Los pies de mi vecinita: Parte 3
Continúacion de mi historia sobre como cumpli mi fantasía con los pies de mi vecinita. .
Agarre todo el valor que tenia y le pregunte.
-Sara!… ¿Como se llama la película que estamos viendo?.
-Es la de la muñeca anabelle, ya la habíamos visto no te acuerdas?.
-Ah si ya recordé, lo siento estoy muy distraído… Oye y como estas? Escuche que te dolía la cabeza -Dije con voz temblorosa.
-Sii! Me dolía la cabeza pero ya me siento mejor gracias a unas pastillas que me dio tu mamá.
-Me alegro mucho -De nuevo lo dije con una voz tonta.
Así estaba yo haciendo preguntas estúpidas en lugar de ser valiente y hacer lo que había planeado. Entonces los volví a ver, la razón de porque estaba jugandome el cuello esta noche estaban al lado mio, esos piesitos que ya había probado muchas veces antes, pero ella no lo sabía… Seguía viéndolos, anhelando tenerlos en mis manos en ese momento, cuando de repente! No me había dado cuenta que había quedado embobado de nuevo viéndolos, y Sara lo había notado, pues me pregunta con voz curiosa.
-Oye Raúl ¿porque me miras mucho mis pies? Esque ahorita que te sentáste conmigo me di cuenta que los miraste como dos veces.
-Apoco si? Perdoname no sabia que estaba viendo tus pies! Yo estaba viendo el respaldo del sofá porque esta rasgandose ¡miralo! -Me puse muy nervioso y dije todo eso casi gritando.
-Si es cierto se está rompiendo, no lo sabia -Dijo ella.
Se había tragado la mentira, aunque en ese momento vi la oportunidad perfecta de decirle lo que tanto quería, y todo gracias a ella pues me ayudó demasiado el que sacara el tema de sus pies.
-Oye Sara, pues ahora que lo mencionas fijate que si mire poquito tus pies, esque me gusta el esmalte que tienes.
-Enserio? Pues gracias esque me gusta pintarme las uñas de mis pies y ahora decidí pintarlas de azul! -Me dijo con tono inocente y emocionada a la vez.
-Pues la verdad es que a tus pies si les queda cualquier esmalte de uñas, como el verde, una vez te las pintaste de verde ¿te acuerdas?.
Así seguimos con esta platica ‘inocente’ sobre sus pies, y poco a poco la iba llevando a donde quería. Llegamos al momento en donde ya estábamos bien enrolados conversando, tomé aliento y le dije.
-Oye sara, hay algo que te quiero decir… Pero no se como.
-Que me quieres decir? -Pregunto con voz curiosa.
-Pues no se, esque me da pena! Siento que te vas a molestar si te lo digo.
-Nooo! Dime porfavor no seas así Raúl.
-Pues… Esque me…
-Aja? Que cosa dime ya porfavor.
-Pues, me…
-Tu que? Oye ya me esta dando mucha curiosidad dime.
-Me…
-…Te gusto? -Sara pregunto muy curiosa.
En ese momento me sorprendi! Ella había sugerido que si me gustaba! ¿Como llego a esa conclusión? Entonces dije:
-Wow wow espera! esque me tomo por sorpresa lo que dijiste… Esque mira, si me gustas! O más bien… Me gusta una parte de ti.
-Como que una parte de mi? Oye no te entiendo, habla más claro porfavor -Me dijo ya desesperada.
-Pues… Me… Gustan tus… ¿Pies? -Dije en voz baja.
-Te gustan… Mis pies? -Respondió ella.
-Sip… Me gustan tus piesitos.
Me sentía raro… Había metido la pata? Que tal si pensaba que era un rarito y decidiera ya no venir nunca más a la casa? -Estoy acabado -dije preocupado. Un silencio incomodo invadía el ambiente y solo se escuchaba la tv, no quería ni verla a la cara… Cuando de pronto, Sara me dice:
-Entonces te gustan mis pies?… Oye Raúl ¿quieres que te diga algo?.
-Si, si porfavor! -respondí ansioso por saber.
-Pues ya sabía -Me lo dijo con voz muy burlona.
-Como? Osea ya sabías? Ya sabías que me gustaban tus pies? -Le pregunté confuso.
-Sii ya sabía, desde hace mucho lo sabía.
-Wow… Perdona pero ¿como es que lo sabes? -le pregunto frunciendo el ceño.
-Esque eres muy obvio y no disimulas nada y me doy cuenta cuando me miras mis pies! -Denuevo me respondió burlándose.
Al parecer por palabras de la propia Sara, yo no disimulaba ni un poco cuando apreciaba sus piesitos… Me dio un poco de vergüenza saber eso y ¿satisfacción? Fue un revoltijo de sentimientos los que azotaron mi estómago, por un lado me daba vergüenza porque yo siempre pensé que sabía disimular a la perfección y la satisfacción pues porque eso significaba que ya estaba acostumbrada a que le viera los pies y al parecer no le molestaba ni un poco, porque al cabo de unos segundos me dice:
-Oye Raúl… Te puedo hacer una pregunta?
-Si claro, tu preguntame lo que quieras!
-Esque… En las veces que me he quedado a dormir en tu casa ¿tu vienes en las noches y me tocas los pies verdad? -Pregunto mirándome a los ojos.
-Ahhh pues! Pues… Perdoname! Perdoname Sara! Porfavor disculpame, te ofrezco mil disculpas Sara, se que hice mal pero porfavor perdoname! -Dije suplicandole.
-Noo! No pasa nada no pasa nada Raul, relajate porfavor, ok? -Me lo dijo con una sonrisita y con ojos coquetos.
-Me estas diciendo que no estas molesta?… Puedo saber porque? -Dije en estado de confusión. -Pues ¿no se? Pero no estoy molesta, tu tranquilo.
-Oye… Si no estas molesta, eso quiere decir que te gusta? Te gusta… Que te toque los pies?.
En ese momento escuche pasos detrás de mi, era mi hermana que ya había salido de bañarse y estaba ya con nosotros, me dije a mi mismo -Noo! Porfavor todavía no! Aún tengo más preguntas que hacerle a Sara!. Entonces mi hermana nos pregunta:
-¿Que hacen? -Pregunta mientras levanta la ceja.
-Nada, no estábamos haciendo nada, solo estábamos viendo la película -le respondo con una mentira.
-Si! no estábamos haciendo nada, Raúl vino y quizo ver la película también -Sara respondio con otra mentira.
Me tomó por sorpresa que también Sara cubriera nuestra platica, no me lo esperaba! Me agradaba mucho esa complicidad que tuvimos en el momento, complicidad que por cierto duro mucho tiempo más… La mire a los ojos y le hice un gesto con la mirada, ella me lo devolvió y me gustó aún más, era como si nos hubiéramos leído la mente y estuviésemos de acuerdo en que mi hermana debía irse para seguir platicando sobre eso, entonces le dije a mi hermana:
-Oye ¿quieres usar mi teléfono? Te lo presto por todo el tiempo que tu quieras, que dices?.
-Sii! Prestamelo porfavor! -dijo mientras saltaba de felicidad.
-Se está cargando en mi cuarto, pero no debes desconectarlo porque se apagara y no volverá a prender, quedate ahí en mi cuarto, ok?.
No me dejo ni terminar de hablar pues rápido corrió a mi habitación, entonces me giro de nuevo con Sara para seguir con nuestra platica:
-Entonces? No alcanzaste a responderme porque mi hermana nos interrumpió, pero ya estamos solos Sara, dime ¿si no te molesta que te toque los pies, eso significa que te gusta?.
-Pues me da vergüenza pero si, si me gusta que me toques los pies ¿también me los besas verdad? – pregunta con una mirada picarona.
-Pues si… También te los beso y también me gusta tocartelos, pero me gusta mucho más besartelos -se lo digo viéndola a los ojos.
-A mi igual me gusta más cuando siento que me estas besando mis pies ¿pero porque lo haces? Porque te gustan tanto? -me preguntaba mientras pasaba sus manos por sus pies.
No podía creer que estuviéramos teniendo esta conversación! Ahh me sentía tan excitado de estar hablando con sarita sobre sus pies! incluso cruce mis piernas para disimular el bulto que se formaba en mi pantalón, mi pene crecía cada vez más y más pues la situación me causaba mucho morbo, morbo porque algo me decía que sarita no era tan inocente como yo siempre creí, pues ahí estaba lanzandome miradas picaronas cada momento y me dio más morbo cuando me preguntó con tono curioso la razón de porque me encantan tanto sus pies, ni lento ni perezoso le respondo:
-Quieres saber? Pues… Como te lo digo?
-Pues dime así nada más.
-Ok… Pues veras, yo pienso que tus pies son muy hermosos, bellos y sexys, cada vez que te los miro me dan muchísimas ganas de besartelos, pero nunca me atreví a decírtelo porque me daba pena.
-Entonces tu piensas que mis pies son sexys… Y por eso vas en las noches a besarmelos mientras duermo o más bien mientras me hago la dormida -dijo tapándose su boca y riéndose.
-Ahhh! Con que te haces la dormida eh? Así que todo este tiempo en que pensé que estabas dormida y no te dabas cuenta de lo que hacía ¿era todo lo contrario? -pregunté con una sonrisa burlona.
-Pues si! Si sentía cuando me besabas los pies y era difícil hacerme la dormida porque aveces me daban muchas cosquillas -dijo mientras se tapaba la cara con sus manos.
-Quién lo diría… Y desde cuando lo sabes? O más bien ¿porque dejas que te haga eso? -pregunte curioso.
-Pues desde la primera vez que me quede a dormir aquí, estaba dormida y sentí que me estaban tocando los pies, al principio me asuste pero levante poquito la cabeza y vi que eras tu, me saque de onda porque vi como me estabas besando los pies y se me hizo muy raro que hicieras eso, pero después me comenzó a gustar la sensación y deje que siguieras haciéndolo.
Escuchar esa respuesta casi hacia que me viniera allí sentado al lado de ella, me daba muchísimo morbo que me dijera que todo este tiempo estuvo consciente las noches que me daba gozo con sus pies, y mejor aún, que dejaba que lo hiciera porque le gustaba como se sentían mis besos en sus piesitos. Para ese punto ya no me daba vergüenza nada y estaba dispuesto a decirle o preguntarle cualquier cosa, ella se me adelantó y me dijo:
-Y pues luego de esa noche me dio curiosidad de volver a quedarme en tu casa para ver si lo volvias a hacer.
-Osea que el día siguiente en el que te volviste a quedar, fue porque querías saber si volvía a hacer eso en la noche? -dije con voz suave.
-Así es, me quedé despierta toda la noche esperándote y si regresaste, desde ese entonces me gusta quedarme en tu casa para que me beses los pies -Dijo con voz picarona.
En eso escuche pasos otra vez, era mi hermana que se había cansado del teléfono y ya se quería ir a dormir. Me tomo por sorpresa escuchar a mi hermana decirle a Sara que ya se debían ir al cuarto de mis padres a dormir… Al oír eso, sentí como si mi estómago se saliera por mi boca ¿como rayos era eso de que se iban a dormir en el cuarto de mis padres? No se iban a quedar en la sala?. Me deprimi demasiado porque esta noche no habría diversión, entrar en el cuarto de mis padres sin hacer ruido era una misión imposible, casi suicida! Entonces para almenos despedirme bien de Sara, le dije a mi hermana que le prestaba un ratito más el teléfono, 5 minutos más. Mi hermana se notaba muy molesta pues aceptó pero a regañadientes, en el momento en el que se fue no dude ni un momento y me acerque a Sara para decirle:
-Así que te gusta que te bese los pies?
Sin pensarlo dos veces tome uno de sus pies y lo lleve directo a mi boca para besarlo, lo bese con locura y desesperación! Incluso podía escuchar como sonaban mis besos bien dados en su planta, dedos y talón.
-Te gusta? -le pregunto mientras sigo sosteniendo su pie cerca de mis labios.
-Si me gusta mucho, pero tu hermana esta cerca y nos puede ver.
-Claro que no, ya la mande otra vez a mi cuarto, tranquila… ¿Quieres que siga?
-Ok, sigue -dijo mientras me miraba fijamente a los ojos.
Estaba a punto de ir por el otro pie, cuando de pronto escuche la voz de mi hermana detrás de mi, diciéndome que ya quería dormirse. En ese momento los dos nos quedamos fríos porque creímos que mi hermana nos había visto, y así habría sido de no ser por Sara que actuó mas rápido que yo y quito su pie antes de que nos viera. No podía creer que estaba tan entrado en lo que estaba haciendo que ignore por completo a mi hermana que estaba cerca.
-Bueno Raúl ya me voy a dormir, que descanses muy bien -dijo con una mueca de tristeza.
-Si Sara no te preocupes, luego seguimos con esto -le dije en voz baja.
-Ok hasta mañana!
Me quede un ratito sentado en el sofá para ver a Sara mientras se iba, antes de que cerrará la puerta del cuarto de mis padres se volteo para verme y luego sonreírme, yo le devolví la sonrisa y después cerró la puerta… Esa sonrisa, era una sonrisa de complicidad, una sonrisita que también podría interpretarse como ‘luego seguimos con esto’ ¡dios! Estaba tan contento! No solo el plan salió a la perfección sino que sobrepasó mis expectativas, me fue más que bien!. Sin más que hacer me levante del sofá y me fui bailando de felicidad a mi cuarto, me dije a mi mismo que esto es el principio de algo que será muy grande! No podía esperar al día siguiente o los demás para decirle a Sara que siguiesemos lo que dejamos esta noche. Por mientras me recoste en mi cama, baje mi short, saque mi miembro el cual estaba lleno de líquido preseminal y me clave tremenda paja! imaginando que era sarita quien me estaba haciendo un delicioso footjob…
Nos vemos en la siguiente parte amigos, porfavor denle una estrella a esta y las demás partes para que nadie se quede sin leer esta historia!
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!