Fantasia cumplida.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por JORE.
Mi fetiche actual es ponerme topless y unos zapatos de tacones.
Con mi cuerpo desnudo desde el ombligo hasta los pies.
Ya no me excitan tanto las prendas femeninas como tangas, minifaldas etc.
Prefiero sentir el aire fresco rozando mis caderas y mis genitales.
Acostumbro a estar así dentro de mi casa con el deseo de salir otra vez a la calle de esa forma.
Y una de mis fantasías era tener la experiencia de ser penetrado por un hombre, usando aquello que es mi fetiche.
Pues bien, desde hace un tiempo empecé a trabajar en un bar y al terminar en la madrugada, era yo el último en salir por lo que me entregaron las llaves para cerrar el establecimiento.
A partir de ese momento y después de varios días empecé a preparar mí plan para lograr concretar mi fantasía.
Me imaginaba como seria estar yo en el bar atendiendo a los clientes desnudo y con mi topless y mis tacones puestos. Una fantasía demasiado febril, delirante y algo utópica.
Decidí llevarme las pocas prendas que hacen parte de mi fetiche para el bar, tratando de que nadie se diera cuenta de lo que llevaba en una bolsa y guardándola en un lugar seguro.
Al terminar las horas de laborar todos salían y quedaba yo solo en el bar. Cerraba las persianas y apagaba todo y me transformaba. Allí mientras organizaba el local para el día siguiente pensaba como seria que alguien llegara en ese momento y yo abriera la persiana y me vieran así, desnudo y que ese alguien deseara hacer algo conmigo. Eso me ponía a mil de la emoción y me excitaba al máximo.
Me sentaba en las butacas en poses abriendo mi culo y me imaginaba que alguien me estuviera penetrando. O me recostaba en las mesas y me imaginaba que me estaban violando. Parado frente a la barra me apoyaba y ponía mi trasero hacia atrás imaginándome como sería que alguien llegara por detrás y me ensartara una buena polla en mi culo.
Terminaba siempre masturbándome y en un éxtasis fenomenal.
Ese era mi deseo y durante varios días lo estuve pensando, pero no sabía como, ni con quien podría hacer eso.
A los dos meses de trabajar allí una noche en que había poca clientela, llegaron dos hombres y comenzaron a pedir cervezas. Entre cerveza y cerveza y unos cuantos aguardientes, se fueron emborrachando y para mi sorpresa empezaron a pedir música romántica y a transformarse en su conducta. Se abrazaban y se tocaban de una manera que no parecía que fueran heterosexuales.
No me pasaba nada por la cabeza diferente a atenderlos y a poner la música que ellos pedían.
Al pasar las horas casi a medianoche uno de ellos se paro y salió, diciendo que iba a buscar un taxi, el otro se quedo en la mesa casi dormido.
Paso el tiempo y no aparecía el tipo, siendo casi las 2 de la madrugada me dirigí al que estaba dormido y le advertí que ya era hora de cerrar y le pase la cuenta.
El tipo no daba muestras de querer salir. Yo empecé a cerrar el establecimiento y a organizar las mesas, el tipo no se inmutaba por los ruidos y por las puertas y persianas que yo cerraba, apague casi todas las luces y mientras hacia esto empecé a divagar y se me venían ideas locas a la cabeza. Me dije: ! Esta es mi oportunidad ¡
Aunque con algunas dudas, busque la bolsa en que tenía el topless y los tacones y me fui rápidamente al baño y me cambie. Me puse mi topless, los tacones, en ese momento por mi cabeza pasaban un montón de ideas extrañas y me empezó a dar un poco de miedo al no saber que reacción tendría el tipo si me viera así.
Me dije: Pues si no es hoy, nunca lo lograre.
Guarde mi pantalón, medias, zapatos y camisa en la bolsa y salí del baño lentamente, sin hacer ruidos, me hice detrás de la barra para cubrir mi desnudez aun estando casi a oscuras, puse la bolsa a un lado y le hable al tipo que seguía dormido. No reaccionó para nada, así que me acerque hasta él con precaución y le dije que ya era hora de salir.
Entre dientes me pregunto: ¿Cuánto le debo? yo le dije cuanto era y él medio dormido sacó la plata del bolsillo y me pagó. Tomo la cerveza que había en la mesa y se bebió el ultimo sorbo.
Intento pararse, pero no pudo; así que me acerque y trate de ayudarlo a pararse.
En ese momento mando las manos a mi cadera desnuda y yo sentí una emoción tan impresionante que se me puso erecto el pene.
Me agarró fuertemente por la cintura y se logró parar, como estaba un poco oscuro él no lograba verme como estaba. Se apoyo en una mesa, yo trate de dirigirme a la puerta principal para abrirla, pero él se tambaleó y me agarró de la nalga tan fuerte, que yo pensé que iba a desmayarme de la emoción.
Ahí como que él se dio cuenta que algo raro estaba pasando y me dijo: ¿Oiga amigo que es esto tan rico?
Yo le dije nada hombre, vea que ya es hora de cerrar y no podemos quedarnos aquí.
¿Le pido un taxi para que lo pueda llevar a su casa?
“No, no, no”. dijo el tipo tambaleándose y se fue hacia atrás sentándose en una silla, por reflejo mando las dos manos a mis muslos y me empujo hacia él quedando con mi pene erecto casi en su boca. La emoción que sentía me tenía el corazón a punto de salírseme.
Pero ! Mira, mira ¡
¿Qué es esto? Dijo, agarrando fuertemente mi pene.
¡Ah ya veo papito ¡ mientras me halaba el pene con fuerza.
! Sírvame otra cerveza que hoy no salimos de aquí ¡ Me dio una nalgada tan rica que me retire inmediatamente por una cerveza, se la destape y se la di.
Yo ya no deseaba decir nada, sino esperar a ver que pasaba.
¡! Venga para acá ricura yo le chupo esa verga tan rica ¡¡
Yo con algo de temor me aleje y le dije: Hable más bajo que nos pueden oír desde afuera.
El manoteando al aire logro agarrarme la verga y me halo hacia él y comenzó a masturbarme y a mandar la otra mano a las nalgas bruscamente, pero me encantaba sentir esas manos grandes apretándome, aunque algo torpes.
Me fui dejando llevar por la emoción, me acerque mas y el comenzó a chuparme la verga como si se estuviera chupando una fruta puso sus dos manos en mi trasero y me apretaba fuertemente contra su boca, sentía mi verga adentro de su boca como si me estuviera succionando una aspiradora.
Deseaba que me metiera los dedos en el culo, pero era tan torpe el tipo que solo me agarraba fuertemente mis glúteos, yo intentaba abrir mis nalgas para lograr sentir sus dedos hurgar mi anito pero estaba tan enloquecido chupándome que no me lo permitía.
No era lo que yo había planeado pero me estaba gustando.
Un poco aturdido y sin saber que hacer trate de liberarme un poco de él pero no lo lograba. Pensaba a mil por hora y me preguntaba cuando iba a ser el momento en que me penetrara. Eso me ponía mas excitado y ya no lograba tener ideas claras.
Le dije: Tómese la cerveza. Como para ver si me podía desprender un poco y tratar de acomodarme, tanto en mi pensamiento, como ver más clara la situación.
Se saco mi verga de la boca y tomo la cerveza yo me aleje un poco acercándome a la barra para lograr alcanzar un vaso con agua y él se logró parar medio tambaleándose y dijo: ¡Vas a saber lo que es rico papito ¡ Mira lo que tengo para vos.
Yo me di vuelta a mirarlo pero como estaba algo oscuro no vi mucho, solo logre escuchar el cierre de su pantalón. Se acercó a la barra y me arrinconó contra ella.
Logre sentir su verga medio erecta contra mi abdomen pero no logre determinar su tamaño. Empezó a tocarme por todos lados como tratando de encontrar por donde meterme el pene pero como estábamos frente a frente no lo lograba me agarro de la cintura y me dijo: Date vuelta pendejo, ¿No es pues lo que querías?
Termínese la cerveza, que ya vuelvo. Le dije.
No, no que va, venga a ver yo le doy su tablazo. Me dijo.
Yo corrí al baño y abrí el grifo del agua y me humedecí completamente mi ano, busque un poco de jabón y me lo unte en el culo, ya que no tenia nada de lubricante.
Corrí donde él estaba y medio tambaleándose se sentó y tomo de nuevo su cerveza.
Me acerque a él y me agarro dándome vuelta y me hizo sentarme sobre sus piernas. Apretándome mis testículos y mi pene con brusquedad pero deliciosamente, logró llegar a mi ano y me metía sus dedos yo simplemente abrí las piernas para que lograra introducírmelos bien, sentí su verga en mi espalda y me emocione, me pare y le dije hágale pues, ahora si métamela como usted quiere.
Medio me agache y sentí su pene en la entrada de mi ano y empecé a hacer contracciones, pero él no atinaba a metérmelo, así que me senté sobre él y se me fue esa verga a dentro que da miedo. Sentí como si un tren se hubiera incrustado en mi culo.
Me quede sentado allí delirando y el me intentaba empujar hacia arriba.
Me pare y esa verga salió deliciosamente, me apoye en la barra y le dije venga pues cláveme aquí.
Se paro un poco mas estable y me puso su glande en mi ano y empujo suavemente yo tire mi trasero hacia atrás y abriendo bien mis nalgas para que me penetrara bien y profundamente. No sentía nada de dolor sino placer pues yo ya tenia mi culito muy bien dilatado. Él torpemente se meneaba adelante y atrás, yo sabiendo la dificultad de él, por su estado, me impulsaba adelante y atrás para lograr la sincronización más placentera. Apretaba y liberaba a mi antojo su verga.
Yo sabía que en cualquier momento se podía caer, así que le agarre sus manos y las puse alrededor de mi cintura para que se agarrara fuerte por reflejo.
¡Ah papi que rico culo tenes ¡
¿Ahora si sentís una verdadera verga no? Me decía.
Pero yo no contestaba nada solo disfrutaba el momento, sin pensar en la hora, sin pensar en nada, ni siquiera en que alguien podía escuchar afuera algo.
Estaba en completo éxtasis y locura viendo como se había cumplido mi fantasía.
A pesar de que el tipo estaba en un estado de pura torpeza ya no me importaba pues yo había tomado el control, así fuera yo quien estaba ensartado.
Sabía también que en cualquier momento perdería toda su erección, entonces frenéticamente yo me meneaba y me masturbaba.
Él a veces soltaba las manos y las ponía sobre mi espalda, pero yo sentía como él se iba hacia atrás; entonces yo volvía a agarrarlo y a hacer que se aferrara de mi cintura.
Se empezó a quedarse dormido nuevamente y lo senté en la silla, mientras yo caminaba por el salón masturbándome. Me acercaba de vez en cuando a ver si volvía a chuparme el pene pero estaba algo adormecido.
Me acerque a la barra y busque un reloj para ver la hora eran las 4 de la madrugada.
Yo me dije esto era lo que quería pues aprovecho y sigo hasta que amanezca.
El tipo ya casi no se podía parar, así que acerque bien la mesa y me recosté sobre ella, de tal forma que pudiera bajar mi cadera hasta el pene de él. Levante mis piernas y me le acerque, él medio me lamió el pene y baje la cadera hasta sentir su pene empecé a menearme sobre el pene y se le puso erecto.
Le dije hágale pues terminemos de una vez y él se agarró el pene y yo de un envión me lo engullí otra vez. Bajando y subiendo mí cadera me introducía esa verga en mi culo ya que él no tenía ya casi fuerzas. Me lo metí cuantas veces pude hasta sentir que me ardía mi culito.
Termine exhausto.
Él ya casi no decía nada y estaba a punto de quedarse profundamente dormido.
Así que me pare fui hacia el teléfono y pedí un taxi.
Me vestí rápidamente abrí la puerta principal del local y le dije al tipo que ya venia un taxi por él.
El se dirigió al baño y salió medio mareado sin decir nada.
En cuestión de minutos estaba el taxi ahí y se subió partiendo quien sabe a donde.
Al fin de cuentas logre hacer realidad mi fantasía, así haya sido de una manera tan loca y repentina, sin planes ni precaución alguna. Las oportunidades las pintan calvas.
No he pensado en ninguna consecuencia adversa ni extraña simplemente lo disfrute al máximo.
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