llegó pedo (scat, orina, vómitos, gay)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por cy50.
el cabrón llegó a casa bastante pedo, cosa que ya esperaba pues que cada vez que tiene su reunión de exalumnos la fiesta se pone brava, pero esta vez no sólo llegó borrachón, sino llegó por demás caliente.
Entró en la habitación cerca de las 3 de la mañana, hola papi, me dijo se acercó y me dio un beso metiendo toda su lengua en mi boca, dejándome sentir el fuerte sabor a alcohol y cigarro pero también un cierto saborcito sospechoso e inconfundible, por lo que le dije, aja cabroncete alguna travesura hiciste verdad. Se sonrojó un poco y me dijo, espera que te cuente puto!
– Pero si todos tus amigos son una sarta de bugas guey con quién te fuiste.
– espérate, te cuento. ¿Te acuerdas de José, el guapito del grupo?
– pero si es buga no mames…, espérate, dijo… pues que nos ponemos a platicar y en cierto momento que se pone íntimo y me empezó a contar sobre sus andanzas sexuales y resulta que ya entrados en confesiones me contó que le gustaban algunas cosas medio duras y cochinas y poco a poco me soltó la sopa y pues le gusta la onda scat
– no mames guey, te cae?
– si pero sólo le gusta de top, le caliente que se coman su caca
Mientras contaba esto Rodolfo ya lucía una espléndida erección, por lo que se bajó los pantalones frente a la cama en donde yo estaba recostado y se sacó la verga y me dijo, mámamela nena mientras te cuento, estoy bien caliente
– y bien pedo guey. Si estoy bien pedo pero aguanto; el caso es que me puse a chuparle su enorme e hinchada verga mientras el cabrón me contaba sobre su cuate, al que siempre le tuvo ganas.
Rodolfo continuó con la narración. Yo lo escuchaba con la boca abierta, me dijo, no lo creía y pues yo le conté que yo y nosotros también le entrábamos al cerdeo con caca y empezamos a subir el tono de las confesiones hasta que ya estábamos calientes como orina de chivo, el pedo es que el guey es buga, pero aun así me decía, oye cabrón estoy bien cachondo, por lo que de plano le dije. Yo también guey, ya me pusiste bien caliente, porqué no vamos al baño y me das tu descarga, no te gustaría cagar en mi boca?, el cabrón me contestó que nunca había hecho nada con otro hombre y dudaba, por lo que le dije, sólo vamos, te cagas en mi, me la como y ya. Pues ya vas guey, vamos.
Nos paramos, mientras toda la mesa seguía en el desmadre y nos metimos al baño y nos encerramos en el retrete; yo me tiré en el piso y puse la cabeza sobre la taza, él se bajó los pantalones y me dejó ver una verga deliciosa papi, se me antojó cabrón, pero no dije nada pues el guey, dizque muy buga, por lo que sólo abrí la boca y el guey se puso en pose y comenzó a pujar. Chingos de pedos después de horas sentados y yo ahí de puto oliéndolos, delicioso guey, estaba cada vez más caliente. Un minuto después una pequeña puntita café oscuro asomó en el ojete, dura como era de esperarse y la dejé caer, en seguida despacio dejó salir un churro de mierda suave y cremosa, de puta madre.
Yo seguía su narración mientras chupaba gustosa su rica verga que cada vez estaba más dura y él se movía suavemente metiendo y sacando su vergota de mi boca… la caca exquisita puto, continuó, te juro que dulce como postre y el guey notoriamente con experiencia pues no se cagó de un putazo sino que fue dejando salir su miel poco a poco, dándome tiempo a comerla toda, saborearla, gozar del asqueroso manjar, fui comiendo y masticando cada pequeño pedazo de su sucia mierda.
En un momento sin pensarlo lo tomé de las piernas y lo jalé hacia mi para lamer gustosa el apetitoso ano lleno de caca, estaba que ardía de caliente y él también por lo que se dejó mamar su rico culito mierdoso mientras se la jalaba ya que la tenía enorme y dura como fierro el cabrón; así continuamos hasta que terminó de cagar. Volteó hacia mi para ver cómo terminaba de comerme su cagada y me decía, eso puto cerdo cómete mi mierda puta, cómela pinche marica, lo cual me encantó y me puso más caliente todavía; el pedo es que me terminé de comer aquella masa de mierda y sin decir nada me paré y agachándome ante él, sólo le dije, descárgate papi, anda, usa mi culo. El guey ni lo pensó cabrón, simplemente me dejó ir su enorme vergota entera hasta el fondo de mi culo, cogiéndome con furia, sin miramientos, con enorme fuerza metiendo duro su puñal entre mis nalgas y diciéndome toda clase de cerdeces, puta, marica, pinche cerda asquerosa, y no sé cuantas chingaderas más nena, hasta que descargó su leche deliciosa dentro de mi, sudando y gimiendo como loco y gozando su eyaculación y su primer palo con un puto.
El guey terminó y sin decir nada sacó su verga de mi culo, la metió en mi boca y me dijo, límpiala puto, lo cual como podrás imaginar lo hice más que gustosa lamiendo los residuos de semen y un poquito de mi caca que ahí quedó. Se guardó su bello miembro y salió del retrete sin palabras y se fue la mesa. Yo me revisé en el espejo para ver si no estaba todo lleno de mierda y ni madres, el asunto fue limpio, así que me fui a la mesa con el delicioso sabor a caca en la boca, pero con los huevos hinchados papi.
– Con razón llegaste tan caliente pa’ ya me extrañaba y también con un olorcito familiar, le dije mientras seguía mamando su instrumento.
En eso el cabrón me dijo, estoy mareado pa’, por lo que lo recosté en la cama, le quité los pantalones y los calzoncillos y quedó en camisa, eso si con una erección monumental, por lo que le dije estás bien? si nena, me dijo, chúpamela anda, así que me incliné sobre él y me metí su duro miembro todo entero en la boca mientras él se movía rítmica y suavemente, gimiendo y gozando… cuando de repente sin aviso ni nada, sólo sentí como su cuerpo se arqueaba y el cabrón dejó salir un chorro enorme, espeso y asqueroso de vomitada que cayó sobre mi cabeza. Puta madre qué forma de vomitarse, imparable como un volcán de su boca salían chorros de vómito apestoso, el vómito más asqueroso y sucio que he visto en mi vida. No era cualquier vómito, sino vomitadas de borracho pero que había comido toda la cagada de su amigo, por lo que me tocó reciclada, podía perfectamente distinguir entre la porquería la cagada de otro hombre, lo que comió, el alcohol, y no sé que otras inmundicias que flotaban y rebotaban sobre mi rostro y cabeza, que veía con lujuria cómo iba escurriendo de su camisa blanca toda aquella porquería de borracho.
El cabrón ya sin control en la peda total seguía vomitando pero además inundó la cama con una de las más masivas cagadas que le he visto. Trozos de mierda suave que terminaron casi flotando sobre un enorme charco de diarrea, apestosa que le salió del culo sin ninguna clase de control, simplemente el vómito y la sucia mierda salían creando un verdadero lago de suciedad; lo increíble es que el puto seguía erecto!! y yo desde luego estaba gozando el baño de rico vómito y restregando mi cara contra la asquerosa mezcla de caca suave y diarrea, combinada con vomitada y caca de otro cabrón que con trabajos conocía!! qué puta perversión, estaba a cual más de caliente, así que le succioné su enorme vergota afortunadamente dura como palo hasta que dejó salir su delicioso chorro de semen que tragué ávidamente. En ese mismo instante el puto simplemente se durmió o yo creo que casi se desmayo ya que no hubo poder humano que pudiera hacerlo reaccionar al menos en las siguientes horas.
Y ahí estaba yo toda batida de cagada, de su asquerosa diarrea y su increíblemente enorme vomitada y desde luego más caliente que una cerda en celo, así que ya que mi hombre estaba más allá del bien y del mal, decidí divertirme por mi cuenta.
Comencé a restregar mi rostro en el amasijo de inmundicia chupando y sorbiendo para llenar mi boca con aquella suciedad, saboreando el asqueroso manjar, tragando poco a poco algo de aquella mezcla y batiendo mi cuerpo y embarrándolo a él también con su propia porquería; el guey ni se movía. Saqué un dildo enorme del cajón y me lo metí en el culo mientras lamía y me revolcaba en la suciedad gozando y masturbándome despacio. Al rato me vino una idea a la cabeza y que me paro sobre la cama y comencé a cagarme sobre su rostro todo vomitado, lo batí de mierda y lo lamía y besaba comiendo mi propia mierda, qué puta calentura, lo estaba realmente gozando, nunca me había masturbado así con un hombre totalmente tirado de pedo y todo cerdo bañado en mierda y vómitos y me estaba divirtiendo como puta.
Al poco rato el cabrón sólo se movió para vomitar de nuevo más y más pero totalmente inconsciente, lo cual añadió aun más material para seguir jugando y batiéndome en grande en esa deliciosa y asquerosa masa de desperdicios. Al poco rato decidí vomitar sobre él y mezclando su vómito y su diarrea con mi propia cagada y mi vomitada calientita, seguí jalándome la verga y comiendo de aquella indecible porquería hasta que al fin solté mi leche sobre su rostro y sobre el charco de porquería para terminar lamiendo de nuevo aquel manjar. Puta madre, qué manera de gozarlo; un orgasmo enorme, largo, doloroso, delicioso y relajante.
Unos minutos después sólo lo acomodé sobre la almohada lo tapé y me acurruque junto a él ya que decidí que así como estaba, así íbamos a dormir, batidos en la mierda y el vómito y a ver por la mañana qué pasaba; se pondría cachondo y jugaríamos de nuevo en aquella inmundicia o qué pedo…
Lo que pasó se los dejo en la siguiente entrega, mientras tanto debo ir a comer un poco de caca ya que de nuevo estoy caliente y ganosa y como estoy solo, una puñeta y algo de caca me aliviarán.
Ciao putos.+
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