Los olores de Lastenia, Parte 1
Guarradas.
Los olores de Lastenia, parte 1
Voy por la calle con una amiga mía que está casada, Lastenia es una mujer latina, de piel morena ojos marrones miel, de bonita sonrisa y atractivo, un pelazo liso de color castaño oscuro de anuncio, además de un buen par de tetas, yo diría que talla noventa por lo menos. Vamos a coger un autobús que hará un trayecto largo y además da bastantes vueltas por varias calles donde tiene paradas.
Ella trabaja en una inmobiliaria desde siempre, y es buena en su trabajo, va bien vestida, con falda y traje chaqueta con su acreditación puesta, ahora va algo escotada y puedo ver su canalillo, pero yo deseo otras cosas de ella, con ella tengo mucha confianza y además me tiene cariño, ella sabe de mis fetiches, de esas guarradas que a mi me gustan, creo que hoy tendré suerte no sé porque, como dije el trayecto en el bus es largo y con paradas, en esta linia no suele subir gente a estas horas, es temprano las siete y media de la mañana, lo cual es una hora que me gusta porque aun no me corrí, mis huevos están cargados de semen y estoy calentorro.
Estamos en la marquesina esperando, ella hoy me hace preguntas sobre los temas privados que hemos hablado, sobre mis fetiches, y me mira con sus ojos, con su mirada que me penetra, no sé porque me ha sacado el tema, el bus llega y subimos, nos colocamos atrás del todo porque Lastenia me lo propuso antes de subir.
Ella me dice que se levantó con gases, la cosa se pone caliente, cuantas veces e deseado oír eso de ella, cuando yo le explicaba de mis gustos ella se reía y me miraba pero nunca me ofreció degustar algún olorcillo suyo.
Me dice que espere, que nota su vientre con movimientos de aire y que va a tirarse un pedo, ella quiere que salga silencioso o que no se oiga fuerte, aunque de momento no hay nadie mas que ella; yo y el conductor en la otra punta del bus.
Le pido que se acerque a mí para hacer creer que somos una pareja que se va a besar porque quiero oler su aliento, quiero que me lo eche largo y despacio sin que esfuerce sus pulmones, ella me dice que apenas desayunó, eso hace que ya me ponga acelerado porque me imagino un olor bien cerdo de su boca.
Y si, lo degusto, Lastenia me echa su aliento arrimándose a mi como si un beso fuese, que delicia, es un olor rico, me lo imaginaba como a podrido típico de fumadoras pero ella no fuma, es un olor de esos de mañanita pero no se como describirlo lo dejo a la imaginación de los que os guste también estos fetiches, haceros una idea.
Lastenia va a tirarse ese pedo, justo cuando el la segunda parada subieron unas señoras mayores que se sentaron en el centro del bus, el pedo sonó pero no muy fuerte, el sonido de esos alargados tipo trompetilla, y esos huelen, y si, en cuestión de unos diez segundos el olor llegó a mi nariz, ella esta sentada a mi izquierda bien pegados en los asientos de atrás del todo, ella me mira sonrojada y me habla de cerca, le huelo el rico aliento con el pedo, ufffff, la polla durísima, le digo que me quiero masturbar allí mismo y seguir oliendo, mas pedos y si no tiene pues su aliento que eso no falla es lo mas fácil de conseguir en cuanto a olores corporales disponibles.
Lastenia me dice que de acuerdo, ella me va a ofrecer lo que me gusta sin reproche, no se avergüenza con su mejor amigo, no lo considera una infidelidad hacerme este gran favor que hoy a comenzado a cumplirme.
El bus comienza subir un poco mas de gente, aun están esas señoras en el centro en los asientos reservados, suben un matrimonio de unos cuarenta y dos estudiantes de universidad parecen, todos estos se colocan de pie junto a la puerta trasera de salida, no están muy cerca pero podrían oírnos.
Se lo comento a Lastenia diciéndoselo al oído, ella se ríe y me dice que lo tiene en cuenta, que intentará soltar sus gases sin que hagan sonido pero que el olor va a olerlo quien este cerca.
Lastenia se me queda mirando me hace un guiño con su ojo, suelta otro pedo, un pedorro no tan alargado de sonido, mas bien como un «pruuum» cortito, pero los universitarios de la puerta en ese momento se quedaron mirando unos segundos pero volvieron a lo suyo a su conversación de colegas.
-¡Joder! Laste, que lo han escuchado.
Ella se ríe y me abraza en plan amigo, me dice al oído que no pasa nada.
-¿Te gustó? -Me pregunta ella.
Continuará………
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