Masturbación con pies y sandalias de mi prima
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Estábamos esperando nuestro turno para bañarnos y mis primos ocupaban los 2 baños mi prima y yo estábamos esperando para bañarnos, realizamos un juego para ver quien se bañaba primero, en el cuál ella resulta ganadora y como ya se había desocupado el baño ella se preparó para meterse a bañar, para lo cuál se quitó los zapatos y en ese momento pasó por mi cabeza la idea de ¿como serán sus pies? obviamente sin sentir atracción hacia ellos solamente pensaba en eso por curiosad, al mismo tiempo pensaba, seguramente están maltratados, pero el concepto que tenía de sus pies dio un giro inesperado, cuando mire que se empezó a quitar los calcetines, no se me hizo gran cosa por lo planteado anteriormente, pero por pura curiosidad continúe observando y cuando sus pies estaban totalmente desnudos no lo podía creer, para mi eran hermosos y resaltaban con el color de esmalte que tenía.
Ella se baño, luego yo, y temíamos que dormir porque saldríanos de paseo al día siguiente; se llegó la mañana y nos preparamos para salír ella se puso un pantalón rosa que era del mismo color que su esmalte y unas sandalias que hacían ver sus pies deliciosos.
Durante todo ese día no pude evitar ver sus ricos pies y no dejaba de pensar en ellos en su delicioso olor en sus deditos perfectos y en sus plantas suaves e impregnadas de ese delicioso aroma y también me imaginaba que ella me pedía que le oliera sus pies y después me masturbaba con ellos pero sólo era mi imaginación que me ocasiono múltiples erecciones durante todo el rato.
Al regresar a la casa, agotados por el paseo, decidimos asearnos para poder ver la televisión y descansar eran como las 5 de la tarde cuando mi primase metió a bañar y yo exitado por estar pensando en sus hermosos pies me asegue de que se metiera a bañar para poder oler sus sandalias y así fue con la respiración acelerada y con la preocupación de que alguien me viera me diriji a aspirar sus sandalias tibias pues apenas se las había quitado y eso dio lugar a que me exitar aún más y a que mi polla palpitara de tanta excitación, pero para mi mala suerte tenían un olor muy débil y las aspiraba con fuerza pero el olor seguía siendo débil debido a que uso antitranspirante.
Así se pasó la tarde y cuando anochecio miramos una película y nos fuimos al cuarto a platicar mientras nos daba sueño mis; primos se durmieron luego y mi prima aún seguía despierta yo quería que ya se durmiera para poder oler sus pies ella estaba chateando y parecía que no tenía sueño a lo que yo dije vamos a dormir que ya es muy noche y me respondió que si yo esperaba con ansias a que se durmiera, pero me dormi antes que ella.
Mi deseo por sus pies era tal que desperté en la madrugada excitado y con el pene muy duro y con la sensación de que estallaria de tanto pensar en los pies, todos estaban dormidos y para asegurarme me acerque a mi prima para moverla y comprobar que estaba dormida y así era, lo que yo estaba esperando se hacia realidad; oler sus pies. Me acerque a sus piernas y comencé a besarlas por encima de las sabanas y mientras lo hacia olía una de sus sandalias hasta llegar a sus excitantes pies los descubrí con cuidado para que no despertara y al fin los tenía frente a mi, pero tenía miedo de que ella o uno de mis primos despertara y me viera pero mi deseo por sus pies era tal que no me importó y me acerque despacio hacia sus pies y comense a olerlos mientas lo hacia me masturbaba y no tardé mucho en correrme.
Luego de un rato volví a sus pies y esta vez los oli de nuevo y esta vez pasaba mi pene en un pie mientras olía el otro pero al darme cuenta de que se movía me retire de inmediato, volví a lo mismo cuando se durmió hasta que me corrí de nuevo pero esta vez en sus pies se los limpie con cuidado y me fui a dormir, eso si me lleve sus sandalias a la cama para masturbarme ; mientras olía una me pasaba la otra por mi pene me corría en ella pensando en sus pies y su cautivador aroma así estuve toda la noche. Lo bueno fue que esa tarde ya no se puso antitranspirante por lo que disfrute del olor de sus pies y sandalias haciendome muchas pajas pensando en sus pies.
Al día siguiente tenía que irme, me despedí de ella y me dio un abrazo sin pensar lo que le hice en la noche.
Desde ese día estoy impaciente por verla, quizá le diga lo que siento por sus pies y tal vez así ya pueda olerselos más fácilmente y sin ocultarme.
Espero les haya gustado este relato y que se animen a compartir sus experiencias.
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