Las Bragas de mi roomie
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Bueno todo comenzó al entrar a la universidad, yo tuve que salir de mi ciudad para irme a otra mas grande, y por lógico con mas universidades para poder estudiar lo que yo quería.
Llegue a una casa de asistencia donde en la cual vivíamos dos hombres y una mujer muy tetona de nombre Melissa.
Melissa era una mujer un poco chaparrita con unas grandes tetas (38 C lo supe porque luego vi sus brasieres) con unas piernas un poco delgadas y un culito muy paradito y de la cara, muy finita piel aperlada.
Por un mes mas estuvo viviendo el otro hombre con nosotros y se retiro de la casa de asistencia, solo quedamos Melissa y yo. Ella estudiaba y trabajaba salia desde muy temprano a la universidad y de sus clases se iba para su trabajo , en cambio yo entraba hasta tarde a la universidad y pues tenia toda la mañana sola en la casa.
Yo no le había puesto atención nunca a ella con morbo hasta que un día al entrar yo al baño vi que estaba su pijama en el suelo con su panti enrollado en un segundo la perversidad se apodero de mi y mas aun sabiendo que no había nadie en la casa (porque viviamos en la segunda planta y la señora que nos daba la asistencia residia en la primer planta) decidi tomar todo como estaba la pijama entera y medio desenrolle su panti y me lo lleve a la nariz, ufff olia muy fuerte pero era muy exitante un panti de algodon de color blanco muy finito con una ligera mancha amarilla en su parte donde va su conchita.
Tenia un olor caracteristico a humedad y a sudor, pues la putita lo usaba todo el dia y haveces llegaba y no se bañaba hasta el otro dia que se iba a la universidad y por suerte ese dia fue de esos, ese dia me pajie a mas no poder oliendo el panti de Melissa.
Paso el tiempo y solo usaba los pantis que dejaba en el baño hasta que mi morbo fue creciendo y entraba a su cuarto a buscar pantis ya usados, entre su ropa sucia y los encontraba y los olia muy exitado y me pajeaba.
Siempre me gusto el olor de su coño, muy humedo y con sudor y siempre la puta hacia que se me pusiera la verga bien dura, en ocaciones llegue a frotarlos contra mi verga pero con mucho cuidado de no mancharselos. Tambien hubo otras ocaciones que tenia que madrugar para cuando recien se fuera entrar a su cuarto a buscar el panti que acaba de usar, tenia unos muy bonitos unos rosas chiquitos, que casi siempre dejaba bien manchaditos de sus liquidos, se veia una rayita muy chiquita blanquita, la lamia y siempre sabia saladito sus flujos que a traves del dia brotaban de su conchita.
Es a la unica mujer a la cual e olido los pantis y me encanta su olor, por desgracia ya no vivimos juntos
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