En casa de mi amiga Karen (Oslo) 3
La chica seguía masturbando su coño mientras observaba como el padre de Karen bufaba.
La chica seguía masturbando su coño mientras observaba como el padre de Karen bufaba mientras le comía la polla. Agarró a la chica por una de sus delgadas piernas y la atrajo hacia si. Levanté la mIrada sin dejar de chupar su gruesa verga y observé como le abría la piernas y montaba su coño encima de su boca para empezar a chuparlo.
La chica se movía hacia atrás y hacia delante frotando su panocha encima de la cara del padre de Karen y se agarraba al cabecero de la cama mientras este le metía la lengua por la vagina a la vez que sobaba sus pequeños pechos.
El tamaño y el grosor de aquella polla eran enormes, tanto que apenas podía chuparle el glande porque no me cabía más. A veces yo levantaba la vista y veía como las nalgas de la chica rebotaban en las grandes y duras tetas del hombre cuando ella se movía. Entonces él la cogió por el torso y fácilmente la puse de espaldas a él para lamerle el ojete.
La chica gemía y decía cosas en noruego extasiada de la comida de culo que le estaba haciendo el padre de Karen, y este, medio que parara de chuparle el badajo porque se iba a correr. Yo lo hice y me senté de lado en la cama a contemplar como aquel señor gordo, robusto y musculado le daba placer a su criada más joven y me pajeaba.
Ella se abalanzó a mamarle la verga que tendría 20 cm de longitud por 5 de grosor, rosada y con venas. La chica era delgadita, sí; pero parecía una muñeca en contraste con el corpachón del viejo. El padre de Karen le comía la raja y el ojete alternativamente y su pollon estaba a punto de reventar en la boca de la chica.
Él le dijo algo en noruego y la chica se saco la verga de la boca y se sentó en el barrigón grande y duro del poderoso viejo, y poco a poco se la fue metiendo en su coño humectado y empezó a cabalgarlo. El padre de Karen sonreía y miraba complacido como el chochito de la chica entraba y salía de su enorme verga, mientras sin moverse tenía sus manos detrás de su cabeza.
La chica se lo hacía todo: le cabalgaba, le tocaba los enormes huevos, se inclinaba y le pasaba la lengua por los musculados muslos…etc. Así estuvieron un rato hasta que él la cogió por el torso y la desmontó para esta vez clavársela a la nena en su culito y muy despacio inclinarla hacia detrás para que se acostara encima de él.
Entonces, la fue dejando caer hacia un lado sin sacársela del culo, y cuando estuvieron en posición de cuchara empezó a follarla cogiéndole la rodilla en alto con su gruesa mano. La chica gemía del gusto porque el padre de Karen la follaba lentamente pero profundo. Mientras ella le agarraba los huevos colgantes con una mano, él se la sacaba y se la volvía a meter de manera consecutiva y cada vez que lo hacía ella omitía chillidos por el placer tan grande que le daba aquel señor de 70 años, hasta que él acelerando las penetraciones la preñó.
Yo al momento solté mis chorros de semen que impregnaron el parque de la habitación. Entonces contemplé que la chica le chupaba todos los flujos que tenía el padre de Karen en su verga, sus huevos y su ingle mientas él la miraba y sonreía viciosamente. Todavía tenía su verga hinchada y dura y empezó a hacerse una paja después de ordenarnos a la chica y a mi que nos vistiéramos.
Debía ser algo que le excitaba sobre manera porque para cuando terminamos de ponernos las ropas, soltó cuatro chorretazos de lefa que se despistaron en su enorme barriga y sus grandes tetas. Después de eso, cogió una toalla, se limpió, y se levantó de la cama desnudo acercándose a nosotros que estábamos de pie como hipnotizados con su potencia sexual.
Agarró a la chica por la nuca con su manaza y le comió la boca durante un buen rato. Yo veía asombrado como todavía su mástil permanecía erecto. La chica después salió de la habitación preguntándole si deseaba algo más, a lo que él le dijo que no.
Estando ya solos, el padre de Karen abrió el ropero disponiéndose a vestirse. Mientras lo hacía me preguntaba cosas en inglés como si me había gustado, que si era mi primera vez, que si había tenido sexo con su hija…etc, y entonces ya vestido con un pantalón clásico gris, una camisa a cuadros (que casi no podía abotonar por el volumen de su panza), y zapatos de cordones negros con cazadora de piel marrón tipo sport. Se sentó en la silla que estaba enfrente a la cómoda y sirviéndose un par de tragos de whisky escoses, me dijo que me acercara y me sentó en su regazo. Me dio un beso en la mejilla mientras me alborotaba el pelo con su gruesa mano diciéndome que había sido buen chico de manera paternal.
Continuará…
Par los que sean parecidos al padre de Karen, escríbanme: @jupiterzc
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