Los pies de mi vecinita: Parte 2
Continuando con mi historia de como cumpli mi fantasía con los pies de mi vecinita.
Retomando la historia en donde nos habíamos quedado.
Alli estaba yo en mi cuarto, contento y satisfecho! Se me hacía difícil imaginar que al fin pude besar los pies de una mujer, y no de cualquier mujer, fueron los pies vírgenes de mi vecina Sara, una muchachita de 12 años!. Y me ponía aún más contento al saber que podía volver a hacerlo en cuanto sara se volviera a quedar.
A la mañana siguiente me desperté como si nada, como si anoche no hubiera salido nunca de mi habitación. Lo primero que vi al salir de mi habitación fue a mi hermana y a Sara sentadas en el sofá viendo sus películas… No les mentire, me puse un poco nervioso cuando vi a Sara y esta me estaba viendo, yo simplemente le sonreí y le pregunte si habia dormido bien, a lo que ella me dijo que había dormido cómodamente bien con la sabana que le di, me lo dijo de una manera tranquila, con un tono de voz despreocupado, allí fue cuando me di cuenta de que ella no se entero de lo que hice anoche, me sentí más tranquilo y aliviado.
Eventualmente llegó la hora de que Sara se fuera a su casa y todo seguiría de manera normal en la mía… O eso pensaba yo, pues cual fue mi sorpresa cuando a eso de las 9pm escuché la voz de Sara en la sala de estar, yo estaba en mi habitación y salí a ver si era ella, y si, era Sara quien había venido denuevo y esta vez traía en su mano una almohada junto con una sabana, yo estando en un estado de confusión me acerco a ella y le preguntó «¿y eso? Apoco te vas a quedar a dormir de nuevo?» a lo que me respondió con un si, pues mi hermana y ella así lo decidieron para seguir viendo más películas… La sensación que me dio al escuchar esas palabras fue de total felicidad, me sentía extasiado! Yo sabía que Sara se volvería a quedar a dormir en mi casa, si, pero no me imagine que sería tan pronto!
A eso de las 11pm me encerré en mi cuarto a esperar a que todos durmieran y volver a repetir lo de anoche… Se hicieron las 3pm y me dispuse a salir de mi habitación, con dirección a donde estaba sarita dormida. Esta vez mi miembro se me había adelantado pues se encontraba erecto, antes de que comenzará con los toqueteos y besos a los pies de Sara, quizá al imaginarme las cosas que esta vez podría hacer… Algo que no hice la última vez.
Para no hacer el cuento largo, llegué a donde dormía y volví a destapar sus pies, esta vez pase directo a los besos y los sobaba mientras lo hacía. Allí estaba yo ebrio por el olor que desprendían esos piesitos vírgenes y mi pene lo disfrutaba igual, pues sentía como se ponía cada vez más duro, estaba tan excitado al grado de sacar mi pene y masturbarme, esta vez allí mientras gozaba de los pies de Sara, y no en mi habitación como en la noche anterior.
Como me había dado cuenta que sarita tenía el sueño pesado por lo que me dijo en la tarde, pues agarre más confianza y esta vez saque mi lengua y con la punta de ella saboree su suave planta, de arriba a abajo y de un lado a otro, también pase la punta de mi lengua por sus dedos, besandolos en el proceso.
Me encontraba en un estado de trance en ese momento, jamás creí que llegaría a besarle los pies a sarita, pero ahí estaba yo! Dándome gusto con ellos mientras masturbaba mi pene. Llego el momento en el que sentí que estaba a punto de llegar al clímax, al momento en el que todo hombre se siente en el paraíso, el extasis puro!.
Fui jalando mi miembro más fuerte y rápido, incluso estaba haciendo ruidos de placer, señal de que una gran corrida se acercaba. Besaba sus dedos, su planta y su talón incluso sus tobillos, se los lamia también pero de una menera suave y con cuidado (podría estar vuelto loco pero aun conservaba algo de sentido común)… Sentí como empezaba e contraerse mi pene, momento en el que lo tome con firmeza y lo dirigí hacia el piso pues no quería causar ningún estrago (como hubiera querido acabar en los pies de Sara). Cerré los ojos y me atrevi a chuparle la puntita de sus dedos, el momento era placer! Placer puro! Me estaba corriendo masivamente, jamas crei que tanto semen pudiera salir de pene… Fue una corrida silenciosa y nadie se dio cuenta, ni siquiera Sara!.
Después de eso volte a ver a Sara pues me parecía increíble el sueño tan pesado que tenía esa niña, acababa de manosearme mientras le besaba sus pies y ella ni en cuenta. No quería irme pues aun quería seguir haciéndolo, pero no me di cuenta que perdí la noción del tiempo y ya había pasado 1 hora, estuve una hora allí! Y en cualquier momento se iba a despertar mi padre para alistarse e irse al trabajo.
Me levante rápido y me dirigí al baño para tomar papel y limpiar la gran mancha de semen que deje en el piso, momento en el que aproveche para dar un último beso con lamida a sus pies antes de irme a dormir. Me acosté en mi cama y una vez más contento y satisfecho me dispuse a dormir con una sonrisa en mi rostro.
En este momento haré un salto de tiempo de dos meses, pues durante este periodo lo único que hice fue lo mismo. Sara se quedaba a dormir con mi hermana y yo aprovechaba para ir a darme gusto con sus pies mientras ella dormía, incluso una vez me llegue a masturbar tres veces.
Pasados los dos meses Sara y yo teníamos una relación más cercana, lo cual me parecía asombroso pues eso significaba que ella seguía sin enterarse de nada. En dado momento me comencé a sentí raro, pues una sensación muy extraña me invadía desde hace ya unos días… ¿Quería arriesgarme y decirle a Sara que me gustaban sus pies? ¿Pero porque? Quizá era porque me sentía más seguro de decirlselo por la confianza que se había generado entre nosotros? Quizá me hacía mucha ilusión el que ella no le molestara eso y hasta podría dejar que le besara e hiciera lo que quiera a sus pies? O era porque me estaba volviendo completamente loco?… Preguntas como esas invadían mi cabeza todas las noches antes de irme a dormir.
Un día lo decidí, tomé la decisión más arriesgada de mi vida, había decidido elegir el momento más adecuado para platicar con Sara y decirle que me gustaban sus pies ¿que podía salir mal? Si resultaba que ella se incomodara o se molestara tenía planeado decirle que era solo una broma.
Y llegó… El día esperado llegó, un día que Sara había decidido quedarse a dormir fue que decidí poner en marcha mi plan ‘el día perfecto!’ pensé. A eso de las 10pm cuando mis padres ya se encontraban dormidos, salí de mi cuarto muy nervioso y tembloroso, y no me ayudo en nada ver que Sara se encontraba sola en el sofá viendo la tv, rápido me dirigí a la cocina para lavarme la cara y decirme a mi mismo que si Sara me miraba en este estado la podría asustar y adiós plan. Entonces cerré los ojos, suspire y ya más calmado me regrese a la sala para sentarme junto a Sara en el sofá.
Ella al verme me sonríe y le devuelvo la sonrisa, me acomode en el sofá y sin querer mire sus pies, esta vez sus uñas iban de un color azul que hacían ver sus piesitos muy sexys, yo todo tonto me embobe viéndolos unos segundos, lo suficiente para que Sara se diera cuenta que estaba hipnotizado por sus pies. Cuando me di cuenta que ella noto que le estaba viendo los pies me puse colorado, sentía muy caliente mi rostro y ella se dio cuenta porque me dijo con voz burlona ‘oye te pusiste bien rojo ¿porque?’ yo solo le dije que era por que hacía demasiado calor e iba a prender el ventilador. Ahi estaba yo sentado al lado de Sara, pensando como le iba a decir que sus pies me tenían vuelto loco, había un silencio tan horrible! Aproveche para preguntarle donde estaba mi hermana, y me dijo que se estaba bañando… Pensé ‘no me queda mucho tiempo, en cualquier momento mi hermana terminará de bañarse y vendrá, entonces habré perdido esta gran oportunidad’.
El tiempo seguía corriendo y con cada minuto menos se me aceleraba el pulso más y más, no quería perder esta oportunidad porque casi nunca, o más bien nunca mi hermana dejaba sola a Sara, no había momento en el que mi hermana dejara sola a Sara, ahí estaba siempre con ella! ¡Por eso esta oportunidad era única!.
Entonces pensé ‘sabes que? A la mierda! Se lo diré y que pase lo que tenga que pasar!’. Reuní todo el valor que tenía, gire mi cabeza hacia ella y sin mediar ninguna palabra le dije ‘Sara…’
Estense atentos a la tercera parte amigos, que ahora empieza lo bueno!.
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