Enamorada de una niña, encontré mi futuro esposo
bese su pancita haciéndole reír para que su madre no piense mal, y ya en ese lugar percibí su olorcito a pis, me sumergí entre sus piernas con una furia incontrolable, el corazón me salía del pecho, sus labios se abrieron en cada lamida, y nose si fue mi imaginación o la nena se estaba mojando.
Hola continúo relatando está aventura que tuvimos junto a mi marido…
Encontramos a mi amiga en la ruta cerca de una estación de servicio, en el auto ideamos algo para poder acercarnos a nuestra perversión, yo me acerque a hablar con ella mientras juan esperaba en el auto, y me contó que recién se bajaba de un camión, le pregunté dónde estaban los nenes y me contó que los dejó con su hermana, yo le pregunté cuánto cobraba por qué tenía un amigo que quería sus servicios.
Ella enseguida se dio cuenta de quién hablaba, ya en el pueblo se murmuraba que yo andaba con el concejal, me preguntó si era Juan y le dije que sí, que queríamos un trío con ella.
Con la tarifa acordada enfilamos al auto que nos esperaba en la estación de servicio, nos subimos pero le dije que en el auto no íbamos a poder y ella nos invitó a su casa, al llegar encontramos una casa muy humilde, solo una habitación dividida por una cortina, los niños dormían y enseguida se fue la hermana de mi amiga.
Pusimos manos a la obra, nos desnudamos por completo y nos acostamos en esas sucias sábanas, se veía manchas, ella dijo que era por qué dormía con los bebés ahí, pero en realidad la mayoría de esas manchitas estaban más para la altura de ella que de los bebés.
Mientras ella le chupaba la pija a Juan yo me dispuse a comerle la concha, ésta apestaba a pescado, y tenía el gel del preservativo todavía, pero igual no protesté, porque nuestro placer no iba a ser ella, cambiamos de posición y Juan la puso a mamar concha, la verdad que lo hacía muy bien y con muchas ganas, mientras tanto él le daba pija en su sucia concha y a pelo, esa era la primera vez que yo hacía algo con una mujer y menos en trío, todo se sentía mejor de lo que me esperaba, pero pusimos el plan en marcha, mis gemidos eran fuertes y algo exagerados, ví como la nena corrió la cortina para mirarnos, le avisé a mi amiga y ella solo dijo que no me haga problema, que ella mira pero no entiende nada y siguió lamiendo concha.
Yo le mostraba mis pechos a la bebé, ofreciéndoselos para que venga a chuparlos, pero cuando la nena subió a la cama su madre la reto y la hizo bajar.
Le dije que la iba a hacer dormir, me acosté desnuda en la cama de al lado con esta bebé, mientras su hermanito menor aún dormía, me puse en posición y le hice mamar mis tetas, primero una y después la otra, me untaba el flujo de mi vagina para que ella tenga algo que saborear, mi cuerpo ardia y solo rogaba que Juan dure más tiempo en su cogida, así yo podía disfrutar de este manjar, me baje a besar sus labios y percibí mi aroma en su cara, me deleite metiendo mi lengua en su boca y ella solo la dejaba abierta, se dejaba hacer con total pasividad, me fui metiendo bajo las sabanas y levante su remerita para chupar sus inexistentes tetillas, creo que lo hice fuerte por qué ella trató de cubrirse con las manos y yo seguí bajando, mi amiga me dijo que la dejé en su cama, que quería comerme la concha, pero le dije que enseguida estaba, bese su pancita haciendole reir para que su madre no piense mal, y ya en ese lugar percibí su olorsito a pis, me sumergi entre sus piernas con una furia incontrolable, el corazón me salía del pecho, sus labios se abrieron en cada lamida, y nose si fue mi imaginación o la nena se estaba mojando, yo si estaba que chorreaba, levanté sus piernas y le osiquie el culito, si bien no estaba limpio, tampoco apestaba como la otra vez, lo bueno fue que ya no estaba irritado y lo punteaba con la lengua, sentia como la nena puja y relajaba su anillo, haciendo que mi lengua entre mas en él, la coloque boca abajo con una almohada en su pancita, y le daba lamidas largas desde la concha hasta pasando el agujero del culo, estaba cumpliendo mis deseos más perversos, esos que me hicieron acabar tantas veces en mi cama, para terminar, me frote su pie en la concha e incluso me metí una parte de él, no hice fuerza por miedo a lastimarla.
Totalmente encendida fui a cumplir la segunda parte de nuestro plan, Juan le estaba dando por el culo a mi amiga y le dije que esa leche me pertenecía, se la saqué y aunque estaba un poco sucia se la chupe simulando que me tragaba su semen, le pedí a mi amiga que termine su trabajo y me pegue una buena chupada de concha, la hundí entre mis piernas y Juan se bajó de la cama, yo corrí un poco la cortina para ver lo que hacía.
Él se acostó con la nena primero, le chupo los piecitos y cruzamos una mirada cómplice, ví que directamente le lamió la cara: ojos, boca, incluso nariz quedaron totalmente babeados por Juan.
No tardo mucho en comerle la conchita y el culo, pero me llamo la atención que la tapo y la dejo tranquila, mi amiga me dijo que siempre quiso hacer un 69 conmigo, la complací, pero yo me quedé sobre ella y no podia ver lo que hacia Juan, porque sus piernas me tapaban, escuche el Velcro de los pañales del nene que dormia plácidamente en su cama, pero no escuche que despertara, me desesperaba saber lo que pasaba al otro lado de la cortina, asi que nos giramos quedando las dos acostadas, me subí un poco más para llegar a lamer el culo de mi amiga y corrí un poco la cortina, pude ver por sobre sus nalgas como Juan se deleitaba con el bebé, lo lamía todo por delante y atrás, era una imagen tan bizarra, ese hombre mayor y gigante dandole sexo oral a esa criatura, senti que valia la pena cada lamida que le daba en el culo a mi amiga, a pesar de su olor y suciedad.
Vi a Juan alzar al más peque de la familia meterle la lengua por todos lados, ano, boca y pitito por igual, tomó un pote de crema de la repisa y se lo untó en esa pija que estaba dura como un garrote, eso no era parte del plan y temía que nos descubra su madre, pero a la vez una calentura irrefrenable me invadió, agarre de los pelos a mi puta y empecé a frotarme la concha con su cara, mis movimientos eran violentos al igual que el orgasmo que me venía, solté mis gemidos al mismo momento que el bebe rompió en llanto, vi que el rostro de juan se fruncia, él también estaba acabando, pero dentro de un culito muy estrecho.
Cuando mis convulsiones cesaron solo perduró el llanto del niño, a quien Juan ya le había colocado los pañales, nos quedamos un rato más con esta puta tan mala madre, todos desnudos y sudados, observamos cómo el bebé solo se calmaba con el pecho de su madre, y en cuanto lo tube en brazos, le dije que debía cambiarlo, lo lleve a la cama y le saque el pañal que nos podia meter en problemas una gran cantidad de semen y por suerte, solo un hilito de sangre había en él, le revise y limpie ese culito recien desvirgado y lo arrope para que duerma, nos fuimos directo a un hotel donde cogimos con juan mientras nos contábamos cómo disfrutamos de esa familia, encima para coronar la noche me había traído el pañal lleno de semen y me lo pasaba por todo el cuerpo, mientras juan me rompia el culo una vez más, pero a la hora de acabar le pedí que sea en la concha, yo quería darle un hijo…
Si quieren saber más de nosotros déjenlo en los comentarios
Que rico oler los miados de las bebes
Que rico! 😋