Isabella, mi complaciente hija
Un padre soltero estrena a su bebé .
Hola a todos, mi nombre es Samuel, tengo 36 años y hace nueves años fui papá de Isabella, una bebe muy dulce y tierna. Después de una traumática separación, mi y yo decimos dividirnos el tiempo para compartir con la pequeña Isa, generalmente era un fin de semana con ella y otro conmigo.
Todo esto comenzó cuando la nena entró de vacaciones y me llamaba todos los días que quería compartir conmigo por lo tanto, me organicé para tener tiempo libre y estar con ella, trabajé arduamente semanas durante dos semanas y organice el negocio dejándolo a cargo de mi hermano.
Esa tarde pasé a buscar a mi bebé y disfrutamos de unos días muy sabrosos donde compartimos momentos, comimos, paseamos y vimos muchas películas, ella estaba muy feliz y yo incluso más de compartir tiempo de calidad con mi única hija después de la separación.
Ya Isabella tenía más de tres semanas conmigo y era tanto su apego que no me dejaba ni medio segundo a solas. Una noche estaba lloviendo muy fuerte, ya Isabella dormía y yo me preparaba para hacer lo mismo, cerré la puerta, me recosté y empecé a ver Instagram, me escribieron varías amigas y decidí conversar un poco hasta que las conversaciones subieron de tono y se volvieron eróticas.
Quedé muy excitado por la situación, entonces abrí una página porno y empeze a ver vídeos amateur, que es mi categoría favorita; me estaba pajeando muy ricamente y en ese momento cayó un fuerte trueno, yo obviamente seguí con mi paja hasta que escuché la voz de Isabella que tocó a mi puerta. En un segundo organicé todo y me subí el bóxer, tomé una toalla que me la puse en la cintura para disimular y abrí la puerta.
-¿Qué pasó mi amor ? – Pregunté.
-Tengo miedo, papi, ¿puedo dormir contigo?
-¡Claro, bebé! Vamos a dormir. – Respondí no muy feliz.
Yo estaba totalmente excitado y sin poder hacerme una paja, se me pasó la calentura y me quede dormido con mi hija.
Al día siguiente desayunamos y le dije a Isabella que fuese a bañarse que íbamos a salir.
-Papi, bañate vos primero.
-No, bebé. Bañate vos porque yo me tengo que afeitar. – Le dije.
Cosa que era absolutamente mentira, yo quería que se bañara ella primero para irme a mi cuarto y descargar mi excitación de hace mas de tres semanas.
Isabella se esta bañanado y me percate que esta juagando con el agua y el shampoo, yo -sin ninguna malicia- entré y le llamé la atención, no hizo caso y decidi bañarla yo mismo.
Tomé a Isabella y le jaboné su cuerpo sin tocar sus partes, pero justo en ese instante me pregunta
-Papi, ¿y mi cotorrita? ¿no la limpiarás?
En ese momento me dije NO, no puedo hacer eso, tenía más de tres semanas sin masturbarme y no era correcto pero en un momento, no sé por qué, decidí hacerlo y cuando toque su vagina… ¡UFFF! Sentí una sensación extraña, mi verga estaba totalmente erecta. Enjabonaba a Isabella por todas partes haciendo incapie en su vagina, en una enjabonada decido arriesgarme y dejé deslizar mi dedo dentro de su vagina que estaba muy pero muy estrecha y ella se quejó diciendo
-¡AY, PAPI! ¡ESO ME DOLIÓ!
Esas palabras me excitaron demasiado y decidí que era momento de terminar el baño. Sequé a Isabella y mientras ella me pregunto
-Papi, ¿tú tienes un pipí?
-Sí, bebé. Nosotros los hombres tenemos pipí y ustedes la mujeres tienen una vagina como la tuya.
-¿Cómo son los pipís de los hombres, papi?
Ufff, yo ya no aguantaba más mi erección estaba apunto de acabar sin ni siquiera tocarme.
-Bueno, bebé… ehh, los hombres tenemos como una tripita grande. – Dije dubitativo.
-Papi, ¿puedo ver la tuya?
-No, bebé. Mi pipí es muy grande porque ya tengo 36 años. Los pipís de los niños de tu edad son los que más adelante conocerás…
-Pero papi, yo quiero conocer los pipís de los varones. – Dijo triste Isabella.
-Bueno bebé, vamos hacer algo, vamos a meternos en internet y buscamos pipís de niños para que veas cómo son.
En ese momento fuimos a la computadora e ingrese a buscar penes infantiles.
-Papi, los varones son distintos a las niñas, se ve muy cómico.
-Sí, bebé. Son distintos.
-Papi… y… ¿puedo ver tu pipí?
-No, bebé. Mi pipí es muy grande y grueso, muy distinto a esos que vistes en la computadora.
-No importa papi, quiero verlo.
En ese momento me entró un hormigueo por todo el cuerpo, tenía la verga totalmente parada,
Para que tengan una idea, mi pija mide de largo 22cm y 7 de grosor, es bastante largo y grueso, de hecho algunas de la mujeres con las que he estado no la aguantan.
-Dale, papi, déjame ver tu pipí.
-Está bien bebé pero promete que será un secreto entre nosotros.
-Está bien papi.
Me baje el bóxer y deje caer mi pene totalmente erecto, estaba muy pero muy mojado, tenía los vellos de la verga llenos de lubricación y la cabeza goteaba liquido transparente.
-Papiii la tienes muy grande y gruesa, ¿la puedo tocar?
Ufff esas palabras me volvieron loco y le dije
-Sí, bebé…
Cuando sentí esas manitas en mi verga fue una sensación deliciosa, pude notar que su manito no cerraba alrededor de mi pija y me preguntó
-Papi, ¿qué es eso que tienes en los pelos? y, ¿que gotea tu pipí?
-Bebé, eso se llama lubricación y sucede cuando estamos excitados.
-¿Qué es eso de estar excitado, papi? -Es una cosquillita que sentimos en nuestra pipí y ustedes las nenas, en su vagina.
-Pero yo no siento nada, papi.
-Bueno bebé, tendríamos que jugar un juego para que sientas esas cosquillitas, ¿jugamos?
-Sí, papi.
-Bueno bebé, sólo tienes que seguir tocando mi pipí y darle hacía arriba y hacía abajo y yo te tocaré tu cotorrita.
Fue una experiencia deliciosa sentía que en cualquier momento iba acabar en las manos de mi hija, le quité las manos y me agaché para tocarle su vagina y ella gemía diciendo
-Ay papi, me duele.
Me echaba saliva en los dedos como loco y trataba de controlar su dolor hasta que llego el momento y me dijo
-¡Ay, papi! Se siente rico.
Ufff me volvió loco y empecé a enterrar mi cabeza en su vagina cerradita, le pasaba la lengua y ella gemía y decía
-¡AY PAPI SE SIENTE RICO!
En ese momento perdí el control y me quite la ropa dejando mi cuerpo peludo al desnudo y empecé a pasar mi pene por la vagina de mi hija, la mojaba con mi saliva y mis fluidos de lubricación y fue ahí que le dije
-Bebé, ¿te gustaría sentir más rico?
-Sí, papi, quiero sentir más rico.
-Bueno para que sientas mas rico te meteré mi pipí. – Le dije.
Y ella rápido contesto
-No, papi, eso es muy grande y me dolerá muchísimo
-No bebé, tranquila papi te cuidara y no te dolerá nada.
Empecé a lubricarla y escupirle la vagina como un loco salvaje, sólo quería enterrar mi guevo y descargar mi semen dentro de mi propia hija.
-Aquí voy, bebé. – Dije.
Comencé por hacer presión en la entrada de su vagina y ella gritaba
-¡PAPI ME DUELE!
-Aguanta mami ya el dolor pasará y te va a gustar.
Logre meter mi cabeza y se veía como su vagina apretaba mi pene a todo poder, seguí metiendo y ella lloraba del dolor.
-Bebé, calamate ya el dolor pasará. – Dije.
Segui metiendo hasta que llegue un poquito menos de la mitad y sentí su himen que no me dejaba pasar, eso me volvió loco y empecé el vaivén, ella estaba disfrutando.
Cuando la vi excitada le dije
-Bebé, tengo que darte un poquito mas adentro para romper tu himen y seas de papi.
-Sí,papi, hazlo.
-Bebé, te dolerá un poquito así que aguanta. – Le advertí.
Hice mucha presión y ella lloraba hasta que sentí como se rompió su telita y mi verga entró, paso toda… ufff fue LA GLORIA, sentí que me iba a correr pero me aguanté y seguí mi faena, seguí metiéndole el pene y le dije
-BEBÉ, TE LO QUIERO METER TODO, ¿SERÁ QUE AGUANTAS EL DOLOR?
-Sí, papi, yo aguanto porque se siente rico.
Segui metiendo hasta que mi verga entró más de la mitad y lo dejaba entrar poco a poco hasta que se lo metí entero.
Ufff se sentía muy apretadita como un anillo apretando mi pija, era demasiada excitación. Yo con mi verga adentro hice como 4 movimientos de mete y saca y fue demasiado para mí, no pude aguantar más las ganas, me descargué dentro de mi hija y pegué un grito de placer.
-AAAHHHHH QUÉ RICOOO, TOMAA BEBÉ, RECIBEE A TU PAPIII… DIOSS QUÉ RICOOO. – Grité.
Descargué hasta la ultima gota de mi semen dentro de mi hija
-Papi, ¿estás bien? – Preguntó Isabella.
-Sí, bebé, estoy bien. Sentí una cosquillea muy rica, ¿y vos?
-Sí, papi, sentí muy rico y también sentí algo caliente que me entro en mi cotorrita, se siente muy caliente, ¿te orinaste, papi?
-No bebé, eso se llama semen y cuando nos excitamos mucho nos sale del pipí y yo te lo dejé adentro bebé, como regalito de papi.
-Gracias, papi, se siente muy rico
Yo acabo abundante y si a eso le sumo las tres semanas sin descargar y sí, sentí que acabe demasiado semen.
Me dispuse a sacar mi verga que ya estaba un poco adormecido y salió un hilo de sangre y una gran cantidad de leche ufff.
Una mezcla de liquido rosado con sangre que me volvió loco pero me calmé y lo saqué por completo, llenando la cama de mi semen y sangre vaginal de mi hija.
-Bebé, qué rico, ¡ya eres de papi! Prométeme que guardaremos este secreto y no se lo dirás a nadie.
-Sí, papi, está bien.
La experiencia más divina de mi vida.
Al siguiente día le dije a mi bebé que la iba a bañar para poder ver su vaginita y ver cómo estaba después de lo de ayer.
Le quité la ropita y pude ver que aun estaba rosadita.
-Papi, ¿volvemos a jugar lo de ayer?
-Uff bebé, me encantaría jugarlo otra vez. – En ese momento ya estaba sumamente erecto y con ganas de enterrarle la verga a mi hija
Lave su vagina y estaba sacando un líquido viscoso, era mi semen, uff, nl la quise lavar bien del todo para que estuviese ya lubricada con el semen de su papá.
La llevé al cuarto, me bajé el pantalón y le dije
-Bebé, ¿quieres darle un besito al pipi de tu papa? ¡Dale bebé!
-No, papi, es muy grande y negro, es muy feo.
-No bebé, no digas eso pruébalo para que veas que te va a gustar.
Lo agarró temerosa y le dio un beso en el glande.
-UFFF, bebé, qué rico, ahora pasale la lengüita y prueba ese liquido que esta botando el pipí. – Le dije a Isabella.
En ese momento agarré mi pija y tomé la mayor cantidad de mi precum con mi mano y se lo dia a probar en su lengua.
-¡Ay papi! ¡Es salado! Muy salado.
-Sí, bebé, prueba la cabecita del pipí de tu papá, anda métetela en la boca. – Insistí.
Así lo hizo, me mamó la cabeza del pene pero con su inexperiencia me llegó a lastimar con sus dientes pero igual fue muy rico.
Fue ahí que me quité toda la ropa y ella nuevamente me dice
-PAPI, ERES MUY PELUDO.
Sí, bebé, nosotros los machos somos peludos y nos encanta acabar todo nuestro semen en vaginas chiquitas así como la tuya.
Procedí a abrirle las piernas y comencé a hacerle sexo oral, estaba aún lubricada de la noche anterior, chupé como un degenerado; logré saborear un liquido viscoso, entendí que era mi semen, seguí chupando y acumulando todo ese liquido que sacaba de la vagina de mi hija. Ella gemia y me decía
-Papi, qué ricooo tu lengua, papi, chúpame así se siente muy rico.
Yo seguía chupando hasta tener todo los fluidos en mi boca, era sangre y semen, le señale que abriera la boca y así lo hizo, y fue ahí que le eche todo los fluidos que recolecté con mi boca y le dije que se los tragara, se lo tragó con mucho asco pero lo hizo y eso me excitó demasiado.
Abrí sus piernitas y coloqué mi pija en la entrada de su vagina haciendo presión, todavía me costaba meterle el pene pero poco a poco fui metiendo hasta que su himen, que creí destruir ayer, volvió a poner fuerza, entre gemidos y dolor logré meterlo con fuerza y ella gritó
-AYYYY, PAPII, SACALO SACALO ME DUELE MUCHO.
-Calmate bebé, ya el dolor te pasará.
Y así fue, comencé con el mete y saca, ella se quejaba mucho pero tenía que cumplir mi fantasia, quería darle duro, romperle esa conchita a pijazos para que sepa quien es su macho y terminar de destrozar ese himen como se debe.
-Bebé, te quiero dar duro, ¿aguantas?
-Sí, papi, dame duro. – Pidió Isabella.
Me entró el animal y le di embestidas durísimas y ella gemía como una puta.
-AYY, PAPIII SACALO, ME DUELE PORFAVOR PAPI SACALO. – Gritaba.
Esas palabras me llenaron de morbo y seguí dando, pero hubo un momento donde ella no se quejaba, le seguía dando durísimo hasta que pare y vi las sabanas llenas de sangre, revise mi verga y estaba toda llena de sangre.
Esa sangre me excito y me volvió loco pero le pregunte a mi hija
-Bebé, ¿estás bien?
-Sí, papi, pero no pares se siente riquísimo.
-¿Ah, sí? Bueno bebé, móntate encima de tu papá y cabalga, quiero que me llenes de tu sangre.
Ella lo hacía de una manera lenta sin saber cómo o qué estaba haciendo, lo intentó pero no pudo. Decidí bajarla y acostarla en la cama y seguir dándole como a ella le gusta, LEE DII DURISSIMOOOO.
-¡TOMA EL PIPÍ DE PAPI BEBÉ, TOMAAA, PERRITAAA!
Yo estaba totalmente sudado, lleno de sangre y muy caliente, seguí dándole verga a mi hija hasta que en un momento paré porque iba acabar y ella se siguió moviendo y le dije :
-Espera mami, no sigas que me vas hacer acab… ¡AAHHHH BEBÉ, QUÉ RICOO, AYYY BEBÉ!
Enterre todo mi pene y llené a mi hija de mi semen
-Ufff bebé, qué rica cotorrita.
Yo estaba totalmente sudado y a Isabella la bañe con mi transpiración. No quería sacar mi pija de su vagina hasta que la tuviera dormido.
Cuando saqué mi pene, me di cuenta que estaba totalmente lleno de sangre, lo que vi me calentó tanto que me volvió a erectar y comencé a pajearme con todo lleno de sangre.
Le metía los dedos pero Isabella se quejaba.
-Sí, mami, disfruta los dedos de papá.
Metia los dedos y sacaba gran cantidad de sangre y semen hasta que sentí que iba acabar por segunda vez y enterre mi guevo totalmente prensado, on agresividad en su vagina y ella gimió
-AYY PAPI ME DUELE. – Gritó Isabella.
-Ufff bebé, AHHH TOMA MÁS LECHE MAMI, DIOS QUE RICA ACABADA ME DISTE.
Aun sin sacar mi guevo dentro de mi hija le dije…
-Bebé, ¿quieres sentir más rico? -Sí, papi. – Respondió Isabella totalmente agotada.
La lleve a la orilla de la cama y empecé a soltar chorros de meo dentro de mi hija
-AY PAPI ME ARDE, ME QUEMA.
-Aguanta bebé, ese es el pis de tu papi.
Uff una delicia, caían al piso chorros de agua rosada y mucho semen.
Termine de orinar y saque mi pito flácido, me fui a lavarme y también a lavar a mi bebe con su conchita destrozada de tanta pija.
Y así volví a descargarme por tercera vez dentro de mi hija, una delicia.
Esta tercera vez pude notar que mi pene entró con más facilidad y su himen no puso fuerza porque ya no existía.
AHORA SÍ LA DESVIRGUÉ POR COMPLETO.
ES LA MUJER DE MI VIDA Y ES TODA MÍA.
Muy rico como siempre, hay que subir más pronto, guapo.