yo. Javier me miraba mucho y a veces me guiñaba el ojo y yo me ponía muy nervioso. Papá hacía como si nada hubiese pasado con Marcos.
Estábamos en la mesa ya en la noche y habíamos empezado a beber muy como amigos. Papá en un rato va al baño y Marcos sube al segundo piso a buscar algo. Javier me mira y con sus manos hace gestos, se apunta, luego me apunta a mi y hace un gesto de follar. Yo le sonrío y levanto mis hombros de “no lo sé”. El susurra: “no me dejes así” y se levanta de la silla y me deja ver su pija erecta dentro del pantalón. Yo me muerdo el labio y me calienta haber apreciado eso nuevamente.
Papá sale del baño y Marcos baja la escalera. Seguimos bebiendo y empiezo a hacer partir mi plan. Jugamos juegos con alcohol para embriagar a los adultos. Veo que papá ya estaba más desinhibido y Javier también. Marcos se le notaba algo entonado pero nos reíamos mucho. Yo tomé bastante, pero decido actuar mi ebriedad porque quería ver que podía pasar. Me levanto al baño y empiezo a chocar con las cosas, el resto se ríe y empiezan a gritar que había muerto. Entro al baño, ahí estoy muy nervioso porque no sabía que iba a pasar, pero decidí seguir el curso de mi plan. Abro la puerta con dificultad y empiezo a chocar nuevamente, papá se levanta y me agarra, pone mi brazo en su cuello y me lleva a mi habitación. Javier le ofrece ayuda pero él dice que no. Subimos las escaleras y entramos a mi habitación. Papá me tira despacio en la cama, me empieza a sacar la ropa para acostarme y se queda un rato acostado a mi lado.
En eso me empieza a hacer cariño en la el pelo mientras yo me hacía el dormido. Pone su mano en mi abdomen y me sube la polera. Yo empecé a reaccionar frente al estímulo sintiendo una erección en mí. Papá sigue soñando mi abdomen hasta que empieza a bajar y llega al límite con mi ropa interior, choca su mano con mi erección y deja su mano quieta. Yo no sabía que estaba pasando. Luego de eso me da un beso en la mejilla muy cerca de mi boca y se levanta. Miro con un ojo semi abierto y veo su silueta a oscuras que tenía una erección en su bulto, se lo agarra y luego se cierra la puerta. Yo me levanto al minuto de lo que había pasado y pongo mi plan en marcha. Miro por la ventana y veo que puedo bajar por el techo de la casa hacia el patio y me arriesgo. Me fue bastante fácilmente hacerlo y veo que tengo la ventana de la habitación. Sigo avanzando y paso por el baño del primer piso, luego la cocina y llego a los ventanales que dan al comedor y la sala. Tenía la panorámica completa de la casa para seguir los pasos de lo que sucedería ahí.
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