Me masturbo en los baños de las niñas de secu

Reviso los botes de basura.
Esto pasó cuando tenia 18 años, la etapa más caliente de mi vida. Empece a vivir solo desde esa edad, ya que mis padres se separaron y no quise vivir con ninguno de los dos. Rentaba un cuarto horrible, muy sucio y pequeño, trabajaba de limpieza en una secundaria de ahí fue donde comencé con este fascinante pasatiempo.

La primera vez que lo hice, fue limpiando los baños de las niñas, me al principio hacia las cosa mecanicamente,  sacaba los botes de basura, limpiaba los escusados, trapeaba los pisos… hasta que un día, sacando el bote de la basura note que había algo, parecía un trapo, lo saque del bote y vi que era un pequeño calzoncito con florecitas y bordados color rosa, de esos que usan las niñas pequeñas, mi primera reacción fue dejarlo en el bote, pero una vez que lo tuve en mis manos y sin pensarlo, lo desdoble y le revise el puente (ese lugar donde reposa su tierna vagina) tenía una mancha amarilla, recta no muy grande como de 5 centímetros, se podía ver que tuvo metido el calzón en sus labios vaginales, ya que se me marcaba un pequeño bulto hacia adentro del calzón. Mire a todos lados y rápidamente lo guarde en mi pantalón.

No lo había notado, pero en ese momento tenía una erección enorme, podía sentir como de mi verga fluía ese liquido que te sale cuándo andas caliente. Corrí a cerrar la puerta y me metí a uno de loa baños, me senté en el excusado y comencé a oler ese pequeño calzoncito,  un aroma que me volvió loco, una mezcla a orines y sudor, y más atrás un olor a culo, que hizo que casi me estallara la verga, ya no podía más, me baje los pantalones y frote la cabeza de mi verga en la mancha de orines, deje aquello lleno de mis fluidos, estaba tan caliente que solo de dos jalones de verga eyacule como pocas veces, un enorme chorro salió y deje mi semen sobre esos calzones.

De ahí en adelante, cada vez que tiraba la basura de los botes, los revisaba primero, comencé a masturbarme oliendo el papel de baño, escogía los que usaban para secarse los orines, a veces los encontraba tan mojados que se podía sentir el olor y el sabor amargo, luego fueron las toallas sanitaria, aunque debo confesar que no las abría, solo las tomaba con las manos he imaginaba la pequeña vagina y los calzoncitos donde estuvieron puestos.