Los pies de mi hermana
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos, mi nombre es Alberto, me dicen Beto. Vivo en México. Tengo actualmente 23 años, ya estoy graduado de la Universidad y quiero contarles una de las mejores noches de mi vida con mi hermana Anahi y sus hermosos pies. Esto sucedió hace mucho tiempo cuando yo tenía 15 años y mi hermana 17.
Bien, todo comenzó en 2005 mas exacto en semana santa de ese año. Mis padres tuvieron que ir a Estados Unidos por unos días debido a la muerte de un familiar. A mi me dejaron con mi hermana a su cuidado. Yo soy alto, bastante, y en ese tiempo estaba con un físico regular, ni gordo, ni flaco mas bien rellenito. Mi hermana para esas fechas estaba flaca, sin mucho pecho pero con una cadera hermosa. Pero sus pies eran, bueno lo son aun, hermosos. Limpios, blancos, siempre con las uñas al natural, sin esmalte. Las plantas de sus pies eran hermosas, con la curva perfecta.
Yo siempre he sido un fetichista de pies, desde que tengo memoria, siempre me ponía a verle los pies a las niñas en la primaria y a quien se le dejara.
Bueno regresando al relato; antes de partir mis padres le advirtieron a mi hermana que no podía salir ya que no querían dejarme solo en casa. Pero mi Anahi era callejera, le gustaba la fiesta y yo ya sabia que se iba a salir en cuanto pudiera.
Y naturalmente eso paso, el primer día despumes de haberse ido mis padres Anahi entro a mi cuarto y me dijo:
– Voy a salir con Bere y Karla (sus amigas), no quiero que te salgas en la noche.
– No, aquí me quedare jugando PlayStation.
– Bueno nos vemos luego.
La verdad sin mentirles sentía cierta atracción hacia mi hermana, pero sus pies me mataban. Ademas a los 15 años todo te calienta y mas si eres fetichista y tienes como alimentar ese fetiche pues es aun mayor mi calentura. Bueno total se paso la noche y luego de matar monstruos en mis videojuegos me fui a dormir. Como a eso de las 3am escuche ruidos y la puerta se había cerrado. Me levante a ver y era nada mas y nada menos que Anahi que venia completamente ebria, no podía caminar, de hecho se callo en el pasillo de ahí no se levanto. Me acerque a ella y le dije:
– Cuantas te tomaste nanga?
– Bajale a la música DJ…..que no oigo nadaaa……shhhhh.
– Ven te voy a llevar a tu cuarto, levántate; le dije.
– Gracias mesero, no traigo el boleto del ballet parking; me contesto.
La verdad me estaba riendo de todas las pendejadas que decía pero en fin, la levante, la lleve a su cuarto y ella se acostó en su cama, boca arriba. Inmediatamente se quedo dormida, le grite su nombre 2 veces solo para sersiorarme de que estaba viva jaja, ella no contesto pero estaba respirando. Ya cuando salia, note que no traía zapatos ni nada, solo unas calcetas que traía. En ese momento esa calentura fetichista me entro en el cuerpo y me dije: – le voy a quitar sus calcetas para poderle ver los pies, total si se despierta le digo que la estaba ayudando a acomodarse. Igual por lo ebria que estaba era muy difícil que se despertara.
Total le quite las calceta y ahí estaban, dos pies hermosos. Como siempre sus uñas sin esmalte al natural y perfectamente recortadas, sus dedos limpios y sus plantas de los pies hermosas, suaves, limpias y blancas. Me estaba excitando. Por fin tenia los pies de mi hermana a mis pies. Luego de admirarlos durante un tiempo voltee a ver si estaba dormida, y si, estaba literalmente nockeada. Sabia que era mi oportunidad, y sin pensarlo dos veces los comencé a tocar. Una sensación hermosa, sus pies eran suaves, y tenían un olor hermoso. Los tocaba con mis dedos, le acariciaba las uñas, los dedos y la planta. La planta se sentía ufff hermosa, era unos pies de lujo; y no podía creer que estaban siendo míos. Anahi ni en cuenta. Continué acarisiandolos, luego los comencé a besar y chupar, los dedos eran hermosos, tenían un sabor exquisito. El olor me estaba calentando.
Proseguí con mi sesión de lamidas y chupadas, mientras hacia eso con un pie con una mano estaba masturbando y con la otra acariciaba su otro pie, su tobillo. Estaba entrando en un clímax de perfección, me sentía en las nubes. Los pies de ella me estaban matando. Anahi estaba completamente dormida debido a todo el alcohol que se había tomado en su fiesta. No lo aguante mas, me dije, no solo los pies sino toda mi hermana sera mía. Con lo caliente que estaba, la desnuda completamente. Y sin pensarlo la penetre. Mientras hacia eso le levante los pies y mientras se la metía hasta dentro (aclaro que mi hermana ya no era virgen, eso lo perdió con un noviesillo que tuvo a los 14) yo le chupaba los pies, ese sabor era maravilloso, el olor era como una droga. No la cambie de posición ni nada, quería tener sus pies en mi boca. Justo antes de venirme no lo dude ni un instante y en ves de venirme en su cara, pechos, o culo lo hice en sus bellos pies.
Termine completamente exhausto; Anahi seguía dormida y ebria, me apresure a vestirla, y la deje tal y como estaba, a excepción de sus pies. Sabia que si me levantaba temprano podría volverlos a chupar y jugar con ellos. Me fui a mi cuarto y aun tenia el olor de sus pies en mi cara, los talle por todo mi rostro para tener su olor. Quede mas excitado por sus pies que por habérmela cogido. En fin a la mañana siguiente me levante y Anahi estaba sentada en la sala con cara de resaca. Cuando me acerque a ella le pregunte:
– Estas bien?
– Obvio no, no se ni como llegue a la casa, solo recuerdo estar bailando en la disco.
– Pues llegaste y te encerraste y pusiste música un rato, de hecho me levante a regañarte por que no me dejabas dormir (obvio esto fue una mentira por aquello de las dudas).
– Pues no se, no se donde están mis tenis; siento los pies pegajosos pero no recuerdo nada.
– Quieres que te traiga algo??
– Agua porfas, y algo para e; dolor de cabeza.
Total esa es mi historia con los pies de mi hermana, tengo otro par de relatos, otro con ella y sus pies y luego con los pies de mi exnovia. Saludos a todos y espero que lo hallan disfrutado.
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