El regalo, Paúl cumple 14 años
Se consolidaban los cambios que Paúl experimentaba en su cuerpo, ya sin casi inocencia…
Habían pasado unos día ya desde la celebración de su cumpleaños y por fin llegó el ansiado y misterioso regalo de su padre, era un paquete grande y en cierto modo pesado precariamente envuelto en papel de regalo.
Una tienda de campaña o carpa, unos la llamaban de una u otra forma. Estaba entusiasmado con ella, tanto que fue a casa a buscarme para le ayudase a armarla, después de algunas dudas por fin quedo apuntalada y tensada, se veía enorme y azul, terminamos algunos detalles y nos metimos dentro a imaginar aventuras y acampadas.
Siempre asocio las tiendas de campaña con el sabor y regusto algo dulce de su semen pues allí encerrados y con la sensación de estar aislados del mundo se propuso la primera de algunas travesuras que en la carpa ocurrieron.
De pronto se puso en cuatro y bajo sus pantalones para enseñarme su culito, no era nuevo para mi por haberlo visto antes tragandose la verga de mi primo pero así en la tenue y azulada luz que iluminaba el interior cobraba otra dimensión…
¿Que haces, que paso? ¿Que quieres Paúl?
Al poco se dio la vuelta y me ofreció su verga que en pocos segundos estaba ya erecta…
No supe negarme cuándo me pidió que le mostrase el mío, con cierto reparo me puse en cuatro y fue El quien se ocupó de bajar el pantalón y descubrírlo. Poco a poco, entre caricias y besos termino de bajar mi slip, yo como siempre me moría de vergüenza mientras lo miraba en detalle y se deshacia en halagos que me hicieron sentir más relajado pero volvía la sensación de vértigo cuando se acercaba a él haciéndome sentir sus labios y su lengua buscando mi agujerito mientras sus manos abrían mis nalgas.
Era algo que me excitaba mucho, nunca lo reconocí del todo pero me gustaba que lo hiciera, esa obsesion morbosa por mi culo hacia que por instantes deseara ser penetrado.
En esos momentos el tiempo pasaba muy rápido y Paúl no veía el momento de parar y dejarlo, me lamia por todas partes y de todas la formas posibles hasta intentar penetrarme con su lengua y jugar con las contracciones involuntarias que de esa forma provocaba en mi ano… ¿Herenia de mi primo? Tal vez, pues el me hacia lo mismo.
Paúl disfrutaba muchísimo, yo… Me dejaba hacer, hasta sentir como en un ensayo de penetracion dejaba que entrase su dedo, lentamente lo hacia llegar al fondo follando de esa manera mi agujerito.
Para El era muy excitante verlo entrar y salir, a mi me resultaba algo molesto, nada insufrible que no me pusiera nervioso, no dejaba de ser emocionante salvo mi temor por si se ensuciaba el dedo, nunca pasó… Creo que en esos momentos no le hubiese importado…
Pasado un rato me dio dos palmadas en las nalgas…
Date la vuelta….
Cuándo me gire hacia el, ya tenía su verga frente a mi cara, descubrió su glande y no dudo en cojer mi nuca al tiempo que sus caderas la hacían entrar en mi boca, la sentía en mis labios mientras la acariciaba con la lengua y deje que la metiera hasta donde mis arcadas me permitían…
Su respiración fuerte y agitada, sentía en mis manos el temblor de sus piernas y mi curiosidad por probar de nuevo su semen me liberarán de mis perjuicios… Lo deseaba!
Fueron unos momentos intensos en los que disfrute mucho mamando casi con ansia, disfrutando de sus sabores que a cada momento me hacían sentir que pronto llegaría mi recompensa, mi placer perverso y secreto al recibir sus fuertes chorros de semen inundando mi boca… No dude en tragalo, tampoco pude evitarlo pues no soltó mi cabeza hasta que salieron sus últimas gotas.
Era la segunda la vez que me llenaba con su semen, sabía que su sabor perdurará en mi boca algunas horas. Alguna vez me habló algo sobre el placer y la humillación, algo que en el futuro me llegaría a crear cierta adicción, mi primo me enseño a «apreciarlo». Sobre todo el suyo…
Me acosté junto a El mientras descansaba y a los pocos minutos tubimos que vestirnos rápido pues se oían voces fuera… Todos querían ver como había quedado la carpa y hacían comentarios sobre el color y lo grande que era!
Me gustó pese a lo precipitado que fue todo… Me sorprendi a mi mismo diciendole lo mucho que me gustaba su lengua… Lastima no haber tenido más tiempo… Tal vez, le hubiese invitado a intentar penetrarme, me hubiese follado como hacia mi primo con El? Era algo como una fantasía, yo mismo no sabría como reaccionaria, por el momento era algo que me asustaba…
Como siempre espero que sea de vuestro agrado, serán bienvenidos comentarios y sugerencias, Saludos!
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