Húmeda inspeccion
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anónimo.
Cindy miraba en el espejo de vista trasero y vio las luces encendiendo azul y rojo. "Fabuloso," ella pensó, "justo a tiempo, yo realmente tengo que hacer pis".
Ella se orilló a un lado del camino y esperó que el oficial viniera a su ventana. "¿Señorita puedo ver yo su licencia y registro? " Él estaba de pie allí, oscuro como nocturno, presentando su silueta contra las luces de la ciudad en la distancia.
Ella saca los documentos pertinentes, y los puso en manos del oficial negro que los tomó y fue a su automóvil y dijo a Cindy que esperara. "Yo espero que esto no tome mucho tiempo…". Ella pensó, como la presión en su vejiga aumentaba y empezó a pulsar. Cindy siguió sentada y esperó… Y como todos nosotros sabemos, un oficial de policía tarda realmente algún tiempo para rellenar esos formularios–firmarlos a la entrada triplican y hacen el resto cualquier cosa que ellos hacen.
El oficial negro contento él con su procedimiento misterioso dentro de su automóvil. Cindy esperó con impaciencia, nerviosamente, miedosamente. Cindy apretó los músculos de Kegel hasta que su pelvis pequeña poco parecía condensar… excepto que la pis todavía estaba doliendo para salir… Ella deseó que hubiera llevado una falda para que pudiera hacer una caminata y salvarse de la humillación… pero ella había llevado, por supuesto, su pantalón vaquero firme favorito el pantalón era firme en la horca y frotaba su clítoris cuando camina, y lo traía mojado todo el día…
Pero no tan mojado como temió que estaba a punto de ser. "Oficial," ella llamó fuera de su ventana al intenso destello del vehículo detrás de ella, "yo, um, yo realmente necesito ir… ¿puede usted por favor, um, tomar un poco menos de tiempo?" No hubo contestación. Cindy sentía un tirón entre sus piernas, cuando sus músculos pelvianos empezaron a perder su batalla valiente. "Oh Dios, ya estoy haciendo pis en mis pantalones," ella murmuró al ver la mancha en la entrepierna.
Y de hecho, un borbotón diminuto de orina abandono su uretra y estaba al instante absorbido por sus bragas de algodón blancas firmes que su amante ilícito, Arturo, le había comprado para su cumpleaños. "Arturo estará tan enfadado conmigo". Y entonces, cuando estas cosas pasan, que el primer chorrillo de orina, dio lugar a una segunda ola, como Cindy caliente orina vertido fuera de su horca, en sus bragas, y de allí se extendió fuera para empapar su área pelviana entera, sus muslos superiores y su ano…
Cindy miraba hacia abajo cuando vio que la mancha húmeda entre sus piernas sexy maduras, deliciosas se puso más grande y más grande como cuando hacen pis forzando su salida, en su pantalón vaquero, y hacia el asiento tapizado de su automóvil. Se sentía tan caliente cuando brotó y bañó el asiento de sus pantalones en orina, como el olor de orina empezó a llenar el automóvil… Cindy no podría pensar en nada más humillante que lo que estaba pasando entonces. En el extremo ella decidió no luchar más… y entonces realmente empezó a empujar la orina fuera en su pantalón vaquero. Cindy siempre era un todo o nada el tipo de muchacha.
Ella empujó y empujó volúmenes de orina inundado fuera y mojando sus piernas, empapando irrecuperablemente en el tejido y cojín de su asiento. Podía oír el ruido de hacer pis surgiendo a través de su pantalón vaquero. Cindy se sobresaltó en la realidad de que ella estaba empezando a jadear en el sentimiento de permitir irse y orinando dentro de sus pantalones. Empezó a disfrutar la sensación calurosa en sus pantalones, el olor temerario de hacer pis en el automóvil. Empezó a frotar su entrepierna y sintió la sensación húmeda y calurosa contra ella endureciendo su clítoris… "¿Señorita, qué está haciendo usted?" "Oh mierda, nada" "¿Perdóneme señorita?" "Um, yo quiero decir, nada, yo estaba buscando algo simplemente". "Por favor de un paso fuera del automóvil".
Cindy estaba absolutamente sin palabras o pensamientos. Todo lo que ella supo eran que estaba a punto de ponerse de pie delante del negro oficial anónimo, y presentar a él su ego húmedo, acre, excitado. Deseó que ella estuviera en alguna parte lejos… Pero por supuesto eso no era, y procedió estar de pie ante el oficial, la cara se le ruborizo, y tenía los pantalones empapados. Ella sentía gotas pequeñas de orina goteando bajo sus piernas, en sus calcetines.
"¿Tiene usted derramada una bebida alcohólica en su regazo, señorita?" Dijo a Cindy, boca abajo, tímido y favorablemente avergonzado. "No, oficial," "¿Entonces qué es eso que derramo en su regazo, señorita?. ¿Ha estado bebiendo esta noche?" el hombre negro presentó su silueta contra las luces de la ciudad. "No, oficial, yo no he estado bebiendo nada esta noche". "¿Entonces que es eso en su regazo?" "Orina," era todo lo que ella podría proferir. "¿Perdóneme, señorita?" "Tengo orina, oficial, yo oriné en mis pantalones". "Se da la vuelta, señorita yo necesito verificar esto".
Cindy se dio la vuelta para mostrar al oficial que ella había mojado de hecho completamente su pantalón vaquero firme, con su trasero bien formado tan inclinada pintó el resultado de un accidente mojándose, y definitivamente no una casualidad de ingerir alguna bebida. "Puedo irme ya ahora oficial. ¿Es una pena yo oriné en mis pantalones, pero no es nada ilegal?
Por favor permítame ir a casa. Vea me estoy mojando más aún". Y de hecho, sin su llamado, la última orina de Cindy se vertió bajo sus piernas, en sus calcetines y zapatos. Ella notó que el oficial estaba tremendamente excitado y se le notaba tremendo bulto bajo el uniforme ella tímidamente le dijo que si lo que veía le calentaba a lo que el oficial dijo que desde luego sí y acto seguido ella lo jala junto el auto y entre los arbustos le bajó el cierre e introdujo su mano que al extraer su pene se quedo maravillada con ese monstruo tan inmenso.
Debía medir por lo menos unas 9 pulgadas grueso y con muchas venas y tras admirarlo brevemente se lo empezó a introducir lentamente hasta que sintió que le era imposible tragar una pulgada más y luego de lamerlo afanosamente en la punta el oficial le dijo que sentía muchas cosquillas y que no siguiera o le empaparía toda la cara. Ella hizo caso omiso y tras breves segundos empezó a sentir el chorro tibio del liquido amarillento que llegó al fondo de su garganta tras cerrar sus labios alrededor del miembro se di a la tarea de sacarle hasta la ultima gota de orina.
El oficial sintió desfallecer cuando al no quedarle más de lo que le fascinaba a la chica ella chupó con frenesí para gozar todo sin dejar escapar ni una sola gota. Tras esto el oficial negro le devolvió su licencia y registro. "La próxima vez, use el baño y no sus pantalones, señorita. Una señorita joven de su edad no debe estar teniendo accidentes".
Y Cindy volvió atrás a su automóvil, cabeza abajo, los pantalones vaqueros firmes empapados hasta sus pies, excitada todavía ansiosa de volver a experimentar los sentimientos libidinosos que ella había sentido durante su descarga en el automóvil y luego con el oficial. Ella puso en marcha su automóvil, y se dirigió hacia casa.
Excitada como estaba y empapada hasta los huesos. Cindy nunca se había sentido realmente así antes. Pero ella estaba segura que el sentimiento era bueno. Cindy llegó a su entrada de autos y se contoneó a su apartamento donde su novio, estaba sentado, mirándolo devastadoramente guapo y inteligente, tecleando su powerbook. Él estaba trabajando en su Gran Historia de Porno americana que había estado ocupándolo durante meses. ¡Hola cariño! ¿Qué pasó? "Estas toda mojada…" "Yo es una pena oriné en mis pantalones… al principio era por accidente, pero entonces yo no sé lo que pasó y yo empecé a seguir a propósito y yo lo siento mucho ¿estás tú enfadado?" "Por supuesto que no,". Él caminó hacia Cindy y la sostuvo en sus brazos.
Ellos se quedaron de pie durante algún tiempo, con la cabeza de Cindy enterrada en el hombro de Arturo. "Yo soy tu novio dijo a Cindy. "Sí, novio" le contestó el amante. "Quiero. quiero que tú me frotes abajo allí dónde yo oriné….", "Hmmmm… eso es una nueva idea," sonrió abiertamente. "Por supuesto yo quiero, esa cosita dulce. Permite sólo mientras te acomodo aquí en la cama, y te consigo una almohada suave para tu cabeza. ¿Entonces Cindy tuvo un accidente? "Sí, yo hice pis en mis pantalones". "Bien, simplemente permite ver cuánto te orinaste…". Y dicho eso, corrió sus manos abajo de la cara de Cindy, bajo sus pechos suaves, bajo su estómago, a su entrepierna que era muy, muy húmeda.
Él introdujo su mano bajo el vuelo de su pantalón vaquero firme, siguió entre sus piernas, y alrededor de ella al ano muy húmedo, muy bien lubricado, muy delicioso… a que punto que él apretó, y Cindy reveló un gemido. ¡Empezó a frotar a Cindy entre sus piernas–la fuente de todos su placeres–cuando él la besó en la boca, y sus lenguas se entrelazaron, la miró empezar a gozar… "Yo pienso que gozo en mi pantalón vaquero húmedo Ayúdame a terminar" No la obligó, por supuesto, y frotó su gato duro y lento a través de su pantalón vaquero, mientras él la besó y apretó sus pechos y pellizcó sus pezones.
Y entonces él abrió su pantalón vaquero y empujó su mano en sus empapadas bragas blancas, y frotó su clítoris en serio, sintiendo su clítoris duro húmedo caliente latir contra sus dedos. "¡Oh, Arturo tú eres de los más calientes la mayoría se asombraría eres el hombre más grande que yo he tenido alguna vez. ! Yo estoy terminando con Alfredo. ¡Tú eres ahora el único para mí! Y… YO… ¡TERMINO! ¡OH! ¡OOH! ¡OH DIOS! ¡OOOOOOOOOOOH! Oooh. mmmmmm… oooooooooooh…. "El estaba asombrando," de ver a Cindy muy contenta. "Ahora yo te quiero en mí". "Y yo quiero estar en ti, Cindy".
Él sacó su grande 11" él jaló, y tiró abajo los pantalones vaqueros empapados de Cindy y bragas. Y con sus pantalones todavía en sus tobillos, la colocó abajo se puso encima de Cindy y entró en ella firme, el gatito estaba caliente, húmedo, resbaladizo, delicioso. Y allí ellos hicieron el amor y sudaron, gimiendo, suspirando… y muy, muy húmedos.
Espero les guste la historia para hacerme llegar sus comentarios este es mi mail:
arturo_30_mx@yahoo.com
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!