Lujuria Materna 1
recuerdo que a mis 12 o 13 años después de venir del colegio y después de almorzar mi madre solía tomar siestas de 30 a 50 min y un día la vi acostada en un intento de posición fetal con su culo apuntando a la puerta, recuerdo haber entrado simplemente para ver la TV (solía hacerlo con frecuencia).
La relación que he tenido con mi mama es muy difícil de comprender, es por eso que escribo este relato, tengo la esperanza de que escribir acerca de esto pueda ser terapéutico y me ayude a aclarar mi mente.
Mi crianza fue de cierta forma muy normal, a pesar de la muerte de mi padre a mis 5 años, yo y mi madre siempre hemos podido salir adelante
Mi madre era una mujer de estatura baja, piel trigueña un poco clara, pelo largo de color castaño. Un cuerpo ancho sin ser deforme, brazos anchos, piernas gordas y una pequeña panza. Tiene senos no demasiado grandes pero suficientemente voluptuosos para provocarme alguna erección. No sé si su trasero era su mejor atributo, tenía unas nalgas grandes sin llegar a ser deformes, formaban un buen conjunto con sus grandes muslos y sus anchas caderas.
Ella es una mujer muy tradicional y religiosa. Ha sido en gran medida la guía moral en mi vida y mi crianza ha sido mayoritariamente sus reproches y castigos físicos.
Mi madre solía corregirme constantemente en todos los aspectos de mi vida y aunque la mayoría del tiempo era una mujer tierna e inocente, también tenía un carácter duro y recto.
A mis 14 años recuerdo haber regresado del colegio y al entrar en la cocina me encuentro con ella de frente, llevaba una blusa escotada como nunca, recuerdo que sus pezones se marcaban a través de la blusa y fue imposible no fijarme descaradamente en sus tetas, pero ella trató de evadir la situación.
En esa época de pubertad mis deseos se hacían presentes, juntamente con granos e incómodas erecciones todo el tiempo
Mi madre no solía ser muy abierta hacia temas sexuales, y fue por mucho tiempo un lugar muy oscuro, muy taboo, un lugar donde no era fácil caminar a pesar de que no era imposible.
Con el tiempo me di cuenta de que los temas de sexualidad la ponían muy incómoda y muchas veces evitaba o ignoraba todo lo que tenga que ver con la sexualidad.
Recuerdo que un domingo a mis 16 años, tuvimos un viaje familiar, teníamos que ir en el carro de mi tío. Mi primo pequeño, una prima, mi tío y dos tías fuimos en ese viaje, el espacio no era suficiente por lo que mi tía sugirió que podría ir cargando a mi primo en sus piernas y pronto me dijeron a mí que cargue a mi mama, en ese momento yo ya había crecido considerablemente e iba al gym, por lo que era la única alternativa, ya que no había suficiente espacio en el carro
Mi madre no pudo detenerse a pensar pues se nos hacía tarde y rápidamente tuvo que sentarse en mis piernas.
En un principio fue un poco incómodo, mi madre se sentó de lado, con sus piernas apuntando a la derecha (yo estaba en el lado izquierdo del carro) y sus nalgas se posaban sobre mis rodillas y la parte delantera de mis piernas creando un contacto no tan directo con su nalga derecha, casi inmediatamente tuve una erección, pero no me preocupe demasiado porque su culo mantenía un margen seguro en contra de mi erecto pene, además, sabía que tanto mi madre como yo ignoraríamos la situación. Después de unos 15 min de empezado el viaje hicimos una pequeña parada para comprar comida en una tienda, por lo que salimos del coche. Al regresar para continuar con el viaje mi madre poso suaves nalgas en mis piernas mientras se inclinaba para adelante, para después levantar su culo ligeramente y mover su cuerpo para atrás, colocando ambas nalgas entre mi pene. Recuerdo claramente que ese día mi mama llevaba un pantalón leggins negro que me encantaba, y mi pene volvió a pararse, pero esta vez fue una erección demasiado potente, mientras el carro avanzaba y todo se movía, sentía que en cualquier momento mi pene iba a explotar en ese mar de carne que era el culo de mi mama, los malos pensamientos dominaban mi desenfrenado cerebro y mi autocontrol empezaba a desaparecer. Entre la confusión generada por toda la excitación que tenía pude ver pude notar a mi mama un poco incómoda y un tanto nerviosa, era algo sutil, un comportamiento que solo lo notaría alguien que conoce muy bien a mi mama. Yo por otro lado tenía toda mi atención en sentir el aplastante placer que ahogaba mi pelvis y mi pene por tener encima el culo de mi santa madre.
Antes de aquel día había tenido contactos esporádicos con el culo de mi mama, no pueden compararse a la intensidad de aquel viaje, pero siempre que sucedía algo así me tenía que masturbar, dejando en pausa por un momento aquel viaje, recuerdo que a mis 12 o 13 años después de venir del colegio y después de almorzar mi madre solía tomar siestas de 30 a 50 min y un día la vi acostada en un intento de posición fetal con su culo apuntando a la puerta, recuerdo haber entrado simplemente para ver la TV (solía hacerlo con frecuencia), pero al verla dormida tuve el impulso de ver su culo y conforme me excitaba, en mi mente se hacía presente la conciencia de que estaba dormida, recuerdo tratar de posar muy lentamente mis nudillos en una de sus nalgas y conforme más tiempo pasaba más era la excitación y los nervios, sentía la suavidad de sus carnes y mi excitación alcanzo un nuevo límite cuando movía mi mano a la mitad de sus nalgas, esa línea prohibida que encendía mi excitación y que también consumía mi cordura, dejaba de importarme las consecuencias. Hasta que mi mama se despertó de golpe y yo fingí estar viendo la TV, con un poco de miedo y culpa. Seguramente, ahora que lo pienso fue el momento en el que se sembró en mí la semilla de la perversión sabiendo que mi mama pudo haber sentido mis manos en sus nalgas.
De cualquier forma, retomando el viaje y el excitante contacto con el cuerpo materno, estuvimos en esa posición aproximadamente unos 30 min que en mi mente pasaron muy rápido, recuerdo haber pensado unos minutos antes de bajar, que en cualquier momento mi pene explotaría en semen y mancharía todo, sin embargo eso no ocurrió aunque mi pene no logro explotar, si expulso bastante líquido pre seminal, inclusive recuerdo que ya por el final del trayecto mi bóxer estaba inundado de fluidos pre seminales y mi pantalón, al igual que el culo de mi mama estaba manchado, en su culo se formó una pequeña mancha y cuando bajamos del auto paso su mano por su culo sintiendo seguramente el líquido que había en su pantalón. Yo logré ponerme un hoddie grande que ocultaba la gran mancha que había brotado de mi pene, en cambio, mi madre se amarró su chaqueta en la cintura tapando su manchado culo. Fue una sensación extraña para mí, el darme cuenta de que mi madre sabe que tiene mis fluidos en sus nalgas y de cierta manera haya decidido convertirse en cómplice de nuestro pecado, claro esta que mi mama no me dirigió ni siquiera una mirada, era una situación extraña, sentía que la lujuria crecía y se adueñaba de mí aunque después, la culpa me obligo a reprimir e ignorar la obsesión por mi mama
además de haber visto a mi mama en traje de baño, aquel viaje no tuve más experiencias importantes dignas de incluir en este relato.
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