El secreto de mi hermanita (tercera y última parte)
Cada vez se ponía mejor, esperaba muy poco y encontré demasiado, pero lo que vino después fue lo verdaderamente bueno y sorprendente.
Estaba enloquecido, la prendas fueron un nivel alto de excitación, pero las fotos y videos me llevaron a otro mundo, descubrir que tu hermanita pequeña, que aparenta inocencia y un buen comportamiento es una completa putita te genera muchos sentimientos encontrados pero a la vez una excitación brutal, más para un degenerado como lo soy yo, de pasar desapercibida ahora era la protagonista de mis pajas, no solo había logrado olfatear el olor de su pucha y su culo en la prenda, había descubierto mucha lencería sexy e incluso descubrí un tesoro en sus archivos que me permitieron verla plenamente desnuda y en acciones sexuales, pude ver su vagina, de color oscuro con unos labios gorditos, formaban sólo una linea y al abrir las piernas en los videos, esa línea gordita y oscura se abría y dejaba ver el paraíso, rosita y húmedo, pude ver su ano, muy oscuro también y apenas perceptible de lo pequeño y cerrado, había visto ese culo redondo y grande rebotar, había apreciado sus pequeñas tetas, con su pezón marrón, estaba viviendo el sueño de cualquier pervertido, veía los archivos mientras ella estaba en la otra habitación, de pronto abrí otra carpeta y me quede boquiabierto, en las miniaturas de los videos se veía el azulejo del baño de la casa, en un principio creí que vería videos de ella bañándose o masturbándose en el baño, pero el ángulo era extraño, de pronto entró mi madre, se bajó el pantalón con todo y ropa interior y se sentó a orinar, se levanto, se veía de frente y pude ver su coño peludo, yo estaba totalmente enloquecido, la muy zorra se había atrevido a poner cámara escondida en el baño, algo que creí que sólo yo hacia, seguí abriendo archivos, hasta que llegue a uno con un mejor ángulo, desde atrás, después de años tenía el mejor ángulo posible de la vagina de mi madre, se bajó el leggin con todo y tanga, fiel a su costumbre y al agacharse a sentarse pude verle todo, aquel lugar del que había salido yo y mi hermana estaba expuesto en mi pantalla, no puedo explicar lo caliente que me sentía, había olido esa vagina a través de las prendas, había lamido el flujo e incluso habia espiado a mi madre y había visto su pubis, a veces rasurado a veces peludo, pero jamás había visto desde atrás, inclinada esa maravillosa vagina madura, incluso el ano se veía nítido, un poco más grande que el de mi hermanita y menos oscuro, tenía oro en esos archivos, un regalo indirecto de mi hermanita, los videos seguían, no sólo orinando, también bañándose, había uno de mi tía, hermana de mi madre, ese no me sorprendió demasiado ya que yo pude cogerme a esa tía (es historia para otro relato) pero me sorprendió el hecho de que no perdono a nadie, no sólo era el dinero que ganaba zorreando, en verdad era caliente la niña, estaba abrumado, esa semana no entre a su recamara a buscar prendas, quería dejar el festín para el viernes, que estuvieran acumuladas las de la semana, mientras tanto me masturbe con sus fotos, con el video de mi mamá hasta que por fin llegó el viernes, y como bien predije, en esa ocasión si había una buena cantidad de prendas, 3 tangas diminutas y un cachetero me esperaban, toda la mañana fue de olerlas y pajearme y como sabía que las lavarían, decidí dejárselas llenas de semen, esta vez si se las bauticé, estuve ahí al rededor de dos meses, mi clienta favorita era mi hermanita, las prendas de mamá pasaron a segundo plano, seguí esculcando su computadora y aparecían nuevas fotos, no muchas, ni muy variadas era más de lo mismo así que deje de hacerlo, entre solo unas tres veces más, guarde celosamente esos archivos y al irme, me atreví a llevarme un par de tangas, las más sucias que encontré, bien guardadas en una bolsa ziploc, aún las conservo, el aroma se fue pero las manchas siguen, de sus actividades sexuales jamás supe, por mas que intenté investigar, pero ya tenía suficiente, ella actualmente está casada y tiene una bebé, a veces los visito y un par de veces he podido acceder a su ropa sucia, es más discreta pero huele igual de bien, me pregunto si aún seguirá en el negocio de vender fotos o ya habrá relajado su comportamiento de puta dado que ya es madre de familia, como sea, es una de las muchas cosas que dejaron una marca en mi y quise compartírselas, no es la gran cosa pero espero les haya gustado, seguiré subiendo relatos de diferentes cosas que me han sucedido o he hecho, como les digo soy extremadamente calenturiento y jamás desperdicio una oportunidad, por ahora me despido y nos leemos pronto!!!
Wooooooooooooooooowww! qué rico relato, gran zaga!