Infancia y adolescencia caliente. Parte 1
Como empecé a dejar de jugar con autitos y empecé a jugar con mi pija.
Hola buen día ,tarde o noche. Mi nombre es Ivan, tengo actualmente casi 33 años, aunque el relato se basará en los últimos años de infancia, principios de la adolescencia.
Siempre fui un chico algo callado, pero no me costaba hacer amigos, ya que a los chicos extrovertidos les caía bien.
Mi papá murió cuando yo era un infante, a eso de los 3 o 4 años, y mi madre nunca se volvió a casar, por lo que siempre fui hijo único. Mi mamá tenía una discapacidad motriz, ya que mi papá murió en un accidente en el que ella también estuvo y quedo con una de sus piernas muy mala y no podía caminar bien y usaba unos bastones, por lo que cobraba una pensión por incapacidad y con el dinero del seguro se puso un pequeño negocio de productos de higiene y limpieza, el cual ella podía atender a pesar de ser discapacitada.
No tengo recuerdos de mi padre, por lo que mi infancia transcurrió normal, mi madre fue una buena madre y se ocupo de mi, y si bien no tenia lujos, nunca me faltó nada.
Pero al grano, recuerdo que tenía unos 9 años, a esa edad yo iba al colegio por las mañanas y por la tarde estaba en el negocio con mi mamá ayudandole con las tareas, sobretodo a.ordenar el local, a empaquetar pedidos y a limpiar.
Me acuerdo que un día llegó un proveedor con unas cajas de aceites corporales nuevos, y mi mamá me pidió que llevara la caja y la dejara en el depósito, que luego más tarde al cerrar los organizariamos para exhibirlos al otro día en el negocio y promocionarlos.
Lleve la caja donde me pidió, pero no sabía qie era un «aceite corporal» ya que para mi el aceite era para la cocina o para los motores, así que abrí la caja y tome uno.
Había de varios olores, pero justo el que tome tenía una etiqueta que decía «aroma fruta pasión » lo destapé para olerlo. Tenía un olor dulce, como a cítrico, pero a la vez vainilla y caramelo de fresa. No se que me pasó pero me quedé extasiado, olfateando el frasco. En eso, mi madre interrumpe mi momento con el aceite diciendo «sabes que no debes romper el sello de los productos, son para vender, puedes quedarte con ese, pero por favor, no lo vuelvas a hacer»
Yo solo le.responde «perdón mamá, solo quería sentir a que huele «.
Y ella me dijo «en la.caja pequeña están las muestras, esas son para que los clientes huelan, sin abrir los frascos sellados, la próxima pregunta».
Volví a disculparme, y seguimos acomodando el local para mañana.
Luego lleve el frasco que abrí a mi habitación y lo deje sobre una repisa, y mientras estaba la cena , aproveche esos momentos para jugar.
Todo transcurrió como siempre , hasta que termino el día y nos fuimos a dormir.
Estaba tranquilamente dormido, hasta que mi sueño transcurrió extraño, empecé a soñar con el aroma del aceite y dentro del sueño sentía que mi entrepierna palpitaba y sentía como muchas ganas de orinar, en el sueño solo olía el aceite, luego de eso desperté y efectivamente, la sensación del palpito y orinar seguía, me destape y me miré el bóxer que estaba algo levantado (mi pene aún era de niño) y veía que se movía y la parte de la punta estaba orinado como cuando no me limitaba bien, no entendía lo que estaba pasando, pero fui al baño. No me salió ningún orín, por lo que me asuste.
Volví al cuarto y recordé el aceite. Lo destape y olí, y en la primera aspirada de aire sentí como mi pequeño pene dio un saltito causándome mucho placer al rozar con mi bóxer. Mi pijita se pego a mi ombligo de lo durita que se puso y por inercia empecé a presionarla contra mí. Sl hacer esto mi pene volvió a brincar. Y mi respiración se acelero.
Mi pija estaba terriblemente dura y el roce me excitaba tanto que decidí acostarme boca abajo y rozar la punta con el colchón.
Hacia esto, con cada embestida sentía la palpitación de mi miembro y sentía tanto placer que pensé que me iba a morir.
Estaba tremenda mente agitadito. Era demasiado para mi pequeño cuerpo. Hasta que en un momento sentí que me orinaria. Por lo que me pare rápido y me fui al baño a orinar.
Vi que no salía nada. Pero seguía demasiado caliente. Mi verguita pedía seguir siendo rozada. Por lo que toqueteaba un poco la punta y sentía cada punzada con demasiada placer.
Hasta qje un momento la pija dio una super punzada me temblaron las piernas y me arrodille, mientras mi pene se movía solo y expulsaba un líquido transparente, que yo pensaba era orina.
Quede un tiempo bloqueado del placer, pero en cuanto me recupere me mire al espejo y estaba todo rojo y sudado. Me lave la cara y me fui a dormir, pensando que este juego que había descubierto, lo iba a jugar al otro día.
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