Enamorada de la seda

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Enamorada de la seda

¿Soy una mujer pervertida porque amo la seda?

Desde chica me ha gustado frotar mi cuerpo sobre esa maravillosa tela, y solo consigo estimularme sexualmente con ella, el cuerpo humano no me atraia en absoluto, pero me di cuenta que si tenia algo de predileccion por el cuerpo de la mujer por ser de textura suave y delicada parecida a la seda. Pero sinceramente la deliciosa textura de las sedas y los satines eran inigualables.

Claro que mi vida ha sido muy peculiar, pero a pesar de ser amante de la seda, tengo muchas amistades y una amiga muy intima que conoce mi fetichismo hacia este tipo de telas.

Creo que es la persona que ha llegado a mi corazon, la amo, ella ha logrado comprenderme y hacerme el amor de una forma muy especial

Este es el relato:

Pone sobre mi cama unas encantadoras sabanas de raso color rosa, rocia las sabanas con mi perfume favorito “Organza”

Me desnuda totalmente y me pone un camison de chiffon de seda bellamente transparente, mi cuerpo al contacto directo con la tela supe sedosa, empieza a excitarse, ella tambien desnuda me pone al frente de un espejo y empieza primero a besarme y luego a tallarme los senos con la tela del camison de una manera muy suave para que yo sienta la textura deliciosa en mis senos, luego lo hace con mayor intensidad hasta que mis pezones quedan muy rigidos por el intenso placer de la seda, paradas las dos frente al espejo prosigue frotarme mis piernas y mi nalgas de una manera majestuosa, sintiendo el jugueteo de la tela del camison como si tuvieran vida, la combinacion de sus delicadas manos femeninas y el frotamiento de la tela sobre mi piel me exhortan a desfallecer de placer.

Completamente encendida nos conducimos hacia nuestras apasionadas sabanas de raso bellamente perfumadas, me quita el camison para ahora estar en contacto con mis sabanas de amor, pero utiliza tambien una mascada de finisima seda. Las dos nos metemos dentro de ellas y mi cuerpo se apasiona aun mas al sentir la sedosidad en todo mi cuerpo desde mis mejillas hasta mis pies, ella me abraza y me besa con toda intensidad, yo le respondo al beso con toda pasion. Con la mascada ella nuevamente me acaricia los senos ya de por si excitados, me empiezo ha enloquecer al extremo por la ultrasedosidad de la mascada. Le imploro que me talle el clitoris con ella y la introduce entre mis piernas para tallarmela a mi punto mas sensible. Mi pareja tambien se la coloca entre sus piernas, para que despues nos abramos las piernas para introducirnos ambas la mascada en la vagina quedando unidas como dos tijeras abiertas y unidas en el punto de inflexion.

De esa manera proseguimos el acto de amor, el juego de las sedas tanto internamente como externamente logran tener un papel fundamental en el momento del extasis de mi sexualidad porque me siento fundida a mi amada y al mismo tiempo me siento fundida a la seda que tanto amo, en esa posicion paso las horas con ella hasta experimentar los orgasmos mas excitantes de mi vida.

Autor: Anonimo