me he follado a mi fetiche: María, una mujer enana
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi primer encuentro con María una enana que trabaja en la ONCE, a primeros de octubre fue épico (leed el relato en el apartado fetichismo “sexo con mi fetiche: una mujer enana”).
Como sabéis estoy casado, y últimamente he experimentado una sensación extraña hacia María: Devoción. Si querido/a lector/a, soy devoto de María… que no es virgen precisamente.
Mi siguiente relato es verídico, al igual que el primero.
Algo así como 3 días después de nuestro encuentro, fui al quiosco de María. Pactamos dejar pasar mínimo 48 horas antes de vernos para ver qué pasaba por nuestras cabezas. Lo cierto es que tenía la sensación de que María iba a pasar de mí, diciéndome algo así como “cariño, fue realmente fantástico, pero ya está”. Gracias al cielo, a Dios, al Diablo o a lo que sea, mi diosa no dijo eso…
– Hola María, buenos días
– Adrián… ¿qué tal?
La viejecita a la que María estaba despachando se volvió, me miro y se marchó
– María… esto… -parecía que iba a confesar una travesura infantil a mis padres- me gustaría poder estar contigo a solas de nuevo
– Y a mí Adrián, y a mi. Pero quiero dejarte clara una cosa: No quiero una relación donde haya sentimientos. No me voy a enamorar de ti, y no quiero que tú te enamores. Solo sexo. Me vuelve loca tu cuerpo.
– Claro María. Sólo sexo
– Otra cosa. Lo he pensado mucho, y si por mí fuera, tendría sexo contigo mil años Adrián, así que solo te exijo una cosa: para seguir, debes serme “fiel”. Es decir, aparte de tu mujer quiero que descargues únicamente contigo. Arantxa es una mujer maravillosa, y aunque parezca un sarcasmo, no quiero que la hagas sufrir con cualquier puta que se cuelgue de ti. Conmigo harás todas tus fantasías realidad. No busques mas ¿estás de acuerdo?
Imagínate como me quedé. Fue un discurso racional, maduro… yo nunca he sido infiel a mi mujer y a excepción de María, nunca lo seré. Así que contesté:
– Estoy de acuerdo. Claro que si
– Muy bien. Te espero en mi casa dentro de 2 horas
– Bien. Allí estaré
Me fui a casa. Maquiné. Quería hacer algo especial esa tarde con María… Me puse delante del ordenador y comencé a descargarme videos de mamadas, polvos, corridas… busqué videos de sexo con enanas, pero a día de hoy aún no he encontrado (¿me ayudas? Dime alguna web donde descargarlos. Gracias). Edité esos videos, y me dio como resultado un par de clips de mas o menos 15 minutos de duración cada uno. Los pasé a formato DVD y guardé el disco. Cogí 2 copas de cristal 10 minutos antes de mi cita. Salí de casa, fui al supermercado y compré champán y un paquete de hielos. Llamé. María abrió. Subí hasta el 4º piso. Salí del ascensor y me dirigí a la puerta. Estaba abierta, así que entré
– ¿Maria?
– Hola amor, pasa. Estoy acabando de maquillarme.
– Vale. Oye, ¿dónde tienes un cubo o algo así? He traído hielo y quiero ponerlo
– ¿Hielo?-se extrañó María- En la cocina hay uno. Debajo de la fregadera. Ve al salón y siéntate cabrón mío. En 2 minutitos estoy.
Puse el hielo y el champán. Fregué rápidamente las 2 copas y fuí al salón. Me senté. Saqué el DVD y lo puse en la mesa
– Hola cariño mío, aquí me tienes
No tienes ni idea de lo que apareció ante mí. De veras, una autentica diosa. Zapatos de cuero con al menos ¡¡10 cm de tacón!!, medias oscuras, tanga, sujetador, guantes de látex hasta el codo, una especie de collar de cuero al cuello… Sus labios perfectamente maquillados de rojo, una base de maquillaje en su rostro, cejas depiladas con un gusto fuera de lo común, ojos maquillados, y un recogido tremendamente erótico en su pelo.
– He ido a la peluquería para ti, cariño mío – Dijo mi putita- ¿Das el visto bueno?
Pude haber reaccionado de mil maneras, de millones tal vez, pero reaccioné así: Me arrodillé frente a ella, y sin mediar palabra alguna, comencé a lamer su zapato derecho. El olor a cuero inundó la parte de mi cerebro más primitivo. Me volvió loco. Mi lengua iba arriba y abajo, despacito, saboreando cada milímetro cuadrado de ese zapato. Lamí el tacón, lo mordisqueé, pasé mi lengua por la suela. Subí hacia arriba, y después de mordisquear la tira que sujetaba el zapato al tobillo, después de mordisquear la hebilla, lamí la pequeña pierna de mi enana. Mordí su gemelo, pasé mi lengua por su rodilla. María ya comenzaba a gemir… sus diminutas manos masajeaban mi cabeza
– Quiero tu polla en mi boca. Échate al suelo – Ordenó mi diminuta ama
Creo que superó a la primera mamada de hacía 3 días. Me bajé el pantalón. Fui a bajarme el slip, pero María me detuvo con un suspiro gutural primitivo, sexual…acompañado de unos ojos como platos y sus manitas en las mías retirándolas de –según lo llama ella- su manjar. Comenzó a mordisquear el slip, lamió la parte del slip donde estaba la polla. Gemía. Gemía como un zorrón, gozando del momento. Sus manos bajaron el slip, y agarraron mi polla. Sentí el latex de sus guantes. Comenzó a masturbarme, muy despacito, mientras pasaba su lengua por los labios rojos…Se quitó los guantes y apareció una magnífica obra de arte en forma de manicura francesa:
– Amor, mira mis uñitas… ¿te gustan?
– Son deliciosas mi zorra. Dámelas
– Si…. Muerde mis uñas amor
Metió sus dedos en mi boca mientras seguía masturbándome. Se metió mi polla en la boca, y succionó
– voy a sacrte hasta la última gota de leche. Ponte de pie
Obedecí. La ayudé a levantarse, y se puso frente a mi polla. De pe los dos, comenzó a mamármela mientras sus pequeños brazos abarcaban mi cintura, mi culo. Metía la lengua en el glande, hurgando. Sopesó mis testículos, los masajeó
– María déjame follarte
– Si. Vamos a la cama
Sus tacones resonaron en el suelo. Miré su culito. Rico, terso…
Llegamos a su dormitorio.
– ponte boca abajo.- le pedí-Quiero lamerte el culo.
Le bajé el tanga y comencé a morder su culito. Fue un momento mágico, porque descubrimos que era una zona tremendamente erógena de María: Nada mas dar mi primer bocado, un largo gemido gutural salió de María.
– Aaaaaaahhhhh….. Dios mío Adrián, muerde más por lo que más quieras hijo de puta. Muérdeme, muerde, muerde…. Vamos!!!!
Mordí. Despacio primero, pero fuerte poco después. Mis manos sobaban su delicioso culo mientras dejaba impresa mi moldura dental. Separé sus nalgas y lamí su ano. La punta de mi lengua inspeccionó su ano una y otra vez, una y otra vez… Mientras María gemía como la mejor puta profesional.
– Gírate –Pedí
– Si. No puedo más. Fóllame
Y la follé. Agarré sus caderas mientras mi polla entarab en sus entrañas. María masajeó sus tetas, sus pezones
– Mmmmmmhhhh… Qué rico Adrián. Más, más, másssss. ¡¡¡Joder que grandísima puta soy mi vida!!! Haremos siempre lo que quieras mi rey. Dame mássss
– Si mi cielo, me encanta. Joder, joder, joder qué rico
La follé durante 20 maravillosos minutos
– Sácala y córrete en mi cara
Saqué mi polla y 3 segundos después chorros de semen salían dirigidos a la boca de mi enana, de mi puta. Atiné prácticamente de lleno. María jugó con mi semen: hizo globitos con él, sacó la lengua y mojó sus labios. Babeó el semen para que corriese por su barbilla, su cuello… untó semen en una uña y se lo pasó pr un pezón…
– Adrián, me vuelves loca
– Y tú a mí mi zorrita
Se duchó. Al salir, me dijo:
– Adrián, ¿Qué te parece si… bueno… si me hago un implante de pechos?
– ¿En serio? Sería fabuloso vida mía
– Entonces, lo haré
Y lo hizo… no veas cómo ha quedado. Joder…
Pero esto, según comentarios, será otra historia
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