La historia de un putito adolescente

Lee el como un joven de 11 se fue convirtiendo poco a poco en un femboy con ganas de verga .
Hola a todos los que estén leyendo esto ahora mismo, llegó aquí de forma anónima, pero me pueden decir Angie; actualmente tengo 15 años, pero mi historia se remonta a vario tiempo atrás.

A la edad de 11 años, yo era un niño con mucho acceso a internet y poca supervisión y por casualidades del destino, terminé descubriendo el porno a una corta edad. Ese fue el comienzo de mi caída; primero fue lo normal, porno hetero común y corriente, pero como a poco fue aumentando, ya no era suficiente, me adentré al mundo del masoquismo, el BDSM y la dominación. Ya ni siquiera veía mujeres, solo era sexo gay y brutal, me masturbaba diariamente, pensando en lo increíble que era eso, lo mucho que lo deseaba. Pero no era un deseo normal, era uno alimentado por comentario externo de parte de tíos (siempre he tenido un culo bastante prominente, no llegando a lo exagerado, pero definitivamente es grande) que me elogiaban y manoseaban constantemente. Descubrí la cultura de los femboys y me enamoré, deseaba ser uno de ellos y que me utilizarán como en los videos que tengo veía. A los 12 me comenzaba a introducir cosas por el ano, era pequeñas, cómo lápices, cepillos de dientes o los mangos de los peines, imaginado que era cualquier otra persona usandome como un juguete de placer.

Pero me llegó una mala jugada de parte de la biología. Pelo, mucho y por todas partes, pronto, estaba cubierto de una capa de vello en mis partes íntimas, aquéllas que valoraba tanto por ser lampiñas y afeminadas. Mi fantasía desapareció por completo. Hasta que llegue a los 14, después de salir de una relación con una novia volví al refugio de la auto sexualización, pero está vez no era suficiente con solamente introducirme cosas por el ano, no. Ahorita tenía más visión, me depile de la mejor manera en la que pude, mi piel era liza y suave otra vez, comencé a ponerme faldas, medias y tops más femeninos, cada que lo hacía me masturbaba con los dedos en mi culito, después fueron cosas más grandes, plumones, desodorantes e incluido un vibrador en forma de lengua que tenía mi hermana, amo metermelo hasta el fondo y dejarlo encendido mientras hago cualquier cosa.

Comencé a documentar mis pequeños experimentos y luego me masturbaba viéndolos, era tediosa la parte de la limpieza pero todo valía la pena en casa ocasión. Al poco tiempo, dejó de ser divertido solamente hacerlo yo, deseaba la atención de alguien más, así que comencé a buscar por todas partes lugares en los cuales publicar mis vídeos sin limitaciones por mi edad y lo encontré en un grupo de sigal. Lleno de enfermos… Era perfecto, comencé a ofrecerme poco a poco, me exitaba la idea de que tantos hombres alrededor del mundo quisieran haceme cosas inimaginables, regalaba fotos y algunos vídeos por chats privados, con la única condición de que me dijeran que querían hacer conmigo, era delicioso todo. El morbo, la locura, el que todos me quisieran follar o violar todos los días.

Pero, lamentablemente, por una u otra cosa, termine dejando la app y borrando las fotos, intenté mantenerme limpio de todos eso durante medio año, pero ya no lo aguanto, volví a depilarme por completo y con más ganas de volver a tomarme fotos y dárselas a extraños para que se masturben conmigo, de mis pies, mis nalgas, mi pene, de lo que sea, ya no me importa nada, solo quiero que me morboseen como antes, hay interesados?