Hoy no se trabajaba pero salí igualmente
Hoy cuando me levantaba para ir a trabajar a las 5 a.m. nos llega un mensaje del jefe diciendo que por motivos de limpieza hoy teníamos el día libre, pero como estaba tan deseosa de vestirme como me visto y querer que me vean salí igual y me la pase .
Sinceramente tenía ganas de ir trabajar, más que ir a trabajar de mostrar mi cuerpo y mi nuevo look. Así que me decidí ir igualmente pero no a trabajar sino a tomar alguna ruta al azar, algún colectivo, algún tren, algun transporte cualquiera y pasear, porque la verdad últimamente tengo más acción en estos 3 días que en 1 año y a pesar de que solo hombres feos me halla manoseado o se fijen en mi eso me pone muy cachonda, el saber de que es lo que pasaría si personas así tuvieran mi perfecto cuerpo a su disposición.
Así que hice mi rutina de siempre y me fui a cambiar, esta vez me latía el corazón, era la adrenalina que corría por mis venas, saber que no iba a trabajar sino que iba a zorrear si era la palabra correcta para poder describir esta acción por mi parte.
Se hicieron las 6 a.m. y ya tenía pensado lo que me pondría: unas botas de tacón color marrones de cuero un poco más abajo de la rodillas, una calza pantalón de tiro alto color blanca de algodón, luego para la parte de arriba quería ir sin sosten, ya que como mis tetas son puntiagudas se quedan pataditas, me puse una remera mangas corta color rosa que dejaba ver mi hombros desnudos, y una chaqueta de cuero color marrón de gamuza.
Me maquille como siempre y me puse un perfume nuevo que me había comprado para dejar el rastro por donde caminaba.
Esta vez cuando salí de casa no sabía a dónde ir o a donde caminar, así que tomé lo primero que vi, caminé unas cuadras de manera ya más sensual y más suelta y vi el primer colectivo, era de la línea 67, no sabía a dónde iba o porque zonas pasaba así que mi corazón latía rápido.
Cuando subí, vi que estaba bastante lleno pero no lo suficiente como para que se me peguen a mi culo así que por un lado me alegraba porque no me se controlar y me exitaria bastante. Pasaron 15 minutos y el colectivo pasaba por una avenida que la conocía porque de ambas manos de la avenida estaba lleno de Villa, barrios muy carenciados, y yo la verdad era la única que estaba vestida de una manera muy provocativa. De pronto casi a la salida del barrio carenciado el colectivo se detiene y suben varias personas mujeres y hombres muy mal vestidos, deben haber sido unas 15 personas más y el colectivo se llenó a tope, iba hasta la puesta ya. Yo estaba ubicada en la parte del medio en la parte de abajo cuando sentí que una avalancha de gente se me pego, estaba entre la pared del colectivo y una persona que tenía atrás mío, lo vi, era bien morocho, bien guarro era porque a pesar de que me di vuelta para ver quién era, el tipo empezó a agarrarse el paquete que nose si lo tenía parado o que pero tenía un buen bulto ahí abajo.
Yo me hice la que no me importó y me di la vuelta el señor parecia que era obrero ya que estaba vestido con un mono azul todo manchado con pintura, tierra entre otras cosas en eso yo me pongo de perfil bien pegado a el porque no había lugar, y en eso siento como inalaba y decía: ay que rico perfume que hay, yo estaba que me derretía, de pronto baja la cabeza y me empieza a ver el culo sin nada de disimulo, todo esto mientras el colectivo avanzaba, menos mal que la gente estaba en otra porque el obrero empezó a poner una mano disimuladamente en mi culo, primero tocaba suave cada nalga y luego empezó a meter mano entre mis piernas, sus manos eran tan duras y callosas que me estaba prendiendo muchísimo, no pude evitar más y me abrí un poco las piernas para que pueda manosearme a su gusto, yo tenia una respiración agitada, estaba muy colorada, el obrero se me pego a mi cadera y pude sentir y ver como me apoyaba la gran polla que tenía mientras me decía al oído:
Obrero: mamita con esta ropita que llevas estas que te partiste sola mi amor.
Si querés te parto yo por esa conchita que pide a gritos que te la metan.
¿Sabes cuánto me mide amorcito?
Yo: ¿Cuanto te mide? Le decía yo, con un tono de excitada mientras suspiraba de lo caliente que estaba. Todo esto mientras seguía con mis piernas abiertas sintiendo como me manosea la vagina.
Obrero: 28 cm mamita, dale no te hagas la difícil, te voy a zarandear toda bebé.
Yo: Nose tengo que pensarlo porque tengo que ir a trabajar, le decía yo.
Obrero: Bueno mira yo tengo que bajarme ahora, pero te paso mi celular para que te comuniques con migo beba.
Yo: Bueno, le dije yo resoplando.
Cuando se bajó, yo me quedé re caliente ya estaba súper mojada y me temblaban las piernas, sentía que quería llegar a casa y tirarme a masturbarme.
¿Pero si en vez de masturbarme lo llamo?
El obrero parecía de 39 años bien morocho era basta te feo pero se veían tan fuerte y la tenía tan grande que me empezaba a mojar otra vez. Esto lo dejaré para otro relato.
Llegue a casa con una perspectiva nueva de mi, me gusta provocar a los hombres, pero no cualquier hombre, sino me gustan y me excitan que sean feos, sucios, que me hablen degradandome, que me digan mujer fácil. Pero no sólo eso sino también me empezaba a excitar la idea de pasar por lugares feos, villas barrio carenciados, pasillos o callejones sucios entre otros.
La idea que me tengan a mi y a mi perfecto cuerpo a su disposición me calienta muchísimo y se que no podrán tener una oportunidad con esta en la vida, ya soy otra Romina, una mujer divorciada que esta desatada y que se siente lista para dejarme hasta follar con hombres de ese nivel.
En el próximo relato debo hacer las compras que no pude hacer todavía, pero algo me ocurre en la verdulería que está alejado del barrio y que será el detonante de mi vida.
espero la continuacion
me encanto😍
Que excitante relato