Las Muñecas de Amelie
Amelie, una joven niñera que ama jugar, encontró a las muñecas perfectas para deleitarse.
Mi nombre es Amelie,y siempre me gustaron muchos las muñecas, de niña me gustaba cuidarlas y jugar que era una mama y todas esas cosas inocentes de niña.
A medida que fui creciendo, mi amor por las muñecas solo crecio mas. Cuando cumpli los 13 o 14 años, aun jugaba con ellas, recuerdo que mi madre se reia de mi porque lo hacia en secreto de mis amigas, que a esa edad ya estaban mirando chicos.
Pero yo para esa altura, habia variado un poco el juego con mis muñecas, ahora las cuidaba de un modo mas «realista». Cuando no habia nadie en casa, me levantaba la camiseta y me subia el sosten, para sacar mis tetas y pegar la boca de las muñecas a mis pezones. Me encantaba la sensacion de esa boca pequeña de goma enterrandose en mi pezon erecto, hacia eso por largo rato, me ponia caliente y mojaba mis calzones hasta el punto de llegar al orgasmo solo con la estimulacion en mis pezones.
Cuando tenia 16 aun conservaba mis muñecas sentadas en mi cama y todas las noches «jugaba con ellas». Gradualmente pase de darles teta a ponerlas entre mis piernas y enterrar sus caras en mi vagina. Me masturbaba mirando como mis jugos les mojaban la boca y la cara mientras les movia la cabeza. Me corria una y otra vez en sus bocas, era absolutamente excitante.
Tras terminar mis estudios secundarios, entre a la universidad a los 18 años, mis padres no estaban en una situacion muy buena, asi que a penas si me alcanzaba para mis libros y materiales.
Necesitaba encontrar un trabajo que fuera por algunas horas y no ocupara todo mi tiempo, fue asi que decidi ofrecerme como niñera.
Le dije a mi mama que queria dedicarme a eso, a ella le parecio buena idea, y como varias de sus amigas del trabajo habian sido madres recientemente, les comento que yo estaba ofreciendome a cuidar bebes los fines de semana.
Fue asi que una de ellas me contacto y me contrato para que cuidara a su pequeño hijo de un año y medio por un sabado, ya que ella tenia que salir a un viaje fuera de la capital y no queria llevar al pequeño porque se ponia muy mañoso y hasta se enfermaba por viajar muchas horas en auto.
El sabado me presente en su casa a eso de las 11 de la mañana, yo conocia bien a la señora porque era amiga de mi mama. Ella me dejo todas las indicaciones, a la hora que debia darle la leche y la comida al bebe, donde estaban los pañales, todo lo necesario y me dijo que estaria de regreso a eso de las 9 de la noche y que la llamara si pasaba cualquier cosa.
Ella se despidio amorosamente de su hijo y se fue. El niño se quedo jugando con sus juguetitos en la sala y yo me fui a sentar al sillon para ver television, mientras lo vigilaba.
Una hora mas tarde, me levante para calentar la comida que ella le habia dejado ya lista y me sente en el piso de la sala a su lado para darle de comer. El estaba un poco mañosito porque una extraña estaba cuidandolo y alimentandolo, asi que comenze a hablarle cariñosamente para convencerlo de comer, no hubo caso.
El era un niño precioso, de mejillas rosaditas y cabello clarito y ondeado, parecia una muñequita de carne y hueso. Entonces, una idea prohibida vino a mi, yo era buena cuidando muñequitas, tal vez podia hacer lo mismo con el. Lo acerque para sentarlo en mi regazo y me levante la polera de tiritas que llebava y me saque las tetas del sosten (debo admitir que tengo unas tetas bastante grandes), imagine que el niño tal vez aun tomaba teta de su madre, asi que sostube una de mis tetas y la acerque a su cara, hasta meter mi pezon en su boca.
El comenzo a chupar inmediatamente, mi cuerpo se puso muy caliente. Sentir su pequeña boquita chupar mi pezon fue la gloria absoluta, chupaba fuerte y rapido, como buscando extraer leche. Lo abraze pegandolo mas a mi, mientras comenze a gemir sin darme cuenta. Mi fantasia se habia vuelto realidad, una muñequita real estaba mamandome las tetas, podia sentir como se mojaban mis calzones, mi vagina se pulsaba rapido, goteando jugo como loca.
Ya no podia pensar con claridad, habia dejado de importarme todo, lo unico que podia pensar era en el placer que ese niño me estaba haciendo sentir, sabia que podia obtener un placer aun mayor, asi que lo aleje de mis tetas, el de inmediato comenzo a hacer ruiditos de reclamo, querian seguir chupando, asi que le daria algo mejor que chupar.
Lo recoste sobre la alfombra boca arriba y me levante para quitarme los calzones empapados y levantar mi faldita corta. Me puse en 4 patas sobre el, abriendo bien mis piernas y bajando un poco, para poner mi clitoris super erecto y mojado frente a su cara, no estaba segura si a el le gustaria el sabor de mis jugos, pero…pense, es un hombre despues de todo.
Me acomode para decirle -vamos bebe, chupa de esta otra tetita-.
El niño vascilo un poco confundido y finalmente abrio la boca para comenzar a chupar mi clitoris igual que si fuera un pezon.
Solte un gemido fuerte, nunca senti nada igual, su boquita chupeteandome asi, jalando mi clitoris fuerte. Abri mas mis piernas como una perra en celo, gimiendo fuerte. El hacia ruiditos mientras mamaba como loco, mis jugos se escurrian de mi vagina hacia su boca y el los bebia gustozo, como todo un macho que chupa el sexo de su hembra. Podia sentir su lenguita frotandose en mi clitoris y cada chupada hacia que mi vagina pulsara mas y mas. Mi cuerpo estaba simplemente por explotar de placer.
Sin darme cuenta, comenze a hablarle. a rogarle que siguiera chupando, mis caderas se movian solas de arriba a abajo, me abri los labios con los dedos para que enterrara mas su boca mientras le decia -asi, asi bebe, por favor chupame mas, eso es..chupa..chupa mi clitoris, asi..comelo mas bebe por favor, chupa asi-. El parecia entenderme porque entre mas le rogaba, mas desesperado mamaba. Fue entonces que mi espalda se arqueo y solte el gemido mas erotico de mi vida, corriendome en toda su boquita, mi vagina soltaba chorros de jugo, pulsando violentamente, me deje caer sobre la alfombra jadeando, mientras el seguia chupeteando mi ahora sensible clitoris, bebiendo mis jugos de orgasmo.
No tengo que decir que despues de eso, lo lleve a la cama de su madre. Durante toda la tarde lo mantuve pegado a mi clitoris como un ternerito, algunos chicos me habian chupado la vagina y el clitoris, pero nunca de una forma tan deliciosa. Me corri cientos de veces en su boquita pequeña y suave, abriendome los labios para darle de beber mis jugos directamente del hoyo de mi vagina, pulsando en su boca, el apoyaba sus manitos pequeñas en mis muslos, bebiendose todos mis jugos.
Para cuando dieron las 9, su madre estaba de regreso. Le entrege al bebe que se habia quedado dormidito (despues de beber de mi vagina toda la tarde, tuve que limpiarlo muy bien para sacarle el olor a flujo vaginal tambien antes que ella llegara) y ella me dio las gracias y me pago el dia, agradeciendome por haber cuidado a su niño, le dije que si necesitaba que lo cuidara de nuevo, no dudara en llamarme, que con todo gusto vendria.
Me fui de la casa caliente, con las bragas empapadas y mi clitoris muy hinchado por haber sido chupeteado y mamado todo el dia, estaba tan sensible que el roze con mi calzon me hacia pulsar la vagina mientras caminaba y mis jugos se estaban ya escurriendo por mis muslos.
Mi madre me mando un mensaje al telefono, donde ponia que mañana, otra de sus amigas necesitaba que cuidara a su nena de 2 años por un par de horas. Mi vagina se mojo aun mas, estaba lista para volver a «jugar a las muñecas», una vez mas.
Creo que ser niñera va a ser mejor de lo que yo pensaba.
*Ojala les haya gustado, pronto subire la segunda parte de las memorias de Amelie y sus «muñecas» *
Muy bueno, sigue contando.
Por dios! Sigue relatando esta hermosa historia.
Que rica historia la vdd me jale la verga delicioso
Excitante!!