La vez en qué Gringo me cogió

La primera vez que fuí penetrado por un perro .
Hola a todos. Vaya, no esperaba que tantas personas les gustara mi primer relato. Gracias por su atención.

Ahora, les recuerdo que está historia es 100% real. De hecho, me sucedió hace unos meses.

Recordemos que la vez anterior lo habíamos dejado en qué se la chupé a Rocky, uno de los perros de mí abuela.

Después de eso no sabía cómo debía sentirme, me sentía sucio, pero a l mismo tiempo me había encantado esa enorme verga. La verdad, no dejaba de pensar en esa verga, ni Rocky tampoco:  siempre que salía me seguía, se adelantaba y empezaba a ladrarme para que vuelva al camino, de hecho, cuando sí iba con él, se subía al banco, se acostaba, levantaba las patas traseras y empezaba a llorar para que lo pajeara.

Lo pajee algunas veces, pero no me había vuelto a atrever a chupársela, aunque si se me antojaba.

Siendo un día de esos que Gringo se nos vino detrás. Yo no hice nada. Como ya era costumbre volví a pajear a Rocky, pero esta vez no le quitaba la mirada a Gringo, el cual se tiró al suelo y solo nos miraba. Cuando Rocky empezó a gemir,  Gringo se levantó y se acercó; Rocky le gruñó o algo así, ya que tenía la respiración muy acelerada y se le escapaban gemidos. Cuando al fin se corrió, la leche cayó al suelo y Gringo se la comió, de hecho, se acercó y empezó a pasarle la lengua por el miembro.

Eso me excitó mucho. Ver a Gringo haciéndole prácticamente una mamada a Rocky. Ufff. De por si ya estaba duro antes de, pero cuando vi eso me puse a mil. Sentí que mi culo me palpitaba. Se antojó una verga.

Después de terminar y de esa mamada, Rocky, se sentó en el suelo. Y a lo cual Gringo se subió al banco. El enorme perro blanco estaba excitado, la punta rosada salía de su forrito y me invitaba a darle una probada, sin pensarlo dos veces me lancé sobre esa verga y empecé a chupar la punta mientras que lo masajeaba. He de decir que Gringo es bastante joven, a lo mucho tiene un año, por eso siempre estaba caliente.

Me sentía muy caliente. Cuando vi que buena parte de la verga había salido me quité el pantalón. Y guíe a Gringo hacía atrás mío. La verdad nunca había sido penetrado por nada ni nadie, a lo mucho me había metido los dedos, por lo cual estaba nervioso y temblando un poco.

Gringo me lamió el culo. Ufff. Se sintió muy bien. Se quedó un momento lamiendo y yo me seguía pajeando. De repente sentí como intentaba montarme, me agarró por el abdomen y empezó a intentar metermelo. Falló varias veces, por lo que tuve que guiarlo: le cogí la verga y la guíe hasta mi ano.

Sentí como empaló. Al principio dolió un poco, sobre todo al entrar, sentí la punta adentrarse en mi interior y no pude evitar soltar un grito. Gringo la metió toda de golpe. Recuerdo que apreté el culo, más él siguió cogiéndome. Después de algunas embestidas empezó a sentirse placentero. Se sentía muy bien.

Era caliente y grande, me llenaba bastante. Ufff. Que rico se sentía. De un momento a otro sentí como empezó a crecer dentro de mí. Al principio se sintió placentero, pero luego empezó a doler. Sentí su leche muy caliente, era como si estuviera hirviendo. Gringo se volteó. Por los vídeos que he visto sabía que no debo dejarlo ir o me podría lastimar. Lo agarré de una de las patas traseras y lo acerqué. Se sentía muy apretado. Quería gritar, pero sabía que estaba un lugar público. Me aguanté el dolor y las ganas de gritar. Al rato sentí como se empezaba a encoger, además de que había empezado a forcejear para zafarse. Jaló y sentí un gran dolor a la entrada del culo, Y um ¡POP!. Sentí un gran vacío en el culo y el aire ventilando por él. Aún dolía, pero estaba muy caliente. Me corrí mientras sentía la leche escurrir por mis piernas. Rocky se levantó y se comió mi corrida.

Me senté de medio lado y dejé que me saliera la leche del culo, mientras que los dos perros me lamían el culo.

Ufff. Me encantó.

Bueno, y esa fue la historia de cómo fue esa primera cogida.