La vecina y su hija
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Liceno.
Rondaba yo los 18 años cuando mis padres tenían amistad con otra pareja, los vecinos del piso de arriba.
Ellos tenían una hija que se llamaba Noelia, tenía el pelo castaño, un cuerpo con formas y unos ojos verdes que tiraban de culo.
Era la típica niña lista, avispada y muy vital, de las que le gusta saber y experimentar, con ella nunca te aburrías, siempre tenía alguna ocurrencia a ver cuál más original.
Siempre fue una relación muy agradable, quedábamos a cenar e incluso algunos fines de semana íbamos todos juntos al cine.
Noelia y Yo nos llevábamos muy bien, ya que nuestra amistad venia desde que íbamos a infantil.
Más de un día me tocaba pensando en mi amiga de juegos y por qué no decirlo en su madre, la cual alimentaba mis fantasías sexuales.
Su madre Mara, era una mujer muy hermosa, de alta estatura, cuerpo bonito , larga melena rubia y unos ojos del color del cielo.
Todo empezó un día de verano, como casi todas las tardes estamos Noelia, su madre y yo sentados en el sofá del comedor viendo la tele.
Mara, que es como se llamaba la madre de Noelia, rondaba los cuarenta años, tenía el pelo rubio y los ojos azules, era una mujer muy alta y con una figura a envidiar, le gustaba vestir bien y casi siempre iba bien arreglada.
En uno de los intermedios, mi amiga se levanto para ir al aseo, en el momento ella salió del comedor, note como su madre que estaba sentada a mi lado derecho, comenzaba a inclinarse hacia un lado, apoyándose en el reposa-brazos del sofá, he de reconocer que en ese momento se me pasó por la cabeza con cierta excitación, lo que segundos después ocurriría.
Un pedo largo y contenido, como si no quisiera que hiciera mucho ruido, pero sin ningún pudor, me imagino, que para que su hija no lo oyera.
Cuando paró, el cual duró un par de segundos, le siguió uno muy cortito, como para terminar de vaciar y después un ligero suspiro.
yo me quedé atónito, en varias ocasiones había fantaseado con ello en mis momentos mas calientes, pero nunca me imaginé que llegara a presenciarlo.
Ella siguió como si nada mirando la televisión, pero algo inevitable comenzó a suceder, mi entrepierna comenzó a hincharse hasta que era claramente visible el bulto que hacía en mi pantalón, en ese momento ella se giró de manera fugaz y creo que algo vio ,yo rápidamente cogí un Almohadón que había sobre el sofá y disimuladamente me tape.
Esa noche antes de acostarme, intente recordar con todo detalle lo acontecido, lo que me regalo un fabuloso orgasmo.
Tras lo sucedido, no pasó ni un día que no fuera a su casa por las tardes a ver la tele con su Noelia y Mara deseando otra experiencia como aquella.
Gracias a Mara había descubierto un fetiche hasta ahora desconocido para mí.
Pero tubo un pasar algún tiempo hasta que ocurriera algo de similares características.
Estaba en el dormitorio de Noelia jugando a la consola, cuando en una partida muy reñida y excitante conseguí vencerla, le supo muy mal perder, así que una vez terminada la partida se abalanzó sobre mi, comenzamos a luchar de broma, nos estábamos divirtiendo cuando yo acabé en el suelo boca arriba muerto de risa, ella quedó sentada sobre mi tripa como signo de victoria, me había vencido en la lucha, en gran parte debido a mi ataque de risa.
Ella se quedó parada, ahí sentada y me dijo.
-No me gusto perder, casi lo consigo.
Yo le respondí que había sido cuestión de suerte, pero ella seguía sentada sobre mi tripa sin levantarse.
-Venga levanta, -le dige.
-Dame un segundo.
Entonces vi que se me quedaba mirando a los ojos, como esperando algo.
-¿Que pasa?, -le digo
-Es que hay una cosa que me gustaría hacer, dame un minuto que me está viniendo.
-¿El qué?.
Entonces empecé a apreciar un cierto esfuerzo en su cara, vi como se inclinaba hacia delante, como si fuera a darme un beso o eso es lo que en un principio me pareció, seguidamente sentí una vibración en mi tripa, era como cuando de pequeño té hacían una pedorreta en la tripa, pero esta vez iba acompañada de un ligero calentón en la zona, a la vez que un sonido hueco como cuando se arrastra un mueble.
Duro un par de segundos y seguidamente ella lanzó un suspiro de alivio, relajando su cara de esfuerzo.
-¿Que haces?.
-Un momento que me viene otro.
-¿Te has tirado un pedo en mi tripa?.
-Es que cuando estaba encima de ti, me vinieron ganas de tirarme un pedo y me apetecía tirármelo encima de ti, así otra vez te pensaras dos veces antes de ganarme.
De nuevo su cara de esfuerzo.
Yo pude haberla tirado de encima mía en ese momento, pero no lo hice, me estaba gustando.
De nuevo sentí la vibración en mi tripa, esta vez fue algo mas largo, ella se estaba empleando a fondo, se había puesto colorada del esfuerzo que habia hecho.
A continuación se levanto como si nada.
En la habitación enseguida se pudo apreciar con claridad el aroma que había dejado.
No me lo podía creer, no solo lo había oído, sino que lo había sentido perfectamente sobre mi tripa, estaba excitadísimo y de nuevo no pasó desapercibido aunque yo tratara de disimularlo.
Para mí que ella tomó nota del asunto, pero bueno era algo que yo pensaba que a ella no le excitaba, simplemente creí que le había pareció divertido y por eso lo había hecho, pero creo que le gusto que me gustara, a partir de ese momento ella utilizaría cualquier excusa para poder complacer mi fetiche, pero en un principio sin que ello supusiera una relación sexual entre nosotros, que era lo que yo deseaba.
Un ejemplo de ello, fue lo que ocurrió una semana después, cuando estando en el sofá los dos solos y su madre en la Cocina preparando la merienda, de repente pude notar como vibraba el sofá y un sonido hueco retumbaba bajo mi culo, ¿se estaba tirando otro pedo?.
Casi al unísono nos giramos y nos miramos a los ojos, me di cuenta que ella esbozaba una leve y picara sonrisa como diciendo, se que lo has oído, pero no me importa.
A los pocos segundos se levantó hacia la cocina.
-¡Tengo hambre!, dijo Encarándose hacia la cocina.
En el momento la perdí de vista, mire el almohadón donde había estado sentada, no pude evitarlo, era lo que me apetecía hacer en ese momento así que fugazmente puse mi cabeza en el almohadón que había estado bajo su culo y por un instante pude confirmar mis sospechas, olí con claridad la fragancia que había dejado impregnada en el almohadón, claramente se había tirado otro pedo, ya no le importaba mi presencia, se los tiraba sin ningún pudor, le divertía ver los efectos que ello ocasionaba en mi.
Pero algo iba a ocurrir esta vez, como si se tratara de una treta, apenas había llegado a la cocina dio la vuelta en redondo, camino sigilosamente hacia mi pillándome infraganti con mi cara hundida en el almohadón, se detuvo justo a mi lado y me dijo.
-¿Me dejas sentarme?.
Yo di un respingo, como el que da alguien cuando sabe que lo han pillado haciendo algo que no debería, la situación le debió de hacer gracia, ya que sonrío.
¿Que pasaría por su cabeza?, en el primer pedo, claramente fue consciente de mis excitación y en el segundo me había pillado infraganti oliendo el aroma que había quedado impregnado en el sofá.
Vueltas le daría ella al asunto cuando un día que nos quedamos solos en su casa, estando sentados en el sofá, noté que cogía un poco de aire y conteniendo la respiración se inclino un poco a la vez que soltaba un sonoro pedo, no estaban sus padres, para que cortarse, le vino y se lo tiro con todas sus fuerzas, como si quisiera que sonara, me miro a los ojos y me dijo.
-Que día de tirarme pedos llevo, no se que he comido, pero es una locura los pedos que llevo ya, los anteriores me los he tirado con cuidado, par Aure no se oyeran, pero ¡que demonios!, se que no te importa, me he dado cuenta que te excitan y a mí me resulta muy divertido tirármelos delante de ti, así que no me voy a cortar, cuando me vengan me los tiro delante de ti, ¿te importa?.
Por un momento me puse rojo como un tomate, lo noto en mi cara, entonces ella comenzó a reírse.
¿En serio te da vergüenza hablar de ello?
¡Pues si!, hasta ahora había sido mi fantasía y ahora de repente es público.
No es público, solo yo lo se.
¡No!, tu madre también se imagina algo, me pilló todo empalmado cuando se tiro un pedo junto a mi en el sofá en un momento en el que tú no estabas.
¿Eso hizo mi madre?
Si, le apeteció tirarse un pedo y se esperó a que tú no estuvieras para hacerlo, no le importó que yo estuviera, sabía que yo no diría nada.
Mi madre es muy, pero que muy pedorra, ese día se lo tiraría porque ya no podría aguantar más, cuando tú te vas por las tardes, esto parece un bombardeo, se resarce en el momento tú sales por la puerta.
Yo creo que disfruta haciéndolo, alguna vez la he pillado cogiendo la mano de mi padre a escondidas en la oscuridad del sofá por la noche viendo la tele, inclinarse ligeramente hacia un lado y ponérsela debajo del culo y al momento tirarse un par de pedos, luego mi padre poco a poco retira la mano y mi madre le da un beso en la mejilla, como de agradecimiento por dejarle expresar su fetiche.
Yo creo que ella tiene el mismo fetiche que tú.
Dicho esto me cogió la mano, levanto el culo un palmo del asiento y se la puso debajo del mismo.
¿Te gusta tenerla ahí?
Claro que me gusta.
¿Y que te gustaría que hiciera ahora?
No podía superar mi vergüenza, tenía la mano debajo de su culo.
Llevaba puesta una falta de tela que le llegaba a las rodillas, pero está notando todo, incluso mi dedo corazón creí sentir estaba a la altura de su coño.
Entonces ella dijo.
¡Espera un momento que tiene que estar al caer uno!, voy a darte algunos recuerdos bonitos para que pienses en mí cuando yo no estoy.
Seguimos viendo la tele y yo con la mano debajo de su culo, en una ocasión moví un poco el dedo indice, empujando ligeramente la tela hacia el interior de su coño, ella tubo que darse cuenta entonces de la posición de ese dedo, porque se giró y me dijo.
Cuidado con lo que haces o se te acaba la diversión.
Pasaron unos diez minutos, entonces vi que Noelia como tranquilamente cogía el mando de la tele y le quitaba todo el volumen.
¿Que haces?
¡Silencio!
Comencé a notar en mi mano como su ano empezaba a hincharse, pasaron un par de segundos y claramente se podía apreciar en su cara la fuerza que estaba haciendo para tirarse el pedo, al parecer a le estaba costando soltarlo a causa de la presión que mi mano ejercía sobre él, así que para ayudar a su salida se inclino un poco hacia adelante para darle algo de facilidad a su expulsión, entonces empecé a notar perfectamente la vibración en mi mano, así como un ligero calentón debido al gas caliente que estaba saliendo por el.
¿Te ha gustado?, -dijo Noelia.
Mucho
Bueno, me alegra que te guste, creo que yo también le estoy encontrando la gracia.
Así que jugaremos más a este juego.
Deja la mano hay si quieres un rato, seguramente me vengan más pedos.
Yo estaba encantado, no pasaron ni cinco minutos cuando de repente ella me empiezo a dar me palmaditas en el muslo diciendo.
¡Espera espera!
¿Que pasa?,
Me está viniendo uno y creo que va a ser fuerte.
Vale vale, ¡tíratelo en mi mano!.
¡No!
¿Como?
¡No!, este quiero que lo huelas, ¿o eso es lo que te gusta, no?, el otro día te pille oliendo el almohadón donde me había tirado uno.
Si bueno, pero nunca lo he olido directamente de un culo.
Puesta esta va a ser tu primera vez.
Dicho esto se incorporó a la vez que me empujaba la cabeza hacia el sofá.
Yo quede tendido boca arriba.
Entonces ella comenzó a agacharse acercando poco a poco su culo a mi cara, su falda quedaba a ambos lados de mi cabeza, podía ver con claridad sus blancas bragas, continuó bajando hasta que chocó contra mi cara, entonces subió un poco quedándose a menos de dos centímetros de ella y así permaneció durante unos segundos, entonces dijo.
¡Aquí viene!
Comencé a apreciar a través de las bragas como su ano se hinchaba, no lo contuvo en absoluto, sonó como un trueno, pude sentir con claridad la expulsión del gas en mi cara de lo fuerte que salió, fue como un fuerte soplido en mi cara y como no un fuerte olor a pedo, el mismo que había olido días atrás en el almohadón, pero esta vez mucho más fuerte.
Jajaja.
Rió ella.
¡Me acabo de tirar un pedazo de pedo en tu cara!.
Si y me ha encantado.
Lo más fuerte es que a mí también, si no te importa vamos ha hacer una cosa.
Déjame que me siente en tu cara mientras veo la serie, creo que me quedan un montón de pedos y podría ser divertido.
De acuerdo.
Dicho esto dejó caer su culo en mi cara, quedándose sentada sobre ella.
Iba cambiando de postura cada poco tiempo, para que yo pudiera respirar.
Aunque no se había quitado la ropa, podía oler su coño a través de sus bragas, era embriagador, según cambiaba de postura a veces tenia su ano en mi boca y a veces su coño, no parecía que a ella le importara y por supuesto yo estaba encantado.
Al cabo de un momento, llegó el primero, en ese momento su ano coincidía con mis labios, pocos segundos antes ella había maniobrado con su culo seguramente para que ello ocurriera, no pareció mera casualidad, comencé a notar como se dilataba y seguidamente vibraba con fuerza, lo sentí perfectamente en mis labios, ella había soltado un sonoro pedo seguido de un suspiro, así fue durante al menos una hora, uno cada cinco o diez minutos.
Podía oír cómo se reía cada vez que se lo tiraba, se lo estaba pasando bomba.
Entonces de repente se oyeron unas llaves en el paño de la puerta, Noelia se incorporó rápidamente y dándome un empujón se sentó a mi lado a la vez que yo me sentaba bien.
Eran sus padres que volvían de comprar en El Centro comercial.
¿Que tal, como vais?, -dijeron sus padres.
Aquí, viendo la tele un rato, -Contestó Noelia.
¡Muy bien!, dijo su madre.
Su madre llevaba puesta una falta larga hasta la rodilla, su larga melena rubia suelta y una sonrisa de oreja a oreja, estaba preciosa.
Entonces el padre de Noelia la llamó y le dijo que la acompañara al cuarto un momento, para ver algo de los deberes que tenía pendientes, Yo me quedé solo en el comedor con Mara.
Menuda mañana de compras, no hemos podido parar ni un momento, -diciendo esto se sentó en el sofá a mi lado.
¿Tú que tal? Dijo mara.
Bien, pasando la tarde con Noelia.
Se nota que hacéis buenas migas.
Entonces mara giró la cabeza hacia la puerta del comedor para asegurarse de que no había nadie, se giró hacia mi y me dijo.
Jolín, toda la mañana rodeada de gente, hasta en el ascensor había gente, Vengo con la tripa hinchada de los gases que tengo.
¿que?.
Puso su mano izquierda en mi muslo derecho mientras miraba fijamente mi entrepierna, se inclino hacia mi y comenzo a tirarse un largo pero silencioso pedo, duro al menos 4 segundos, se notó que llevaba tiempo aguantándoselo.
Mi polla salto como un resorte.
¡Lo sabía!, te ponen mis pedos.
¡Si!, tu me pones mucho, pero tú pedos me vuelven loco.
Ojalá a Luis también le pusieran, a mi me trastornan.
Espera, uno más y me voy.
Para tirarse este se inclinó hacia el otro lado, pero no lo justo para que saliera, sino que se puso casi horizontal, encarándome su culo con todo descaro hacia mi.
Este pedo fue muy parecido al anterior, salió con mucha fuerza, pero sin casi nada de ruido, parece ser que esa era la tónica general con los pedos de Mara.
¡Para ti!, – Dijo.
Yo me quedé mirándola atónito, ella se incorporó, me besó la frente y dándose la vuelta me dijo.
¡Disfrútalo!
Dicho esto se marcho mientras yo miraba su trasero, intentaba imaginar su culo a través de su larga falda, ella lo movía con descaro mientras giraba la cabeza para asegurarse de que estaba mirándola.
Parece ser que Noelia tenía razón, su madre era una pedorra de primera.
Yo rápidamente puse mi nariz en el almohadón donde hacia unos segundos Mara se había tirado un pedo, esnife con fuerza y poder así oler su fragancia.
Pasaron unos minutos y Noelia no venía, parece ser que tenía mucha faena con su padre, así que espere en el sofá viendo la tele.
Al cabo de unos veinte minutos apareció Mara por el comedor.
Noelia aún tardará unos diez minutos.
-Dijo.
Ella venía directa hacia mi, mirándome a los ojos, se paró justo delante de mi y se dio la vuelta tapándome la tele, la poca distancia que le separaba de mi la anduvo hacia detrás, hasta que sus talones chocaron con mis pies.
¿Mara, no veo la tele?, -dije.
Espera, que esto te va a gustar más que la tele.
Dicho esto se tiro un pedo justo delante de mi.
¡Ahí!, es que me vinieron ganas, seguro que te ha gustado.
Si, ha estado muy bien.
Un par de días después nuestros padres propusieron que fuéramos todos juntos un par de días de casa rural, lo cierto es que a todos nos apetecía, más que nada por hacer algo divertido y de paso juntarnos las dos familias.
Nos levantamos por la mañana y comenzamos a organizar el viaje.
Cuando todo estuvo cargado, mi padre se percató que en nuestro pequeño coche no cabíamos mi hermana y yo, así que me dijo.
¿Porque no te vas tú con Noelia y sus padres que tienen más sitio?
Allá que fui al coche de sus padres, su padre se me quedo mirando pensativo y me dijo.
Nosotros también vamos a tope, pero ¿si quieres que se siente Noelia que pesa menos en tu regazo?, así cabremos todos.
Noelia, ¿que te parece si te sientas en el regazo de Lucas? Es que si no no cabemos en los coches.
Vale, no hay problema, yo peso poco y a Lucas no le molestara.
-En ese momento se giró hacia mí y disimuladamente me guiñó un ojo, inocente de mi no caí en la cuenta de lo que podría significar ese guiño.
Comenzó el viaje y nada más arrancar, Noelia dijo.
Papa, bajo la ventana que hace mucho calor.
Vale, pero igual os molesta el ruido del aire al circular.
No te preocupes, si nos molesta la cerramos.
Una vez hubo bajado la ventanilla, aumentó el ruido considerablemente, pero se estaba bastante más fresco, yo llevaba un bañador corto y ella un biquini con un pareo.
Ella estaba sentada sobre mi trasversalmente, pero en el momento su padre cerró la puerta del coche cambio de postura de manera que su entrepierna encajaba perfectamente en mi muslo derecho, podía sentir la calor que desprendía su sudado coño en mi muslo desnudo.
Durante el viaje charlamos toda la familia de temas de actualidad, como el colegio del año que viene o de la película de estreno de turno.
Al cabo de una media hora de viaje y mientras estábamos charlando, noté como si Noelia apretara los abdominales, se movió un poco hacia adelante y entre frase y frase sentí una vibración en mi muslo justo debajo de su su culo igual que la que había sentido en mi tripa aquel día de los videojuegos, pero esta vez hubo algo más, un olorcillo comenzó a sentirse en el ambiente que me resultaba familiar, lo había olido en el almohadón del sofá aquel día que me pilló oliéndolo en casa de sus padres pero rápidamente de disolvió gracias a la corriente d aire que hacia la ventanilla.
Yo la besé en la nuca y ella entonces me cogió la mano.
Le siguieron tres o cuatro pedos más, no paraba de pederse en mi pierna sin ningún pudor, yo cada vez que lo hacia le daba un beso en la nuca, a mi me daba mucho morbo, ver cómo a menos de un metro de sus padres, Noelia se estaba inflando a tirarse pedos sobre mi.
Da igual lo fuerte que se los tirara, el ruido del viento lo amortiguaban todo.
Entonces mi entrepierna comenzó a hincharse, pero esta vez tenía un problema serio y es que su muslo derecho estaba situado sobre ella, estaba sintiendo mi rígida verga en su muslo.
Pasados unos segundos, me di cuenta de que ella no sería la que me delatara, ella hacía lo que le apetecía y guardaba silencio sobre mi excitación, estábamos compinchados.
Creo que lo hacía adrede, porque en los minutos siguientes cualquier movimiento que ella hacía, acababa con un roce de su muslo sobre mi polla, entonces ella apoyo su mano izquierda sobre mi polla, como si fuera un reposa-brazos, me iba a correr si seguía así.
Me acerqué a su oído y le dije.
Si no paras de rozarme la polla me voy a correr y la vamos a liar.
Ella disimuladamente cambió de postura para no tocarme más.
Al cambiar de postura, su ano ya no quedaba sobre mi pierna, sino en la parte derecha, entre mi muslo derecho y la puerta del coche.
Yo estaba ardiendo de deseo y en un alarde de valentía, puse mi mano derecha en su culo, ella no dijo nada, así que comencé a pasar mi dedo índice por la raja de su culo, arriba y abajo, entonces percibí como su ano comenzaba a hincharse, lo podía notar con claridad, así que aparte el bañador y puse mi dedo sobre el.
La yema de mi dedo corazón tapaba su ano, entonces ella se giró hacia mi.
Yo me esperaba lo peor, que se enfadara y me apartara la mano, pero ¡no!, Me dijo.
Si no apartas el dedo un poco no puede salir el pedo.
Yo dejé de presionar un poco pero sin apartar mi dedo, comienzo a salir el gas, era muy curioso que yo con variar ligeramente la presión de mi dedo, aumentaba y disminuía el gas que estaba saliendo por su culo.
De nuevo se giro y me dijo.
Ahora quiero que te chupes el dedo.
yo le hice caso sin rechistar.
Y ahora ¡méteme el dedo en el culo!.
Puse el dedo sobre su ano y maniobrando con cuidado para no hacerle daño, se lo metí hasta la primera falange.
¡Déjalo ahí un ratito!.
A todo esto sus padres en la parte delantera del coche y yo con medio dedo corazón dentro del culo de Noelia.
El viaje aún duro una hora más y durante ese tiempo se tiro al menos cinco pedos, lo hacía con cuidado, despacio para que no sonaran demasiado, cuando tenía ganas, ella hacia fuerza, yo lo notaba en el dedo, lo sacaba ligeramente y entonces ella se los tiraba con algo de esfuerzo, se lo estaba pasando bomba, es más, me atrevería a decir que su coño estaba mucho más húmedo de lo que podría ser habitual por el calor.
Llegamos al río que estaba junto a la casa, se trataba de un paraje natural muy bonito, con un río de agua cristalina y mucha vegetación.
¡Vamos a bañarnos Lucas, que este sitio es muy bonito!.
¡Coge las gafas de bucear que seguro que hay peces!.
Salió corriendo mientras se quitaba el pareo, corrí tras ella con mis gafas de bucear, nos metimos en el río y comenzamos a divertirnos, en un momento dado me dijo.
¡Corre, sumérgete con las gafas y mírame el culo!, que te va a gustar.
Tan pronto me sumergí, ella comenzó a inclinarse un poco hacia delante poniendo el culo en pompa, entonces oí como ronroneo debajo del agua y comenzaron a salir burbujas por la pare superior central del del biquini.
Saque la cabeza del agua y allí estaba ella sonriendo, le encantaba, era muy divertido para ella buscar situaciones diferentes, curiosas, dando rienda suelta a su imaginación.
¿Te ha gustado?, ¿Alguna vez habías visto algo así?.
Si, me ha gustado, nunca lo había visto, ¿Aún te quedan pedos? Le dije yo.
¡Claro!, he desayunado Coca-Cola y tengo la tripa llena de gas, ya te voy diciendo, ¡no te separes de mí!.
Al cabo de un momento me dijo.
¡A ver si puedes cazar con la boca alguna de las burbujas que hago con mi culo!.
¡Vale!, ¡cuando quieras!.
Yo me puse detrás de ella con las gafas de bucear puestas, ella se sumergió y se tumbó boca abajo en el lecho Del Río, yo entonces me zambullí situandome a unos pocos centímetros de su culo y abrí la boca, ella entonces comenzó a expulsar gas por su culo, yo rápidamente intente cazar todas las burbujas que pude, no sé si cacé alguna, pero lo que si que se es que luego nos reímos un montón hablando de nuestra rara ocurrencia.
En el par de horas que estuvimos en el río, se tiro multitud de pedos, ella me avisaba y yo le miraba el culo, fue muy divertido.
Cuando llegamos a la cabaña, la comida ya estaba preparada, comimos y Noelia y Yo nos fuimos a dormir la siesta, evidentemente no nos dejaban dormir juntos, ya que éramos mayorcitos para eso.
Yo estaba muy cansado.
Mis padres se quedaron charlando en el porche con Mara y su marido.
Yo con el soniquete de la conversación, me fuí durmiendo.
Estaba casi dormido cuando oí a la madre de Noelia decir.
Voy un momento al aseo y ahora vengo.
Seguidamente oí sus pasos por la casa, pero estos no iban hacia el baño, venían hacia mi cuarto, yo rápidamente cerré los ojos y me hice el dormido, los pasos se detuvieron justo a mi lado, a la altura de mi cabeza, ¿que estará pasando?, pensé.
Entreabrí ligeramente lo ojos y cuál fue mi sorpresa, tenía justo delante de mi cara a apenas cuatro dedos de mi boca el culo de Mara.
¿Qué esta ocurriendo?, me pregunte yo, pronto lo iba a saber, su mano derecha comenzó a deslizarse por su muslo, hasta que el dedo corazón pudo agarrar su bañador por debajo, estiro de el dejando su ano al aire, nunca había visto uno tan cerca, podía ver perfectamente su ahujerito, prácticamente lo podía saborear, lo tenía a pocos centímetros de mi cara, cuando de repente vi claramente que comenzaba a hincharse, estaba cogiendo la forma de los labios al silbar, como de un pequeño volcán con su hoyuelo en el centro, entonces comenzó a expulsar gas, era como si me soplarán en la cara, como cuando te quieren quitar una pestaña que se te a puesto en un ojo, no hizo casi nada de ruido, solo como un soplido, eso si, el olor a pedo era considerable, era el mismo que el que había podido oler en el almohadón del sofá de su casa.
Permaneció allí inmóvil unos segundos más y entonces su ano comenzó a hincharse de nuevo, pero esta vez no salía nada, yo podía oír cómo hacia fuerza, como si quisiera cagar, yo entonces me asuste, me temía lo peor, pero ¡no!,a los pocos segundos no fue mierda lo que salió, sino otro pedo, pero mucho más flojito que el anterior.
No me lo podía creer, era alucinante, menudo pedo se acababa de tirar mi vecina en mi cara, me excitaba pensar que estaba sentada en el porche como si nada y cuando le vino en gana vino a tirarse todo lo que tenia a mi cara, pero ahí no acabó la historia.
Soltó el dedo que aguantaba el bañador y comenzó a incorporarse, cerré los ojos de nuevo, no quería que supiera que lo había visto todo, pero entonces ella se quedo quieta por unos instantes, como observando, entonces note como me destapaba la sábana con suavidad y ahí estaba yo con mi polla tiesa como un palo.
Era más que evidente que estaba despierto, mi empalme era considerable, entonces ella comenzó a maniobrar con mis calzones hasta que hubo sacado mi polla por el ojal, seguidamente me la agarro con firmeza, como si no quisiera que se escapara, note como le dejaba caer una buena cantidad de saliva y luego después de bombearla un par de veces, noté como se la introducía en la boca, que locura, que sensación, nunca había sentido algo así.
Subía y bajaba con sus labios apretados a la vez que succionaba con fuerza, yo con mi mano derecha comencé a tocar su culo, que había quedado en pompa a la derecha de la cama, meti los dedos por dentro del bañador y sin ningún miramiento, le metí el dedo corazón por el culo.
A los 20 segundos me había corrido en su boca en medio de fuertes espasmos.
Entonces Mara dejó de chupar fuerte y pasó a hacerlo con suavidad, como el bebé que chupa de una teta, estuvo como cinco segundos, hasta que no quedó ni una gota que sacar, entonces me introduzco la polla en el calzoncillo y mientras me tapaba con la sabana, se tragó el semen de su boca de un trago.
Se incorporo, se ajustó el bañador para que le tapara bien, me dio un beso en la frente, salió con sigilo de la habitación y fue a reunirse con los demás en el porche.
Según salía por la puerta, comentaba.
¡Tenía hambre!, he ido a pegar un trago de leche.
Que picara, como ironizaba, ya sabía a quien había salido Noelia.
Después de lo sucedido, añadido al sueño que tenía y el nivel de relajación al que me había dejado Mara, dormí plácidamente un par de horas.
Cuando me levante salí al porche.
Allí estaban todos, incluida Noelia.
En el momento me vio Mara, dijo.
¡Hombre! el bello durmiente, ¿que tal has dormido?
Muy bien, tuve un sueño precioso.
Me alegro, espero que tengas más, seguro que ha sido de lo mas agradable.
A todo esto, ¿queréis algo de merendar?.
¡Vale! Contestamos los dos.
¿Os parece bien un bocata de nocilla?
Perfecto.
A los cinco minutos estaba Mara de vuelta con los dos bocatas, aunque el mío parecía algo aplastado.
Nos alejamos caminando de la casa por un sendero a través del bosque, mientras caminábamos, me dispuse a darle el primer bocado, aprecie un olor que me era familiar, olía como el pedo que Mara, lo sabía porque un par de horas antes se había tirado uno en mi cara.
¡Noelia!, ¡huele mi bocadillo!
¿Que pasa?
¡Tú huélelo!, ¿a que huele?
Ella lo agarro y se lo puso en la nariz.
¡Joder!, ¡huele a pedo!.
Si, a pedo de tu madre.
¿Y como sabes que es de ella?
Porque huele igual que el pedo que se tiro esta tarde en mi cara mientras me hacía el dormido en el dormitorio.
¡Que pedorra!, ¿se tiró un pedo en tu cara?.
Se lo está pasando bomba contigo.
Pero no solo eso, es que no contenta con su hazaña, se puso chupar mi polla hasta que me corrí en su boca y se trago mi semen.
¡Que fuerte!, si que está caliente.
¿Y que vas ha hacer al respecto?
Pues mira, respecto a la mamada dejarlo pasar y hacerme muchas pajas pensando en ello.
¿Y respecto a tu bocadillo?
Pues comérmelo, que tengo un hambre canina y el olor a pedo de tu madre me pone caliente.
¿Si?, Pues entonces vamos ha hacer una cosa.
Dicho esto, Noelia se sentó en el suelo poniéndose mi bocadillo debajo de su culo.
A mí también me apetece aportar algo a tu bocadillo.
Pero Noelia, ¿aún te quedan pedos?.
De momento no, dame unos minutos y seguro que me viene alguno, te contare algo mientras esperamos.
Vale, ¡cuenta!.
¿Te acuerdas de María?.
¿Tu amiga del instituto?.
Si, la que dices que está tan buena.
Vale, me acuerdo.
Pues pasa que nos hemos hecho súper amigas y el otro día me hizo una confidencia.
¿Que te dijo?
Me dijo que hace unos días mientras su novio le comía el coño le vinieron muchas ganas de tirarse un pedo y que haciéndose un poco la disimulada se lo tiro y a su novio le supo súper mal.
Le dijo que eso era una cochinada, a ella le sentó súper mal, me contó que eso era algo natural y que a ella le parecía divertido, incluso excitante.
Entonces yo le conté las algunas de las cosas que hacemos tú y yo y se quedó fascinada, creo que le gustaría un día venir a tirarse unos pedos con nosotros.
Me parece genial, me pongo caliente solo de pensarlo.
No te hagas ilusiones, solo fue un comentario, no se hasta que punto ella estaría dispuesta a jugar con nosotros.
Bueno, lo cierto es que Maria me gusta mucho, el otro día cuando vino a tu casa no podía evitar mirar su culo, pensaba en la envidia que me daba su novio por poder comérselo cuando quisiera.
Que equivocado estas, su novio la folla de vez en cuando y como mucho le come el coño pero solo cuando ella insiste mucho, el es muy escrupuloso, le da asco el olor del coño y no te digo nada el del culo o los pedos.
Ella está algo frustrada con ese tema, ya que es una chica muy caliente y no le basta con un polvo de vez en cuando, alguna vez disimuladamente me ha dejado caer que incluso se le había pasado por la cabeza pagar a un punto para que le comiera el coño.
¡Ah!.
¿Que?.
¡Espera!, Me viene un pedo, calla un momento, ¡aquí viene!.
Ella se inclinó un poco hacia un lado a la vez que se tiraba un pedo largo y ruidoso.
Sabía que era cuestión de un momento, espero que te guste.
Me entrego el bocadillo a la vez que esbozaba una sonrisa de felicidad.
En el momento lo cogí me lo acerque rápidamente a la nariz, su olor era característico, sus pedos siempre olían de una manera parecida, me lo metí en la boca y empecé a devorarlo, me sabía a gloria y la polla como no, dura como una piedra.
Ella agacho la mirada y pudo ver el bulto que tenía entre las piernas.
Algún día tendremos que hacer algo con esos empalmes que te provoco, si bien empecé con esto como un juego, me está empezando a excitar, ahora mismo tengo el coño chorreando.
Que quieres que te diga, con gusto te la metería.
Lo sé, ¿Sabías que soy virgen?.
Yo también.
Si, pero yo me quería reservar para una pareja estable, no se, me imagino que pensaras que soy una romántica, pero es que el deseo sexual me está empezando a desbordar.
Yo nunca te he querido decir nada, siempre he tratado de respetarte y de que tú marcarás las pautas, pero en tus actos y la consecuente reacción en mi entrepierna está la evidencia de mi deseo hacia ti.
Bueno, no digas tampoco eso, porque con mi madre bien que te pusiste palote.
Ya sabes que los pedos me pierden y tú madre está muy buena.
Ella me miró a los ojos, lo hizo durante un par de segundos y luego miro de nuevo mi entrepierna.
Mira, si te parece vamos ha hacer una cosa, me apetece mogollón comerte la polla, es algo que hace tiempo que me motiva y más después de saber que mi madre te lo hizo ayer.
Quiero saber lo que se siente.
Es toda tuya, lo que pasa es que después del bocata que me has preparado no sé si te cabrá en la boca, -Y le guiñe un ojo.
Entonces ella poco a poco como la que desenvuelve un regalo, me levanto la camiseta, me bajo los pantalones hasta la rodilla y luego muy poco a poco me bajo los calzones, es como si estuviera abriendo un regalo que hace mucho tiempo que esperaba.
Tan pronto mi polla le fue visible puso su palma derecha en mi pecho, me empujó con suavidad hasta que quede recostado en el suelo, entonces ella hizo algo muy curioso, a diferencia de su madre que se la metió en la boca con la clara intención de que me corriera cuando antes, Noelia empezó a pasar la lengua por mi capullo, como haría con un cucurucho de helado, estaba saboreando, disfrutando, quería degustar del momento.
Yo me subía por las paredes, la sensación era bestial, en ese momento le hubiera cogido de la cabeza y se la habría metido hasta la garganta, me estaba desesperando, solo quería correrme, pero por otra parte la sensación era tan extraña, realmente la deseaba, solo que para ella era un momento especial que hay que saborear y para mí era puro instinto.
Al fin se la introdujo en la boca y de manera constante empezó a chupármela, de vez en cuando gemía, estaba disfrutando.
Yo estaba recostado con las rodillas dobladas, ella estaba de rodillas con el culo en pompa.
De pronto paro de chupar, se la saco de la boca y sin levantarse del suelo se dio la vuelta pasando una pierna por cada lado de mi cabeza, entonces se la volvió a introducir en la boca.
¿Porque habrá cambiado de postura?, -pensé.
A los pocos segundos supe porque, sin sacársela de la boca agacho el culo, me lo puso justo delante de la cara, maniobró adelante y atrás, hasta que cálculo que su ano coincidía con mi boca y entonces dijo.
¡Abre la boca!
¿Que?
Si, ¡abre la boca!, que mi ahujerito coincida con ella.
Yo le hice caso, abrí la boca, ella apretó su culo contra mi cara y se tiro un fuerte pedo, el sonido quedo apagado en gran parte por mi boca, ya que había sido expulsado en su totalidad dentro de ella, los mofletes se me hincharon y el gas según entraba por mi boca lo expulsaba por la nariz, entonces ella se saco la polla de la boca y dijo.
¡Toma pedo que me he tirado en tu boca!, te lo has tragado todo.
Dicho esto siguió chupándomela, ese pedo fue el detonante, apenas cinco segundos después me venía el orgasmo, era tan intenso que dolía, la cogí por la cabeza con las dos manos, la apreté con fuerza contra mi polla y descargue todo mi semen en su garganta en medio de compulsiones.
¡Que corrida!, había sido alucinante, en estos dos meses que llevaba de verano me habían pasado cosas increibles, para nada, ni en mis mejores fantasías había imaginado yo algo así, pero lo mejor aún estaba por llegar.
Ella se trago el semen y luego siguió lamiéndola con esmero, hasta que quedó perfectamente limpia, luego dijo.
La verdad es que más que el sabor es la sensación, ¡ah! y por cierto, lo del pedo en tu boca me ha encantado, llevó un calentón que ni te imaginas.
Yo ahora mismo no te puedo follar, necesito un ratito para recuperarme.
No te preocupes, no es lo llevaba pensado, no quiero que me folles aún, tengo que pensar lo de mi virginidad, quiero que me comas el coño como si no hubiera mañana, es todo para ti.
Dicho esto se incorporó, sé quito las bragas dejándose puesta la falda que llevaba, entonces paso sobre mi, puso una pierna en cada lado de mi cabeza y espero, quería que le mirara el coño.
¿Cuantas veces había fantaseado sobre el?, ¿cuantas veces lo había imaginado en mi boca y ahora lo tenía justo delante de mi?.
¿Estas mirándome el coño?.
Si.
A partir de ahora el va a ser tu mejor amigo, lo vas a besar todos los días, yo me masturbo muy a menudo y a partir de ahora no lo quiero hacer, cuando me apetezca te lo diré y tu actuaras en consecuencia igual que yo con tu polla, entre nosotros no va a haber tabúes, tú pide y yo pediré.
Dicho esto se sentó sobre mi cara, haciendo coincidir su clítoris con mi boca, el sabor era embriagador.
Lamí lo mejor que pude, teniendo en cuenta que era mi primera vez, en un momento dado ella se levanto, se puso de cuclillas mostrándome su ano, podía verlo con toda claridad, aún no lo había visto, aunque si muchas veces imaginado, hay estaba el responsable de sus fabulosos pedos, los que me llevaban de calle.
¿Ves mi ahujerito?.
Si, en primera plana.
Pues no le quites ojo que voy.
El ano comenzó a hincharse y seguidamente soltó un pedo, este no fue silencioso como el de su madre, este fue ruidoso, muy ruidoso, y como no con su olor característico, la falda que caía alrededor de mi cabeza hizo de campana de manera que el olor apenas podía escapar, lo estaba respirando todo, pero esta vez en esencia, hecho esto se tiro sobre el suelo y dijo.
Sigue comiéndome el coño que me quiero correr ya.
Su coño chorreaba, lamí y lamí hasta que al igual que había hecho yo me cogió la cabeza, la apretó con fuerza contra su coño y empezó a convulsionar, se había corrido.
Sospechaba que me gustaría, dijo ella, pero no me imaginaba que me gustara tanto, hace tiempo que lo habríamos hecho.
A mí me pasó igual con la mamada de tu madre, nunca pensé que fuera tan excitante.
Vamos para casa que se hace tarde, – dijo dándome un breve beso en la boca.
Mi guapa vecina, compañera de juegos, me lo estaba haciendo pasar en grande.
Cuando llegamos a casa nos estaban esperando.
¿De dónde venís?, -Dijo Mara.
De dar un paseo y ver los alrededores.
Vale, pero ir con cuidado y no os separéis.
Nos miramos y sonreímos, por supuesto que no nos íbamos a separar, nos lo estábamos pasando en grande.
Acabamos de cenar y nos salimos al porche, yo me senté junto a Noelia y nos pusimos a charlar.
Cuando Noelia vio que nadie podía oírnos me dijo.
Ojo con mi madre esta noche, antes en nuestro dormitorio, estando sentada en la cama se ha tirado un par de pedos y ella creyendo que no le oía le ha dicho a mi padre.
Voy a tope de pedos, ahora cuando se vaya noelia, te podías comer unos cuantos, me pone mucho.
Entonces mi padre le ha susurradoque no contará con él que ha el no le pone en absoluto, mi madre ha puesto cara de enfadada y ha mirado hacia tu dormitorio.
Por eso creo que hoy tendrás visita nocturna.
Pues si es como la anterior vez, bienvenida sea.
Un rato después nos acostamos, yo tenía mi propio dormitorio, no como Noelia que dormía con sus padres.
Pasado un rato me quedé dormido, un leve movimiento en el brazo me despertó.
¡Eh!.
¿Que pasa?.
Nada, soy yo, Noelia.
¿Que pasa?
Ya te dije que no me masturbaria más y tengo el chocho chorreando.
Pero si te lo comí no hace ni dos horas.
Yo que quieres que haga, me acosté en la cama, comencé a imaginarme a mi madre comiéndote la polla y enseguida estaba a tope de caliente, Pensé, que me coma el coño Lucas antes de que vaya mi madre.
Vale pues, vamos a darnos prisa que aún nos pillarán, ¡siéntate en mi cara!.
Dicho y hecho, subió a la cama de un salto, se bajó los pantalones y las bragas a la vez, me puso el coño en la boca, le aparte con la mano un poco los labios del coño y empecé a lamer, ella movió su culo hasta hacer coincidir su clítoris con mi boca, mientras yo lamia ella me puso las manos a ambos lados de mi cabeza, a la vez que apretaba con fuerza, al momento se había corrido.
-Si que estabas caliente, -dije.
-Lucas, me gustaría quedarme escondida debajo de la cama, para ver lo que hace mi madre contigo.
Es por curiosidad.
-Vale, por mi no hay problema.
-Pero antes quiero que me des un beso de buenas noches.
-fuí a darle un beso en la mejilla, entonces ella se giro, me cogió por la nuca y me besó apasionadamente.
-Te quiero.
-¿En serio?
-Si, te quiero, me estoy enamorando de ti, pero no te preocupes, te dejare seguir jugando con más mujeres, pero siempre que sea posible yo estaré presente, ¿vale?.
-De acuerdo, ya hablaremos de esto, pero ahora ¡escóndete!.
No pasaron ni quince minutos cuando se abrió la puerta, yo me estaba haciendo el dormido, Mara se acercó sigilosamente y me acarició la cara.
Yo hice como que me despertaba.
-¡Huy Mara!, ¿que pasa?.
Ella vestía un camisón hasta la rodilla y unas zapatillas de ir por casa.
Empezó en susurros a hablarme.
-Llevo un calentón de dos pares de cojones y como me imagino que el otro día te lo pasaste bien, venía a saciarme un poco, mi marido pasa de mi.
-Si, me gusto en especial los del pedos.
-¡Lo sabía!, desde que vi cómo te empalabas el otro día en el sofá, lo supe, era una prueba, un poco arriesgada, ¿pero que podía pasar?, ¿que me dijeras algo?, siempre podía decir que se me había escapado.
-Tienes razón, lo cierto es que funcionó y lo de la siesta también, aún recuerdo tu ano mirándome y soplando como una ballena en el mar.
-Pues vengo con el cargador a tope, pero a ver cómo lo hacemos para que no se oigan, el de la siesta salió silencioso, pero la verdad es que me la jugué, pensaba decir que habías sido tú en sueños.
-¡Que cabrona!, Lo tienes todo pensado, ¿Que más tienes pensado?.
Se sonrió.
-No sé si querrás pero había pensado en tirarme todos los pedos que traigo en tu boca con cuidado y así se silenciarán en gran parte.
-Si, como vas a disfrutar, ¿no?
-Pues si, José mi marido no me deja hacer nada con los pedos, es muy remilgado y a mí cada vez me pone más.
-Vale, pero quiero algo a cambio.
Ella apretó los labios de ansiedad, se estaba impacientando, le había dicho que si a tirarse un montón de pedos dentro de mi boca y eso era una pasada para ella, podría pedirle lo que quisiera, yo ganaría siempre, tendría sus pedos y además lo que le pidiera, tenía que ser inteligente, tenía que negociar bien.
Pensé unos instantes y comencé a hablar.
-Quiero follarte siempre que te lo pida o en su defecto que me la comas, ¿de acuerdo?.
-¿Follarme?, eso no estaba en mis expectativas, sería engañar a José.
-¿Y que te crees que es cogerme la polla y comérmela hasta correrme?.
Apretó los labios, yo creo que hasta el culo, ya le estaban apretando los pedos, para mí que llevaba desde la hora de cenar aguantándoselos, pero hasta que José no se durmió no pudo venir.
-¡Vale!, trato hecho, voy a empezar ya que no los aguanto más, -dijo Mara.
Dicho esto se bajó las bragas, se las saco por los pies se me acercó al oido y me dijo.
-Si quieres que pare me pegas una palmadita en el culo, ¿vale?.
-Vale.
Se subió a la cama de pie, camino por ella hasta que estuvo justo encima de mi cabeza, pude ver su rasuradito coño en todo su esplendor, fue bajando hasta ponerse de cuclillas, puso su ano justo a la altura de mi boca quedando su coño delante de mis ojos, bajo un poco más y yo abrí la boca, su ano quedo justo dentro de mi boca y mi nariz en el interior de su coño.
Su coño estaba chorreando, los olores se entremezclaban entre el flujo y el orín.
Entonces comenzó la fiesta, su culo comenzó a dilatarse poco a poco, claramente quería ir despacio para no pasarse en la expulsión del gas y provocar demasiado ruido.
Empezó a salir gas, el ruido era como un ronroneo, en los labios podía sentir su ano vibrar a la vez que la boca se me hinchaba hasta que los mofletes no daban para más, entonces deje salir el aire de mi boca de manera contenida, el olor era el característico de los pedos de Mara, sin embargo el pedo duro más de cinco segundos, más que cualquiera de los que se tiraba Noelia.
El gas no lo dejaba pasar a mis pulmones, así mientras podía respirar con mi nariz, aunque dificultosamente ya que estaba clavada en el coño de Mara.
Cuando se hubo tirado al menos cinco pedos y ha ver cuál más largo, note que algo me rozaba la frente, eran los dedos de mara intentando acceder a su clítoris, estaba acariciándoselo mientras se tiraba un pedo tras otro, hubo un momento que tuve que darle un cachete para que parara un momento, me estaba ahogando, ella se levantó un palmo y sin dejar de acariciarse el clítoris se tiro un pedo más, este con mucho cuidado, ya que nada lo paraba, este lo pude ver salir con claridad.
Era una jodida maquina de hacer gas, se volvió a sentar en mi boca y se tiro tres pedos más, entre uno y otro pasaban unos tres segundos, cada vez eran más cortos y el último ya le había costado esfuerzo tirárselo, pasaron diez segundos y notaba el esfuerzo que hacia, su ano se dilataba y se contraía sin soltar nada, por un momento pensé que se cagaría en mi boca.
Entonces cambio de postura poniendo me su coño en la boca, yo podía verle los pechos por debajo del camisón, ella se los estaba acariciando mientras yo chupaba con ahínco su clítoris, en menos de una hora me había comido el coño de Noelia y el de su madre.
Pasaron un par de minutos y se corrió en medio de fuertes espasmos.
-¡ah!, ¡que fuerte!, pues no vas a comer tu coño ni nada.
Dicho esto se dejó caer sobre la cama jadeando como una corredora de fondo.
Pasados unos minutos comenzó a meter su mano en mis calzones, me cogió la polla y empezó a bombearla, levantó la sabana y se dispuso a chupármela al igual que la otra vez, la ogió con una mano y se la metió en la boca.
Pero esta vez no sería igual, le cogí la cabeza con las dos manos y saque mi polla de su boca, entonces ella con cara de extrañada se acercó y me dijo.
-¿Que no te apetece?.
-Claro que me apetece, pero eso ya lo he probado, ahora lo que quiero es follarte.
-Vale, si quieres puedes correrte dentro.
-Vale, lo haré.
La cogí por las caderas, le di la vuelta, la puse a cuatro patas, le aparte el camisón y comencé a tocarle el coño, estaba chorreando, podía ver su ano justo delante de mi, me agaché y pase la lengua por él, cogí mi polla y empecé a tantear el agujero de su coño pero no paraba de errar el tiro, así que ella con la mano por debajo me cogió la polla y se metió la punta, ya solo tenía que empujar y eso fue lo que hice, muy despacio se la metí toda, ella gimió, entendí que le gustaba, así que comencé a empujar al principio con suavidad, muy despacio, la sensación era muy agradable, de vez en cuando notaba sus dedos en mis huevos por debajo, se estaba acariciando el clítoris, entonces poco a poco me fui emocionando, hasta que el ritmo era frenético, ella metió la cabeza dentro de la almohada para apagar sus gritos de placer, no habían pasado ni diez minutos ella se corrió, fue muy curioso porque tenía mis manos sobre sus caderas y el dedo pulgar derecho sobre su ano en el momento de correrse, note como se contraía su ano mientras ella convulsionaba, esa sensación en mi polla hizo que yo también me corriera, lo tire todo dentro, me deje caer sobre su espalda hecho polvo, menuda corrida.
Pasados unos segundos, saque mi polla de dentro de ella, entonces mara sacó su cara de la almohada, cogió un pañuelo de la mesita y se lo puso en el coño, seguidamente se subió las bragas dejando entre ellas y su coño el pañuelo.
Menudo empastre le había dejado en el coño.
Entonces se me acerco al oído y me dijo.
-Me ha encantado, puedes follarme siempre que quieras, pero una cosa te digo, pedos no te van a faltar.
-A la vez que me daba un beso en la frente.
-Buenas noches.
-Buenas noches, -salió de la habitación.
Cuando hubo salido, Noelia que estaba debajo de la cama salió de su escondite.
-¿Te has follado a mi madre?.
Si, ya lo has visto.
-¡Que fuerte!, te ha desvirgado.
-Si y además me ha gustado mucho, cuando quieras te lo hago a ti.
-Déjame pensármelo.
-Vale.
-Una cosa, esperando debajo de la cama me han venido ganas de tirarme un pedo, he estado apunto de tirármelo silenciosamente para que no lo disfrutaras tú, los celos se me comían por dentro al ver que te estabas follando a otra, aunque fuera mi madre, pero te lo he guardado para ti, he recapacitado, me acorde que te dije que podías estar con otra mujeres siempre y cuando yo estuviera presente, así que abre la boca.
Dicho esto se dio la vuelta, se apartó las bragas a un lado y se abrió las ancas del culo mostrando su ano.
Yo me acerqué, abrí bien la boca y cuando estaba a unos pocos centímetros de el, un fuerte pedo salió por su ano, soplándome en toda la cara, fue un estruendo de dos segundos, fue el pedo más fuerte que se había tirado Noelia hasta ahora.
-¡Que haces!, ha sonado como un trueno, todo el mundo lo habrá oído.
-Me suda el coño, quería que sonara, quería que se oyera, quería tirármelo en tu cara, ahora todo el mundo creerá que has sido tú ya que ha sido en tu dormitorio.
-¿Los has hecho por venganza?
-Si, pero ya se me ha pasado, con esto tienes bastante, puedes seguir follándote a mi madre, en serio, no me importa, esto solo ha sido un poco de ira acumulada.
Se acerco a mi cara, me beso en la boca y me dio las buenas noches,
-¡Joder como te huele la cara a pedo!
-Ya, hoy llevare más de cincuenta entre los tuyos y los de tu madre.
Al día siguiente me levante pronto y fui a desayunar a la cocina, estando sentado a la mesa llegó Mara, también ella había madrugado.
-Buenos días Lucas, -dijo.
-¿Que tal has dormido?.
-Genial.
¿Zumo?, ¡Que bueno!, déjamelo un momento.
Dicho esto cogió el zumo de la mesa, tranquilamente se lo metió por debajo del camisón, doblo un poco las rodillas para abrir un poco el culo y mientras sacaba la lengua hacia un lado como el que está haciendo una labor de precisión se lo puso en el culo, justo en el ano, ella se inclino ligeramente hacia delante, podía ver el esfuerzo en su cara.
-Espera un segundo, que me viene uno, -dicho esto se tiro un pedo, no lo contuvo en absoluto, el baso paro el sonido, sonó apagado pero potente.
-Toma, bébetelo antes de que se vayan las vitaminas, me ha costado un poco porque lo primero que he hecho cuando me he levantado ha sido bajar de la cama, dar la vuelta a la otra parte y cagarme un pedo en la cara de José, por cuernudo, no sabía que estarías aquí, sino me lo hubiera guardado para tu boca y por cierto menudo pedo te tiraste cuando me fui , retumbó en toda la casa.
-Ya, me lo estaba aguantando y cuando te fuiste me lo tire, no esperaba que sonara tanto.
Si supiera que fue su hija pediéndose en mi cara.
-No lo vuelvas a hacer, a mi también me gustaría disfrutar de tus pedos, no te cortes en decírmelo,¿vale?.
-Vale.
-Cuando me fui a mi cuarto entre al aseo y no veas lo que salió de mi coño, menuda corrida te pegaste granuja.
-Ya ves, tenía los huevos llenos.
No era verdad, horas antes me había corrido en la boca de su hija.
-Por cierto Mara, una cosa.
-Dime.
-Ponte un momento de rodillas.
Se agachó, yo le cogí la cabeza con fuerza y la arrastre a mi entrepierna mientras yo escurría el culo en la silla hacia delante, le puse la nariz debajo de mis huevos, su boca quedaba a la altura de mi ano, yo apretaba con mucha fuerza, la misma que estaba haciendo para pederme, enseguida tuve resultados, según me vino me lo tire, con todas mis fuerzas, me cague un pedo en su cara.
-¡Toma mara!, tu desayuno, ¿Es eso lo que querías?.
-Si, eso precisamente, iniciativa, un poco de violencia y decisión.
Me cogió la mano y se la apretó contra su coño.
-Mira como me has puesto.
Dicho esto me levante, le di la vuelta con brusquedad le bajé las bragas, la empuje con la mano para que se inclinara sobre la mesa y se la metí en el coño, esta vez no falle, a la primera.
¡Ah!, ¿Que haces?, ¡se van a levantar!
-¡Calla!, que es un momento.
Comencé a empujar con violencia, me estaba encantando, entonces sucedió algo inesperado.
Noté una mano en mi hombro, ¡que susto!, me giré y era Noelia, estaba junto a mi.
Su madre sobre la mesa de La Cocina, con el culo en pompa, yo follandola y Noelia justo a mi lado,
se me acercó al oído y me dijo.
Déjame participar un poco, sin que se entere.
Vale
Dicho esto puso la cabeza justo encima del culo de su madre, podía ver perfectamente como mi polla entraba y salía de su coño.
Entonces ella cogío su mano derecha y le la metió por dentro del pijama, accediendo directamente a su coño.
Empezó a tocarse, buscando su propio orgasmo, yo estaba flipando.
Entonces veo que Noelia le deja caer una gran cantidad de saliva en el ano de su madre, y con el dedo corazón de la mano izquierda, comienza a acariciarle el ano a su madre.
Yo follando, Noelia con sus manos una en su coño y la otra en el ano de su madre y Mara gimiendo, menudo espectáculo.
Entonces mara dice susurrando.
Me viene un pedo, páralo un poco para que no suene.
vale, -dije yo.
Oído esto, Noelia dejo quieto su dedo sobre el ano de su madre mientras este comienza a hincharse y de una manera controlada por Noelia comienza a salir gas del año de Mara.
Seguidamente Noelia, le mete el dedo por el culo a su madre, lo saca y me lo pone en la boca para que lo chupe, luego saca su mano derecha de su coño y también me la pone en la boca, para que lo chupe tambien y se marcha.
En menos de un minuto me había corrido en el coño de mara.
Me estaba sorprendiendo a mi mismo, es como si hubiera descubierto mi yo dominante y a ella le encantaba.
-Bueno, me voy a lavarme otra vez, -Dijo mara
Yo me subí el pantalón y continúe desayunando.
Al momento, entró Noelia.
-Buenos días, dijo
-Buenos días
-¿Como va?
-Pues mira, ha venido tu madre, se ha tirado un pedo en mi zumo de naranja, yo me lo he tirado en su cara y luego me la he follado contigo delante mientras le metías el dedo por el culo, eso en 15 minutos, ¿que te parece?
-Muy bien, mientras luego puedas satisfacerme a mi.
-A ti te gusta que te coma el coño y para eso siempre estoy dispuesto.
-Vale, pues mira ahora que no hay nadie dale los buenos días a mi coño, -mientras se levantaba el camisón.
Me agaché, le di un beso en el coño y le dije.
-Buenos días coño de Noelia.
-Me ha dicho tu madre que el primer pedo de la mañana se lo ha tirado en la cara de tu padre.
-Si, lo he visto, lo que ella no sabe es que me he levantado de madrugada a mear y he estado como una media hora con el culo en su cara tirándome todos los pedos que me venían, por calentorra.
-Que bueno, todo el mundo da pedos y recibe pedos, pero nadie lo sabe del otro.
-Si, es un juego divertido, pero por eso ahora no tengo nada para ti, se los ha comido todos mi madre.
Después de desayunar empezaron a despertarse todos y mis padres empezaron a recoger para irnos de vuelta a casa, el finde se estaba terminado.
Mi padre hablo con José para que a la vuelta fuéramos en su coche los dos, ya que a la ida habíamos ido con el de José, le pareció buena idea.
Nos subimos al coche y nada más subir Noelia ya está rascando su ano con mi pantorrilla y intentando tirarse pedos, al menos tres se tiro en poco más de media hora, entonces se levantó la falta y apartó sus bragas, su coño estaba sobre mi muslo, podía sentir hasta los pelos del mismo, su calentor, su humedad, era excitante, entonces le dije?
-¿que haces calentándome así?
Con su mano izquierda empiezo a sacarme la polla del pantalón, yo le di un bocado en la oreja.
-Los vas a joder todo, ¿que no ves que no puedo aguantarme, que me voy a correr en el coche delante de mis padres?
Entonces ella se puso sobre mi polla y maniobrando un poco se la metió, se quedo sentada con ella en su interior.
-Me voy a correr, -le dije al el oido.
Dicho esto empezó a moverse lentamente de arriba a abajo con mucho disimulo hablando con mis padres a la vez que levantándose como para que se le oyera mejor, a mi se me estaban cruzando los ojos, ya no podía más, así que me corrí con todas mis fuerzas, ella entonces se quedo quieta sentada sobre mi polla y espero.
A los cinco minutos se levanto, se puso un pañuelo en el coño y las bragas sujetándolo, se giró lentamente, me dio un beso en la boca y me dijo.
-Ya no soy virgen.
Lleguemos a casa y lo de siempre, mucha faena ordenando lo del viaje.
Ahora cada vez que mi madre se tiraba un pedo me acordaba de Mara y Noelia, estaba deseando que llegara mañana para ir a verlas, incluso en una ocasión cuando mi madre se hubo tirado un pudo en una silla, espere a que se fuera para poder olerlo, estaba deseoso de más pedos de mis vecinas.
Al día siguiente Noelia me llamó por la mañana, para que fuera a su casa.
-ven que tengo una sorpresa para ti.
Me dijo por teléfono.
Cuando llegue salió a abrirme la puerta mara.
-Hola Lucas, ¿como estas?, ¿bienes a ver a Noelia y María?
-¿María?
-Si, la amiga de Noelia, a avenido a verla.
-Ah, no se, voy a ver.
Pase al dormitorio y ahí estaban las dos, a ver cuál estaba más buena,.
-Hola Lucas, -me dijo Noelia.
-Ha venido María a vernos.
María era la amiga de Noelia, era una chica alta esbelta y muy guapa, con su melena negra y sus ojos verdes, se había presentado a algunos castings, incluso había participado en un anuncio de televisión, era preciosa.
Vestía un suéter azul y unas mallas de color negro, su culo era escandalosamente perfecto, redondo y prieto.
-hola María
-María siente curiosidad por ciertas cosas que le he contado y creo que quiere preguntarnos algunas cosillas, dijo Noelia.
-Vale, pregunta.
-¿De verdad te gustan los pedos de las mujeres?, -dijo María.
-Si, me excitan.
-Es que hablando con Noelia me lo contó y no me lo podía creer, a mí también me excitan y a mi novio no, el solo sabe follar y no muy bien por cierto.
-Yo le he comentado a María que seguramente tú estarías dispuesto a complacerla con su fetiche.
-dijo Noelia.
-Vale, ¿que te gustaría hacer María?, habla sin tapujos.
-dije.
-Me gustaría tirarme un pedo un tu cara.
-Vale, ¿tienes pedos ahora?
-Creo que si, me quedara alguno, me he tirado algunos pequeños mientras te esperábamos, no pensé que los necesitara.
-Y tan pequeños, no me he enterado, -dijo Noelia.
-Es que soy muy sigilosa, tengo facilidad para hacer que no suenen, pero eso sí son abundantes y largos.
-dijo María.
-Ahora le digo a mi madre que nos ponga Coca-Cola con la merienda y en una hora estarás a tope de gas, a mi me va muy bien.
-Vale, -dijo María
-Lucas, ¡túmbate!, Dijo Noelia
-Y María, ¡pon tu culo sobre su cara!
Cuando me vi venir su culo hacia mi cara no me lo podía creer, era el culo más bonito que había visto, además de pertenecer a una chica que perfectamente podía ser una modelo.
Descendió hasta poner su culo en mi cara su ano coincidía con mi boca y su coño con mi nariz, podía oler sus aromas, aunque no eran rosas lo que olía, más bien Orin y flujo, su coño me olía a rosas, era muy excitante.
Ella estaba muy nerviosa, aunque nos habíamos visto alguna vez, yo era prácticamente un desconocido para ella y quitando el día del pedo en la cara de su novio, nunca lo había hecho con público, siempre había sido algo íntimo para ella.
Una vez estuvo sentada quedando de espaldas a Noelia que se encontraba a mis pies.
-¿Que hago ahora?, -dijo Maria.
-Tirarte un pedo en la cara de Lucas, dijo Noelia
-Es que me da royo.
-hazlo, te gustará.
Si, se que me va a gustar.
Entonces yo hice algo que aún le gustaría más, abrí la boca y solté mi aliento en su culo.
¡Ah!, he notado su aliento en mi culo.
Lo ves, Lucas ha abierto la boca justo debajo de tu ano.
¡Que fuerte!, ¿en serio si me tiro lo que me está viniendo va dentro de la boca de Lucas?
Si, enterito.
¡Pues allá va!.
Por su ano empezó a salir gas, todo iba dentro de mi boca y no se oyó nada, sonó como una rueda pinchada, como un soplido, eso si testigo soy que voluminoso era y lo más curioso, un olor nuevo y diferente.
¿Que?¿Te ha gustado ?, -dijo Noelia
¿Que si me ha gustado?, me ha encantado, ¡Lucas!, tu que estás ahí debajo, ¿notas la humedad de mi coño?, -dijo María mientras me ponía el coño en la boca.
Si, lo noto, esta empapado, lo noto a través de las mallas, puedo oler tu flujo.
Ella seguía moviéndose rascando su coño sobre su cara buscando saciarse, como un oso en un árbol.
¡Para!, ¡levanta un momento!, Le dijo Noelia desde su espalda.
¿Que pasa? Dijo Maria mientras se incorporaba.
Noelia desde atrás le cogío las mallas y el tanga y se lo bajo todo hasta la rodilla, dejándola medí desnuda.
¿Que haces?.
¡Quítatelo del todo!, ¿no quieres que te coma el coño?
¿En serio?, si claro
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