La mejor paja de mi vida
Cómo pude experimentar la mejor paja de mi vida con las bragas húmedas de una mujer madura..
Todo comenzó en una tarde de verano. Yo me encontraba echando una siesta tras la comida cuando recibí una llamada de teléfono. Era mi hermana mayor, para decirme que una vecina suya necesitaba que alguien le colocara una lejas en el baño, pues al quedarse viuda, perdió al manitas del marido y mi hermana, conociendo mi habilidad para el bricolaje se acordó de mi.
Tomé mis herramientas y me fui a casa de esa señora. Al llegar me recibió con un refresco y después me dijo lo que quería. Necesitaba que le colocase dos lejas de metacrilato en el baño, o más concretamente, en uno de los baños.
Me puse a hacer los agujeros con el taladro y mientras ella se puso a hacer algunas faenas domésticas. Fue en ese momento cuando me di cuenta que en un rincón había un cesto para la ropa sucia. No pude resistirme, me acerqué al cesto y justamente arriba habían unas bragas blancas con una florecita y un lacito. Me llevé las bragas a la nariz y descubrí el mejor aroma de mi vida. Casi de inmediato se me puso la polla dura con aquel aroma dulzón y al mismo tiempo salado. Pase mi lengua de abajo a arriba para saborearlo y el corazón me estallaba, pero no podía masturbarme en esa situación y me guardé las bragas en el bolsillo para masturbarme en casa.
Cuando coloque la primera leja, ella me dijo que se iba a duchar en el otro baño. Cuando la vi pasar por el pasillo hacia el orto baño, me fui rápidamente hacia su dormitorio, y allí en el suelo se encontraban unas bragas negras. La prenda estaba caliente, húmeda y aromática. Inhalé fuertemente y no pude resistirme más. Me saqué la polla y comencé a masturbarme con el corazón a mil. No tardé en correrme con unos buenos chorros de leche sobre las bragas. Me limpié la polla de los restos de leche y continué con mi trabajo. Cuando ella salió de ducharse, se dirigió hacia su dormitorio, y tras ponerse una ligera bata de verano, vino hacia donde yo me encontraba dejando la ropa sucia en el cesto, y precisamente las bragas con mi leche quedaron encima de todo los demás.
Comenzó a peinarse mientras se miraba en el espejo y en un momento de silencio me dijo: sé que te la has meneado con mis bragas. He visto la lechada que has echado.
El calor subió a mi cara cuando me dijo aquello, pero ella se acercó muy segura de sí misma y me dijo que llevaba mucho tiempo sin gozar de una buena polla. Me agarró de la mano y me llevo a su dormitorio. Me hizo sentarme en la cama mientras ella se arrodilló en el suelo. Tomó mi polla que se encontraba en estado de reposo por la masturbación anterior y se la metió en la boca. Dando un pequeño apretón me saco una gotita de leche que quedaba y la saboreó. Fue lamiendo poco a poco de abajo a arriba hasta que me la puso dura como el granito. Comenzó a chupármela golosamente mientras me introdujo un dedo en el ano. De pronto se levantó del suelo y apoyándose en la cama me pidió que se la metiera por detrás. Así lo hice. Su coño era delicioso, peludito, con unos labios prominentes, y la vista desde atrás con aquel magnífico culo era para morirse.
Comencé a follarla fuertemente mientras ella gemía de placer con mis embestidas. Por un momento le saqué la polla y le pasé la lengua por el jugoso coño, bebiéndome los jugos que destilaba, para volverla a penetrar después.
Ella se corrió salvajemente y yo seguí bombeando para conseguir mi placer. Cuando dije que me iba a correr, ella me dijo que me corriese dentro, que quería sentir mi leche dentro de su coño. Cuando me corrí, ella tuvo su segundo orgasmo mientras descargaba mi leche dentro de su coño. Una vez acabado el tremendo polvo, ella ni siquiera fue al baño a limpiarse mi leche sino que se puso las bragas tal cual y seguidamente una bragas que sacó del cajón. Se acercó a mi y me dio un beso en la boca mientras me guiñaba un ojo.
Se me olvidaba decir que yo soy separado y desde aquel día, mi vida sexual es intensa. Follamos casi a diario, y cuando no podemos por cualquier circunstancia, si tengo ganas, siempre tengo unas bragas con su aroma para hacerme la paja. Espero que os guste mi relato.
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