La Mamá De Mi Amigo
Una historia de mi niñez.
Por ahí a mis ocho años descubrí los primeros conocimientos sexuales gracias a un amigo y su mamá. Vivía en una privada como le llaman en mi país a varias casas en un mismo fraccionamiento cerrado. La mayoría de los vecinos eran personas que ni siquiera se daban los buenos días. Los adultos casi nadie se llevaba con nadie, solo en festejos o eventos de la privada. Pero en cambio los niños salíamos a jugar y nos conocíamos bien los unos a los otros.
Yo me empecé a llevar con un niño mayor que yo al cuál llamaré Ulises para cuidar su privacidad. Lo conocí como a los siete y nos hicimos muy buenos amigos. Él era como tres años mayor que yo aproximadamente, así que era como mi modelo a seguir en esos tiempos.
Era como un niño normal de diez años con gustos en super héroes, luchadores y todo eso. Nada fuera de lo normal. Conocí a sus papás, su papá trabajaba todo el día y su mamá era ama de casa, una señora muy joven que se embarazo a los catorce años. Para cuándo me empecé a llevar con Ulises estaba embarazada y poco después tuvo otro hijo.
Iba a jugar a casa de él o a ver la tele y pasar la tarde. Pero cuándo nació su hermanito se ausentaba un poco porque ayudaba a su mamá a cuidar al bebé. Ya casi no salía a jugar y deje de ir a su casa por un tiempo. Cuándo ya el bebé cumplió casi el año, las cosas parecieron volver a ser las de antes, y volvió a la calle con los demás niños e iba de nuevo poco a poco a su casa.
Una vez estaba aburrido en mi casa y pedí permiso para ir temprano a la suya. Normalmente salíamos a jugar como eso de la tarde, noche, pero ese día no había nada que hacer. Llegué toque la puerta, me recibió y me dejo pasar, todo normal. Su mamá estaba cuidando a su hermanito, y nosotros en la sala viendo la tele.
Nunca olvidaré ese día porque fue cuándo inició todo. Su mamá salió del cuarto y su hermanito estaba dormido, había terminado de amamantarlo. Ella llevaba una camisa blanca sin brasier. Se sentó en el sillón detrás de nosotros y le hablo a Ulises, diciéndole que le tocaba a él la teta. Me acuerdo que se negó y se puso apenado, pero ella le insistió porque sus pechos estaban dando leche en ese momento.
Se fue él también al sillón, ella se levanto la blusa dejándome ver sus enormes tetas oscuras con gotitas de leche. Me dijo que no me asustara que a Ulises le gustaba tomar pecho y siempre le da a él después de darle a su hermanito. Él le pidió que no me de explicaciones y ella solo le dijo que se apurara a beber. Se acomodo en el sillón y ella metió uno de sus pechos en la boca de su hijo y mi amigo empezó a mamar como un bebé. Me miraba muy apenado pero no dejaba de succionar, yo estaba hipnotizado nunca imagine ver algo así en mi vida. Ella lo noto y riéndome me explico que era normal, que muchos niños lo hacen hasta los adultos. Me platico del tema y comenzamos a platicar un poco por primera vez.
Ulises se detuvo y dijo que ya no quería, pero ella nuevamente le dijo que faltaba, que no le diera pena porque yo estaba ahí. Además de que éramos buenos amigos y ella me estaba explicando el porque no debía ver mal aquello. Asentí y él continuó con lo suyo.
Luego de un rato termino y ella se limpio los pechos con unas servilletas, le limpio la boca a Ulises y nos dejo solos para ver la tele. Yo seguía en shock por lo que vi. Él era algo intimidante y me dijo que no me atreviera a decirle a nadie o me iba a dar una golpiza. Le prometí que no, seguimos viendo la tele y más tarde fuimos a jugar con los otros niños.
Yo no podía de dejar de pensar en lo que vi. Tenía la imagen de los pechos de la mamá de Ulises en mi cabeza. Y lo peor no podía compartirlo con nadie. No sabía pero fue muy excitante a ver presenciado todo eso. Quería volver a esa casa y ver más. Y eso hice al día siguiente.
Fui un poco más temprano, pero para mi mala suerte ya les había dado pecho a sus dos hijos. Salimos a jugar y tenía que hablar del tema, me contó como fue que comenzó a beber por curiosidad de ver como comía su hermanito y su mamá le dejo probar sus senos, le gustó y desde entonces diariamente le da a los dos. Varias veces al día. No sé porque sentí un poco de envidia cuándo me conto eso jajaja.
Otro sábado me desperté muy temprano y tampoco tenía nada que hacer. Mis papás eran muy descuidados conmigo que me dejaban salir a cualquier hora. Así que fui a su casa con el pretexto de salir a jugar con él, pero aun estaba dormido. Aun así su mamá me invito a pasar. Vio la hora y dijo que podría despertarlo para que desayune y conviva conmigo. Me dejo pasar a su cuarto para que yo lo despertara. Estaba durmiendo solamente con una trusa de dibujos muy infantiles para alguien de su edad. Me reí un poco, para moverlo y despertarlo. Cuándo despertó se sorprendió de verme, aun dormido pregunto que hacía ahí y le dije que quería jugar o algo. Ya cuándo entro en razón se dio cuenta de que estaba en calzones, me reí fuerte y le grito a su mamá enojado porque me había dejado pasar así como así. La señora, que siento sería falta de respeto decirle señora si en aquel entonces tenía unos casi veintiséis años que la hacían lucir preciosa. Entro al cuarto molesta por la forma grosera que le grito Ulises preguntando cual era el problema, que por los calzones dijo él. Se notaba sumamente enojada, se acerco a él y de un solo tirón delante de mí se los quito diciéndole que si el problema era por eso, se los quitara y ella. Y con un tono de voz enfurecida le advirtió que si se ponía ropa le iba a pegar, lo iba a dejar desnudo delante de mi como castigo por su comportamiento.
Ulises casi llorando me dijo que por favor me fuera, pero ella le dijo que no me iba a ir. Que yo había ido para convivir con él y que por grosero tenía que pasar el día conmigo así desnudo. A ninguno de los dos nos quedo de otra, yo tenía miedo de irme porque en verdad ella estaba muy molesta. Por su parte él, por más que se intentara cubrir era imposible que se descuidará y dejara de vista su pequeñito pene, que a esa edad podría jurar lo tenía un poco más grande que el de él.
Lo acompañe a desayunar hot cakes que hizo su mamá y más tarde le tocaba su comida preferida. El pecho de su mamá. Ya con más confianza por el paso de mis días en la casa, esta vez me senté junto con ellos en el sillón, mientras veíamos la tele. Ella se quedo en la orilla, él estaba entre la parte de en medio, y su cabeza a la orilla junto con un pecho y yo me quede al otro lado cerca de sus pies.
Normalmente como me quedaba del lado de la tele, y Ulises de espalda, no podía verlo bien de frente. Pero ese día al estar al lado de él y él desnudo, vi como se daba leves pellizquitos en el pene y se le paraba, poco pero lo tenía parado. Ni hizo contacto visual conmigo ni nada, estaba disfrutando de mamarle la teta a su mamá.
Cuándo termino y nos quedamos solos, le conté lo que vi y me dijo que siempre que le dan pecho lo hace, siente cosquillitas ahí abajo y le gusta. Al parecer a Ulises le excitaba cuándo su mamá le daba pecho y ella lo sabía perfectamente. También ella disfrutaba de seguro y estando yo presente, apuesto que más.
Aquel día tuvimos más confianza. Fui algunas veces más y pasaba lo mismo, le daban pecho y él se daba placer sin saberlo. Como ya era alguien cercano, sin ninguna pena su mamá lo dejaba desnudo o en calzones para alimentarlo delante de mí. Al crecer comprendí que le gustaba exhibirse y exhibir a su hijo ante mí. Luego dejaron eso cuándo su hermanito creció y dejo de tomar pecho y él entro en la pubertad, pero es un recuerdo que de seguro ninguno de los tres olvidará.
Me gusto mucho, aunque más pareció una comedia de como 2 niños se volvieron mejores amigos que un relato erótico