Enamorada de la falda de mi hermana
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
LA FALDA DE MI HERMANA
Otro relato de una fetichista de las telas
Cierto dia, mi hermana mas grande se compro una bellisima falda color rosa, muy amplia, confeccionada de una tela preciosa llamada “raso de seda montecarlo”. Cada ves que se la ponia yo me juntaba con ella y con el pretexto de que yo la queria mucho me daba chance de recostar mi mejilla sobre su falda, de esa manera podia disfrutar de la textura de la prenda. Pensar que algun dia ella me la prestaria o me la regalara hasta tener mas edad y su talla, pero eso tardaria algunos años mas. Pero gran sorpresa recibi cuando mi hermana paso al closet de mi recamara parte de su ropa porque ya no le cabia, entre ellas la hermosa falda de raso. Me dijo: “¿No te enojas si paso esta ropa a tu closet?” y le dije que para nada y hasta le di un beso y ella me dijo: “eres una buena hermanita”.
Esa primera noche no dormi, me acoste temprano contemplando la bella falda desde mi cama, observaba como se extendian sus hermosos pliegues y su fascinante brillo satinado. Espere hasta que todos se durmieran y silenciosamente cerre la puerta de mi cuarto. Descolgue la falda, la abrace con intensidad y la empece a acariciar, primero con mis mejillas para sentir lo fascinante de su sedosidad y percibi el aroma caracteristico de la seda y luego tallaba mis brazos sobre la tela para impregnarme segun yo de sedosidad, pero en ese momento de sublimes caricias, sentia algo raro entre mis piernas como implorando a que la tela acariciara mi parte intima. Inmediatamente me quite toda la ropa hasta estar desnuda, me puse boca arriba y la falda me la puse encima de mi, en ese momento ya no habia nada que me impidiera el contacto intimo con la bellisima falda, ahora la sedosidad la sentia en todo mi cuerpo, mis senos aun pequeños respondieron al tacto placentero de la tela y empece a tallarmelos primero de forma muy suave para disfrutar de la delicia del tejido y luego con mayor intensidad hasta experimentar por primera vez la ereccion de mis pezones. La excitacion cada momento era con mayor intensidad, descubri que una partecita de mi cuerpo ubicado entre mis piernas (que posteriormente supe que era el clitoris), exigia bravamente ser acariciado por la sedosidad de la falda, por lo que abri mis piernas un poco mas e inmediatamente la hermosisima falda se introdujo entre mis piernas para tener contacto intimo con mi clitoris.
Sin prisas ya que tenia toda la noche, paseaba suavemente la tela con mucha delicadeza sobre mis piernas, luego sobre mis nalgas, me fascinaba como patinaba la tela sedosa entre mis gluteos y el jugueteo que hacia en mi ano. Ya super excitada por la delicia de la seda prosegui acariciarmela alrededor de mi clitoris y a medida que aumentaba mi desenfrenado placer, me tallaba la seda con mayor intensidad sobre mi clitoris. En esos momentos de extasis total sentia que la bellisima falda de raso satinado propiedad de mi amadisima hermana me estaba haciendo el amor sin que nadie se diera cuenta.
Hubo un momento en que la tela por ser tan sedosa se me introdujo hasta el final de mi pared vaginal donde llego a un punto donde explote produciendose un superorgasmo intensisimo y prolongado. Mi liquido de amor se combino con la tela, haciendola aun mas sedosa y nuevamente experimente ese estado de extasis sin igual, esto se repetia varias veces hasta caer devastada por el placer.
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Fue la noche mas hermosa de mi vida pues me defini como una autentica fetichista de las sedas y satines.
Los encuentros nocturnos con esa preciosa falda cesaron cuando mi hermana se dio cuenta de que algo le pasaba a su falda ya que constantemente yo llevaba la falda a la tintoreria para desvanecerle mis liquidos vaginales. Entonces cuando le pedi a mi mama que me comprara unas sabanas de raso color rosa, pero como eran carisimas, solo me compro la tela y yo tuve que hacermelas y fue cuando me di cuenta de mis dotes de diseñadora de modas.
Desde esas fechas hasta la actualidad duermo siempre envuelta en preciosas sabanas de raso “montecarlo”, no puedo dormir con sabanas de otra textura, porque las mias son sedosas como la seda mas deliciosa y su brillo satinado me enloque toda, pero no dejo de olvidar esas romanticas noches con la hermosa falda de mi hermana.
Autor: Anonimo
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