Estrella porno (-18) Pt1.
Supongo que en algún momento debía de asumir mi penosa realidad, no tengo nada que perder y realmente nada que ganar. Me pregunto que habría sido de mí si tan solo ese día me hubiera quedado en casa, ¿de quién habría sido esta historia?.
Todo comenzó un viernes del lejano 2014, estaba almorzando con mi madre y bisabuela después de un día escolar regular. Estaba en quinto grado y me describirías como una pequeña puber de 11 años, blanquita blanquita, muy tímida y poco sociable. Mi mayor deseo que los demás niños se enamoraran de mí en secreto, ser considerada la más linda del curso, ser popular… Al final lo fuí pero no de una buena manera jajajaja.
Vivía en un departamento junto a mis padres, mi hermana y bisabuela, solía pasar las tardes con ella. Ese día tuve ganas de ir por un chocolate, teníamos una tienda dentro del edificio, así que fui sólita.
Escogí mi chocolate y al momento de pagar una niña me toca el hombro y me dice que pagará por mí. Me sentí extrañada, nunca la había visto, supuse que era una nueva vecinita, una muy habladora nueva vecinita. Ni bien salí de la tienda comenzamos a hablar, me dijo que se acababa de mudar y buscaba hacer nuevas amigas. Yo nunca había hablado con los niños del edificio, solía ver como jugaban entre ellos desde mi ventana, pero nunca me atreví a hablarles, me daba mucha vergüenza, así que me sentí algo feliz por tener una nueva amiga.
En tanto aparecieron sus padres, Javier y María, una pareja muy simpática, me invitaron a tomar el té. Les dije que pediría permiso y ellos simplemente respondieron que no había problema, que María se quedaría toda la tarde con Carla mientras Javier volvía al trabajo.
A las horas se lo comenté a mi bisabuela y me dio permiso, con la condición de conocer a la madre de Carla. Vivían en el otro bloque, en el tercer piso, mi bisabuela rápidamente simpatiza con María, era una mujer que generaba confianza al instante, así que ahí me quedé. Comí un montón de masitas y luego fui al cuarto de Carla, tenía una inmensa colección de muñecas, esas Monster High que me gustaban tanto. Mientras inventaba historias con nuestras muñecas, mencionaba temas muy extraños para mí (en ese momento). ¿Qué signfica tener sexo oral? Siempre me atrajeron esos temas, pero me daba miedo que me castigaran por preguntar, mi familia evitaba esos temas y mi precoz curiosidad crecía más y más.
A cada rato le preguntaba por el significado de cada guarrada que decía y ella amablemente me respondía que signficaba. Muchos pensarían qué me daría miedo o asco, pero alimentaba mi curiosidad por esas cosas.
Le seguí la corriente un buen rato, hasta que empezó a enseñarme su tablet. Le dije que desearía que mis padres me compraran tantas muñecas como a ella. No éramos pobres, más bien clase media, pero no poseía una cantidad excesiva de juguetes.
Ella me respondió que yo también podría tener muchas muñecas, pero debía de ser un secreto, me dio curiosidad pero me dijo que me lo contaría más tarde. Y bueno, así pasaron los días, iba a su casa casi cada día. Mis padres conocieron a Javier y María y se llevaron bien de inmediato. Esa gente sabe como agradar a los demás, eran tan carismáticos y encantadores, no culpo a mi familia por dejarse llevar.
Una de esas tardes mi amiga me dijo que jugáramos a la familia, me sentí extrañada, éramos 2 niñas, pero ella dijo que seríamos una familia diferente. Yo sería el equivalente a una madre, me puse a cocinar y ella llegaba del trabajo.
En el momento que le serví la comidita de plástico, me toco el culo. Explotamos de risa y me puse algo incómoda pero seguimos el juego. En un punto me dijo que debíamos hacer el amor. Tenía un corto conocimiento acerca del sexo, siempre que pensaba en esa palabra imaginaba a 2 personas debajo de las sábanas, pero no comprendía el acto en sí.
Ella me dijo que abriera un poco la boca, le hice caso, me agarro el cachete suavemente y me beso. Sentí como toda su lengua entró por mi boca, como se movía y yo, simplemente me quede helada. Jamás había dado mi primer beso, y yo lo imaginaba como un simple choque de bocas pero esto iba más allá, en este punto si me dio algo de miedo.
Ella se alejo y me miró de manera pícara, «échate en la cama», me dijo, pero yo no respondí, estaba paralizada. Me tomo de la mano dulcemente y me sentó, no sabía que hacer, no entendía nada. Su mano izquiera comenzó a acariciar mi hombro y luego bajo lentamente a mi pierna, de ahí volvió a besarme hasta hacer que me echara en la cama.
En un punto se paro y comenzó a quitarme los zapatas, las medias, me bajo los jeans y finalmente mi calzoncito. En ese punto yo estaba completamente paralizada, no diría que estaba absolutamente aterrada, digo, sentía algo de miedo, pero más que nada estaba extrañada, ¿eso era sexo? Recuerdo que se chupo los dedos y comenzó a rozar mi inocente vaginita virginal, me puse todos roja.
A los pocos minutos empecé a respirar más fuerte, es entonces que ella sonrió, se acercó y comenzó a lamerme. Mi respiración se volvió más fuerte y empecé a soltar algunos gemidos. Jamás olvidaré mi primer orgasmo, empecé a contraerme y su lengua se movía más y más, sentía que iba orinar, pero finalmente, terminé. No sabía que era eso, pero me gustó mucho.
Ella se paró y me dijo que me vistiera en lo que ella iba al baño, al volver me preguntó que si me había gustado, a lo que yo respondí que sí. Me dijo que podíamos hacer esto cada vez que viniera pero debía ser un secreto.
Pasaron las semanas y yo iba a su casa emocionada a hacerlo, recuerdo que empezamos a desnudarnos mientras ella me mostraba videos. Aprendí a practicarle sexo oral y mientras yo era más callada, ella si que tiraba unos gritos, me preguntaba si su madre nos escuchaba. Recuerdo que hasta llegué a orinarle pero en lugar de poner cara de asco ella se excitaba más y más y me chupaba el clitoris con más ganas.
En un punto ella empezó a meterme su meñique por el culo, al principio se sentía raro pero al pasar de los días le encontré el gusto.
Recuerdo perfectamente que era un martes en la tarde cuando su madre abrió la puerta, me puse totalmente roja pero ella me sonrió amablemente. Yo estaba en 4 mientras Carlita me estaba metiendo el dedo.
María se acercó y comenzó a acariciame las nalgas, hasta que Carla quitó su dedo y la madre comenzó a lamerme el culo. Me quede paralizada, pero ella me jalo la mano y empezó a frotarla contra mi vagina, entonces empecé a masturbame. Cuando finalmente termine, ella me miró y me preguntó si quería tener tantas muñecas hermosas como su hija mientras la pasaba rico. Algo tímida accedí pero me puso una condición, de esto a nadie…
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