El Negro José

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Yilbert.
La noche de tu cumpleaños tenía que ser especial, como te lo mereces mi vicioso marica. Me habías dicho que querías comer mierda de negro y por eso te traje a este semental africano. Si, es el negro José, el gigante de 1,95m de estatura, al que tú tantas veces habías anhelado chuparle el culo y sentir su enorme verga penetrando tus intestinos.

El negro está desnudo bajo su abrigo. Se lo quito y una mole imponente de carne y músculos aparece frente a ti, mi marica vicioso. ¿Ves la verga? Está llena de requesón. Son 26 cm de carne sucia y negra, impresionantemente gruesa, con una cabeza enorme, como un hongo rojo-oscuro. Eso, mi marica vicioso, chúpale la verga al negro José, come su requesón, es el aperitivo del gran plato que engullirás más adelante.

Mientras tanto yo coloco una pequeña escalera para estar a al altura del negro. El negro coge mis huevos y los masajea con sus manos grandes. Nos besamos, nos damos lengua…De pronto siento que uno de sus dedos gruesos se introduce en mi culo. Me dedea fuerte y nos seguimos dando lengua. Escucho el ruido que hace tu boca, mi marica vicioso, al absorber el requesón de la verga del negro. El negro saca su dedo de mi culo untado de mierda y se lo lleva a su boca roja. Lo chupa mientras mira directamente a mis ojos. Nos besamos y siento el olor y el sabor de mi mierda en su boca.

Tú, mi marica vicioso, te pones de pie. En tus labios hay grumos de requesón. Bajo de la escalera y como los grumos de tus labios, los saboreo, son deliciosos. El negro dice que está listo para encularte. El sabe que lo tiene que hacer muy despacio, muy suavemente para no maltratarte. Tú vas al sitio indicado y te pones en cuatro. Abres el culo con tus manos. El negro se acerca. Tu culo está justo a la altura de la verga del negro. Tomo esa enorme verga con mis dos manos y la pongo a la entrada de tu culo ansioso. Su enorme hongo empieza a perderse en tu hueco abierto. El negro se detiene. Tú suspiras como el vicioso que eres. Le ordenas que continúe y la verga avanza otros milímetros. “Qué placer más grande tener una verga metiéndose en el culo”, dices y le ordena al negro seguir….El negro suda….Finalmente esa verga enorme está entera dentro de ti.

El negro no se mueve. Tú la disfrutas, allá, en lo profundo de tu culo. Ahora tú empiezas a moverte. Adelante, atrás. Despacio. El olor a mierda es excitante. A tu mierda, mi marica vicioso. Tú gozas y dices que estás listo para recibir el ponqué. Entiendo lo que dices y me pongo detrás del negro. El sabía que mi verga lo penetraría para acelerar su cagada. La espalda del negro brilla del sudor. Mi lengua pasa por esos residuos acuosos. El negro huele a almizcle, a sudor, a suciedad. Me subo otra vez a la escalera. Mi verga está a la altura de su culo enorme. Lo abro. Mi verga lo penetra con fuerza, de un solo empellón. Mi marica vicioso lo siente porque la verga del negro se hunde también violentamente en su culo. Bombeo fuerte. Huele a mierda de negro.

Mi marica vicioso se sale de la enculada del negro y se tiende en el suelo con la boca muy abierta y masajeándose la verga erecta. El negro también se sale de mi enculada y se acuclilla a escasos centímetros de la boca hambrienta de mi marica vicioso. Yo me arrodillo y como puedo empiezo a mamar la verga del negro, untada de mierda y sangre de mi marica vicioso. El negro José lanza kilos de mierda a la boca de mi marica vicioso. Es una explosión de mierda dura y gruesa. Es el ponqué de cumpleaños para mi marica vicioso. El negro deja de cagar y yo empiezo a empujar con mis dedos, a lo profundo de su garganta, la mierda que cubre la boca de mi marica vicioso. De pronto, mi marica empieza a vomitar y el negro José se dobla hasta su boca para recibir sus vómitos. El negro José queda con el culo en pompa y yo le zampo mi verga sin miramientos. Me encanta la chupadera que tiene en el culo. Es como una boca que intenta arrancarme la verga dulcemente.

Esa noche fue inolvidable para los tres, que disfrutamos hasta el amanecer de horas y horas cargadas de mierda y de sexo