Me enamore de ese pipi
Me enamore del pipi de mi hijo pequeño.
El nacimiento de mi hijo fue el momento mas feliz de mi vida. Mi esposo Jorge y yo, decidimos darle por nombre andres. Un hermoso niño que con su felicidad hizo que los días fueran livianos y llenos de dicha. Sin embargo, no estoy aquí para hablar de los primeros días de mi hijo, sino para decirles como fue que me enamore de su pipi. Mi nombre es maría, en la actualidad tengo 30 años, mi esposo Jorge es 5 años mayor y Andresito tiene 2 añitos y medio. Diariamente bañaba a mi bebe en su bañera o en la bañera del segundo piso, con el tiempo esta empezó a gustarle mas, ya que tenia mas espacio para jugar. Durante el baño recorría su cuerpo sin ningun tipo de malicia, solo con el fin de limpiarlo, pero un día ciertas personas empezaron a dañar mi mente. Aunque ahora que lo pienso, me pregunto si ya no tenia mi mente dañada, y aquello solo fue un detonante.
La primera persona fue mi mama, que en una mañana mientras bañaba a Andresito. mi mama llego de visita, cuando escuche el timbre, fui a abrirle y esta me siguió al cuarto de baño. el bebe jugaba con el agua chapoteando cuando con una toalla lo saque de la bañera. Saludo a su abuela y lo lleve a la habitación. Una vez en la cama, este como siempre se puso de pie y empezó a brincar de un lado a otro en ese momento mi mama se lo queda viéndolo. Yo me encontraba buscando su ropa y veo mi mama como lo observa con su ceño fruncido. Le pregunto a mi mama que pasaba y me sorptendo con su respuesta. –no crees que el niño tiene el pipi grande para su edad?— yo solo alce una ceja y respondi. –tu crees? La verdad no lo se, solo es un bebe.—
Ahora veras, déjame y yo lo cambio—dijo mi madre— tomo la ropa que tenia en mis manos y la toalla. Lo seco delicadamente, tomo el talco y mientras estaba boca abajo, le aplico en las piernas y en las nalguitas, con cuidado le dio la vuelta y quedo expuesto su pipi. –mira mari, se ve que cuando sea mayor lo va a tener enorme— yo aun no lograba ver nada, solo era un mini pipi, y peor aun, el mini pipi de mi hijo.
-yo no veo nada mama, solo es el pipi de Andresito, yo lo veo normal.
-ahora veras—dijo y acto seguido con el pulgar y el índice, empezó a apretarlo suavenmente. El pipi fue ganando tamaño, alcanzando fácilmente unos 6 centímetros. Una vez erecto, o al menos eso parecía, mi madre con los dedos, índice, medio y pulgar le empezó a hacer una mini paja, a la cual Andresito solo reía, y lo cual, para hacer mas cómico o morboso, como lo quieran ver, mi mama le hacia caras graciosas mientras lo masturbaba. Yo miraba en silencio la escena. Al fin mi mama se detuvo y me dijo que mirara con antencion.
Ahora si pude darme cuenta de lo grande que tenia el pene mi hijo. Media casi 7 centimetros, y dentro de su piel blanca, se podían ver unas pequeñas venas. Este subia y bajaba, Andresito dejo de sonreír y jadeaba un poco, como si estuviera calmándose de la excitación. Mi madre me hablaba, y hacia chistes sobre su pipi, pero no la escuchaba, yo estaba hipnotizada por el pipi de mi Andresito.
Mi madre vive relativamente cerca de casa, se lleva bien con mi esposo y excelente con Andresito, sin embargo es un poco bocona, y cada vez que venia con una amiga a mi casa de visita, no podía evitar mencionar que el bebe tenia un pipi enorme. Afortunadamente el niño no estaba presente en esas conversaciones, porque estoy segura de que era capaz de mostrárselo. Aquello lo guardaba para mi, algunos de mi familia se dieron cuenta, incluyendo mi esposo, pero no le dieron mayor importancia.
Había pasado una semana desde que mi mama me había demostrado el tamaño del miembro de Andrés, y yo no le había dado ninguna importancia, tampoco había notado que se le había vuelto a poner así, así que simplemente decidí dejar eso atrás, al igual que lo que había sentido. Sin embargo, una mañana fui a cambiar su paño para llevarlo a bañar, se lo quite y lo deje desnudo, solo con un suéter. Andresito se sentó en su pequeña silla y mientras tomaba su tetero, se rascaba las bolitas. Yo entraba y salía de la habitación y solo lo observe un par de veces. Pero cuando ya traía la toalla en mano para llevarlo al baño, note se sobaba su pene de arriba abajo, este ya había tomado aquella forma dura e imponente. Lo vi como jugaba con su amiguito un par de minutos, y lo llevé al baño. Sentí alivio por estar sola en casa, mi esposo trabajaba una semana en el turno de día, y otra de turno de noche. En fin, lo lleve a la bañera y lo despoje de su camisa, su pene había perdido tamaño y sus testículos rápidamente se convirtieron en unas bolsitas que colgaban. Con la cucha portátil bañe todo su cuerpo y con el jabón recorrí sus piernas y brazas, mi cabeza quería evitar esa zona, pero fue Andrés quien me sorprendió diciendo –mami mi pipi, lávalo también— acto seguido empecé con sus bolitas y luego con sus nalguitas, enjabone su agujero, cosa que le causo risa. Al fin alcance su pene, tome el jabón y enjabone mis manos, e inicie un masaje parecido al que le dio mi mama. Al principio se rio e intento apartarse por las cosquillas que le estaba produciendo, pero cuando su pipi gano tamaño, se quedo quieto, e incluso coloco sus manos en mi cabeza, haciéndome recordar el mismo gesto de mi esposo cuando le hago sexo oral. Su vista no se quitaba de mi acción, y en un par de ocasiones sentí que gemía. Llevábamos mucho tiempo en la bañera, mis masajes cambiaban de el sube y baja de los tres dedos, a el tomar su pipi como si tomara un manubrio de una motocicleta y acelerara. De repente sentí el timbre de la puerta, me asuste de sobre manera y baje alarmada abrir la puerta, era un simple vendedor ambulante. Cuando entre al baño, Andresito estaba sentado en la bañera jugando con su pipi, fue ahí cuando decidí terminar de bañarlo y llevarlo a la sala.
Las cosas empezaron a cambiar mas a partir de ese momento, me empeñe mas a enseñarle a que el bebe controlara más los esfínteres para que pudiera andar sin paño desechables, por 3 razones, primero, ahorrar dinero, segundo, para que no se quemara la colita, ya que esta haciendo demasiado calor y el paño no solo le marcaba la piel, sino que le estaba produciendo pañalitis y tercero y mas importante, podía andar libre por la casa, prácticamente nos quedábamos solos todo el día, así que solo lo mantenía con un suéter y sin nada abajo.
Andresito había tomado la costumbre de tomarse su tetero en frente de la tv, pero ahora como andaba prácticamente desnudo, abría sus piernas y con su mano libre acariciaba su pipi. Le enseñe que eso no lo tenia que hacer delante de nadie, porque lo podían regañar, en especial delante de su papa. Mi temor había quedado atrás, había ocasiones en las que nos poníamos a ver una película y mi mano se dirigía inmediatamente a su pipi, Andresito solo se divertía sintiendo mis caricias y riendo por las caricaturas. Aunque cada vez la situación fue tomando un color mas morboso, había ocasiones en las que ambos cantábamos canciones infantiles mientras yo lo masajeaba, y digo masaje porque no creo que con la edad que tenía, ni el tamaño, podía llamarse paja. A veces el mismo me lo pedía, como en una ocasión que estaba recién levantado, el mismo se quito el paño y con la pollita parada me dijo “mami pipi” yo no perdi el tiempo, lo lleve al sofa con su tetero y empecé a darle su masaje matutino.
Como ya era costumbre, Andresito andaba semi desnudo todo el día, bueno al menos hasta las 7 pm que era cuando llegaba su papa, a menos que tuviera turno de noche, ahí era cuando cambiaban los papeles. Sin embargo, aquella mañana no conte con la visita de mi mama, y fue tan repentina que casi nos atrapa. Me encontraba yo dándole su respectivo masaje, y cada día se estaba despertando en mi una pequeña comezón en mi interior, la cual me veía obligada a calmarla por encima de mi panty, así que, ahí me encontraba yo, cantando canciones infantiles con mi hijo, mi mano derecha estaba lubricada con aceite para bebes, y masajeaba el pene de mi hijo, mi pierna izquierda estaba levantada y mi falda estaba hasta la cadera, mi mano izquierda tocaba suavemente mi clítoris y aquella sensación, hacia que a veces me fallara la voz.
En ese momento en donde los dos estábamos experimentando un gran placer, sono el timbre, mi sorpresa fue tan grande que Andresito soltó una pequeña carcajada. Acomode mi vestido y baje la camisa de Andrés, me mire en el espejo de la sala para verificar como me veía y no levantar sospechas y me dirijo a la puerta para verificar quien era. Cuando mi mama entro fue a saludar directo a su nieto. Este nuevamente se había levantado su suéter y jugaba con su pipi, cosa que fue gracia y producto de sus chistes, por lo menos no había sospechado nada.
Mi madre se sento a su lado y empezó a hacerle costquillas, me pegunto porque tenia al bebe así sin ropa, le explique lo de la pañalitis y el calor que hacia y solo asintió. A continuación siguió jugando con el, adoptando una voz infantil.
—como eta el rey de la casa? Ya comio mi amocito indoo? Aaandaa y por que tiene ese pipi así?
Con la llegada de mi mama, Andresito había dejado de lado su lujiria, si así se puede llamar, prestaba atencion a la tv y a mi mama, por lo que su pipi había perdido tamaño y era apenas una cosita diminuta dentro de un capullo.
—donde esta el pipi?—pregunto mi mama—donde esta el pipi del bebe?—y acto seguido, con una sonrisa se lo señalaba. Mi mama reía a carcajadas, me imagino, que al igual que yo, no pudo contenerse y empezó a tocárselo, hasta que poco a poco fue ganando tamaño.
Ándale—decia—mira como lo tiene de grande, ven a ver maría, mira como se le pone, y el muy atrevido solo se rie.
Mi mama hablaba, pero sabia que era para disimular lo encantada que estaba tocando a andres. Yo los veía y sentía como estaba mojada, la escena era demasiado caliente, así que para tener mejor vista, me sente en el sofa casi al lado de ellos y los observe. Mi madre hablaba de cosas vánales y yo le respondia tratando de sonar tranquila. Andresito se había acomodado en el regaso de mi mama y chupaba un dedo, de vez en cuando podía sentir como jadeaba, disfrutando intensamente de las caricias de mi madre. Moria de ganas de quitárselo de sus manos y tenerlo para mi, incluso pasaba por mi mente querer meterlo en mi boca.
Aquel día mi madre se paso toda la tarde conmigo y no perdió la menor oportunidad para jugar con el pipi de Andresito. En varias oportunidades le quise decir que ya parara y dejara el niño tranquilo, pero quería parecer normal.
Llego el fin de semana y paso sin ningun miramientos, mi esposo descanso sábado y domingo. Armamos una piscina inflable en el patio y nos divertimos mucho. Recuerdo que jroge compro varias latas de cerveza, yo solo me tome dos, porque no tolero mucho el alcohol, mi espsos tomo varias, pero con su casancio acumulado, pronto se durmió en la silla playera que tenemos en el patio. Lo concenci para que se rodara a la sombra y debido a lo intenso que estaba el sol, pronto lo segui y me sente junto a el. Parecía que el único que no sentía los rayos del sol ni el calor, era Andresito, pues no quería salir de la picsina, sin embargo, no se que paso por su cabeza, ya que de la nada salió y se dirigió hacia mi, ya ami lado se bajo su traje de baño y me mostro su pequeña erección. Llámenlo impulso sexual si quieren, supongo que es eso. Quizás porque desde el viernes en la noche, no había tenido una mano amiga que lo acariciara, así que yo, de manera inmediata, aprovechando que mi esposo estaba de espalda, escupi mi mano e inicie su paja. Que delicia era agarrar ese duro fierro, con mis dedos pude sentir como crecía un poco mas. Yo no podía aguantar y con mi mano libre, corri mi vestido de baño a un lado y empecé a acariciar mi clítoris suavemente. Andresito gemia levemente y mantenía su boca abierta, una de mis piernas tocaba el suelo y la otra la mantenía en el aire, para ahora facilitar la entrada de mis dedos. Mi bebe veía como mis dedos entraban y salían, y en ese momento se me ocurrió darle a probar mis jugos. Metí dos dedos en mi vagina y los lleve primero a sus labios y su nariz, volví a meterlos, y esta vez el mismo abrió un poco mas la boca y pude sentir como su lengua acariciaba mis dedos. –te gusta papi? —fue lo único que pude decirle.
Pare mi masturbación por unos segundos para retirar un poco la tela de mi parte superior del vestido de baño y sacar mis senos, estos aunque pequeños, estaban firmes, ya que Andresito no había tomado mucha leche materna. Al verlos, mi bebe siguió su instinto y empezó a chuparlos. Con cada lamida me recorría de pies a cabeza la sensación mas rica y pervertida que había experimentado jamás. Mis dedos acariciaban mi clítoris, mi otra mano masturbaba el pipi de mi hijo, y su lengua chupaba con gran eficiencia mi seno, ya estaba en mi limite, tenia que acabar rápido, no sabia si Jorge podía despertar, aunque aun se sentían sus ronquidos. Acelere mis masajes al clítoris y senti como se acercaba una bomba orgásmica. Esta fue tal que no pude evitar soltal un suspiro, como si se me escapara la vida, los cuales siguieron de unos espasmos y respiración entrecortada. Aquello fue mas sonoro de lo que crei, ya que Jorge se dio la vuelta y me vio, lo cual hizo que se alarmara. Afortunadamente pude cubrirme con una toalla y que este no viera como tenia todo mi vestido de baño corrido, y como su hijo tenia sus pantalones en los tobillos con una gran erección.
Andresito me abrazo y me pregunto que tenia, le acarice la cabeza y le dije que estaba bien, a Jorge solamente le dije que casi me había ahogado con un trocito de hielo, un vaso de te helado corroboraba mi versión. Solo me dijo que tenia que tener cuidado y se volvió a acostar. A los pocos segundos, ya estaba dormido. Deje caer mi cabeza pensando en lo cerca que estuvo y cuando me di cuenta, adresito volvió a chupar mi seno, pero ya había sido suficiente emoción por un día. Así que subi sus pantalones y le dije que se fuera a divertir en la picisna.
A la mañana siguiente, Jorge tenia turno de noche, así que se la pasamos en familia toda la mañana y parte de la tarde. Cuando se fue en la noche, como si Andresito lo supiera, se despojo de sus pantalones y fue a ver la tv, yo organizaba la cocina. Cuando termine, le dije al bebe que me esperara en el baño para su ducha nocturna. Subi al segundo piso y lo desnude. Como de costumbre, inicio el ritual. Yo me coloque en la orilla de la bañera, lo enjabone todo y le di una atención especial a su pipi y sus bolitas. Aunque quería divertirme un rato, la verdad estaba cansada, así que no tarde demasiado y pronto lo saqué del baño y le puse su pijama. Nos dirigimos abajo y lo coloque en el sillón individual, desde donde la última vez, había visto como mi mama tocaba a mi hijo. Puse una película infantil y me acosté en el otro sofá boca abajo, me encontraba super cómoda con mi bata para dormir, me había quitado mi sostén, y solo tenia un panti de hilo, mas comodidad imposible. Empecé a dormitar, me encontraba en un estado de estar dormida y despierta, pero de pronto, la luz irradiada por la televisión es obstruida por algo, pero rápidamente se quita, escucho unos ruidos, creo que de la cocina, alguien esta rodando algo, parece algo plástico que de arrastra por el suelo. No le doy importancia, sigo durmiendo. Siento que colocan algo enfrente de mi, nuevamente se obstruye la luz, siento algo que choca con mis labios, es duro, pero también delicado, suave y caliente, muy caliente, abro mi boca para aceptarlo, siento un par de manos, una en mi cabeza y otra en mi oreja, mi lengua empieza a saborear lo que hay en mi boca, es un lindo sabor, podría lamerlo todo el día.
Aquello me pareció extraño, no era un sueño, así que me erguí de manera violenta, y vi como Andresito estaba arriba de un pequeño banquillo con su pipi afuera, el muy rufián me lo había metido a la boca y yo inconscientemente se lo había chupado. Al ver mi reacción, este se asustó, perdió el equilibrio y cayo de espaldas. Sus lágrimas se veían venir, así que como buena madre, solo asumí la posición que tenía, y le dije que viniera, pero primero le quite los pantalones y la ropa. Este se subió en el banquillo y volvió a meter su pene en mi boca. Lo recibí con mucho agrado, lo saboree de arriba abajo. sentía sus manitas en mi cabeza, sentía como apretaba con ganas y escuchaba sus gemidos, no aguantaba el calor, así que me acomode para poder masturbarme con mi mano derecha, y con la izquierda lo atraía hacia ami. Al parecer Andresito veía como levantaba levemente el trasero para masturbarme y esto le llamo la atención, ya que empezó a decir una y otra vez “caballito” este se retiro de mi y se subió al sofa, estaba confundida, pero pronto entendí. ¿Hasta dónde iban sus instintos sexuales? ¿Puede un niño tan pequeño tener este tipo de mentalidad? Al parecer si. Andresito se subió, y me levanto el vestido para dormir que tenía, dejando a la vista mi gran trasero, me había corrido el panti, por lo que se veía parte de mi húmeda vagina. Andresito se sentó en la parte trasera de mis muslos y jugaba con mi trasero, abría mis nalgas, corría mi hilo a un lado, dejando expuesto mis agujeros, a veces tiraba de ella hacia arriba y mi panty se metía entre mi vagina, metía los dedos en mis agujeros, cosa que me hacia dar un respingo, sobre todo cuando metía su dedito en mi ano.
Andresito seguía metiendo sus dedos, pero estaba entorpeciendo mi masturbación, lastima, porque la escena era muy morbosa, el solo quería jugar, y yo para ese momento, estaba demasiado excitada. Pero llego un instante, en que se centro en mi puerta trasera, aquel no era territorio virgen, ya con mi esposo lo habíamos hecho y se sentía muy bien. Andresito me metía su dedito índice en el ano y fue ahí cuando intensifique las caricias a mi clítoris, su mete y saca estaba funcionando, mis gemidos eran cada ves mas sonoros y mis caderas se movían sin control, sentía como Andresito a veces con su mano libre tomaba los jugos y lo escuchaba sorbes, no quería mirar, porque estaba concentrada y el orgasmo estaba cerca… hasta que estalle y mis piernas se contrajeron, el dedito de mi hijo quedo atrapado en mi ano gracias a la fuerza que hice con mi trasero. Jadeaba sin parar y solo pude escuchar la risa de mi bebe.
Mientras me recuperaba de mi orgasmo, Andresito se bajo, y busco su juguito en la nevera, por mi parte, aun no creía el maravilloso orgasmo que había tenido. Había tenido buen sexo con mi esposo, pero supongo que esta intensidad me la había dado lo morboso de la experiencia.
Aquello me había dejado agotada, empezaba a cerrar mis ojos, con toda esa actividad, y apenas eran las 9 pm, era como si el tiempo se hubiera detenido. Andresito se encontraba sentado delante de mi, viendo la televisión, ya su pene había perdido tamaño, parecía que sus ganas se habían esfumado, así que aproveché y me dispuse a dormir, al menos unos minutos.
Desperté al sentir que alguien me movía, era nuevamente Andresito que se subía en mi, vi su cosita parada y me volvieron a dar ganas. Esta vez se acomodó mas arriba, podía sentir su pipi en medio de mis nalgas, yo levantaba mi culo para poder sentirlo en mi vagina. Parecía que la sensación del roce también le gustaba, porque este entre jadeos solo se le escuchaba decir “caballito”. Me volví a acomodar, y mi mano volvía a acariciar mi vagina, las manos de mi bebe hacían presión encima de mis nalgas. Pero necesitaba ser penetrada, necesitaba mas que mis dedos, le dije Andresito se se bajara un momento, este me obedeció. Nos acostamos en la alfombra, me quite mi hilo y levante mi camisón hasta mis pechos, dejándolos al aire, abrí mis piernas, y coloque un cojín bajo mi cadera. Andresito vino ami y se acomodo entre mis piernas, yo tomé su pene y guie a mi cavidad, mi bebe me tomo de las caderas y lo metió todo, podía sentirlo y era delicioso. Con mis dos manos lo guiaba a que me la metiera y sacara, este entendió rápidamente y con sus manos en mi estómago, me estaba penetrando solo. Ya trasado el camino, con una de mis manos empecé a masturbar y con la otro agarraba mis senos. Andresito repetía “mami” una y otra vez, mientras jadeaba, yo nuevamente estaba en el límite, y la cara de Andresito de placer fue el detonante, no pude mas y una ultima caricia hizo que explotara. Mis fluidos habían mojado sus piernecitas, mi bebe me seguía penetrando, yo estaba super sensible y le dije que parara, así que se levanto, pero fue a mi cara para que se la chupara, cosa que hice con mucho gusto. Después de varias lamidas, quedo limpia, le levanté y lo fui a bañar. Nos lavamos con la regadera portátil, secamos y nos fuimos a acostar, el sueño llego rápido y mi ultimo pensamiento fue que nuevas cosas nos preparaba el futuro con este nuevo vinculo descubierto.
Exquisito y Morboso, la madre que dodos los del foro desearían haber tenido en la niñez como la mujer que anhelas encontrar para tener una familia feliz… Ignoro como resiste hasta el final del relato, fue intenso y espero la continuación.
Saludos.
Gracias por tu comentario marion
Exquisito relato. Que hermosa y buena madre eres. Necesito una asi para formar mi familia 😍🥰😘❤️👍