Gitanos pervertidos 2
Nuevamente buscamos alguien que nos pueda dar placer a mamá y a mi, aunque la idea de coger con ella me está gustando cada vez más….
Cómo les dije en la primer parte, mamá no entendía porque los gitanos desaparecieron de un día para el otro y se notaba que realmente los extrañaba, tanto así que cada feria o parque comunitario que había cerca lo recorríamos con el pretexto de pasear a mi hermanita, cruzamos varios gitanos pero a ellos no.
Al pasar un año papá pidió alquiler en un pueblo cercano por qué mamá estaba algo deprimida, no la pasaba bien con tanta soledad, tuvimos que mudarnos nuevamente, teníamos una bella casa en el centro de un pueblo pequeño a unas 6 cuadras del río, al poco tiempo mamá se hablaba con varias personas de la zona, pero papá al estar más lejos de su punto de trabajo pasaba a veces hasta un mes sin venir a casa.
Una noche cuando yo ya me había acostado a dormir, mamá me avisó que salía a comprar pañales a la esquina y que mi hermanita también dormía en su cama, que no la moleste, intente seguir durmiendo, pero me levanté a mirar a mi hermana.
Para mí sorpresa mi hermana dormía pero estaba en su cuna, entendí que mamá no quería que ocupe su cama, seguramente al volver se conectaría al sacaleche, que usaba todos los días ya que mi hermana no tomaba tanto y ella no quería dejar de lactar, al igual que lo hacía la gitana, volví a acostarme y justo cuando estaba por dormirme escuché murmullos, me quedé en silencio a ver qué más escuchaba y efectivamente había alguien más en la casa, sigilosamente me acerque a la puerta de su habitación y para mí decepción la puerta estaba cerrada, aún así me quedé escuchando, mamá estaba con un hombre y murmuraban bajito y se movían también muy suavemente, se percibe la excitación en sus jadeos que intentan contener, su respiración pesada y escasos crujidos de la cama.
Nos está mirando, escuché que el hombre esboza, seguí que no entiende nada igual, se referían a mi hermana quien al igual que yo también se despertó al escuchar gemir a mamá con la boca tapada, intentaba mirar por la cerradura pero el orificio era pequeño y no estaba bien orientado, solo podía imaginarme lo que hacían, el ritmo y los jadeos aumentaron y recién pude ver algo por la cerradura, mamá se arrodilló en el piso, estaba totalmente desnuda, sus tetas se veían hinchadas con pezones grandes, su abdomen ya estaba más aseñorado pero seguía siendo hermosa, sus caderas blancas, con algo de vello púbico fue todo lo que ví hasta que se acercó su macho con la pija dura y apuntó a su rostro, era una pija aceptable, y le largo varios chorros de leche en la cara y tetas, pero aunque mamá le suplicó que se quede, él le dijo que tenía mucho apuro por su esposa, cuando salió lo ví desde mi cama, era uno de los tipos que se juntan en el bar de la vuelta de casa, ese lugar los fines de semana era punto de encuentro para camioneros y mujeres fáciles pero entre semana solo lo habitaban algunos viejos, él era el más joven de los que allí pasaban sus horas , no más de 40 años, era casado y ahora también tenía de amante a mama.
Mama no salió de su habitación, solo apagó la luz y cuando me asomé, ví entre penumbras como ella acariciaba su cuerpo desnudo, tratando de sacar esa calentura que el macho no pudo agotar, se masturbo pero está vez no callaba sus gemidos,disfrute ver lo perra viciosa que es mamá, como juntaba con sus dedos el semen de sus tetas y se los llevaba a la boca mientras que con la otra mano se daba dedo sin parar, me quedé mirando hasta que tuvo un orgasmo después de varios minutos, se durmió casi al instante.
Yo me acerque lo más sigiloso posible me tope con una gota de semen en el piso y aunque ya estaba hecha agua la saboree igual, mamá despertó y me preguntó qué hacía y solo se me ocurrió decirle que no podía dormir ella abrió la sabana y me invitó a dormir con ella me abrace a sus pechos desnudos y sentí ese aroma a sexo y sudor, eso fue como un clik en mi, fue muy rico y me trajo muchos recuerdos, pero no quise masturbarme, solo me dormí junto a ella.
Los días pasaban y mamá seguía con sus visitas, sobre todo cuando volvía de la escuela, de su habitación salia olor a sexo, a pis y semen también el inconfundible olor de mamá, me masturbaba oliendo su cama me metía los dedos yo también y con la otra mano me tocaba el pene hasta que ella salía de bañarse, esa situación me tenía caliente día y noche, un día como quien no quiere la cosa, me llevo a merendar al bar y esos viejos que no hacían más que perder el tiempo jugando a las cartas, le dijeron a mamá que les faltaba un jugador, ella muy animada les dijo que yo sabía jugar muy bien y prácticamente me comprometió a ir a jugar esa noche ya que los jueves era su noche de cartas, tipo 11 pm me acompaño hasta la puerta, entre y eran cuatro los que estaban jugando, pero el amante de mama se paró y dijo que tenía cosas que hacer, ahí recién entendí todo, esos tipos debían retenerme para que en mi casa se den un buen revolcón.
Jugamos un rato aunque yo no sabía muy bien jugar al truco, ellos hablaban mucho de todo y yo me mantenía callado, todo era lo más normal posible hasta que, y juro que fue totalmente involuntario, me volqué su cerveza encima mío, mi remera y pantalón quedaron totalmente mojados, ellos me dijeron que no había problema, el más joven de los tres, un hombre alto y grandote de tez morena y con la cabeza totalmente rapada me dijo que valla al fondo que tenía ropa suya para ponerme así no toma frío, su casa era propia de un hombre soltero, se notaba que nadie limpia y encontré la ropa como me dijo sobre su cama, pero el problema es que el era enorme a comparación mía, me puse su remera musculosa, esas que solo tienen dos tiritas y me quedaba enorme larga hasta los muslos, pero su pantalón si que era enorme y no había forma de que me quede.
Es por eso que salí solo con la remera total me tapaba casi todo, aunque cuando me movía se levantaba y se veía mi cola solo cubierta con mi calzoncillos, cuando entre todos quedaron como en pausa al verne, les expliqué por qué no me puse el resto de la ropa y todos apoyaron mi decisión, seguimos jugando un rato más a las cartas, pero no había caso, ellos eran muy buenos jugando y yo no, entonces uno de ellos en tono burlón me dijo que me siente en sus piernas así me enseñaba a jugar, todos rieron, y aunque me sentí humillado hice algo que los dejó mudos nuevamente, hice caso omiso de las palabras de ese hombre barrigón y bastante pelado que llegaba a casi los 60 años o más y me senté en su pierna el tipo intentó enseñarme, y mientras lo hacía celebraba dándome una palmada en la nalga cada vez que mi decisión era acertada, hasta que en un momento dejó su mano y me amasaba el glúteo suavemente, yo ya me estaba excitando cuando el dueño del bar dijo que vayamos al fondo a mirar el partido, todos aceptamos de inmediato y cuando estábamos por ir, emanuel , el dueño del bar me pidió que le ayude a acomodar un poco las mesas, mientras sus otros dos invitados se iban para adentro, entonces me quedé un rato más ayudando, mi forma de agacharme exibia mi colita, hasta que en un movimiento me hizo sentar en sus piernas, su mano enseguida me agarró las nalgas y las masajeava con bemencia, me dijo que tenía algo para mí y puso mi mano sobre su bragueta, su bulto estaba durísimo y enorme, enseguida baje su cierre del pantalón y saque ese mounstro con mucha dificultad, era realmente enorme, más grande que la del gitano, lo masturbaba enérgicamente, el fue besando mis mejillas hasta encontrar mi boca, y yo la abrí para él, nos besamos muy rico, tal como lo hacíamos con Carlos el gitano, me tenía super caliente, y me invitó a qué me meta su pija, le dije que ni loca, era demaciado grande y hace mucho que nada entraba en mi cola, el no paraba de acariciarme la puerta de la cola, me hacía ver las estrellas con sus caricias, corrí la tirita de mi remera a un costado para que me chupe las tetitas, era un poco bruto y decidí que no lo dejaría meterme semejante cosa si era así de bruto, no iba a poder aguantarlo, entonces en un momento de distracción salí corriendo para el fondo entre risas como si fuera una travesura, sin darme cuenta que tenía mi calzoncillos en los tobillos hasta perderlo en el camino.
Cuando entre estaban los dos hombres en el sofá sentados mirando el partido, yo llegue y aunque no había más lugar me tire sobre ellos y ellos me recibieron del la mejor manera, enseguida me manosearon todo el cuerpo, el acceso a mi colita fue muy fácil al no tener ropa interior, uno de ellos deslizó su dedo untado en sus babas dentro de mi cola y di un respingo doloroso, pero ellos arremetieron lamiéndome la cara y la boca, cosa que me calentó y dejé que siguieran, me turnaba besando un rato a cada uno, la calentura no paraba, ya tenía sus pijas en mis manos y los masturbaba, lentamente se levantó un olor a macho, ese olor a pija guardada, me calentaba llenar el ambiente con ese olor, me imaginaba hacerlo en mi pequeño cuarto y que me lo dejen impregnado de su aroma, pero el más mayor de ellos, un viejo de bigote muy juguetón no se llegaba a erectar del todo, se dió cuenta de mi interés y dijo que: de haber sabido se traía la pastillita, yo le dije que no hacía falta ya que yo vine solo a jugar un poco, emanuel estaba en otro asiento, y masturbaba muy suave su enorme pija, pero mi atención estaba con los otros dos, el pija blanda y el pija chica, ellos no me daban tanto miedo.
El pija blanda me quería ver desnuda por completo y me saco la remera, entonces yo me paré en el sofá para modelarle mi pequeño cuerpo, me giré de espaldas para vean mi culito apretado y no dudo en meterme su lengua, que rico que comía culo ese viejo, una maravilla, el pito chico, o más bien el normal, se paró frente a mi y me comí su pija sin dejar de hacerme chupar el culo, tenía olor a pis pero había juntado mucho precun, el cual me devore con gula, me tuvieron un rato así y cuando le dejé baboseado hasta los huevos me puse en cuatro sobre el sofá, no sin antes decirle que fuera suave, puse mi cabeza sobre la barriga del pito blando y se la chupe mientras el otro me empezaba a enhebrar, fue tan rica sensación la de sentirme penetrada, que no me importaba que estos tipos tuvieran 3 veces mi edad, él se movía muy suave y se sentía muy bien, sentí como el pija blanda se endurecía y pronto acabó en mi boca llenándola con leche muy espesa, leche de macho que no se vaciaba hace mucho, yo pedía más al que tenía tras mío dandome pija, a esta altura lo hacía con muy buen ritmo y exigía más potencia, quería que me dilate lo más posible para resistir ese medio kilo de carne que esperaba por ser devorado por mis entrañas, además el semen de mi amante de turno facilitaría mucho la entrada de mi otro amiguito.
El problema es que mientras disfrutaba los chorros de leche que el pija chica me dejaba adentro escuchamos que llamaban afuera, era mi mamá, rápidamente emanuel trajo mi ropa de su habitación y me ayudó a vestirme, me hizo salir a mi sola, ya que él aún estaba desnudo y con la pija dura inclusive, me despedí con un beso en su boca y una lamida furtiva en su glande, mamá me llevó de vuelta a casa, estaba seguro que si ella veía la herramienta de emanuel no dudaría en mandarme sola a casa, pero esa vez la mejor cogida me la llevé yo o al menos eso esperaba, la oportunidad de comerme ese negro, en casa me toque la cola y mi pitito, de la noche a la mañana había vuelto a ser la puta que fui en la casa de los gitanos.
Pero las cosas se complicaron, mamá se enteró que papá la engañaba y lo hecho, pero también se enteró la mujer de su amante quien vino a casa furiosa a buscar a mamá, ya nadie quería hablar con mami en el barrio, y con tanto tiempo libre no me daba respiro a mi que tenía mi amante moreno esperándome, mamá decidió juntar todos los ahorros de papa y comprar un terreno en las afueras de la ciudad, con una casa muy pequeña, pero al estar sobre la ruta, y a una cuadra del rio, ella vio la oportunidad de vender productos y así subsistir, en una ocasión coincidimos en la carnicería con emanuel, el pregunto porque no volví a visitarlo, y le conté que vivía lejos de su casa pero todavía quería seguir aprendiendo a jugar al truco, entonces te espero cuando quieras que mi casa no tiene cerraduras, entra directamente, le prometí que lo visitara pero que él tenía que tomarse su tiempo para enseñarme, no es algo que se aprende así nomás, él comprendió y me dijo que sería muy cortés, reímos los dos y me fui.
La nueva casa era muy pequeña sólo cocina comedor grande y una habitación, que compartimos mamá, mi hermanita y yo, mamá cocinaba y yo repartía en las casas antes de ir a la escuela, con eso y la mantención de papá nos alcanzaba para subsistir, pero haber quedado con tan poca privacidad nos estaba afectando, yo me encerraba en el baño para masturbarme y mamá se conectaba los saca leche y me hacía poner de espaldas, ya que compartimos la cama matrimonial, no escuchaba que se masturbe pero si lo percibía en el aire, su suave aroma es inconfundible.
Tanto mamá como yo andábamos muy calientes y cierto día fuimos a la playa del río, había bastante gente y el lugar escaseaba, unas personas mayores nos ofrecieron quedarnos a su lado y resulta que eran el pito corto que conocí en el bar y su esposa, también nos contaron que por ahí andaba su hija una chica de catorce años que yo nunca había visto en la escuela, ya que ella es sordo muda, parecía que tenía algún tipo de retraso pero debe ser que no poder comunicarse la condiciona así.
Note como mamá intentaba seducir al tipo, cruzaba sus piernas frente a el dándole una visual de sus piernas o se acomodaba los pechos descaradamente, pero sin éxito, así que solo se dedicó a hablar con aquella mujer de unos 60 años más o menos, el viejo que se llamaba Rubén se quería volver a la casa y yo al conocer sus vicios me ofrecí a ayudarlo a llevar algunas cosas, pero él no quería, hasta que su señora le dijo que me deje acompañarlo, fuimos los dos caminando unas 2 cuadras pero por el monte , no por la calle, y resulta que su casa estaba a solo unos 100 mts de la mía solo que el yuyal y los árboles no dejaban ver nada.
La calentura me traicionó y continúe con mi plan, mientras caminábamos le quise tocar el pito torpe y sorpresivamente, pero se sacó bruscamente, yo quedé entristecido, él miró en todas las direcciones para asegurarse que nadie venía y me llevó detrás de un árbol, allí se sacó rápido la pija del pantalón y yo se la chupe , a penas se le paró, me hizo agachar de espaldas y empezó a penetrarme, lo hizo fuerte y bruto, nada que ver con lo que hicimos en el bar, a duras penas me entró su pija y me daba muy fuerte, yo me agarraba del árbol para no caerme, y lo peor de todo es que cuando me estaba empezando a calentar, me acabo en el culo, yo quedé decepcionada y me senté en la base del árbol, le dije que quería descansar porque me hizo doler, me dijo que me vuelva por dónde vine y que otro día probamos de vuelta.
Cuando se fue me llamó la atención que no escuché que se lleve sus cosas, me asome un poco y vi que su hija forcejeaba con él, hasta que la niña logra bajarle la bragueta y se prende a chuparle el pito a su padre, quien la deja un rato y después se la lleva rápido para su casa, eso no me lo esperaba y menos lo que pasó luego…
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!