El sueño de leslyna
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por leslyna.
El sueño de Leslyna
La seda ha sido motivo de mi vida, sin ella no tendría razón de ser mujer, sin ella mi vida estaría vacía sin capacidad de amar, sin ella la belleza para mi no existiría, sin ella mis órganos sexuales solo serían un adorno de mi cuerpo, sin ella no comprendería mi feminidad, sin ella no sería nada.
La primera vez que sentí el rose de la seda en mi cuerpo, comprendí lo afortunada que soy por ser mujer ya que observaba que muchos de los atuendos femeninos estaban confeccionados con esa maravillosa tela traída del cielo. Hasta creía que mi amor pasional por la seda era natural y que todas las mujeres lo tenían. Me imaginaba que las mujeres entre mas bellas mas amaban la seda y que se encerraban con sus vestidos en sus cuartos para frotárselos en sus cuerpos y sentir el gran placer que provoca ese tejido celestial. Relacioné mucho la belleza femenina con la seda por eso me encantaba ver fotos de mujeres muy bonitas con sus hermosos vestido de novia.
Conforme pasaba el tiempo comprendí que mi pasión por la seda era diferente a la de una persona normal.
En la adolescencia, mientras mis amigas se fijaban en los muchachos, yo me desvivía por tener un vestido frondoso de seda y satín y verme muy bella frente a un espejo y acariciar la tela de mi vestido constantemente. La figura masculina nunca significó nada para mi, al contrario, lo identifiqué lo contrario lo opuesto a lo que yo deseaba y amaba, en mi recámara se notaba el amor a la belleza, en vez poner posters de artistas masculinos yo ponía recortes de mujeres vestidas de novia. En una ocasión junté un poquito de dinero y me compré una revista de trajes de novia y damas nupciales, me gozaba de placer ver las hermosas telas de los vestidos, (como si estuviera viendo una revista pornográfica), sobre todo aquellas telas que brillaban como las estrellas, de lindas transparencias haciendo pliegues de exuberante belleza, me imaginaba desnuda volcada sobre esas prendas de ensueño, frotando todo mi cuerpo con las telas de los vestidos o abrazando y besando a las novias y ellas cubriéndome mi desnudez con sus frondosas faldas de raso de seda. Mi amor se incrementaba día con día y mi placer por la seda se transformó en deseo sexual a medida de que se desarrollaba mi cuerpo.
En una ocasión encerrada en mi cuarto me regocijaba viendo una de mis múltiples revistas de novias, me impactó un vestido hermosísimo de gasa de seda que se conjugaba bellamente con el raso satinado, me quedé dormida y soñé que entraba a mi cuarto una mujer de extraordinaria belleza ataviada con el vestido que había visto en la revista, al dirigirse hacia mi el sonido de las sedas y satines del vestido me enloquecieron de placer, me quitó las sábanas y se recostó junto a mi. Ella con unas manos delicadas me quitó todas mis ropas y me dijo con una voz sensual y tierna. ¿te gusta mi vestido verdad?, pues acarícialo con tus brazos, con tus piernas y con tus partes íntimas, la seda es muy fina y deliciosa para tu piel, disfrútala, deléitate de su sedosidad. Al decirme eso con una voz muy femenina llena de pasión y sensualidad, sentía verdaderamente la exquisitez de las telas, sentía como patinaban y jugueteaban por todas las partes de mi cuerpo acompañadas de un sonido divino cuando crujía la seda.
Mi placer aumentaba y aumentaba cada momento y la mujer hermosa me abrió totalmente las piernas para que la falda amplísima de su vestido se introdujera entre ellas y frotaran mi clítoris, fue el momento mas maravilloso mi placer no tuvo freno se desbocó ya que pedía yo mas y mas, ella inmeditamente introdujo con sus dedos delicados la gasa y el raso de la falda a mi vagina totalmente dilatada y húmeda para que yo sintiera por dentro de mís paredes vaginales el rose divino y delicioso de las sedas, hasta que exploté en un superorgasmo que seguía y seguía, despertándome repentinamente de ese inigualable sueño.
Pero en el momento de despertarme noté que yo estaba totalmente desnuda las sábanas tiradas al suelo y lo más curioso con la revista entre mis piernas totalmente humedecida y abierta donde estaba el vestido y la mujer que yo había soñado. Fue el sueño que marcó mi vida, fue (aunque en un sueño) mi primer encuentro sexual y uno de los orgasmos mas extraordinarios que jamás olvidaré.
Siempre me daba miedo e incertidumbre de amar algo inanimado pero hermoso, me dediqué posteriormente al diseño de modas en especial vestidos de novia, (lo más bello para mi en esta tierra) Experimenté tener relaciones sexuales con chicas muy bellas algunas fueron mis modelos, pero para hacerlo siempre estaba de por medio la seda, sin la presencia de esta divina tela no podía hacerlo
Pero después comprendí mi realidad, lo único que me satisfacía plenamente mi placer desenfrenado era la seda.
Hoy en día mi relación con las sedas es permanente, no puedo dejar de tener contacto con ellas, pues mi ropa intima, mis faldas, blusas y vestidos de ocasión son de seda. En las noches me envuelvo desnuda con mis sábanas de raso de seda y en ocasiones, si se me antoja del armario saco alguno de mis vestidos de novia de mi colección privada para tener una noche de pasión amorosa con el vestido para recordar aquel sueño que marcó mi vida.
Con amor y dedicada a mujeres que aman la seda
Leslyna
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