La chica de mi sueño
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sumiso88.
Hola a todos, ¿os ha pasado alguna vez que soñaís algo que ansias de verdad y estáis tan agustos que no queréis que el sueño termine? A pesar de todo en algun momento abriis los ojos y descubriis que todo ha sido un sueño. No obstante algo del sueño ha quedado dentro de vosotros y os sentiis como enamorados de vuestro propio sueño que a pesar de todo olvidareis irremediablemente salvo los aspectos que más te han marcado. Pues bien eso es lo que me ha pasado a mi esta noche.
Soy un chico sumiso que adora la dominación femenina y la humillación por parte de una mujer. Entre mis fetiches, el que más me gusta es la lluvia dorada y el facesitting. Esta noche mis fetiches han llegado al límite.
El sueño empezó de repente, sin ser consciente (o al menos así recuerdo) me vi en una habitación en cuyo centro había una obertura amplia y su suelo estaba a un nivel inferior al de toda la sala. Yo me encontraba desnudo en esta zona inferior y miraba a mi alrededor. No sabía que hacía allí ni porque estaba desnudo. De repente vi algunos traseros y sexos femeninos asomandose desde el nivel inferior.
Parecia que había dos chicas agachadas como para orirnar en donde me encontraba yo. Eran dos traseros preciosos, bien formados, firmes y que sin haberlos tocado podía deducir que la piel de estos era bien suave. Sin poder controlar mis deseos corri a situarme debajo intuyendo que ellas iban a orinar. No me importaba el hecho de que alguien me estuviera mirando, que todo fuera una broma de unos conocidos o algo por el estilo simplemente quería estar debajo de ellas para cuando ellas soltasen aquel ansiado líquido por mi. Mi carrera no fue en vano y justo cuando la primera chica empezó a orinar mi espalda ya se hallaba debajo. No os puedo describir cuanto placer sentí al notar aquel pequeño arroyo cálido de color dorado chocaba contra mi piel y la humedecía. La sensación era indescriptible y más cuando al girar la cabeza vi perfectamente como seguía saliendo directamente de su sexo.
Segundos después observé que la segunda ya había también empezado a orinar. Con unos pasos ligeros conseguí situar mi cara debajo de su chorrito antes de que ella terminase su cometido. Que gusto saborear aquel elixir de placer.
Todo estaba siendo genial, como era mi sueño y yo ansiaba más sin saberlo hice que aparecieran varias figuras más enseñando y haciendo lo mismo que había hecho aquellas dos bellezas. No obstante a ninguna pude observar de cuerpo entero.
Sin embargo cuando mejor no podía ir la cosa, apareció un último y precioso culo que se arrimó rápidamente al bordillo para también orinar, no obstante este parecía tener mucho interés en hacerlo y a mi opinión en aquel momento, se me antojaba que sabía muy bien que me estaba gustando y quería que disfrutara con su orín. Pensaba que hay quedaba todo pero no, tras retirarse ese último trasero el bello semblante de su dueña se asomó y miró abajo buscandome en aquella obertura.
Era una chica en la mitad de sus veintitantos, de cabello rubio y ondulado, piel lisa y labios carnosos y seguramente jugosos. Cuando sus ojos coincidieron con los mios me sonrío. Parecía muy féliz y yo no sabía por qué. A mi juicio estaba gozando de verme allí solamente vestido por el orín que todas las chicas y ella ultima habían soltado.
Después esta escena me vi terminandome de vestir tras haberme duchado. Salí por la puerta y allí estaba ella. No podía creermelo. Pensaba que no existían chicas que realmente disfrutasen orinando a un chico. Juraría que la que lo hacía solo lo hacía por complacer a su pareja no porque sintiera ella misma placer. Sin embargo…en mi sueño todos pensamientos acerca del tema estaban equivocados. Ella se me presento plantando un beso en mi mejilla que quedará marcado en mis recuerdos. Me dijo que se llamaba Laura y me invitó a pasear con ella. Pasamos todo el día juntos que en mi sueño fueron como 2 minutos y ella me explicó que nunca había orinado a un chico antes hasta que me orinó a mí. Y que sentía mucho interés en humillarme de esa forma y que yo la complaciera. Después de nuestra conversación me encontré en lo que según ella era su casa pero más bien parecían las galerías de una nave industrial(distorciones de los sueños).
Las galerías estaban protegidas por unas barandas de hierro. Laura llevaba un bonito traje negro que terminaba en una minifalda que le llegaba un poco antes que las rodillas. Sus pies estaban cubiertos por unos zapatos de tacón.
Me pidió que los besara y lamiera un poco y seguidamente me pidió que me tendiese en suelo para ella desnudando sus piernas pudiera agacharse y hacerme saborear su culo. Tenía un sabor exquisito y ella disfrutaba mucho. Hasta me permití el lujo de introducir mi lengua en su ano. Poco después ella se levanto, apoyó una de sus piernas en la baranda y me pidió que le lamiera su vágina con vello púvico pero no demasiado. Así lo hice y ella me dijo "quiero humillarte otra vez.
Quiero que seas para mí y orinarte siempre que pueda. No sé por qué pero el deseo de humillarte se apodera de mí y no pararé hasta conseguir tenerte siempre que quiera" Yo le ofrecí mi servidumbre y posicioné mi cara para que ella orinara. Esperando podía oler el rico olor de su sexo. No podía más deseaba que ella me orinase y cumpliera con su "humillación" si es así como se le puede llamar aunque yo sientiese placer con eso. Ya estaba cerca, iba a sentir de nuevo su orín…
[…]
¡Maldita sea! Desperté del sueño. La perdí, la perdí para siempre. La mujer que ansiaba desapareció y solo su recuerdo queda en mi mente. Triste recuerdo porque no era real pero a la vez feliz porque sentí aquello que tanto ansiaba que pasará. No obstante una triste historia sin duda. Ójala queridos amigos pudiera ahora comentaros lo feliz que me siento estando a sus pies mientras escribo esto. A pesar de todo aquí os la presento a todos y os la dejo inmortalizada en mis palabras. Para que no desaparezca del todo.
Espero que os haya gustado, y lo hayais podido sentir al menos una tercera parte de como lo sentí yo. Es una pena que no podamos manejar nuestros sueños. Si no os aseguro que todas las noches estaría a su lado para servirla. Es una pena que no haya o al menos no he encontrado mujeres como ella. A su lado podía sentir como un amor intenso emanaba de su ser y al mismo tiempo su caracter dominante hacia que me sintiera el sumiso más afortunado del mundo. Ójala en mi vida pueda toparme con aquella Laura de mis sueños, aunque no se llame asi ni responda a la descripción física, claro está.
Os deseo a todos lo mejor y que disfruteis mucho soñando que es precioso y que aquellas fantasías que cumplíis en vuestros sueños se os puedan hacer realidad.
Un abrazo a todos
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