Lluvia dorada con una madura
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por vicente_1313.
Sucedió un verano en la casa de campo del abuelo. Allí se juntó casi toda la familia y una amiga de mi tía. una mujer de cuarenta y pocos años de bastante buen ver. Yo, entonces, debía tener unos veinte años.
El baño era un motivo de líos durante esa semana, eramos demasiados. Así que yo opté por usar la finca y dejar los líos atrás. Una cosa que siempre meh a gustado es estar desnudo al aire libre, así que aprovechaba que estaba solo entre los árboles y me quitaba la camiseta y los pantalones de verano y meaba entre los árboles.
La amiga de mi tía me vio accidentalmente un día y desde entonces me seguía para verme mientras lo hacía. Alguna vez me masturbaba hasta correrme después y ella se quedaba hasta el final. Pero yo no llegué a vera ninguna vez.
Uno de esos días, Elena, la amiga de mi tía me siguió pero no se conformó con mirar. Yo me desnudé, como hacía cada día y me puse a mear. Ella se acercó y sin decir palabra me cogió la polla mientras yo orinaba. Ella dejó que el líquido amarillo la mojase la mano. Me la acarició hasta ponerla dura y luego se quitó la ropa. Me hizo tumbarme en el suelo de hierba y en cuclillas meó sobre mi polla dura. La sensación fue intensa y me hizo desear follarla como un animal. Ella sin embargo quería mi lengua en su coño, limpiándola. Eso hice, le comí el coño hasta que reventó en un orgasmo en mi cara y me baño de sus jugos.
Entonces me cogió la polla y me pajeó hasta que me corrí. luego me restregó todo el semen por la polla empezando otra paja y un segundo orgasmo que me dejó roto. Se marchó sin decir nada.
Aquella noche mi tía y ella volvían a la ciudad. Así que no la volví a ver más. Como regalo me dejo el placer de ver a una mujer meando.
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