La futura zorra colegiala

Como les menciono en mi biografía decidí contarles mi historia de como pasé de ser una chica popular, refinada y con buenos gustos a una zorra, puta y chica fácil por las malas amistades de mi nuevo colegio. .
Si bien este relato no contendrá mucho contenido sexual esto es debido a que debo ponerlos en contexto para que luego entiendan todo lo que me ocurrió.

Me llamo Keila y tengo 18 años estoy en el último año de la secundaria, soy rubia con un cuerpo de infarto, mido 1,64, estudio en un colegio privado pero por mis notas mis padres me mandan a una escuela pública donde allí pasaré de una chica popular a la zorra del colegio y la sumisa de mis compañeras y mi declive como chica respetada.
Esto está basado en hechos reales no juzguen pero esto me empezó a gustar muchísimo y no puedo parar.

Eso si no me iba muy bien en el colegio tenia notas muy bajas y como mis padres se cansaron de pagar ellos decidieron cambiarme el último año a una escuela pública que estaba a 5 cuadras de la que ya estaba actualmente. La verdad me molesto y me puse triste pero luego pensé, y me dije a mi misma que no estaba lejos de mi actual colegio y podría pasar a visitar a la salida.

El primer día de clases comenzaba y todos los chicos y chicas de ese colegio vestían con ropas andrajosas o decadentes, también descubrí que era la única chica rubia del colegio ya que todos y todas eran morochos de pelo negro.
– Donde me vinieron a meter, parece un colegio de pobres, son todos feos y las pibas pareces villeras y prostitutas de algún prostíbulo barato. Me decía dentro mío.
Mientras caminaba por el pasillo hacia el aula chicos y chicas me miraban con lujuria o con celos de parte de las chicas. Hasta recibí insultos sexuales y otros no gratos.
Claro yo pensando que por lo menos se vestían correctos yo era como una princesa que estaba vestida aunque no era la gran cosa me puse un jean ajustado tiro alto azul clarito, una remera mangas cortas básica ajustada rosa una chaqueta de gamusa marron y unas zapatillas rosas. Y me gusta estar maquillada y perfumada siempre cosa no estaba acostumbrados a ver por allí.

Al entrar al salón me senté en el fondo al lado de una chica que se llamaba Sol.
Obviamente nunca le hablaría solo fingía interés ya que no conocía a nadie y no podría sobre vivir sola tanto tiempo.
Sol: que tal mucho gusto.
– Mucho gusto me llamo Keila.
Sol: hola Keila che que bella que sos. No estamos acostumbrados a una chica fresa por aquí.
– Chica fresa?
Sol: una chica guapa y con dinero. Seguramente fuiste la más observada.
– Ah ni lo mensiones estos pajeros parece que nunca vieron a una chica encima son feos.
Ah Sol parece que no le callo muy bien ese comentario pero trate de arreglarlo.
– Osea no tengo nada contra nadie pero es que sentí intimidad y del colegio que vengo había chicos guapos.
Sol: mira que por ser guapos no significa te follen bien.
Aca y en otros colegios públicos están alzados los hombres.
– Ya estuviste con alguno?
Sol: con alguno? Jaja ya perdí la cuenta. De hecho salgo a zorrear con mis amigas y nos besamos con algún que otro chico.
– Chicos del colegio?
Sol: si a veces pero la mayoría vamos a otros y provocamos allí.
– Enserió?
Sol: sep hasta me eh rateado muchas veces para follar con chicos.
– Y tus padres no te dicen nada?
Sol: no, ni les importa si estudio o no hago lo que quiero.
Mira y para demostrate que no te miento mira.

Ella sacó su celular y me empezó a mostrar fotos de pollas.
– Ay pero que haces ? Guarda eso.
Sol: si las miras te prometo que las guardo.
– Esta bien terminemos con esto.
Eran como 30 fotos de peces diferentes, todos morochos tirando a negro. Había te todo yo me hacía la desinteresada pero Sol me decía comentarios que nunca había pensado y poco a poco empezaba a pensar en eso.
Sol: imagínate si lo guapa que sos lo que te harían los chicos feos. Te parten en dos.
Además te sacudirian con todo imagínate vos una chica preciosa follando con un chico feo pero vergon de rompen toda.

Me empezaba a sentir extraña una corriente excitante corría por mis piernas y mis cachetes los tenía colorados.
– Bueno ya toma, admito que son polla muy grandes pero no me gustan los chicos morochos y feos no son mi tipo.
Sol: pronto los amaras te lo juro. Jaja.
Ella mientras dejaba de mirarme volvía la mirada hacia la profesora.
Toda lo que resto de clases quería pero no podía quitarme las imágenes de esas vergas largas.

A la salida yo estaba por irme a casa pero Sol me toma de la mano y me pide que la acompañe a un lugar.
– Pero Sol ya me tengo que ir.
Sol: Dale por favor porque me da miedo ir sola y ahora que tengo una amiga en esta escuela quisiera que me acompañes, no es lejos es acá en la plaza Roca a 4 cuadras.
– Bueno vamos. Refunfuñando.

Cuando llegamos a la plaza allí están 2 chicas y 5 chicos.
Sol: hola chicos les presento a Keila es nueva en el colegio. Esta soltera.
– No era necesario esa información. Hola que tal.
Yo por respeto salude a todos, de parte de los chicos recibí algo más que un beso, algunos de ellos ponían su mano en mi cintura otros me besaban en el cachete y otros casi tocaban una nalga. Y todos me hicieron comentarios picantes y no dejaban de mirarme hasta que me sentí incomoda.
Sol: gracias Kei por acompañarme si queres irte podes que nos vamos a poner románticos.
Las tres chicas empezaban a besarse a los chicos besándose apasionadamente yo impactada ya que todo el mundo los veían mi mirada bajo a sus pollas que se dejaban ver bultos largos y grandes.
– Sol nos vemos mañana si? Me voy.
Ella sin importarle mucho me hizo un gesto con la mano de un ok mientras se besaba contra la pared con uno de los chicos.

Cuando llego a casa y me voy a bañar tenía mi vagina sensible como si quisiera masturbarme, y los cachetes colorados acalorados.
– Ufff que apasionados y que largas que la tenían esos chicos. Igualmente son horribles.
A la noche me levante algo caliente y sorprendida ya que soñé que me besaba en la cama desnuda con un chico negro villero lleno de granos feo y mientras me metía una verga larguísima me besaba el cuello. Reconozco que fue muy excitante tanto que me moje un poco.

Este es comienzo de mi historia real pero ahora vivo una vida llena de placer y gozo.