Haciendolo mio con un arnes
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por AlessandraGoudet.
Fantasías que rondaban mi mente deseando hacerse realidad.
Hace algún tiempo leí que el punto G de un hombre se encuentra en el ano y ya había convencido a mi pareja de dejarme estimularlo mientras le hacía sexo oral, pero mi mente deseaba mucho más.
Comencé a insinuar que deseaba ser yo quien lo penetrara con ayuda de uno de mis dildos, pero hasta el momento solo era eso, insinuaciones donde cada vez su resistencia fue menor.
Hace unas semanas preparé un arnés casero con resortes, parece que fuera unas pantaletas e incluso tiene abierto todo, y únicamente el frente un pedazo de tela, justo donde idee el modo de colocar el dildo con mas resortes.
Este fin de semana, por fin lo convencí.
lo seduje con ropa provocativa y le hice sexo oral, introduciendo mi dedo en su ano, mas profundo que otras veces.
pasé su verga entre mis pechos chupando la punta de tanto en tanto, solo concentrada en hacerlo disfrutar.
Y por fin me monté sobre el, introduciendo su pene en mi coño y saltando sobre el, fue cuando lo vio, en vez de ropa interior traía el arnés, ya lo habia visto, pero esta vez me follaba con el puesto.
Me puso en cuatro y me metía su verga con mucha potencia haciendome estremecer hasta llegar al orgasmo.
Se recostó y comence a chupar su verga de nuevo deseosa de mas, justo cuando se reanimaba subí y le susurré al oído: ¿Me dejas follarte?
Su cara mostró asombro y antes de que contestara comencé a besar el lóbulo de su oreja y el contestó: está bien, solo sé delicada.
Tomé el dildo y lo acomodé en el arnés, colocando lubricante y me acerqué a el, no sería tan facil, era mi primera vez y el estaba boca arriba, pero no desistiría.
Me acomodé, el me ayudó, y logre que entrara un poco en su ano.
Estaba preocupada por no lastimarlo, solo quería hacerlo gozar, poco a poco entraba más y más y el placer de su rostro dijo que lo disfrutaba tanto como yo.
Ver su cara disfrutando hacía crecer mi morbo y excitación, mientras el empujar el arnés contra su cuerpo hacía que la base del dildo chocara contra mi pubis, excitandome, mojándome, y sus gemidos encendían mi lujuria y mis sentidos, disfrute de verlo disfrutar, de sentirlo vibrar.
Su placer encendió mi placer.
Mientras llegaba al fondo, tomaba su verga entre mis manos, fue lo grandioso de esa posición, estimulandolo, dandole placer.
Entonces me preguntó: ¿como me la quieres meter? En cuatro, le contesté, quiero arañar tu espalda.
El dildo se había salido y el se acomodó en cuatro.
Entonces penetré de nuevo, esta vez fué mas fácil, entraba y salía de el haata el fondo, lo sentía estremecer y arañé su espalda.
Se levantó después de un rato y me recosté, creí que habia terminado entonces el se sentó sobre el dildo, deslizandolo hasta el fondo.
Dijo tómame de la cintura, así controlarás el ritmo y las embestidas, y entonces comenzó subiendo y bajando, saltando en mi cadera, yo con las piernas presionaba para mantener mas firme el dildo de la base y entrar mas profundo o liberar presión para no penetrar hasta tope.
Lo mas bello de la experiencia fue ver su rostro de placer, mismo que me hacía estremecer a mi junto con el golpeteo de la base del dildo en mi clítoris.
Acabamos cansados, el se durnió entre mis brazos y despertó con un tierno beso en la nariz, adoré hacerlo, sobre todo cuando veía su rostro, adoré darle placer.
Y por supuesto, la princesa siempre seré yo, solo deseo hacerlo feliz y hacer de sus fantasías y mis fantasías las mismas, para compartir.
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