La Historia de mi ex novia: Una ninfómana real. Parte 1.
Aquello de que «no todo es lo que parece», suele ser cierto, y vaya sino lo sabré yo, que conoci a Romina creyendo que era una cosa, y termino siendo otra. Primera parte, primera confesión. .
Este relato es 100% verídico en cada una de sus partes. Se trata de la historia de un hombre, yo, y sus 13 años viviendo al lado de una ninfómana. Fueron muchos años, y pasaron muchas cosas, por lo que seguramente olvidare algún hecho de todos los que recuerdo, pero tratare de reproducir tal cual sucedió todo. Si no sos partidario de las fantasias morbosas, perversas, extremas, no leas esto. Si te encantan el tipo de chicas (reales) que quieren sexo las 24 horas del dia, los 7 dias de la semana, y que están dispuestas a todo por sexo, este relato es para vos.
Algunas partes del relato serán mas cortas que otras. Aclaración.
PRIMERA PARTE
PASADO
4 de Marzo de 2010, el dia que conoci a Romina. El destino había querido que fueramos compañeros en la carrera universitaria que empezábamos a estudiar.
Nos conocimos un 4 de Marzo, y el 30 de Junio ya eramos pareja.
En esos 3 meses entre conocernos y ponernos en pareja, habíamos sido “amigos”. Por supuesto que desde que la vi, me gustaba. Romina era una chica de 18 años con una hermosura particular, una larga cabellera, un hermoso cuerpo y una hermosa sonrisa.
Pero me atrajo algo mas de ella. Su personalidad.
Romina era callada, timida, sumisa, una chica criada en una familia tradicional con normas y costumbres tradicionales.
Si, creo que eso me atrajo de ella, porque yo era lo contrario a ella.
Su aspecto de ser una chica introvertida, timida, que casi no hablaba, me llamo la atención.
Desde ese momento y durante los próximos tres meses, me dedique a cortejar de todas las maneras posibles a quien era, en ese momento “mi amiga”. Una situación fue llevando a la otra durante esos tres meses, hasta que un dia decidi preguntarle si quería ser mi novia.
Ella acepto. Un beso de por medio.
Pero ninguno sabia lo que íbamos a vivir durante los próximos 13 años.
Los primeros hechos que marcaron el inicio de una relación compleja de explicar, sucedieron antes de que cumpliéramos un año en pareja.
Aun recuerdo como me lo pidió Romina. Estaba yo con unos amigos tomando algo, cuando me llego un mensaje de texto de Romina. Aun grabo en mi memoria ese mensaje.
“Te extraño, te amo, tengo ganas de sentirte dentro mio”.
Por supuesto que yo sabia que significaba eso, pero me sorprendio el hecho de que sea tan rápido. Si, lo se, hoy en dia es rapidísimo, pero en ese momento no, imaginen, nosotros llegamos a enviarnos cartas, por lo cual, encontrar a una joven de 18 años en ese momento, apurada por tener su primera vez con su novio, era cuanto menos, raro.
En ese momento tampoco sabia lo que se iba a iniciar a partir de ese momento.
Por mas duda que me haya quedado sobre la desesperación de Romina de coger por primera vez, yo accedi claro esta.
Teniamos 19 yo, y 18 ella. Nuestra primera vez, como la de todos que no son ni adultos, pero tampoco menores, fue “con amor”. Por supuesto que para mi fue algo muy lindo, intimo, pasional, fue algo de nosotros. Nuestra primera vez.
Por supuesto que despues de la primera vez, el sexo se hizo ya algo cotidiano para los dos. Hasta que un dia, una tarde, Romina tenia algo para contarme.
Ella me esperaba en la plaza cerca de donde yo vivía, era nuestro lugar, el lugar de la felicidad y el amor.
Pero ese dia, al llegar y encontrar a Romina, ella lloraba.
Recuerdo que su primera pregunta fue, “¿vos querias ser mi primera vez?”; yo negué eso, a mi realmente no me importaba ser el primero de nadie, era algo sin importancia para mi; pero para Romina esto si era importante.
Luego de decirle que no me interesaba eso, llego la confesión.
Luego de unos minutos abrazándola, ella me miro y dijo, “fui abusada cuando era una niña, y sos el primero que lo sabe en este momento”. Shock. Si, fue duro para mi, mas que nada por el hecho de no saber como manejar esa situación, que decir, tenia 19 años, no sabia muy bien como tratar el tema.
Pero si le asegure a Romina, que no todos los hombres eran iguales, y que yo la iba a ayudar a superar ese pasado sea como sea.
Lo que yo no sabia, en ese preciso momento, es que Romina nunca quiso olvidar ese pasado, sino revivirlo constantemente.
Excelente relato, me hizo recordar lo que yo he vivido y justo con tu escrito es muy parecido creo que escribiré el mio. Es aquí cuando descubres que quieres comentar estás cosas con alguien que te comprenda totalmente.